SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.56 número1Albores de la japonología moderna en España. Reseña con motivo de los Ensayos en honor del profesor Antonio CabezasFang Fang. 2020. Wuhan Diary. Dispatches from a Quarantined City. Traducido por Michael Berry. Nueva York: HarperVia. E-book. índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Estudios de Asia y África

versão On-line ISSN 2448-654Xversão impressa ISSN 0185-0164

Estud. Asia Áfr. vol.56 no.1 Ciudad de México Jan./Abr. 2021  Epub 23-Fev-2021

https://doi.org/10.24201/eaa.v56i1.2631 

Reseñas

Joy Hendry. 2018. Para entender la sociedad japonesa. Traducido por Francisco J. Ramos Mena. Barcelona: Bellaterra. 309 pp.

Alba Quintairos-Soliño1 
http://orcid.org/0000-0003-0064-1695

1Universidad de Vigo, España alba.quintairos.solino@uvigo.gal

Hendry, Joy. 2018. Para entender la sociedad japonesa. Ramos Mena, Francisco J.. Barcelona: Bellaterra, 309p.


La actualización en 2012 de Understanding Japanese Society, obra de Joy Hendry publicada originalmente en 1987 bajo el título de Interpreting Japanese Society: Anthropological Approaches, trajo consigo la primera traducción al español de un libro más que necesario en la bibliografía en nuestra lengua ligada al ámbito de la niponología: Para entender la sociedad japonesa, publicado por Edicions Bellaterra en 2018.

Hendry, reconocida antropóloga especializada en Japón, nos propone adentrarnos en la sociedad japonesa “en el marco de un enfoque antropológico” (24), a través de 12 capítulos estructurados de forma sencilla, pero eficaz. El propósito de la autora se sugiere en el título y queda patente en la introducción: “El objetivo es simplemente presentar el mundo tal como lo clasifican y ordenan los propios japoneses” (24). Para ello, pide al lector que “suspenda sus propios prejuicios y presupuestos acerca de cómo la gente debería o no ordenar su vida, e intente imaginar cómo un japonés podría ver las cosas de manera distinta” (24-25) para tratar de evitar posturas orientalistas, porque, si algo deja claro Hendry, es que la sociedad japonesa es extremadamente diversa, como lo son todas las sociedades, y que, por tanto, la perspectiva debe ser “proporcional” y libre de “arrogancia colonial” (24).

Con un estilo ameno y fluido (quizá gracias a la magnífica traducción de F. J. Ramos Mena), así como con una exposición teórica plagada de anécdotas y fotografías que ilustran sus análisis y ayudan al lector a comprender los aspectos más complejos del libro, los 12 capítulos que componen esta obra recorren todos los aspectos más destacables que conforman la vida cotidiana nipona: las fuentes de la identidad japonesa (como sus fundamentos históricos y mitológicos); el sistema de la casa y la familia; la socialización y la clasificación social; la comunidad y el vecindario; el sistema educativo; el estatus, la jerarquía y la diversidad étnica; las influencias religiosas; el ritual y el ciclo vital; las oportunidades de la vida laboral; el arte, el entretenimiento y el ocio; el gobierno y el arte de la política, y, por último, el sistema legal y el control social.

Todos los capítulos presentan una estructura similar en la que, tras una introducción, la información se divide en apartados para finalizar con una conclusión acompañada de una bibliografía que incluye las obras (novelas, películas, ensayos, etc.) que la autora considera de especial relevancia para aplicar la teoría expuesta. A su vez, la localización de la información resulta todavía más sencilla gracias a que cada apartado tiene una distribución similar: junto con una definición del término principal en japonés o de los términos relacionados que se tratan en la sección, se expone la evolución histórica de las investigaciones publicadas sobre dicho tema y se concluye con una presentación de la situación actual. La inclusión de una amplia evolución histórica de los fenómenos hace de este libro una obra relevante y, a la vez, extremadamente efímera. Por ello, la última revisión supone un revulsivo que la sitúa de nuevo entre las obras básicas y, por tanto, imprescindibles de la antropología especializada en Japón.

El libro consta de 309 páginas repletas de información que resulta grata de leer y que confirma que nos encontramos ante una obra cuasidivulgativa. Y es que, a pesar de la variedad temática y de la gran cantidad de bibliografía proporcionada, Hendry sólo ofrece una introducción a la materia, sin llegar a ser crítica con la mayor parte de las referencias que cita ni a profundizar en las “pequeñas unidades sociales” que describe, a excepción de unas breves conclusiones recogidas al final del volumen. Esta falta de profundidad en algunos aspectos de la obra hace que el contenido sea meramente introductorio y que el lector no vea su consulta totalmente satisfecha. Así, cuando Hendry se refiere a ejemplos extraídos de investigaciones ajenas, los expone muy brevemente o invita al lector a consultarlos por su cuenta; si bien es una forma de obligar al receptor de la obra a acceder a la bibliografía recomendada, el acceso a gran parte de este material podría verse limitado debido a varios motivos, entre los que destacan la carencia de traducciones al español o la descatalogación de algunas de estas obras, en ciertos casos demasiado desactualizadas como para continuar editándose. De igual manera, aunque se presentan todas las explicaciones elementales de forma clara y concisa, así como las orientaciones básicas para ampliar el estudio de aquellos elementos que más nos puedan interesar, es difícil encontrar teorías propias de la autora que hagan de Para entender la sociedad japonesa algo más que una obra descriptiva.

Sin embargo, difícilmente puede achacársele esta falta de complejidad temática a Hendry, ya que, como ella indica en la introducción, no estamos ante una obra de sociología al uso, sino ante un manual que permitirá al lector dotarse de “información de base” que le abrirá las puertas para “comprender de manera más profunda los libros especializados en otras áreas” (26). Es más, quizá sea esta ausencia de hipótesis lo que hace que el libro de Hendry ofrezca una visión panorámica y objetiva de los casos que analiza, pues elimina casi en su totalidad el sesgo orientalista de sus observaciones.

El que Para entender la sociedad japonesa sea un manual introductorio convierte la obra en un recurso básico para quien desee iniciarse en la niponología o, simplemente, conocer un poco más el funcionamiento de la sociedad nipona, algo que Hendry persigue desde el planteamiento: “este libro aspira a dar ese paso e introducir en la antropología de Japón a personas no especializadas en la materia” (24). También se constituye como una obra de gran utilidad para la traductología, pues tanto el glosario que incluye como las definiciones de Hendry clarifican en gran medida el sentido de términos de difícil traducción, aunque, como indica, “no aparece un número excesivo de palabras japonesas: este no es un manual de lengua; pero sin entender los términos que se han incluido, nadie puede pretender tener un buen conocimiento básico de la lengua japonesa” (27). Sin embargo, como es lógico, al estar dirigido principalmente a un receptor lego en la materia, el uso que los niponólogos y demás expertos relacionados puedan hacer de él se ve enormemente reducido. No obstante, puede resultar útil como orientación para la búsqueda de bibliografía especializada en cada uno de los ámbitos temáticos abordados, ya que este aspecto está especialmente desarrollado y actualizado en el libro. Asimismo, es importante destacar que, al tratarse de la traducción de la revisión publicada en 2012, la obra también podría invitar a los expertos a una relectura del volumen y a explorar la evolución más reciente de la sociología japonesa de forma fiable y sucinta.

En definitiva, se trata de una obra muy completa en cuanto a variedad temática y de lectura sencilla, que presenta la información de manera ordenada y con un patrón reconocible, lo que facilita su consulta. El contenido es relevante, aunque en ocasiones demasiado superficial, ya que la intención es que el lector profundice en aquellos aspectos que desee gracias a la bibliografía recomendada, que abarca desde novelas y filmes hasta ensayos de tipología variada. Más interesante es, si cabe, la petición de Hendry al lector de adentrarse en la obra sin prejuicios, algo que ella misma califica de “difícil” (24); hacer que el lector profano en la materia sea consciente de sus propias “pautas de juicio” antes de entrar en contacto con la sociología japonesa por primera vez es, ciertamente, poco común y, a su vez, muy necesario para tratar de evitar, en lo posible, la difusión de dinámicas orientalistas. Sin duda, se trata de una obra que cumple con creces los objetivos marcados por su autora, aunque quizá resulte demasiado divulgativa para los lectores especializados en sociología japonesa. Si bien dichos expertos podrían beneficiarse poco de un libro de estas características, no puede negarse su valor para estudiantes que comiencen su investigación en este ámbito, así como para otros especialistas menos relacionados con la niponología, pero que necesiten de una base teórica para enfrentarse a su trabajo. En cualquier caso, su lectura es recomendable para los interesados en Japón, ya sea que cuenten con dicha base teórica o no, pues ofrece una visión actualizada y genérica a partir de la cual se pueden ampliar conocimientos o encontrar nuevas vías de investigación.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons