Introducción
Esta nota de investigación se pregunta por el impacto del género de las personas investigadoras en los patrones de citación y en la probabilidad de hacer estudios dedicados a la temática de género en las ciencias sociales argentinas. Nos inscribimos en una línea de indagación abierta en dicho país por los estudios de Franchi, Palomino, Cano, Jeppesen, Kochen, (2016); Suárez y Fiorentin, (2021); Beigel, Almeida, Gallardo, Digiampietri, Gomez; Rangel, Ciriza, Rossomando, Moschkovich y Pecheny, (2023) que atañen a la brecha de género en la producción científica, incluyendo productividad, ascenso y citaciones, y que conoce antecedentes en la región y el mundo (Albornoz, Barrere, Matas, Osorio y Sokil, 2018; Chatterjee y Werner, 2021; Elsevier, 2020; Ni, Smith, Yuan, Larivière, Sugimoto, 2021). Nuestro aporte se centra en las citaciones y en la temática estudiada. En concreto, analizamos la probabilidad de que autoras sean citadas por investigadoras/es de las comisiones (áreas) de sociología y ciencia política de El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y, que los mismos se dediquen a estudiar la temática de género.
CONICET es un ente autárquico dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación fundado en 1958. Su objetivo es promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología y es la institución científica más importante del país y de Latinoamérica por el número de investigadoras/es que nuclea. Está compuesto por más de 700 establecimientos entre centros de investigación, laboratorios e institutos. Tiene cierta similitud con el Centre National de la Recherche Scientifique de Francia porque es posible realizar una carrera de investigador/a científico/a en forma autónoma a la de una carrera docente. El CONICET financia becas para estudiantes doctorales y la carrera del investigador/a científico/a. Se accede a dicha carrera a través de distintos procesos de selección por pares, según las vacantes existentes cada año. Las personas investigadoras seleccionadas realizan sus actividades en universidades o en centros de investigación dependientes del organismo. Según los últimos datos consultados, el CONICET financia actualmente más de 16000 científicos entre investigadoras/es, becarias/os y personal de apoyo. Su actividad se desarrolla en cuatro grandes áreas: Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud; Ciencias Exactas y Naturales, y Ciencias Sociales y Humanidades. Esta última área se subdivide en disciplinas como derecho, ciencias políticas, relaciones internacionales, lingüística, literatura, filosofía, psicología, ciencias de la educación, historia, antropología, arqueología, geografía, sociología, demografía, economía, ciencias de la gestión y administración pública, entre otras. Dicha área agrupa a casi el 20 % de los recursos humanos, investigadoras/es y becarias/os1.
Este trabajo realiza un análisis empírico de las referencias más citadas por los y las investigadoras de ciencias sociales. De las cinco categorías de investigadoras/es (asistentes, adjuntos, independientes, principales y superiores) hemos excluido la primera, puesto que agrupa a quienes recientemente han ingresado y por ende están en la fase incipiente de la carrera. Con tales criterios, la muestra está compuesta por investigadoras/es de entre 30 y 78 años (cuadro A2). Nuestra investigación cuenta con la ventaja de que los datos no provienen de la autoselección, sino que se trata de los tres textos más citados de cada persona investigadora desde 1989 hasta el año 2016, según Google Scholar2. Se incluyen publicaciones indexadas y no indexadas y, a partir de sus palabras claves y el título, discernimos la temática. Los tres trabajos de mayor impacto de cada investigador/a nos permite aproximarnos al reconocimiento en el campo, ya que en los países del Sur Global ha habido pocos trabajos con datos derivados del reconocimiento por pares en citas, puesto que la mayoría se han centrado en la selección de los trabajos por parte de las personas investigadoras o por el análisis de sus hojas de vida (Alatas, 2003; Beigel, 2016, 2017; Beigel, Gallardo y Bekerman 2018; Hanafi, 2011, Mosbah-Natanson y Gingras, 2014). Aún en los países del Norte Global hay pocos trabajos con esta metodología (Cronin, Snyder y Atkins, 1997; Korom, 2020 en sociología; Kim y Grofman, 2019 para ciencias políticas).
Investigaciones en países del Norte Global han revelado que, en comparación con la sociología, la ciencia política presenta una brecha de género más pronunciada en la citación de estudios. Una razón para esto es la presencia significativamente mayor de mujeres en la sociología (Dion, Lawrence y McLaughlin, 2018; Dion y McLaughlin, 2012; Ferber, 1988; Ferber y Brün, 2011; Rossiter, 1993), ese patrón también se observa en el caso de CONICET. Asimismo, realizamos una indagación de las temáticas de los trabajos para elucidar el interés por tópicos vinculados al género. Según la literatura, este interés sería más acentuado entre las investigadoras, ya que experimentan cotidianamente cómo gravita el género en sus vidas en general y, más en particular, conocen el impacto de dichas publicaciones dentro de su producción total (Viveros, 2016). En efecto, el género de la persona investigadora se reveló como la principal variable explicativa: las investigadoras citan más autoras y tienen trabajos más citados que incluyen género entre sus palabras clave. Encontramos también una brecha mayor en la ciencia política que en sociología, así como en relación con el rango en la jerarquía del CONICET (que correlaciona con edad), ya que la probabilidad de citar mujeres y de estudiar temáticas de género es mayor entre las personas investigadoras más jóvenes. Sin embargo, la diferencia entre hombres y mujeres se mantiene al interior de las disciplinas y de las categorías de CONICET.
Nuestras hipótesis
La brecha de género en citaciones ha sido demostrada para muchas disciplinas científicas. En un análisis reciente sobre los sistemas científicos brasileño y argentino, Beigel et al., (2023) encuentran que, si bien las mujeres están más representadas que los varones entre las personas investigadoras del CONICET, existe una brecha de productividad a favor de los hombres, así como que las investigadoras están menos representadas que su proporción al analizar el 10% más citado de los artículos de investigadoras/es del CONICET. Según esta investigación, la disparidad se mantiene en Ciencias Sociales y Humanidades donde la brecha es menor.
En los países centrales, se ha documentado la menor citación de las mujeres (Dion, et al., 2018; Dion y McLaughlin, 2012), lo cual está compuesto por dos dimensiones. Primero, el efecto Matthew que tiene que ver con la cantidad de investigadoras/es en la disciplina, ya que la feminización es más tardía (Ferber, 1988). Segundo, el efecto Matilda que reconoce menos las contribuciones de las mujeres o se las atribuye a varones, incluso cuando no haya disparidad en una disciplina determinada (Rossiter, 1993). Mientras que Dion, et al., (2018); Dion y McLaughlin, (2012) muestran el sesgo de género en la ciencia política norteamericana; Ferber y Brün (2011), encuentran que en la sociología norteamericana la importante presencia de mujeres en la disciplina que apoya al efecto Matthew reduce dichos sesgos dada la similar proporción de investigadoras e investigadores, lo que disminuye la brecha de citación. En nuestro caso, al haber una proporción similar de hombres y mujeres en sociología, en contraste con ciencia política, donde encontramos una proporción significativamente mayor de varones, esperaríamos un mayor sesgo en esta última. En otras palabras, la mayor diversidad de género entre las personas investigadoras en sociología debería reducir el efecto de Matthew, incluso si se mantiene el efecto de Matilda de reconocer menos las contribuciones de las mujeres porque al haber más mujeres en sociología se reduce la brecha de género. En virtud de lo dicho, proponemos las siguientes hipótesis:
Hipótesis 1a: Esperamos encontrar un sesgo de género de citación donde la probabilidad de citar autoras es mayor para las investigadoras que para los investigadores.
Hipótesis 1b: Esperamos que dicho sesgo de género en los patrones de citación sea más acentuado para la ciencia política que para la sociología entre las personas investigadoras del CONICET.
Respecto del interés diferencial por los asuntos de género, en la genealogía de la literatura feminista que hace Viveros (2016) resalta la importancia de la experiencia de vida en la teorización de las ciencias sociales. Y en Beigel et al., (2023) se pone de manifiesto la experiencia de las investigadoras respecto de los investigadores, debido a la estructura patriarcal, las demandas de cuidado y los sesgos en las redes de producción científica, entre otros. Es por lo que suponemos que temáticas relacionadas con género serán más frecuentes entre las investigadoras que entre los investigadores.
Hipótesis 2: Esperamos una mayor probabilidad de que los estudios de género sean producidos por investigadoras que por investigadores, y que ese efecto sea moderado en las generaciones más jóvenes en función de los cambios generacionales en las relaciones entre géneros.
En resumen, nuestro análisis busca encontrar brechas de género respecto de las citaciones de las autoras en relación con los varones, y en cuanto a la probabilidad de analizar temáticas que apunten a encontrar sesgos de género en los objetos de estudio de las disciplinas analizadas. En ambos casos, suponemos hallar una mayor probabilidad de que investigadoras citen a otras mujeres y estudien temas de género. Este patrón debería ser más acentuado en la ciencia política por haber menos investigadores que en el área de sociología del CONICET.
Análisis Empírico
Como señalamos, nos hemos enfocado en los tres artículos más citados en Google Scholar, incluyendo publicaciones indexadas y no indexadas. Entendemos por impacto la propensión de que colegas citen tu trabajo. Para mantener consistencia entre las personas investigadoras -dado que la difusión del formato artículo ha sido considerada como otro indicador de influencia transnacional en el modelo de transmisión de conocimiento que caracteriza a las ciencias sociales argentinas (Beigel, 2017; Guédon, 2011; Vessuri, Guédon y Cetto, 2013)- nuestro análisis no considera libros enteros, aunque sí capítulos de libros. A partir de ese corpus de artículos construimos tres bases de datos:
Información de 253 personas investigadoras CONICET pertenecientes a las disciplinas KS5 y KS1 según la clasificación de la institución, la primera incluye (sociología, comunicación social y demografía y la segunda derecho, ciencias políticas y relaciones internacionales), en la cual consta el nombre y apellido de cada persona, edad, la categoría CONICET, el género, los datos de su carrera académica en instancias de grado (universidad y titulación), maestría y doctorado, lugar de residencia actual; y cantidad de publicaciones hasta 2016 (año en que recogimos la muestra).
Información acerca de las palabras clave y los tópicos que aborda cada artículo. Hay 759 textos analizados correspondientes a las 253 personas investigadoras.
Información acerca de 229 autoras/es citadas/os al menos diez veces en dichos artículos incluyendo cantidad de citas totales, apellido y nombre del autor/a, su nacionalidad, género, y categorización como clásico internacional, clásico latinoamericano, referente internacional y referente nacional.
Recurrimos a la estadística descriptiva para mensurar el año de publicación (que es un proxy de antigüedad), edad de la persona, lugar donde hizo el doctorado y lugar actual de residencia. Apelamos al co-citation analysis mediante igraph package (Csárdi y Nepusz, 2006) para determinar qué personas investigadoras tienen una mayor tendencia a citarse y a citar autoras/es en común. El objetivo era dilucidar intereses comunes en las comunidades. Las comunidades dentro de las redes de co-citación se determinan mediante el algoritmo Walktrap Community (Pons y Latapy, 2006). Hallamos 31 comunidades, pero sólo se seleccionaron siete para la detección de temáticas en común, descartando las que no contenían más de cinco investigadoras/es. Una vez seleccionadas, se realizaron redes de palabras y se relevaron tópicos con quanteda (Benoit, Watanabe, Wang, Nulty, Obeng, Müller y Matsuo, 2018), y con una serie de verificaciones manuales de los mismos. Dichas comunidades coinciden con las temáticas que trabajan las personas investigadoras (sociología política, sociología rural, instituciones políticas, cuestión social, movimientos sociales, estudios culturales, comunicación, salud y relaciones internacionales).
Posteriormente, analizamos las palabras clave más frecuentes en cada comunidad con el objetivo de confirmar su cohesión temática. También clasificamos a las y los autores más citados usando estadística descriptiva y análisis logístico a fin de dilucidar los patrones de citación según la formación disciplinaria y doctoral, y el género de la persona investigadora. Utilizamos las cinco palabras clave definidas por los y las autoras en cada uno de los tres artículos más citados, y las complementamos a partir de la lectura de textos cuando faltaban palabras clave. Después, dos de los autores de esta nota revisaron todas las palabras clave y simplificaron hacia un código común acerca de tópicos relacionados o palabras equivalentes que pudieran ser usadas como sinónimos para facilitar la comparación de text mining. Por ejemplo, la palabra clave “género” unifica “género”, “mujer”, “femenino/a” y “masculinidad”.
Resultados empíricos
Brecha de citación
En apoyo de la hipótesis 1a, encontramos que la probabilidad de citación de autoras es mayor para las investigadoras, como muestra el Gráfico 1 de densidades y la regresión en el cuadro 1. Es decir, se ve que las citas a investigadoras son escasas entre los investigadores con una concentración entre cero y cinco en la celda superior izquierda arriba, mientras que están más distribuidas entre las investigadoras en la celda inferior izquierda. Sin embargo, la distribución de citas a varones es más similar entre ambos grupos como se muestra en las dos celdas de la derecha. En el apéndice incluimos el cuadro A1a y A1b con los y las autoras más citadas por sociólogos y politólogos distinguiendo el género de las personas investigadoras, en el mismo se puede observar que hay tres autoras muy citadas dentro de la sociología (con 68 citaciones entre 181 investigadoras/es) y tres dentro de la ciencia política (con 21 citas entre 34 investigadoras/es).
Fuente: Elaboración propia con base en 759 documentos de 253 personas autoras de nuestra base de datos
Variable Dependiente | |||||
Probabilidad de citar autoras | |||||
Modelo 1 (base) | Modelo 2 | Modelo 3 | Modelo 4 | Modelo 5 | |
género investigador MUJER | 1.027*** | 1.024*** | 0.989*** | 1.000*** | |
(0.079) | (0.082) | (0.084) | (0.083) | ||
categoría INVESTIGADOR/A INDEPENDIENTE | 0.137 | 0.103 | 0.123 | ||
(0.085) | (0.087) | (0.085) | |||
categoría INVESTIGADOR/A PRINCIPAL | -0.705*** | -0.757*** | -0.713*** | ||
(0.163) | (0.167) | (0.164) | |||
doctorado área CIENCIA POLÍTICA | -0.203 | ||||
(0.131) | |||||
doctorado área CIENCIAS SOCIALES | -0.275** | ||||
(0.110) | |||||
doctorado área SOCIOLOGÍA | -0.172 | ||||
(0.134) | |||||
disciplina CIENCIA POLÍTICA y RELACIONES INTERNACIONA LES | -0.271** | ||||
(0.107) | |||||
lugar doctorado ARGENTINA | -0.058 | -0.054 | -0.088 | ||
(0.083) | (0.095) | (0.084) | |||
Constant | -1.337*** | -1.846*** | -1.799*** | -1.579*** | -1.718*** |
(0.038) | (0.059) | (0.075) | (0.125) | (0.080) | |
R2 (McFadden) | 0 | 0.081 | 0.098 | 0.1009 | 0.1011 |
Observations | 608 | 608 | 608 | 608 | 608 |
Log Likelihood | 1092.402 | -1003.894 | -985.302 | -982.127 | -981.990 |
Akaike Inf. Crit. | 2186.803 | 2011.787 | 1984.604 | 1986.253 | 1979.980 |
Note: *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01
La probabilidad de estudiar temática de género se duplica si es investigadora y el efecto más negativo sobre esa probabilidad es ser investigador principal.
El primer modelo es el modelo base. Las categorías baselines es para el género del investigador correspondiente a 'HOMBRE', para categoría conicet 'INVESTIGADOR ADJUNTO', para disciplina conicet 'SOCIOLOGÍA, COMUNICACIÓN SOCIAL y DEMOGRAFÍA', lugar de doctorado 'EXTRANJERO' y doctorado 'RESIDUAL'. Asimismo, hay valores omitidos en el cuadro, pero fueron contemplados dentro del modelo como son categoría CONICET 'INVESTIGADOR SUPERIOR'. El único valor que fue filtrado y omitido en el modelo fue un investigador que no hizo doctorado y, por lo tanto, el lugar de doctorado y la categoría de doctorado corresponden a 'SIN PHD'.
Fuente: Elaboración con base en 759 documentos de 253 personas autoras de nuestra base de datos
En el cuadro 1 se observa el efecto significativo y positivo de las investigadoras: la probabilidad de citar a autoras es mayor para investigadoras que entre sus pares varones. También se muestra el efecto significativo y negativo de personas investigadoras de mayor jerarquía (categoría Independiente, Principal y Superior) en citar varones. Esto sugiere que esta brecha podría disminuir en el tiempo con las nuevas generaciones (que a su vez están más feminizadas). Finalmente, observamos el efecto significativo y negativo de la pertenencia al área de ciencias políticas. Esto sugiere, como postula la hipótesis 1b, que el sesgo de género es mayor para la ciencia política que para la sociología.
Brecha en la temática de género
En el análisis de las palabras claves, observamos que el uso de la palabra género es más frecuente en los artículos más citados de las investigadoras, como sugiere la hipótesis dos y se observa en el gráfico 2.
Fuente: Elaboración propia con base en 759 trabajos de 253 personas autoras de nuestra base de datos
La palabra clave género es más frecuente entre las personas investigadoras del área de sociología que los de ciencia política, pero a su vez, en cada área es más frecuente para las investigadoras que los investigadores (Cuadro 2). Es también notorio el impacto del doctorado en Argentina respecto al exterior, ya que dicha formación hace más probable el interés por la temática de género (Cuadro 3).
Investigadoras | Investigadores | Investigadoras | Investigadores | |||||
Palabras | Frecuencia | Palabras | Frecuencia | Palabras | Frecuencia | Palabras | Frecuencia | |
Ciencia Política y Relaciones Internacionales | Sociología, Comunicación Social y Demografía | |||||||
Latinoa mérica | 27 | Latinoa mérica | 38 | Argentina | 166 | Argentina | 146 | |
Argentina | 19 | Argentina | 32 | Trabajo | 61 | Teoría | 35 | |
Democracia | 13 | Relaciones Internacionales | 16 | Latinoa mérica | 55 | Latinoa mérica | 29 | |
Relaciones Internacionales | 13 | EEUU | 9 | Género | 54 | Rura l | 29 | |
Integración | 9 | Capitalismo | 7 | Sa lud | 43 | Trabajo | 27 | |
Cooperación | 7 | Economía | 7 | Juventud | 30 | Política | 23 | |
Crisis | 6 | Estado | 7 | Política Pública | 25 | Religión | 23 | |
Educación | 6 | Política Pública | 7 | Educación | 23 | Política Pública | 18 | |
Elecciones | 6 | China | 6 | Familia | 23 | Cultura | 16 | |
MERCOSUR | 6 | Comercio | 6 | Política | 22 | Medios | 16 | |
Política pública | 6 | Democracia | 6 | Migración | 19 | Esta do | 15 | |
Universidad | 6 | Hegemonía | 6 | Dictadura | 18 | Educación | 14 | |
Comparación | 5 | Elecciones | 5 | Enfermedad | 18 | Familia | 14 | |
Género | 5 | Federalismo | 5 | Demografía | 15 | Género | 14 | |
Historia | 5 | Gobierno | 5 | Medios | 15 | Identidad | 14 |
Fuente: Elaboración propia con base en 759 trabajos de 253 personas autoras de nuestra base de datos
Género y Lugar de doctorado del Investigador/a | Frecuencia | Porcentaje |
PhD en Argentina | ||
Femenino | 43 | 3.59 |
Masculino | 5 | 0.61 |
PhD en el extranjero | ||
Femenino | 16 | 1.74 |
Masculino | 10 | 0.73 |
Sin PhD | ||
Femenino | 0 | 0.00 |
Masculino | 0 | 0.00 |
Fuente: Elaboración propia con base a 759 trabajos de 253 personas autoras
Más llamativo aún es el patrón que encontramos entre las siete comunidades temáticas que hemos definido anteriormente. Incluso en aquellas comunidades donde género aparece entre las palabras clave más citadas, como sociología rural y sociología política, son sólo las investigadoras de dichas comunidades quienes citan una autora entre los diez más citados en sus textos. La excepción es la comunidad de Cuestión Social en la cual también entre los investigadores hay mujeres entre las diez referencias más citadas.
Al comparar las comunidades en función de la cantidad de mujeres mencionadas entre los 20 autores más citados de cada una, se observa que en la Comunidad 1, dedicada a sociología política, se cita a cuatro mujeres; en la Comunidad 2, de sociología rural, a diez; en la Comunidad 3, sobre Instituciones Políticas, a dos; en la Comunidad 4, referente a la Cuestión Social, a dos; en la Comunidad 5, de Movimientos Sociales, a cuatro; en la Comunidad 6, de Estudios Culturales, a una; y finalmente, en la Comunidad 7, que abarca Comunicación, Salud y Relaciones Internacionales, se cita a seis mujeres.
Finalmente, el Cuadro 4 muestra el análisis de regresión que permite controlar independientemente los factores que afectan la probabilidad de que la palabra clave ‘género’ aparezca entre las cinco palabras clave de los tres trabajos más citados por cada investigador/a. Como vemos el impacto de género es positivo y significativo apoyando la hipótesis 2. Es decir, en nuestra muestra es más probable que las investigadoras mujeres escriban de temática de género que los varones, incluso cuando se controla por otras variables que también afectan dicha probabilidad. El impacto del doctorado en Argentina se mantiene como positivo y significativo en la regresión. En cuanto a las diferencias disciplinarias, la probabilidad de trabajar la temática de género es menor entre las personas investigadoras del área de ciencia política y relaciones internacionales. Finalmente, el efecto generacional muestra el impacto negativo de las categorías más altas del escalafón científico, igual que lo que ocurría con las citaciones.
Variable Dependiente | |||||
Probabilidad de tener como palabra clave en los artículos la palabra 'género' | |||||
Modelo 1 (base) | Modelo 2 | Modelo 3 | Modelo 4 | Modelo 5 | |
género investigador MUJER | 1.709*** | 1.627*** | 1.638*** | 1.570*** | 1.618*** |
(0.189) | (0.191) | (0.193) | (0.194) | (0.193) | |
lugar doctorado ARGENTINA | 0.477*** | 0.414*** | 0.484*** | 0.351** | |
(0.157) | (0.158) | (0.176) | (0.160) | ||
categoría INVESTIGADOR/A INDEPENDIENTE | -260 | -0.314* | -0.300* | ||
(0.163) | (0.164) | (0.164) | |||
categoría INVESTIGADOR/A PRINCIPAL | -1.210*** | -1.258*** | -1.192*** | ||
(0.430) | (0.434) | (0.431) | |||
doctorado área CIENCIA POLÍTICA | -0.309 | ||||
(0.238) | |||||
doctorado área CIENCIAS SOCIALES | -0.560*** | ||||
(0.195) | |||||
doctorado área SOCIOLOGÍA | -0.134 | ||||
(0.227) | |||||
disciplina CIENCIA POLÍTICA y RELACIONES INTERNACIONA LES | -0.621** | ||||
(0.262) | |||||
Constant | -3.431*** | -3.627*** | -3.436*** | -3.143*** | -3.294*** |
(0.169) | (0.186) | (0.195) | (0.241) | (0.200) | |
R2 (McFadden) | 915 | 1.028 | 1.135 | 1.223 | 119 |
Observations | 746 | 746 | 746 | 746 | 746 |
Log Likelihood | -524.410 | -517.912 | -511.741 | -506.647 | -508.543 |
Akaike Inf. Crit. | 1 052.820 | 1 043.825 | 1 037.483 | 1 035.294 | 1 033.08 |
La probabilidad de estudiar temática de género se duplica si la investigadora es mujer y el efecto más negativo sobre esa probabilidad es el de ser investigador principal.
El primer modelo es el modelo base. Las categorías baselines es para el género del investigador correspondiente a 'HOMBRE', para categoría conicet 'INVESTIGADOR ADJUNTO', para disciplina conicet 'SOCIOLOGÍA, COMUNICACIÓN SOCIAL y DEMOGRAFÍA', lugar de doctorado 'EXTRANJERO' y doctorado 'RESIDUAL'. Asimismo, hay valores omitidos en el cuadro, pero fueron contemplados dentro del modelo como son categoría CONICET 'INVESTIGADOR SUPERIOR'. El único valor que fue filtrado y omitido en el modelo fue un investigador que no hizo doctorado y, por lo tanto, el lugar de doctorado y la categoría de doctorado corresponden a 'SIN PHD'.
Fuente: Elaboración con base en 759 documentos de 253 personas autoras de nuestra base de datos
Reflexiones finales
Esta nota de investigación ha pretendido colaborar con la incipiente, pero resonante agenda de las brechas de género en las ciencias en general y en nuestras disciplinas sociales en particular. Se trata de un objetivo no sólo pertinente en tanto que contribuye a cubrir lagunas en el estudio de las desigualdades de género, sino porque nos permite dirigir la mirada a nuestro propio campo y nuestras prácticas a fin de poder transformarlas. Y, en este sentido, el trabajo se inscribe dentro de estudios pioneros sobre el tema en la región. Los resultados, a decir verdad, no son demasiado sorprendentes, puesto que siguiendo los hallazgos sobre todo de la academia norteamericana, vemos que se replican sesgos de género tanto en los patrones de citación como en la elección de temáticas. En efecto, tal cual supusimos, los datos muestran que las mujeres citan más mujeres y que, en consecuencia, en disciplinas como sociología, donde hay más paridad o mayoría de mujeres, esto gravita sobre las brechas en las citaciones. También encontramos un mayor interés de las mujeres por trabajar esta problemática y que aún en comunidades temáticas donde el tema de género es importante, persisten de todos modos diferencias entre investigadores varones y mujeres. Así las cosas, se vuelve a comprobar que las desigualdades de género son persistentes, en cuanto a medida que ponemos la mirada con detalle en alguna dimensión, ellas emergen de un modo u otro. Sin embargo, la buena noticia es que estas desigualdades se están atenuando en las nuevas generaciones de investigadoras e investigadores. Este trabajo invita a seguir investigando estas y otras dimensiones y así continuar ahondando en la reflexividad sobre nuestras propias prácticas como parte de nuestra contribución a la igualdad. Un próximo paso debería centrarse en las interseccionalidades de las disparidades de género que, según estudios previos, se articularon con aquellas ligadas a las posiciones más periféricas regionalmente de algunas universidades y centros donde las desigualdades parecerían ser aún mayores. También nos parece pertinente avanzar en estudios comparados acerca de las desigualdades de género en otros países de la región y su vinculación con la demografía de los programas de investigación académica, así como los patrones de promoción en la misma. Dichos estudios nos parecen claves para construir relaciones más igualitarias en el ámbito de nuestras disciplinas.