Introducción
Oaxaca se encuentra entre los estados de México más importantes en términos de diversidad biológica. En el ámbito nacional, ocupa el tercer lugar de refugio de artrópodos y plantas vasculares, con 4,204 y 4,085 especies respectivamente (Llorente-Bousquets et al. 2008). En el caso de vertebrados, ocupa el segundo lugar, con un total de 1,322 especies (Llorente-Bousquets y Ocegueda 2008). Dentro de su territorio, compartido con el estado de Puebla, se ubica una de las áreas naturales protegidas más extensas y diversas de México (Dávila et al. 2002,Ramírez-Pulido y Martínez-Vázquez 2007,SEMARNAT 2010), la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC).
Actualmente, el fototrampeo ha beneficiado mucho el conocimiento mastozoológico, ya que se trata de una técnica no invasiva e ideal para documentar la fauna difícil de detectar por su baja probabilidad de captura, ya sea por su comportamiento críptico o por sus bajas densidades (O' Connell et al. 2011). En la RBTC, gracias a esta técnica, se ha logrado documentar, por primera vez, la presencia de varias especies (Botello et al. 2013). Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue incrementar el conocimiento mastofaunístico y documentar los registros de Eira barbara, Galictis vittata y Tamandua mexicana, ubicados en la zona de influencia.
Material y métodos
Geográficamente, la poligonal de la RBTC se ubica, en su extremo norte, en las coordenadas 18.876781° N y -97.692047° O, en su extremo sur, en las coordenadas 17.542497° N y -96.720472° O, y en sus extremos este y oeste, en las coordenadas 17.649167° N y -96.692047° O y -97.809792° O, respectivamente. La superficie total de la Reserva es de aproximadamente 490 mil hectáreas (SEMARNAT 2013). Sus principales tipos de vegetación son la selva baja caducifolia, matorral xerófilo, bosques de encino, bosque de pino-encino y bosque mesófilo de montaña. La temperatura ambiental oscila entro los 12 °C y los 24 °C (SEMARNAT 2013).
La zona de influencia está conformada por 51 municipios que mantienen una porción territorial dentro del polígono decretado para la Reserva. La ubicación geográfica de la zona de influencia se localiza entre las coordenadas limitantes al norte, 18.965278° N y -97.533417° O, al sur, 17.433389° N y -96.883356° O, y los límites de las coordenadas longitudinales se encuentra en los 18.466828° N y -96.850117° O al este, y a 18.100025° N y -97.850106° O al oeste. Su área es de 324,045 ha, que rodean el polígono de la RBTC (SEMARNAT 2013).
Desde su inicio en 2010, en la RBTC se ha consolidado una red de monitoreo participativo coordinada por Conservación Biológica y Desarrollo Social A. C. (Conbiodes), mediante el método de fototrampeo. Ha estado vigente hasta la fecha. Con el respaldo de conocimiento local y científico, se han logrado registrar especies que han permitido incrementar el conocimiento de la zona (Botello et al. 2013). Actualmente, se cuenta con la participación de 19 núcleos agrarios involucrados en el trabajo, los cuales utilizan la técnica de fototrampeo. Cada núcleo cuenta, en promedio, con cuatro fototrampas Ltl Acorn, 12 megapixeles, lo que da un total de 108 fototrampas. Cada una está instalada aproximadamente a 40 cm del piso, con una separación de 400 m lineales entre cada estación. Cada cámara permanece activa por un periodo aproximado de dos meses. Finalizado este tiempo, a cada fototrampa se le cambian las pilas y la memoria. Las imágenes son sistematizadas. La asignación a nivel de especie se hace con la ayuda de literatura especializada (Ceballos y Oliva 2005,Aranda 2012). Finalmente, las imágenes son albergadas en la Colección de Fotocolectas Biológicas del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IBUNAM).
Resultados
Con base en el trabajo de esta red de monitoreo participativo, se ha obtenido durante el periodo de 2010 a 2012 un total de 13,697 imágenes. Los resultados que presentamos aquí pertenecen a tres diferentes periodos de muestreo. El primero va del 8 de septiembre al 2 de noviembre de 2012, el segundo, del 7 de mayo al 18 de mayo de 2013, y el tercero, del 31 de mayo al 13 de septiembre de 2013. Estos tres periodos, en conjunto, produjeron la cantidad total de 89 registros. Entre estas imágenes, destacaron registros relevantes de T. mexicana (Figura 1 A) , G. vittata (Figura 1B) y E. barbara (Figura 1C) en la zona de influencia de la RBTC.
El 9 de mayo de 2013, con un esfuerzo de captura de dos días-trampa, y con un esfuerzo total de 11 días-trampa, se logró captar por única ocasión a T. mexicana (IBUNAM-CFB-17410,Figura 2A) en una vegetación acorde con la serie IV del INEGI (bosque mesófilo de montaña, aunque la vegetación apreciable en campo es de pino-encino). Lo anterior se llevó a cabo en el municipio de Concepción Pápalo, a una elevación de 2,694 m, en las coordenadas Latitud 17.8623° N y Longitud -96.82275° O.
En cuanto a E. barbara (IBUNAM-CFB-17171,Figura 2 B), se obtuvo su único registro con un esfuerzo de captura de siete días-trampa de un total de 75 días-trampa, el 31 de octubre de 2012 en las coordenadas 17.8385° N y -96.7067° O, a una elevación de 921 m. Lo anterior se llevó a cabo en el municipio de Santa María Pápalo, en bosque mesófilo de montaña.
La única imagen de G. vittata (IBUNAM-CFB-17412,Figura 2 C) fue captada el 12 de junio de 2013, en bosque mesófilo de montaña, en las coordenadas 17.83002° N y -96.71861° O, a una elevación de 1,226 m, con un esfuerzo de captura de 12 días-trampa de un total de 103 días-trampa.
Discusión
Los registros de las tres especies adquieren relevancia para la zona (Briones-Salas 2000,Dávila et al. 2002,Ramírez-Pulido y Martínez-Vázquez 2007). En el caso de T. mexicana, la elevación máxima reportada era de 2,200 en la municipio de Ángel Albino Corzo, Chiapas, en las coordenadas 15.672° N y -92.82° N (GBIF,http://www.gbif.org). Con el registro reportado se incrementa la información de su presencia respecto del intervalo altitudinal y se amplía cerca de 500 m (Cuarón 2005,Navarrete y Ortega 2011,Núñez-Pérez et al. 2011,GBIF,http://www.gbif.org ).
Los registros de los mustélidos (E. barbara y G. vittata) adquieren importancia por la escasa información que se tiene sobre estas especies en el territorio nacional, y más aún en las zonas aledañas a la Reserva. La información es de gran relevancia, dado el estado crítico en que se encuentran ambas especies, catalogadas en la NOM-059- SEMARNAT-2010 (en peligro de extinción). En cuanto a E. barbara, aunque se reconoce su presencia en Oaxaca (Pérez-Irineo y Santos-Moreno 2012) y cerca de la Reserva por un avistamiento, en el municipio de Coxcatlán de Osorio (Ramírez-Pulido et al. 2005), esta es la primera ocasión que se registra de manera fotográfica en la zona de influencia de la RBTC. Lo anterior aporta información básica de dicha especie, de la que existe poca información en el país (López y Aceves 2007,Ramírez-Bravo 2011). Respecto a G. vittata, su presencia reportada más cercana a la RBTC se ubicaba en el municipio de Orizaba, Veracruz (GBIF,http://www.gbif.org). Con el registro que presentamos, se aumenta el conocimiento de la especie, lo cual es clave, ya que la información del género Galictis es de las más escasas sobre los mustélidos (Bornholdt et al. 2013), y la generación de conocimiento de carnívoros pequeños es una prioridad (Oliveira 2009). En el caso particular de T. mexicana y E. barbara, es importante mencionar que son de hábitos arborícolas (Presley 2000,Navarrete y Ortega 2011), por lo tanto, se requiere formalizar estudios que incluyan el monitoreo del estrato arbóreo en la región.
Con base en lo señalado, es necesario realizar programas de monitoreo a largo plazo, que aseguren el registro de especies con conductas crípticas y que ayuden a generar información sobre estas especies: no sólo sobre su distribución, sino también sobre su ecología, ya que probablemente estas zonas del sureste de Oaxaca, aledañas a la Reserva, sean un punto importante en el flujo de especies entre la Chinantla y la RBTC. Con este escenario, es de resaltar la importancia del monitoreo participativo, que permite generar tanto el arraigo entre los comuneros como información científica básica. Asimismo, no debe perderse de vista que este esquema de investigación es una herramienta que potencialmente puede generar, a largo plazo, información robusta y estrategias de conservación en pequeñas y grandes escalas (Dickinson et al. 2010,Erb et al. 2012).