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Intersticios sociales

versão On-line ISSN 2007-4964

Intersticios sociales  no.24 Zapopan Set. 2022  Epub 26-Set-2022

 

Sección General

“El que abandona no tiene premio”: Análisis de las retribuciones de la militancia política en las trayectorias de jóvenes en organizaciones político partidarias de Chaco-Argentina (2012-2017)

“The quitter gets no prize”: an analysis of the rewards for political militancy in the trajectories of young people in political party organizations in Chaco, Argentina

Marina Noemí Campusano* 
http://orcid.org/0000-0002-5857-9858

*Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto de Investigaciones Geohistóricas, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina. marinacampusa@gmail.com. Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina.


Resumen

En este trabajo indagamos en las retribuciones que la militancia política genera en el desarrollo de las trayectorias de jóvenes al interior de organizaciones político partidarias de la ciudad de Resistencia (Chaco-Argentina), durante el periodo 2012-2017. Presentamos parte de los resultados de una investigación más amplia que adoptó un enfoque cualitativo donde se reconstruyeron las carreras de militancia desde la mirada de los actores. A partir de identificar qué reciben, de qué forma y cómo les hace sentir -en tanto retribuciones materiales y/o simbólicas-, comprendimos tales gratificaciones funcionando dentro de un circuito que delimita lo que las agrupaciones pueden ofrecer a sus militantes en términos de recompensas, delineando un horizonte de expectativas y aspiraciones.

La propuesta contribuye a retomar las recompensas como elementos que permiten desentramar la profesionalización producto del involucramiento político, proceso que puede tener distintos destinos, ya sea una carrera en los más altos cargos del poder político como la militancia de base de menor impacto. Nos revela los tipos de retribuciones íntimamente vinculados con la reproducción de la división del trabajo político al interior de las agrupaciones. El escrito se constituye en una contribución a los estudios sobre juventudes políticas, al igual que de las militancias y estructuras partidarias, significando un aporte al conocimiento de las dinámicas políticas en contextos subnacionales.

Palabras clave: compromiso; retribuciones; militancia política; profesionalización; carrera militante

Abstract

This study inquires into the rewards that political militancy generated in the development of young people’s trajectories in political party organizations in the city of Resistencia (Chaco, Argentina) in the period 2012-2017. We present partial results of a broader project that applied a qualitative approach to reconstruct trajectories of militancy from the actors’ perspectives. Our first task was to identify what it was that they actually received, how they received it, and how it made them feel as material or symbolic rewards. We understood that the rewards operated in a circuit that defined what the organized parties could offer their members and outlined a horizon of expectations and aspirations. Our study contributes to conceiving rewards as elements that make it possible to unravel processes of professionalization that result from political participation, processes that can have distinct destinations, from a career in the heights of political power to lower-impact grassroots activism. It also reveals the types of rewards most closely-linked to the reproduction of the division of political labor inside political parties. The essay thus constitutes a contribution to the study of such important topics as young people in politics, political militancy, and party structures; that is, to our knowledge of political dynamics in sub-national contexts.

Keywords: commitment; rewards; political activism; professionalization; activist career

Introducción

Los estudios sobre compromisos políticos resultan centrales al momento de analizar los elementos que intervienen en los procesos de involucramiento de los individuos con las causas que movilizan. El análisis procesual de la construcción de las trayectorias y carreras militantes privilegia la mirada sobre los distintos cambios de posiciones de los actores, identificando los factores que intervienen en la profundización de las adhesiones políticas.1 En el presente trabajo nos detenemos en esos procesos y exploramos las características de las recompensas que las organizaciones político partidarias2 en la ciudad de Resistencia (Chaco, Argentina) ofrecen a sus jóvenes militantes con el objetivo de involucrarse y mantener su compromiso. Nos preguntamos ¿qué retribuciones les propone la militancia para que decidan continuar con ella?

La práctica política al volverse una actividad estable se mueve a la par de un trabajo, demanda tiempo, tareas específicas y responsabilidades. Resulta interesante pensar el trayecto que construyen las y los militantes como la delimitación de una carrera política, aspecto que nos acerca a tratar de comprenderla en términos de profesionalización. Esta mirada se focaliza sobre los cambios del quehacer militante en función del crecimiento político.

En esa línea, entendemos que el compromiso suele tener un “coste”, ya sea en cuanto a los tiempos, energía, disponibilidad, renuncias, así como los riesgos que puede significar la militancia, entre otros aspectos. En este punto, el sociólogo francés Daniel Gaxie reconoce la existencia de gratificaciones, entendidas como “una serie de implicaciones que podríamos llamar satisfacciones, ventajas, placeres, alegrías, beneficios, estímulos o recompensas de la militancia”;3 estas son fundamentales, al momento de compensar y contrarrestar los costes.

El estudio de los procesos de involucramiento político dirige la mirada hacia el interior de los partidos, nos conduce a revisar las formas de organización y sistema de prácticas que hacen a su funcionamiento. La literatura que atendió específicamente la dinámica interna partidista corresponde de manera clásica a la perspectiva organizativa,4 que de acuerdo con algunos trabajos es un área que ha sido explorada de manera fragmentada, donde el análisis de la vida partidista se redujo principalmente a las relaciones de los dirigentes como personajes centrales que concentran las decisiones y el poder partidario.5 En América Latina, sin embargo, la salida de los periodos dictatoriales y el afianzamiento del sistema de partidos acompañaron el esfuerzo por analizar la organización de los partidos y sus militancias. En ese sentido cobran relevancia los estudios alrededor del concepto de democracia interna, los cuales contribuyeron a un mayor entendimiento sobre la vida intrapartidaria, recuperando la voz de los militantes.6

En Argentina los estudios desde la sociología y antropología política han brindado grandes aportes para comprender a los partidos en términos relacionales, dirigiendo la mirada hacia las redes, tipos de vínculos e intercambios territoriales entre distintos actores.7 Además el estudio de las militancias juveniles ha colaborado al conocimiento de las dinámicas internas de los espacios, habilitando la mirada hacia aspectos como: las motivaciones de la adhesión;8 las características de la militancia y la división del trabajo partidario;9 los mecanismos de retribución del militantismo y las inversiones que se realizan en la actividad militante;10 las prácticas políticas en tanto procesos de socialización política que configuran la identidad de los partidos.11 Sus enfoques se inscribieron en el modelo interdisciplinario de la sociología política francesa, corriente que centra su atención en aspectos organizacionales a nivel de las relaciones y vínculos internos para comprender los compromisos políticos.12 Es en esta tradición y conjunto de preocupaciones que se inscribe el escrito, representa un aporte sobre el conocimiento de las dinámicas de funcionamiento interno de las organizaciones políticas, específicamente en clave subnacional a partir del análisis de las militancias juveniles.

En las páginas que siguen nos detenemos en el análisis de las retribuciones de la militancia con el objetivo de reconstruir sus circuitos e identificar los diferentes tipos a partir de las experiencias de participación de los actores. Nos interesa indagar en las herramientas, mecanismos y movilidades que las agrupaciones ponen en práctica, sea para involucrar y profundizar el compromiso de sus integrantes. Estos procesos no se dan de manera ordenada, es por ello que a través del seguimiento de los distintos momentos del itinerario militante retomamos las transformaciones que las retribuciones conllevan.

Este trabajo es parte de los resultados de una investigación mayor que tuvo por objetivo analizar las trayectorias de militancia de jóvenes al interior de las siguientes agrupaciones: la Juventud de la Unión Cívica Radical (JR),13 el Partido Obrero (PO),14 Acción Chaqueña (ACHA)15 y La Cámpora (LC)16 durante el periodo 2012-2017 en la ciudad de Resistencia. Se desarrolló un abordaje cualitativo que privilegió la mirada de los actores centrado fundamentalmente en entrevistas semiestructuradas a militantes.17 A partir de la investigación reconstruimos los diversos recorridos hacia el interior de cada fuerza y las variadas formas y factores que influyen en la construcción del compromiso político.

El escrito está organizado en tres apartados, en la primera parte se presentan las características de la provincia del Chaco, además desarrollamos el enfoque y discusiones teóricas en las que se inserta el trabajo. En el segundo exponemos los casos de estudio y el análisis de las retribuciones con relación a los mismos. Reconstruimos el circuito que sigue la asignación de las retribuciones, identificando quiénes las asignan y en función de qué méritos. En ese sentido proponemos una tipología de las retribuciones y ofrecemos unas palabras finales a modo de conclusiones preliminares.

Las retribuciones y el inicio de la profesionalización política

Antes de avanzar en el desarrollo del trabajo es necesario presentar algunas coordenadas de la provincia del Chaco, importantes para comprender el contexto en el que se inscriben las trayectorias que retomamos en orden de analizar las retribuciones políticas. La provincia pertenece a la región nordeste de Argentina, zona considerada periférica y postergada a nivel de inversión y desarrollo económico con los índices más altos de pobreza y desigualdad, de acuerdo con Schorr:

[…] la vigencia de un patrón de distribución del ingreso sumamente regresivo en la región (empleos en sectores de baja productividad, informalidad y precarización laboral, bajos salarios, niveles altos de pobreza, capacidades de consumo limitadas, etc.) [sumado a] los sesgos en las políticas públicas (nacionales y provinciales) implementadas que, paradójicamente, refuerzan el patrón de desigualdad regional.18

En lo que respecta a la vida política, se trata de una democracia provincial relativamente joven, dado que dejó de ser territorio nacional en 1951. Eugenia Garay caracteriza el proceso de consolidación democrática como un derrotero intenso, que se distingue por la alternancia de distintas fuerzas políticas, explica que estuvo:

Gobernada por tres partidos políticos, uno de ellos de origen provincial. Fue una de las primeras provincias que implementó el sistema de elección a gobernador con segunda vuelta, luego de la reforma Constitucional del año 1994 y limitó la reelección de gobernador y vicegobernador a dos mandatos consecutivos. Es así que durante este periodo de vida democrática la provincia, resolvió sus propios conflictos sin ninguna intervención del gobierno federal y con reglas de juego avanzadas comparadas con provincias de la región.19

Es preciso señalar que la alternancia se interrumpió en 2007, con la vuelta del Partido Justicialista (PJ) al frente de la gobernación que se mantiene hasta la actualidad, fortaleciendo así las dos grandes fuerzas tradicionales, UCR y PJ. No obstante, la competencia política no pasa únicamente por los partidos, existe en la provincia un nutrido movimiento de agrupaciones sociales que se concentran principalmente en su capital, Resistencia. La ciudad es terreno fértil de grandes movilizaciones por parte de numerosas organizaciones piqueteras,20 que tienen un fuerte componente sindical y su metodología es de acción directa constante.21 Asimismo un factor de revitalización de las agrupaciones estuvo dado por la emergencia de colectivos juveniles, tanto al interior como por fuera de los partidos. Este devenir ha contribuido al fortalecimiento de una dinámica política provincial intensa y cambiante que conjuga el accionar de diversos actores sociales y políticos.

Continuando con los propósitos del trabajo, al reconstruir de manera continuada las trayectorias de los y las jóvenes nos dimos cuenta que cuando la actividad política cobra centralidad pasa a constituirse como un factor organizador alrededor del cual construyen un estilo de vida. El protagonismo de la militancia se evidencia al encontrarla de manera estable en sus cotidianidades, situación que demanda a los y las militantes un mayor esfuerzo por conciliarla con sus otras actividades y ámbitos. Pareciera como en un juego de tetris donde tienen que hacer coincidir, pero en vez de bloques en un videojuego, una serie de horarios y actividades para cumplir con todas sus responsabilidades. El involucramiento con la militancia es entonces indiscutible cuando se convierte en la prioridad de sus vidas y “todo pasa a un segundo plano”.22

Es preciso señalar que en la investigación de la que se desprende este artículo reconstruimos el itinerario militante de los y las jóvenes a través de una serie de momentos; el que presentamos corresponde a una posterior al entrenamiento y formación militante. Se trata de una etapa en la que las y los jóvenes participan de manera estable en las agrupaciones; militan y estudian; trabajan y militan o realizan las tres actividades a la vez.

La política es una actividad demandante, interpela y exige a sus militantes compromiso en forma de trabajo y tiempo que interfiere, ya sea con sus responsabilidades (trabajo y estudio) o con sus afectos (mundo familiar y amistades). Observamos, que produce costos que desarticulan los mundos de referencia de los actores, quienes deben crear rutinas más flexibles al igual que acuerdos y alianzas con sus seres queridos para que la militancia sea posible. Es así como la práctica política en tanto responsabilidad regular se vuelve sobre sí misma, generando militantes más comprometidos y también más profesionales en su forma de militar.23

En el devenir de su trayecto las y los jóvenes identificaron qué les gusta y en qué terrenos se presentan con más habilidades. Además, otro factor de reconocimiento es la mirada tanto de sus pares como la de los y las referentes y autoridades del partido, les devuelven imágenes de una y un militante mejor posicionado en la organización.

En este sentido, cobran central relevancia las formas y modalidades de aprendizaje y entrenamiento militante que cada agrupación puso en práctica. Los ámbitos de formación refieren no solo a modalidades sistemáticas, sino también a situaciones y ámbitos más informales de formación, reconstruyendo la red de relaciones entre los distintos actores inmersos en los procesos implicados en la construcción social de las organizaciones.24 Estos procesos brindan las herramientas para saberse militante dentro de una historia y trayectoria política, que toman cuerpo e identidad política en el trabajo político diario.25 Encontramos a la formación como una instancia que pone en diálogo los atributos que la organización demanda con aquellos que los propios y propias militantes van registrando de su práctica, los cuales evolucionan y se internalizan en hábitos, ideas, habilidades y destrezas que los y las involucra con la militancia. Aspectos que refieren a lo que Bourdieu26 describe con la incorporación del denominado sentido práctico, que alude al conocimiento (doxa) que ajusta el comportamiento con el campo, estos saberes en base a los aprendizajes del campo les permiten tomar acciones y resoluciones prácticas, más que cálculos instrumentales.

La conformación de ese sentido práctico, tiene un carácter múltiple y será de gran utilidad al momento de comprender las reglas que les impone el juego político en sus diferentes dimensiones: lo que implica el saber hacer y moverse en un territorio específico; reconocer sus atributos y capacidades militantes, como también las lógicas de legitimación y validación propios del espacio.27 De esta forma, moldean un campo de expectativas con varios puntos de llegada, es decir, a través del conocimiento de la organización, sus referentes y dinámicas de funcionamiento pueden darles forma a sus propias proyecciones dentro de la agrupación. No solo saben a qué posiciones y retribuciones pueden aspirar de acuerdo con la estructura partidaria, sino también las prácticas y caminos a seguir para poder lograrlas.

Retomamos estos procesos desde la propuesta de Daniel Gaxie,28 quien al estudiar el compromiso en diferentes organizaciones políticas francesas ―partidos políticos, sindicatos y asociaciones― introduce el concepto de retribuciones de la militancia para comprender las adhesiones de sus militantes más allá de los factores ideológicos. De esta forma, profundiza los análisis weberianos sobre los intereses particulares de los actores políticos ―sean dirigentes o militantes de base― y la autonomía con relación a los intereses que persigue la organización.

Es así como propone que, pese a los costes, la práctica política proporciona a los individuos una serie de beneficios que afianzan su decisión por la política, ya sean materiales o simbólicos. Ahora bien, al pensar en las retribuciones la opinión general nos lleva a considerar los puestos o cargos en instituciones políticas, ya sea gubernamentales o partidarias, o aquellos provenientes de las redes clientelares, en general tipos de retribuciones materiales. Es por ello que Gaxie formula el concepto de retribuciones simbólicas actualizando la noción olsoniana de incentivos selectivos.29

La distinción entre los tipos de retribuciones ―materiales y simbólicas―, nos propone indagar en dos órdenes, por un lado, el material que refiere a propiedades que son susceptibles de ser medidas o numeradas dentro del mundo físico. Mientras, por otro, el simbólico está vinculado a propiedades en relación con lo que los sujetos son capaces de percibir y evaluar, demandando abordarlas conforme a sus lógicas. De acuerdo con Bourdieu esta diferenciación implica aproximarse a la realidad social a partir de dos lecturas diferentes,

[…] por un lado, aquellos que se arman con un uso objetivista de estadísticas para establecer distribuciones (en el sentido estadístico y también económico), esto es, expresiones cuantificadas de la asignación de una cantidad definida de energía social, captadas a través de ‘indicadores objetivos’ (es decir, propiedades materiales), entre un gran número de individuos competitivos; y, por otro lado, aquellos que se esfuerzan para descifrar significados y descubrir las operaciones cognitivas a través de las cuales los agentes las producen y descifran.30

El análisis de las retribuciones, en sus distintos órdenes, permite identificar lo que la política les proporciona a los individuos y nos aproxima al detalle, evidenciando en qué consisten esos beneficios, cómo y quiénes las asignan. Al igual que los valores e intereses que los y las jóvenes reconocen y movilizan producto de su práctica política reconocida. Ahora bien, si tenemos en cuenta el campo en el que se mueven los partidos políticos ―y los límites del sistema político partidario en general―, los intereses en ese ámbito estarán vinculados, de acuerdo con Weber, con “la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen”.31

Las discusiones sobre la política como profesión nos delimitan con mayor claridad ese campo, siguiendo la tensión entre quien puede vivir de o para la política. De acuerdo con Offerlé:

[…] la profesión política es una profesión cuyo acceso descansa sobre la elegibilidad, no en el sentido jurídico del término, sino definida como la percepción por los otros de ciertas cualidades y recursos sociales escasos y por el sentimiento subjetivo de poder y deber representar a los otros y de actuar en su nombre.32

Si bien el autor se refiere a los cargos de representación política, destacamos dos aspectos que consideramos transversales para el acceso a las retribuciones en todos los roles disponibles en el trabajo político: por un lado, debe existir una percepción y reconocimiento externo de las cualidades de las y los militantes para acceder a los mismos y, por otro, el sentimiento subjetivo de poder y deber para asumir dichas tareas.

De acuerdo con Offerlé puede pensarse al partido como una relación social ―retomado de la tradición weberiana― en la que se objetiva una cierta división del trabajo trasluciendo relaciones de poder y jerarquías, entre los distintos personajes: dirigentes, auxiliares y militantes.33 Con base en estas relaciones y posiciones, se retroalimentan, asignan y distribuyen las retribuciones que se mueven en un campo específico. Como señala Mariana Gené, la actividad política, tiene diversas facetas, pues “se puede ser político de muchas maneras”.34 La política despliega una amplia variedad de actividades que demanda el trabajo político y, en el caso de militantes jóvenes, está fuertemente vinculado al territorio, como fuerza de trabajo en él, es decir desarrollando las acciones y las interacciones sociopolíticas.35

Es así como el estudio de las militancias juveniles nos permite adentrarnos en la etapa inicial del camino de la profesionalización política. Las distintas organizaciones político partidarias que retomamos nos plantean un escenario diverso. Las posibilidades que las agrupaciones ofrecen a sus militantes están delimitadas por sus recursos y estructura, así como por sus formatos de formación y entrenamiento en cuanto a los capitales que los y las jóvenes tienen que demostrar para poder acceder a los mismos.

Al analizar los distintos tipos de retribuciones se presentan las diversas inscripciones posibles en el campo político partidario, superando aquellas que nos hacen pensar meramente en una carrera política profesional en términos de cargos públicos. Así podemos comprender el funcionamiento de las organizaciones partidarias, las adhesiones y compromisos políticos que construyen. Nos enfocamos, en adelante, en desentramar los beneficios que encuentran los y las militantes en la política, atendiendo a sus formas, tipos de asignación, así como los efectos que van dejando de acuerdo con las significaciones que ellos y ellas mismas registran.

El circuito de las retribuciones: los tipos, sus titulares y méritos

En busca de un mejor entendimiento de las recompensas que la militancia genera proponemos reconstruir su circuito. En este sentido, nos preguntamos: ¿quiénes definen las retribuciones?, ¿cómo se llevan a cabo las designaciones?, ¿a qué tipo de actores se las otorgan y en función de qué méritos? A partir de la idea de circuito, planteamos desentramar lo que señala Gaxie como el repertorio, distribución y configuración de la “oferta” de retribuciones de las agrupaciones. En palabras del autor “una estructura de modos de hacer y de ser en la que algunos son susceptibles de ser apropiados, investidos y constituidos en retribuciones”.36 En principio, como describimos, las retribuciones materiales consisten en un recurso concreto, el cual se ofrece y cuyo tipo depende de las estructuras económicas y redes partidarias de la agrupación, que tiene una forma de asignación siguiendo distintos propósitos y se realiza en reconocimiento a un mérito alcanzado por parte de los y las militantes. A su vez, también reconocemos la existencia de retribuciones simbólicas, que actúan reforzando lazos y vínculos al interior del espacio, así como las motivaciones hacia la militancia. Analizaremos más detenidamente ambos tipos de aquí en adelante.

Uno de los aspectos para comprender cómo se desarrolla el circuito está vinculado a las características de las organizaciones. Elementos que nos ayudan a comprender la capacidad de estas para ofrecer retribuciones de tipo material, vinculadas directamente con sus rasgos estructurales, vale decir presencia en gestiones de gobierno; organización institucional y estructura económica local y nacional; la cercanía con sectores económicos y sociales influyentes; como así también cantidad de militantes, entre otros aspectos. Tanto agrupaciones de mayor peso y trayectoria, como las más pequeñas pueden ofrecer este tipo de retribuciones, presentando no obstante algunos matices. Es más común que las agrupaciones vinculadas a gestiones de gobierno brinden la posibilidad de llegar a cargos electivos, ejecutivos o de diversos rangos en el aparato administrativo estatal, ya sea en sus estructuras o en relación con políticas o programas públicos, como así también en dependencias del Estado y empresas públicas. Mientras que las agrupaciones de menor peso se encuentran más condicionadas para prometer ese tipo de retribuciones, en sus casos encontramos más comunes las “becas” o “proyectos” que logran mediante las negociaciones con diversos actores, ya sean estatales, políticos, organizaciones sociales u organismos internacionales, entre otros.

En ese sentido para una mayor comprensión brindaremos algunas características de las organizaciones analizadas. En el caso de La Cámpora, al pertenecer al espacio peronista que al momento del trabajo de campo se encontraba al frente de las gestiones de gobierno a nivel tanto nacional, provincial como municipal, estaba mejor posicionada para ofrecer a sus militantes retribuciones materiales. Un aspecto por señalar es que a pesar de que LC no está incluida orgánicamente al Partido Justicialista, desde su creación sus integrantes fueron integrando las estructuras electivas y de gestión del Estado. Es así como fueron revitalizando las élites partidarias, que en el caso del Chaco se cerraba a los grupos de mayor trayectoria que privilegiaba el acceso de actores pertenecientes o apadrinados por tales sectores, antes que jóvenes emergentes. A su vez, esta posición de mayor privilegio estatal representa mayores oportunidades para vincularse a ámbitos influyentes locales como internacionales (empresariales, políticos, sociales). Por su parte, la UCR es uno de los partidos de más trayectoria en la provincia, con presencia en todos los municipios que aseguraron la conformación y fortalecimiento de una estructura partidaria provincial con influencia y acceso en el aparato estatal. Internamente una de las características que los y las militantes radicales resaltan de su partido es el respeto a la institucionalidad, reflejado en la conformación de cada una de las líneas de acuerdo con la orgánica nacional. La Juventud es una de las ramas del partido reconocidas por la carta orgánica, con participación en los distintos ámbitos del partido. Sin embargo, la intervención e inclusión de sus militantes a posiciones más importantes (electivas o de gestión) es limitada, siendo destinados por excelencia a las actividades territoriales electorales, donde se pliegan a lo que disponen los referentes mayores de cada línea.

En cambio, el PO es un partido de izquierda más pequeño que, aunque se consolidó como tercera fuerza provincial, lo hizo con un caudal de votos mucho menor en comparación con el radicalismo y el peronismo. En cuanto a su estructura, si bien no integra el aparato estatal se encuentra vinculado a organismos nacionales e internacionales a través de los cuales gestiona proyectos sociales de distintos tipos (habitacional, educativo, alimentario). La actividad de la rama juvenil se concentra en los centros estudiantiles ―universidad o institutos terciarios― en los que tienen presencia sus militantes. Entonces lo que caracteriza la militancia juvenil de la agrupación está atravesado por lo estudiantil. Sin embargo, como se trata de una agrupación donde los miembros no son tan numerosos y cuyo rasgo principal es el de ser trabajador, la participación se divide en sus distintos ámbitos (Polo Obrero, Frente estudiantil, Plenario de Trabajadoras y Tribuna Docente), consolidando el rasgo sindical en el perfil de sus militantes. Mientras que Acción Chaqueña es un partido conservador de derecha que está en declive desde que perdió la gobernación en 1996, reduciéndose en cantidad de miembros y recursos. Durante el periodo del trabajo de campo, no presentó candidatos propios a las distintas elecciones, sino que subsistió a partir de los beneficios que podía lograr al acompañar las listas del justicialismo, considerando que integra desde 2007 el frente “Chaco merece más” que encabeza dicha fuerza. Situación en la cual la Juventud es un grupo reducido que se organiza principalmente alrededor de las actividades de las campañas electorales.

Continuando con el análisis del circuito de retribuciones, otro de sus elementos son los actores capaces de otorgarlas, identificamos la preeminencia de una figura de autoridad en la que se concentra esta capacidad, no obstante, reconocemos tres escalafones. En primer lugar, están las más altas posiciones del poder partidario y político; se trata de las y los dirigentes, los líderes de las líneas internas y espacios políticos. Le siguen aquellas figuras intermedias que ocupan espacios de poder como los cargos electivos ―legislativos―, o están al frente de áreas y dependencias del Estado ―en la gestión y ejercicio de gobierno―. En tercer lugar encontramos a aquellos y aquellas referentes que tienen un capital político reconocido, es decir no tienen capacidad de otorgar retribuciones, pero sí de “gestionarlas”: es decir son el vínculo entre dirigentes y militantes. La cercanía con estas figuras se vuelve fundamental para que las retribuciones, principalmente materiales, sean posibles.

El supuesto básico en el que se funda la retribución está dado por el reconocimiento de la agrupación y/o figura de autoridad de una conducta y forma de militancia esperable de los y las militantes de acuerdo con el espacio (fidelidad/lealtad). A través de ello se reconocen esos “logros” y “méritos” al buen militante. Estos aspectos están cruzados por las percepciones internalizadas a través de los procesos de formación y entrenamiento militante como las reglas tácitas que incorporan de los espacios que habitan. Se traza así un mapa de expectativas gracias al cual los y las jóvenes pueden planear sus inversiones para lograr determinadas recompensas.

A continuación, presentamos las retribuciones materiales y simbólicas, en cuanto a las primeras las desglosamos de acuerdo con el tipo de retribución y por el objetivo que persiguen las agrupaciones dividiéndolas en retribuciones: de carrera política, fidelidad y funcionamiento. Cabe destacar que hacemos esta distinción con fines analíticos, pues, en los procesos observados estas no se presentan de manera estática y, en muchos casos, se dan simultáneamente. En cada tipo reconstruimos el circuito, destacamos qué agrupación puede ofrecerla, quién y cómo se asigna y en reconocimiento a qué actividades o atributos.

a) Retribuciones de carrera política

En este grupo reunimos aquellas gratificaciones que representan y posibilitan un avance en la carrera militante en roles de mayor protagonismo y responsabilidad al interior del espacio o que suponen una visibilidad pública y crecimiento en cuanto a posiciones de gestión dado el nivel de exposición una mayor profesionalización de la actividad política. Entendemos que la profesionalización de acuerdo con Sabina Frederic no se da en términos normativos, sino que buscamos identificar “los mecanismos mediante los cuales se constituye efectivamente en términos procesuales”.37

Ubicamos aquí aquellas posibilidades de integrar alguna de las listas electorales -en posiciones expectantes en una agrupación o frente electoral competitivo-; trabajos rentados en roles de coordinación de programas o áreas del Estado, o de proyectos gestionados por el espacio político, entre otros. De esta forma explica Daniela (LC) cómo vivió la obtención de una posición de mayor protagonismo:

[…] fue un reconocimiento al compromiso a la militancia, a estar permanentemente viendo qué se necesita o disponible porque tiene que ver con esto ‘bueno se hace, vamos’… porque los compañeros dicen por ahí ‘No porque la gringa es recontra laburadora, no se queda quieta’… digo para mi es mi forma de ser y nada más. Pero lo de la candidatura fue así, digo un poco sorpresivo y que no permitió tampoco analizarlo demasiado. Después que se firmó me generó muchos miedos, angustia porque para mí implicaba mucha responsabilidad, entré como en un proceso de crisis.38

Las retribuciones se obtienen entonces, tras haber demostrado el “compromiso” considerando también su trayecto previo. Como detalla Daniela (LC), se trata de estar y mostrarse “disponible” para lo que la organización requiera, al igual que dar cuenta de condiciones y cualidades que son valoradas para la carrera militante. En su caso, la candidatura llegó después de haber pasado por varios roles de gestión y coordinación en dependencias del Estado, su trayecto en la agrupación estuvo marcado por ser “responsable” de secretarías, al igual que por fuera de la agrupación se desempeñó como coordinadora de programas nacionales. Es fundamental que ese esfuerzo se note y, a su vez, contar con algún vínculo que lo haga notar a quienes están en la posición de otorgarlas. Sin embargo, no están exentas de vivirlas con incertidumbre y preocupación a pesar de que se traten de instancias de reconocimiento, como se desprende de la entrevista.

A su vez, estas retribuciones constituyen apuestas; el partido, referente o líder las otorga no solo a las y los militantes más comprometidos, sino a quienes han demostrado capacidades de liderazgo que prometen un mayor involucramiento y proyección dentro del espacio. Como explica Martín (LC) quien por su rol de responsable político en La Cámpora tuvo que atravesar por esas instancias, “uno nombra a los compañeros a cargo en función de las experiencias de militancia que se fueron demostrando”.39 También observamos que la retribución forma parte de una decisión que se legitima, no solo en el reconocimiento de los líderes o responsables, sino también en las y los “compañeros”. Lo anterior es recordado por Raúl (PO), designado en un trabajo rentado como delegado del partido en un proyecto de construcción de cooperativa de vivienda:

Yo acepté, no tenía ningún problema, pero puse como condición primero que los compañeros sean los que me den la aprobación (…) Hubo una reunión, se dejó planteada toda esta cuestión que yo no tenía experiencia en construcción, no tenía una práctica en ese sector, hubo gastadas de todo tipo, hasta me miraban la mano y me decían que nunca agarré una pala. Pero no tuvieron ningún problema de respetar al partido porque en definitiva la organización política logró esa conquista que eran los cinco proyectos de viviendas. Aprendí un montón, rescato la decisión que tomó el partido por verme comprometido con la organización, de darme ese rol tan relevante.40

Las retribuciones materiales responden a las características y capacidades político-económicas del partido, que luego se asignan como reconocimiento, ya sea con base en vínculos cercanos con los líderes o referentes o siguiendo un proceso de reconocimiento que se legitima en varios ámbitos. Este tipo de retribución apuesta por capitalizar perfiles de liderazgo. A su vez no se trata de procesos por los que los y las militantes pasan sin más, sino que las y los ponen a prueba, se trata de instancias de aprendizaje que fortalecen la mirada sobre sí mismos y mismas como militantes del espacio.

b) Retribuciones de fidelidad

En este tipo agrupamos aquellas recompensas que tienen por objetivo mantener y profundizar el vínculo directo de los y las militantes con la agrupación. En ese sentido identificamos, por un lado, los trabajos rentados de menor jerarquía que se otorgan en compensación al desempeño militante en términos de fidelidad. La asignación de la retribución trasluce un vínculo de cercanía entre los y las militantes y el o la dirigente que asigna la gratificación.41 Se advierte que las ofertas laborales varían en sus niveles de estabilidad ―principalmente en el Estado―, pueden ser desde un cargo contratado dentro de un programa o política pública, como también en alguna dependencia estatal, ya sea nacional, provincial o municipal, o intervenir como “asesor” temporario de algún o alguna legisladora o funcionaria pública, entre otros.

En cuanto a la designación, no se otorgan de manera aleatoria ni como un simple intercambio, en la forma de otorgamiento de este tipo de retribución son centrales los vínculos de cercanía con quien gestionar y lograr tales recursos. A su vez la demostración del mérito pasa por exponer capacidades de buen y buena militante sobre todo en el trabajo político en el territorio. Retomamos la forma en que Luis (JR) obtuvo su actual trabajo en la Cámara de Diputados de la provincia del Chaco tras trabajar en la campaña que llevó a Roy Nikisch como diputado provincial,42 “El primer reconocimiento fue haber entrado a trabajar acá, después de todo el trabajo en las elecciones. Obviamente mi viejo lo conoce a Roy y le comentó todo lo que anduvimos y Roy le dio una mano”.43

En el caso de Luis (JR), fue central la figura de su papá para que el reconocimiento a su militancia en la campaña tomara forma posterior en un cargo en la Cámara, principalmente a partir de la cercanía con el líder. Su papá es un militante territorial con una mayor trayectoria en el partido radical, lo podemos reconocer en términos de lo que Auyero44 denomina mediador político, en tanto que su trabajo político consiste en mantener el vínculo entre las demandas del territorio y la dirigencia del partido. En estas retribuciones la fidelidad reafirma un trabajo direccionado.

En el caso de Carlos (LC), por ejemplo, fue su cercanía con el responsable político de la organización el factor que le permitió mantener su militancia y resolver su desocupación. Recuerda que en ese entonces militaba y trabajaba en un call center y era su único ingreso. La militancia ya era una de sus prioridades e iba despertando otros intereses con base en el trabajo territorial, le generaba toda una serie de contactos ―con referentes barriales, intendentes, legisladores y legisladoras― que, sabía, le podrían redituar más adelante. Es así que cuando lo despidieron del call center, fue su condición de militante con más trayectoria la que lo ayudó a conseguir un nuevo trabajo.

[…] me quedé sin laburo y le cuento a Martín (responsable político) que me quedé sin laburo, que necesito laburar y él me dice que ‘vamos a ver que conseguimos’. Como nosotros estábamos en La Cámpora se abre una posibilidad de que yo ingrese al aeropuerto a Aerolíneas Argentinas e ingrese a trabajar ahí en marzo del 2014, y así empecé a laburar ahí.45

Con relación a la fidelidad emerge un aspecto interesante a analizar sobre cómo funcionan los ofrecimientos de las candidaturas, es decir la inclusión de las y los militantes como candidatos y candidatas en las listas electorales. Cabe señalar que en la provincia los frentes “Chaco Merece Más” que encabeza el justicialismo y “Cambiemos” que lidera la Unión Cívica Radical son los más competitivos en intención de voto. Ser incluida o incluido en la lista en una de las primeras posiciones representa una opción segura para lograr el cargo, por lo tanto, en ese caso la retribución la podemos pensar contribuyendo a una carrera política en términos profesionales de mayor impacto. Por el contrario, ocupar esa misma posición en una lista de un partido o frente que logra menos cantidad de votos, como puede ser el PO o ACHA, podemos considerarla como una retribución simbólica, que en ese sentido afianza la fidelidad de los y las militantes donde opera un reconocimiento a su compromiso. María (AC), militante de 24 años del partido Acción Chaqueña, explica de la siguiente manera su candidatura:

[…] acá no vienen con mentiras, vos vas a ser concejal y tener tal sueldo, nunca me impusieron nada, me propusieron y yo acepté, en ningún momento me dijeron vas a llegar, yo sabía lo que se venía, sabía que el partido no está funcionando tanto y que la gente no lo conoce mucho. A mí me gustó ser candidata por ese motivo, porque no me mintieron, en ese entonces yo traté de mostrar eso. Hay poca gente que cree en este partido, pero por algo sigue esta gente acá, eso me motiva a seguir, porque no prometieron nada si no lo tienen.46

A diferencia del tipo anterior, en estos casos la retribución no está direccionada a estimular o apostar por carreras de liderazgo, sino que se trata del reconocimiento a militantes comprometidos, que han demostrado con su trabajo ser buenos y buenas militantes. Les permiten continuar manteniendo el lazo con la organización ante eventualidades como pueden ser quedarse sin empleo, constituyéndose en oportunidades para demostrar capacidades que permitan una mayor proyección en el espacio a futuro.

c) Retribuciones de funcionamiento

En un rango menor identificamos aquellas gratificaciones que están vinculadas a contribuir con el mantenimiento de la actividad de la agrupación. Ubicamos en este grupo las “becas” que administra el partido a los y las militantes de acuerdo con sus necesidades, ya sea por asistir a las “marchas” o “movilizaciones”, encargarse de las afiliaciones, “traer gente” para los actos o mantener abierto y limpio el local.

No obstante, el menor rango que parecieran revestir estas recompensas, siguen el mismo circuito que venimos describiendo. En términos de vinculación con el partido podemos pensar que se trata de un vínculo más débil en el caso de las agrupaciones que cuentan con una estructura sólida, mientras que en el caso de las organizaciones más pequeñas se trata de todo el recurso que pueden llegar a gestionar.

Finalmente, también aparecen en este tipo retribuciones circunstanciales que dependen de momentos determinados en el calendario de la organización, como pueden ser las campañas electorales donde se distribuyen los “bolsos” o “cajas de mercaderías”, o las “choripaneadas”, asados que se ofrecen para los festejos o “juntadas” de los grupos.

e) Retribuciones simbólicas

Agrupamos aquellas satisfacciones que los y las jóvenes obtienen por su práctica política, los sentimientos de alegría al obtener resultados a partir de su trabajo, el reconocimiento ―ya sea de sus pares, referentes o de los y las vecinas―, entre otros. Cabe destacar que este tipo de gratificaciones no se producen de manera independiente a las materiales, sino que se encuentran vinculadas, como vimos con el caso de las retribuciones de fidelidad. Tenemos en cuenta que la militancia es una actividad que se realiza hacia otros y otras, donde el objetivo es mejorar la calidad y condiciones de vida de vecinos y vecinas o como explican se trata de “transformar la realidad”. La militancia, como afirma Gaxie “es, frecuentemente, una ocasión de afirmación y de valoración de uno mismo: es lo que permite a algunos individuos encontrar una utilidad, una visibilidad y un rol social gratificante”.47

Como cuenta Esteban (JR) lo que experimenta en el trabajo territorial en un merendero de la ciudad que le permite contrastarlo con su realidad privilegiada.

[…] vamos con cosas simples, nosotros colaboramos con un poco de mercadería […] otro día donamos colchones y que la señora emocionada te dé las gracias y vos volvés a tu casa, tenés comida caliente, te acostás y la gente está inundada, te ubica bastante y decís hacer (lo que hacemos) es un granito, todos los días algo, en esta vida vos recibís… ¿entendés? ayuda muchísimo para mí.48

Además, nos referimos a retribuciones que dan cuenta de una serie de implicaciones que afianzan rasgos, valores y condiciones que hacen a los y las jóvenes mejores militantes de la agrupación. Identificamos el reconocimiento que experimentan sobre su trabajo y el crecimiento en su perfil ―ya sea a partir de la mirada externa de sus pares o de referentes de jerarquía―, lo cual les genera una mayor “confianza” y “autoridad” al momento de tomar decisiones, por ejemplo en las retribuciones de carrera.

A su vez, a partir de las posiciones de protagonismo que ocupan, ya sea al interior del partido ―en roles orgánicos de mayor responsabilidad― o en cargos o “trabajo” de gestión y militancia territorial, aumentan su red de contactos y conocimientos en torno a la práctica política. Podemos entender que tales características contribuyen al afianzamiento de su capital militante, concepto que, de acuerdo con Frank Poupeau y Frédéric Matonti, refiere a una noción diferenciada del capital político, ya que se trata de un capital:

[…] incorporado bajo las formas de técnicas, de disposiciones a actuar, intervenir, o simplemente obedecer, recubre un conjunto de saberes y de saber-hacer movilizables durante acciones colectivas, luchas inter o intra-partidarias, pero también exportables, convertibles en otros universos, y, así, susceptibles de facilitar ciertas ‘reconversiones’.49

Los autores enfatizan que las capacidades adquiridas, producto del aprendizaje militante, les permite a los actores moverse mejor en el espacio político y en sus posteriores inscripciones. La lectura de Carlos (LC) nos ofrece pistas para entender ese mejoramiento de capitales en términos de conversión en un cuadro político:

[…] son organizaciones que van a generar cuadros políticos que en futuras generaciones van a gobernar el país, la provincia, el municipio y que van a estar al frente de unas instituciones en donde en la militancia ya supieron cómo manejarse, cómo organizarse. Porque ese es el procedimiento que nosotros hacemos, planificamos, ejecutamos y evaluamos, pero además de eso nosotros nos manejamos como un funcionario provincial porque hacemos todo un control de: ¿Quiénes son los compañeros que están?, ¿cómo están haciendo estas acciones?, ¿cómo las hicieron, qué recursos utilizaron? Entonces nosotros actuamos como funcionarios, pero no lo somos y nos estamos preparando para que en futuras organizaciones podamos hacernos cargo de una responsabilidad dentro del poder ejecutivo, legislativo. Donde sea, pero que podamos marcar la diferencia y que realmente implementemos políticas que influencien en la sociedad, porque nosotros queremos realmente cambiar la realidad.

En otro nivel es posible percatarse del afianzamiento de lazos y vínculos afectivos producto de ser parte de un grupo humano de pares con intereses similares, que los y las estiman, escuchan y valoran. Es aquí donde podemos reconocer la formación de nuevos vínculos de amistad y compañerismo con sus pares militantes. Raúl (PO) por ejemplo resalta que uno de los aspectos que más le gusta de la organización es que se encontró con personas totalmente de su “palo” con los y las cuales fue intensificando la confianza y cercanía, comenta: “tenemos prácticamente una relación de hermandad por el hecho de compartir tantas cosas juntos y no solo la cuestión política, sino que compartimos salidas, compartimos comidas”.

La militancia llega a ser crucial en la definición de esos círculos sociales, por ejemplo, para Lucas (LC) el proceso en el que fueron confluyendo todos sus grupos de amigos en la política lo explica como “casi lógico, si te emparentas en los ideales, todos los compañeros nos vamos pareciendo entre nosotros, nos mimetizamos obviamente”. Sin embargo, no se trata de encontrarse con personas iguales a ellos y ellas sino con valores similares compartidos y sobre todo responde a la intensidad que la práctica política les imprime, como explica Daniela (LC) la confluencia de sus círculos sociales con el militante:

[…] empezás a conocer hasta la vida del compañero… la vas entendiendo, fíjate vos que yo no tengo otra relación más allá de lo que sea mi organización. Te juro, mi vida social está acá, con la excepción de una amiga que es de años del pueblo que también vive acá. Pero el resto es la organización, las actividades culturales o si hago una actividad social tiene que ver con la organización, si voy a una reunión es con la organización.

Es la dinámica de los vínculos y afectos las que permiten comprender prácticas y sentidos en las que sedimentan la acción política, proponiendo la idea de “inversiones emocionales” que sostienen los lazos.50 Las experiencias compartidas y la afinidad política intensifican los vínculos que se vuelven inevitables, llegando a cerrarse sobre la militancia.

Como vimos a modo general tanto las retribuciones materiales como simbólicas, buscan un mayor compromiso con la agrupación. Pero, a medida que nos detuvimos en cada una de ellas fuimos viendo sus matices, reproducen la división del trabajo interno, refuerzan los roles y jerarquías que hacen a su funcionamiento. Al igual que brindan un soporte de contención y vínculos que refuerzan la elección por la política.

Palabras finales

Sobre la vida partidaria existen muchos interrogantes aún por resolver, como por ejemplo los procesos de toma de decisiones, la influencia de acuerdo con los tipos de actores y sus posiciones, las características y conformación de las élites, entre otros. En este trabajo contribuimos con el análisis de las recompensas que la militancia política genera en vinculación al desarrollo de los trayectos de militancia de jóvenes al interior de organizaciones político partidarias de la ciudad de Resistencia (Chaco-Argentina). El trajín hasta aquí reconstruido nos permite aportar a los estudios subnacionales, detenernos en el contexto de análisis de una provincia joven como Chaco para identificar los elementos que construyen una dinámica política propia. Las organizaciones partidarias confluyen y refuerzan dos tradiciones políticas muy fuertes como el radicalismo y el peronismo. No obstante, el escenario local está atravesado por diversas fuerzas políticas y sociales que fueron realimentando las etapas y ciclos de movilización política y en especial donde podemos identificar momentos de protagonismo juvenil.

Nos preguntamos ¿qué compensa los costes y efectos que la práctica política genera? De esta forma, partimos de entender que todas las agrupaciones, con sus matices, pueden brindar retribuciones, pero que están fuertemente vinculadas a sus recursos y estructura, al igual que la formación y entrenamiento de sus militantes. En el desarrollo revisamos los tipos y reconstruimos el circuito que se reproduce de forma transversal a todas las agrupaciones. Se identifica la presencia de una figura de autoridad que otorga o puede gestionar (intermediar) la retribución. La cual se da en función de ciertos méritos que tienen que ser demostrados y legitimados, ya sea por las y los referentes políticos, pares militantes o vecinos. Además, los méritos son definidos en función del tipo de retribución, en ese sentido toman forma de comportamientos y actitudes de acuerdo con el deber ser de la identidad del espacio, como ser la capacidad de liderazgo, la constancia en el trabajo político donde se demuestra la fidelidad a la agrupación y a sus líderes.

Las responsabilidades que los y las interpelan está cruzadas por sus propias condiciones y situaciones personales. A medida que avanzamos en el escrito dejamos en claro los efectos y las estrategias que implementaron las y los jóvenes. A partir del análisis de las retribuciones reconstruimos no solo qué reciben o cómo les hace sentir su militancia -en tanto retribuciones materiales y simbólicas-, sino que comprendimos tales gratificaciones funcionando dentro de un circuito que delimita lo que las agrupaciones pueden ofrecer a sus militantes en términos de recompensas, delineando de esa forma un horizonte de expectativas y aspiraciones.

En el presente trabajo propusimos el análisis de las retribuciones contribuyendo a la formación de las carreras y compromisos políticos, aportando a una mayor comprensión las militancias y sus organizaciones partidistas. Recuperamos las retribuciones como elementos que nos permiten desentramar la profesionalización que ese involucramiento supone, proceso que entendemos puede tener distintos puntos de llegada, ya sea una carrera en los más altos cargos del poder político como la militancia de base de menor impacto. De esta forma nos revela los tipos de retribuciones íntimamente vinculados con la reproducción de la división del trabajo político al interior de las agrupaciones, evidencian el esquema de roles y tareas que se desprenden del funcionamiento de las organizaciones.

En ese sentido no nos encontramos con jóvenes siguiendo un camino ordenado y sin poder de decisión o autonomía, sino todo lo contrario. Se mueven y construyen sus propios caminos al interior de las agrupaciones en función del trayecto atravesado, de los aprendizajes conformando ese sentido práctico y el fortalecimiento de sus capitales militantes. No se trata de una lectura racionalista o especulativa, sino el reflejo de un momento de mayor compromiso en donde recorrieron un camino en el cual como apuesta a su militancia han hecho resignaciones y sacrificios en función de su carrera militante. En la cual las retribuciones pueden ser llegar a las postas hacia una profesionalización dentro del escenario político, al igual que la satisfacción de militar con amigos y amigas, de “ayudar a los vecinos”, como así también la esperanza de “llegar al socialismo”.

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2En el trabajo nos referimos como organizaciones político partidarias a las agrupaciones analizadas, dado que no todas se definen como partido político. Es el caso de La Cámpora, agrupación argentina de línea peronista fundada, a nivel nacional en 2006, vinculada al kirchnerismo en apoyo a las gestiones de Néstor Kirchner y las de Cristina Fernández. Esta no se presenta como una estructura partidaria, no realizan afiliaciones, ni el seguimiento de una normativa como la carta orgánica, entre otros aspectos, aunque sí vinculaciones con las gestiones de gobierno.

3 Daniel Gaxie, “Retribuciones de la militancia y paradojas de la acción colectiva”, Intersticios. Revista sociológica de pensamiento crítico 9.2 (2015), 134.

4 Moisei Ostrogorski, Democracy and the organization of political parties (Londres: Transaction Books, 1982); Robert Michels, Los partidos políticos. Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas de la democracia interna (Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1983); Angelo Panebianco, Modelos de Partido (Madrid: Alianza, 1990); Maurice Duverger, Les partis politiques (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 1992).

5 Manuel Alcántara Sáez y Flavia Freidenberg, “Organización y funcionamiento interno de los partidos políticos en América Latina”. En Partidos políticos de América Latina: Cono Sur (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2003); Mariela Díaz Sandoval y Alberto Espejel Espinoza, “Militancia partidaria y toma de decisiones en el Movimiento Regeneración Nacional”, Revista Mexicana de Estudios Electorales 2.20 (2018): 159-193.

6 Flavia Freidenberg, “Mucho ruido y pocas nueces. Organizaciones partidistas y democracia interna en América Latina”, Polis 1 (2005): 91-134, disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-23332005000100091&lng=es&tlng= (fecha de acceso: 26 de enero de 2021); Alberto Espejel Espinoza, “El (no) estudio de las militancias partidistas”, Debates 12.3 (2018): 123-142, disponible en https://seer.ufrgs.br/debates/article/view/82507 (fecha de acceso: 21 de enero 2021).

7 Javier Auyero, La política de los pobres: las prácticas clientelistas del peronismo (Buenos Aires: Ediciones Manantial, 2001); Fernando Balbi y Ana Rosato, Representaciones sociales y procesos políticos (Buenos Aires: Antropofagia, 2003); Sabina Frederic, Buenos vecinos, malos políticos: moralidad y política en el Gran Buenos Aires (Buenos Aires: Prometeo, 2004); Gabriel Vommaro y Sergio Morresi, Hagamos equipo. PRO y la construcción de la nueva derecha en Argentina (Los Polvorines: UNGS, 2016); Matías Landau, “Sociabilidad política y grupos políticos. El radicalismo universitario en la Ciudad de Santa Fe, 2007-2015”, Estudios Políticos 58 (2020): 263-284, disponible en https://revistas.udea.edu.co/index.php/estudiospoliticos/article/view/340347 (fecha de acceso: 21 de enero 2021).

8 Juan Grandinetti, “‘Mirar para adelante’. Tres dimensiones de la juventud en la militancia de Jóvenes PRO”. En Hagamos equipo: Pro y la construcción de la nueva derecha en Argentina, coordinador por Gabriel Vommaro y Sergio Morresi (Los Polvorines: UNGS, 2015) 231-264; Adrián Berardi, “La participación partidaria y el impacto de los contextos políticos. Un estudio de biografías militantes en Jujuy”, Estudios Sociales 55 (2018) 11-26.

9 Melina Vázquez, Dolores Rocca Rivarola y Alejandro Cozachcow, “Compromisos militantes en juventudes político-partidarias (Argentina, 2013-2015)”, Revista Mexicana de Sociología 3 (2018), disponible en http://revistamexicanadesociologia.unam.mx/index.php/rms/article/view/57736 (fecha de acceso: 21 de enero 2021); Marina Campusano, “La experiencia de formación militante. El entrenamiento y aprendizaje político al inicio de la militancia juvenil en organizaciones político partidarias de Resistencia-Chaco (Argentina)”, Espacio abierto: cuaderno venezolano de sociología 28.2 (2019): 103-128, disponible en https://produccioncientificaluz.org/index.php/espacio/article/view/29576 (fecha de acceso: 21 de enero de 2021).

10 Alejandro Cozachcow, “Militancias juveniles y oficialismos en América Latina. Algunas reflexiones sobre los vínculos entre juventudes y partidos políticos en el gobierno en Argentina y Brasil entre 2001 y 2016”, Encrucijadas 15.12 (2018): 1-21, disponible en https://recyt.fecyt.es/index.php/encrucijadas/article/view/79143 (fecha de acceso: 21 de enero de 2021); Adrián Berardi, “Carrera militante y construcción política. Un estudio de trayectorias militantes en la provincia de Jujuy”, Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales 54 (2018): 85-114, disponible en http://revista.fhycs.unju.edu.ar/revistacuadernos/index.php/cuadernos/article/view/299 (fecha de acceso: 26 de enero de 2021).

11 Dolores Rocca Rivarola, “’De Néstor y Cristina. De Perón y Evita’. Reflexiones sobre lo acontecido con la militancia kirchnerista y la identidad peronista desde 2003 hasta hoy”, Revista SAAP 9 (2015): 143-172, disponible en https://revista.saap.org.ar/contenido/revista-saap-v9-n1/Rocca%20Rivarola.pdf (fecha de acceso: 26 de enero de 2021); Francisco Nique Franz, “Hacerse militante: La construcción del vínculo político en un partido emergente. El caso de proyecto sur”, POSTData 22.2 (2017): 475-514, disponible en https://www.redalyc.org/pdf/522/52253778004.pdf (fecha de acceso: 22 enero de 2021).

12 Lucie Bargel, “La socialisation politique sexuée: apprentissage des pratiques politiques et normes de genre chez les jeunes militantes”, Nouvelles questions féministes 24.3 (2005): 36-49; Stéphanie Dechezelles, “Comment peut-on être militant? Sociologie des cultures partisanes et des (dés) engagements Les jeunes militants d'Alleanza Nazionale, Lega Nord et Forza Italia face au pouvoir” (Tesis doctoral, Université Montesquieu-Bordeaux IV, Institut d'études politiques de Bordeaux, Burdeos, Francia, 2006); Fréderic Sawicki, “Para una sociología de los entornos y de las redes partidistas”, Revista de sociología 25 (2011): 37-53; Sawicki, Frédéric y Johanna Siméant, “Inventário da sociologia do engajamento militante: nota crítica sobre algumas tendências recentes dos trabalhos franceses”, Sociologias 13.28 (2011): 200-255.

13La UCR es un partido político histórico argentino, por su trayectoria tiene presencia en todo el país. Actualmente integra la alianza Cambiemos que llevó a Mauricio Macri como presidente en 2015. A su vez, en la provincia del Chaco es el más antiguo fundado en 1913.

14Este partido político nace a nivel nacional en 1964, es de orientación trotskista y socialista. En Chaco tiene sus orígenes en 1984, momento que estuvo caracterizado por una fuerte participación estudiantil universitaria. En los noventa atravesó su conformación de raigambre obrera y en alianza con movimientos sociales.

15ACHA es un partido político provincial creado en 1988 por José Ruiz Palacios, militar que fue gobernador de facto de Chaco durante la última dictadura cívico militar de 1976. En 1991, el partido ganó ajustadamente la gobernación alterando el bipartidismo entre justicialistas y radicales.

16La Cámpora en Chaco se conforma en 2008, agrupó organizaciones peronistas y kirchneristas locales y vinculadas a movimientos nacionales. Sus integrantes se encuentran vinculados a gestiones tanto del gobierno provincial como municipal.

17En la investigación de la que se desprende este artículo se realizaron en total 21 entrevistas a militantes y dirigentes, reconstruyendo desde una perspectiva biográfica sus trayectorias de vida y militancia política. En las conversaciones con las personas entrevistadas recorrimos su trayecto vital, para reconstruir los posibles caminos y patrones comunes a través de la identificación de los distintos ámbitos de socialización política, el reconocimiento de las influencias, formas de acercamiento político y el proceso de devenir militante.

18 Martín Schorr (coord.), Estructura productiva del Chaco y su impacto en la distribución del ingreso (Resistencia: Escuela de Gobierno, 2020), disponible en http://escueladegobierno.chaco.gov.ar/files/documentos-de-trabajo/estructura-productiva-chaco.pdf (fecha de acceso: 2 de enero de 2022).

19 Eugenia Garay, Alternancia de partidos en el gobierno ejecutivo subnacional y análisis en particular de la provincia del Chaco (1983-2011). Todos los votos cuentan… (Tesis de Maestría en Gobierno y Economía Política, Escuela de Gobierno y Ciudadanía política, Universidad Nacional de San Martín, Buenos Aires, Argentina, 2011), 11.

20Se denomina de esa forma a las personas u organizaciones que en contextos de movilización y protesta social implementan los “piquetes” que son cortes de rutas o calles. Ver más en Sebastián Pereyra, “Piquete”. En Diccionario de léxico de la política argentina (Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento, 2014), 284-287.

21 Maximiliano Román, “El movimiento piquetero en Chaco y Corrientes: elementos para un análisis comparativo”. En Primer Congreso de la Asociación Argentina de Sociología ‘Nuevos protagonistas en el contexto de América Latina y el Caribe’, compilado por Alicia Itatí Palermo y Ana María Pérez (Buenos Aires: CEFIS-AAS, 2016), 187-193.

22Las voces nativas serán retomadas a través del uso de los entrecomillados.

23 Frederic, Buenos vecinos, malos políticos.

24 Frédéric Sawicki, “Para una sociología de los entornos y de las redes partidistas”, Revista de sociología 25 (2011): 37-53.

25 Franz, “Hacerse militante…”; Campusano, “La experiencia de formación…”; Marina Campusano, “Entre la rutina, el cambio y la transición: el involucramiento político en la militancia juvenil de organizaciones político partidistas en Resistencia (Chaco)”, Folia Histórica del Nordeste 35 (2019).

26 Pierre Bourdieu, El sentido práctico (Madrid: Siglo XXI Editores, 2008).

27 Campusano, “Entre la rutina…”.

28 Daniel Gaxie, “Économie des partis et rétributions du militantisme”, Revue française de science politique 27.1 (1977): 123-154; Gaxie, “Retribuciones…”.

29 Mancur Olson, The Logic of Collective Action (Cambridge: Harvard University Press, 1965). Francisco Carballo Rodríguez, “El sorteo y la sociología de las retribuciones políticas: a propósito de un debate en la Asamblea Francesa”, Daimon Revista Internacional de Filosofía 72 (2017): 157-171, disponible en http://revistas.um.es/daimon/article/view/268191 (fecha de acceso: 23 marzo de 2020).

30 Pierre Bourdieu, “Capital simbólico y clases sociales”, Revista Herramienta 52 (2013): 3.

31 Max Weber, El sabio y la política (Córdoba: Encuentro Grupo Editor Universidad Nacional de Córdoba), 8.

32 Michel Offerlé, Perímetros de lo político: Contribuciones a una socio-historia de la política (Buenos Aires: Antropofagia, 2011), 92.

33 Michel Offerlé, Los partidos políticos (Santiago: Lom Ediciones, 2004).

34 Mariana Gené, La rosca política: El oficio de los armadores delante y detrás de escena (o el discreto encanto del toma y daca) (Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2019).

35 Juan Grandinetti, “Jóvenes de espíritu: los usos y sentidos de la ‘juventud’ en el PRO”, Sociales en debate 6 (2014); Grandinetti, “‘Mirar para adelante’. Tres dimensiones…”; Campusano, “La experiencia de formación…”.

36 Gaxie, “Retribuciones…”, 147.

37 Sabina Frederic, “Profesionalización política, moralidades y reconocimiento en el Gran Buenos Aires, 1991-1999”, Polhis 7 (2011): 155.

38Daniela, La Cámpora (LC), culminó una carrera universitaria, al momento de la entrevista tenía 33 años era legisladora nacional, estaba casada y tenía un hijo. Entrevistada por la autora el 27 de julio de 2017.

39Martín, La Cámpora (LC), al momento de la entrevista tenía 28 años y era legislador municipal, estaba soltero, sin hijos y no había culminado sus estudios universitarios. Entrevistado por la autora el 8 de abril de 2016.

40Raúl, Partido Obrero (PO), al momento de la entrevista tenía 26 años y era profesor en una universidad privada mientras cursaba sus estudios en Historia en la UNNE, estaba soltero y sin hijos. Entrevistado por la autora el 13 de junio de 2017.

41 Germán Lodola, “La estructura subnacional de las carreras políticas en Argentina y Brasil”, Desarrollo Económico 49 (2009): 247-286; Gerardo Scherlis, “Designaciones y organización partidaria: el partido de redes gubernamentales en el peronismo kirchnerista”, América Latina Hoy 62 (2012): 47-77.

42Político argentino de la UCR chaqueña, exgobernador de la provincia durante el periodo 2003-2007.

43Luis, Juventud Radical (JR), al momento de la entrevista tenía 25 años y trabajaba en un cargo administrativo en la Cámara de diputados provincial, había culminado sus estudios secundarios, soltero, sin hijos. Entrevistado por la autora el 23 de junio de 2017.

44 Auyero, “La política de los pobres…”.

45Carlos, La Cámpora (LC), al momento de la entrevista tenía 28 años y trabajaba como No docente UNNE y era Asesor de un legislador nacional, soltero, sin hijos y no había culminado sus estudios universitarios. Entrevistado por la autora el 15 de octubre de 2017.

46María, Acción Chaqueña (AC), al momento de la entrevista tenía 24 años, era Ama de casa y Becada de maestranza del partido, tenía sus estudios secundarios incompletos, estaba casada y tenía un hijo. Entrevistada por la autora el 14 de junio de 2017.

47 Gaxie, “Retribuciones…”, 136.

48Esteban, Juventud Radical (JR), al momento de la entrevista tenía 27 años, era Contador Público y tenía su propio Estudio contable, estaba soltero y no tenía hijos. Entrevistado por la autora el 12 de junio de 2017.

49 Fréderic Poupeau y Franck Matonti, “El capital militante. Intento de definición”. En Franck Poupeau, Dominación y movilizaciones. Estudios sociológicos sobre el capital militante y el capital escolar, 37-44 (Córdoba: Ferreyra Editor, 2007:), 40-41.

50 María Victoria D’Amico, “Decir, hacer, sentir. Las emociones en la producción cotidiana de ‘lo estatal’”. En Peronismos, izquierdas y organizaciones populares. Movimientos e identidades políticas en la Argentina contemporánea, compilado por Martín Retamozo, Aníbal Viguera y Mauricio Schuttenberg (Buenos Aires: EDULP, 2013).

Recibido: 08 de Abril de 2020; Aprobado: 04 de Septiembre de 2020

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