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Revista de psicología y ciencias del comportamiento de la Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales

versão impressa ISSN 2007-1833

Rev. de psicol. y cienc. del comport. de la Unidad Académica de Cienc. Juríd. y Sociales vol.10 no.1 Tampico Jan./Jun. 2019  Epub 20-Nov-2020

https://doi.org/10.29059/rpcc.20190602-86 

Reflexiones y opinión

La esencia del capital social en comunidades rurales de migrantes. Estudio de caso Tula, Tamaulipas, México

The essence of social capital in rural communities of migrants. Case study Tula, Tamaulipas, Mexico

Roberto Fernando Ochoa García1  * 

Jorge Alfredo Lera Mejía2 

1Universidad Autónoma de Tamaulipas, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. México.

2Universidad Autónoma de Tamaulipas, Unidad Académica Multidisciplinaria de Ciencias, Educación y Humanidades . México


Resumen:

Este ensayo discute el tema de la confianza que incide en la formación del capital social y su relación con el uso de las remesas de las comunidades de migrantes. El propósito de este trabajo es reflexionar sobre las causas de porqué, existiendo un fuerte capital social en las asociaciones de migrantes, esta confianza y cohesión de participación ciudadana para gestionar las remesas colectivas, no es permeada en las familias y comunidades de origen del migrante, principalmente en los municipios con alta concentración de pobreza y marginación, como es el caso del municipio de Tula, Tamaulipas. Al respecto, se tiene como supuesto que las asociaciones de migrantes organizados, están bien cohesionados y enfrentan las problemáticas económicas de sus lugares de origen, porque confían en las autoridades y en los programas públicos, sin embargo, los miembros e integrantes de la sociedad de las familias de origen, por falta de capacitación y desconocimiento de los programas públicos, no tienen la confianza en crear redes locales, ni el interés de participar en posible proyectos financiados con las remesas.

Palabras Clave: asociaciones; migrantes; capital social; confianza; remesas

Abstract:

This essay discusses the issue of trust that affects the formation of social capital and its relationship with the use of remittances from migrant communities. The objective of this paper is to understand why having a strong social capital in binational migrant civil society, the citizen’s participation, trust and cohesion of in the use of collective remittances is not permeated among native land of the migrant's families, mainly in the municipalities with a high concentration of poverty and marginalization, the case of the municipality of Tula, Tamaulipas. In this regard, it is assumed that associations of organized migrants, are well cohesive and face the economic problems of their homeland, because even though they trust the authorities and public programs, migrants and their home town families, they do not have the confidence to create local networks due to lack of training and ignorance of public programs, nor the interest to participate in possible projects financed with remittances.

Keywords: associations; migrants; social capital; trust; remittances

Introducción

El presente ensayo se desprende del proyecto de investigación de Lera (2015) y de la obra de Lera, Ochoa y Estrada(2016), producto académico que gira en torno al uso de las remesas colectivas y los migrantes organizados, localizados en el municipio de Tula, Tamaulipas. En las obras de referencia se discutió y se generaron ideas para una mayor participación de las organizaciones de migrantes y el capital social envuelto con las remesas. Estos estudios se realizaron con una perspectiva económica social, sobre la sociedad civil migrante y su aportación en el capital social de los países de origen, por lo que en el presente trabajo, se reflexiona de manera profunda sobre la esencia donde descansa el referido capital social inherente en las remesas colectivas para proyectos productivos. Así mismo, se analiza la participación de los actores involucrados en las redes sociales de la migración y las remesas.

Partiendo de los estudios de referencia, encontramos que los migrantes organizados y las remesas que reciben las familias de origen, son temas ampliamente estudiados por instituciones e investigadores nacionales e internacionales, sin embargo, quedan aspectos aún pendientes de discernir, principalmente con respecto a cómo se genera la confianza dentro el capital social de los migrantes y su involucramiento en el desarrollo de los proyectos productivos en las comunidades origen, con apoyos del programa 3x1 para migrantes. Es importante reconocer el papel de la comunidad transnacional de migrantes, como un determinante en el desarrollo económico y social de las zonas rurales con pobreza y marginación, pero desafortunadamente, continúan enfocados y trabajando principalmente con fines culturales y sociales, sin que puedan generar en las familias de origen el interés de emprender actividades productivas que generen ingresos locales (Canales y Carrizales, 2009).

Se parte del supuesto, en este estudio, que la base que formaliza al capital social de las comunidades de migrantes, son las acciones colectivas de las comunidades transnacionales, la participación de los miembros de las familias de origen, y los operadores de los programas públicos enfocados en el desarrollo de las comunidades rurales. Para lo anterior, se discute el papel del capital social de las familias de migrantes y de las asociaciones de migrantes organizados del estado de Texas, Estados Unidos, y se analizan los factores que impulsan el interés de invertir en proyectos productivos en los pueblos de origen del migrante.

Con respecto a los migrantes organizados de manera formal, y reconocidos por las autoridades, que nombraremos como ciudadanos binacionales, debido a su papel de gestores bilaterales en el país huésped y al mismo tiempo en el país de origen, no logran permear la confianza que los cohesiona, entre los miembros de sus familias de origen. Se retoman algunos datos importantes de la operación de programa público 3x1 para migrantes, porque nos permite evidenciar el limitado capital social que existe en las familias de origen en las comunidades rurales. Con el propósito de visualizar el contexto del estudio, se reflexiona sobre la relación entre migración externa y el capital social, en contextos migratorios de comunidades rurales.

Migración y el Capital Social en contextos rurales.

La migración internacional es una problemática global que impacta negativamente las relaciones entre las sociedades y los gobiernos, sin embargo, no tanto por los efectos políticos y sociales que implica para los países destino y de origen, sino por las causas y los impactos que se originan en los ciudadanos de los países emisores y receptores (Canales, 2012). Entre los datos en diferentes obras de instituciones y autores dedicados al estudio de la migración, se ha encontrado qué en las últimas tres décadas del siglo XX, el desplazamiento de la población rural en México, ha ido en aumento principalmente de los estados del norte hacia los Estados Unidos, lo que ha traído consigo un incremento del flujo de las remesas y el número de organizaciones de migrantes que residen en los Estados Unidos (Consejo Nacional de Población, 2010; Delgado y Márquez, 2012).

Se han clasificado diferentes categorías de migrante, según su estadía, están los temporales y las comunidades de trabajadores inmigrantes, estos últimos, son los estudiados en éste documento, puesto que son quienes conforman la sociedad civil migrante, que sobrepasa las fronteras, a través de la acción colectiva en espacios públicos de comunidades transnacionales, y participa con iniciativas propias, relacionadas principalmente con los derechos humanos (Fox y Gois, 2012).

Es decir, la sociedad civil migrante binacional se constituye de intereses e identidades compartidas, entre algunas otras, y se organizan para defender a los migrantes, en sus derechos laborales frente a los empleadores, en los derechos humanos y los legales, independiente su status legal, o en servicios de defensoría (Fox y Gois, 2012). Pero es importante señalar que el origen común de los paisanos, constituye la forma más común para constituirse en organización, por lo tanto, el hecho de que provengan de la misma comunidad, o del mismo lugar de origen, los aglutina en sociedades organizadas, compartiendo los mismos intereses e identidad.

En ese orden de ideas, se entiende que una de las bases para el agrupamiento de las organizaciones de migrantes es la identidad, la cual permite comprender el porqué en su lucha de mejorar sus condiciones, se organizan después de migrar al extranjero. Es decir, la migración internacional genera la necesidad de reafirmar la cultura, la religión y las tradiciones de los migrantes, a través de la identidad (Díaz, 2018).

Aunque se reconoce la importancia la identidad en el tema abordado, en este estudio no se considera su análisis, por suponerlo como una característica del campo psicológico y/o sociológico del capital social. Por lo tanto, se considera que para el surgimiento y desarrollo de estas organizaciones civiles binacionales, un factor sustancial en su evolución y crecimiento, es el fortalecimiento de los vínculos de migrantes con sus localidades de origen común en el país.

Es decir, el lugar de origen de los migrantes, es el primer impulso para la creación de asociaciones, con él principal propósito de sistematizar los apoyos mutuos entre los migrantes de la misma comunidad (González, 2011). Para Escala, (2010) las asociaciones de migrantes cada vez participan más en las comunidades de origen, al respecto señala “estas agrupaciones han ganado considerable visibilidad en años recientes, sobre todo a partir de su labor filantrópica y su participación en el desarrollo local de sus comunidades de origen en México, a través del envío de remesas colectivas (p.388). Por lo tanto, la participación de las comunidades transnacionales es cada vez más patente en las comunidades rurales, a través del capital social que se formaliza a través del envío de las remesas colectivas, a sus familias de origen.

En ese orden de ideas, la construcción de una identidad cultural y simbólica, permitió a las comunidades de migrantes transitar a los comités de los pueblos, con una participación binacional, llevando alianzas con otras asociaciones en los pueblos de origen y/ o de otras instituciones o estados del país, creándose el capital social. Aunque es importante señalar que existen otros tipos de fuentes de origen para crear una organización de migrantes con capital social, tal como la participación cívica y política, sin embargo este tipo de asociaciones no serán abordadas en este estudio, puesto aplican otros análisis, diferentes a este trabajo reflexivo.

Con respecto al capital social, parece que el principal consenso general que existe acerca del mismo, es su propia dificultad para definirlo, en términos sencillos, según Porter (1998) el capital social lo capitaliza como la posibilidad de colectivos e individuos, que se agrupan, en redes y grupos sociales, con posibilidades de obtener ganancias a través de su participación colectiva.

En ese sentido, el capital social se entiende como el valor agregado que un colectivo formal ó informal con identidad, le aporta a los actuales recursos o potenciales, a través de la confianza o lazos de reconocimiento mutuo que se forman entre los miembros, llamadas redes sociales (Bourdieu,1986). El término de confianza se entenderá primero, como la seguridad en nosotros mismos, y segundo, como la creencia y la esperanza firme de cumplirse con las expectativas referentes a un individuo o de algo.

Entonces la confianza se cristaliza por la cultura de valores compartidos de numerosos migrantes y por la necesidad común de satisfacer las expectativas de salud, de empleo, de protección legal, y de idiomas, entre otros, desarrollando en el país destino, un capital social de redes de migrantes. Existen diversas definiciones de redes, una que resulta propia para este estudio, es el clásico “las redes son formas de organización que se caracterizan por patrones voluntarios, recíprocos y horizontales de comunicación e intercambio” (Keck y Sikkink, 1998, citado en Fox y Gois, 2012, p. 268). Por lo tanto, las organizaciones en formas de redes y valores comunes, se construyen sin fines de lucro, con el propósito de defender sus intereses, donde a través de la reciprocidad y el entendimiento va acumulando un capital social fortalecido a lo largo del tiempo.

En ese sentido, las primeras organizaciones y asociaciones de mexicanos se conformaron a principios del siglo XX, donde el propósito principal se enfocaba a la convivencia y a la actividades cívicas, según González (2012) existía un profundo compañerismo entre los migrantes que accedían a unirse en grupos, con una fuerte confianza entre los compañeros, compartiendo valores y anhelos de llevar a la organización a metas comunes.

Es entonces que la confianza mutua, genera la partida a un compromiso cívico que vincula los migrantes recién llegados con la sociedad del país de origen. Al respecto los migrantes hispanos históricamente se han organizado para defender sus derechos de su comunidad (Portes, Escobar y Walton, 2006; García, 2009; y Gonzalez, 2012; Escobar y Martin, 2008), y con un alcance transnacional en las prácticas y metas de la organización (Díaz, 2018). En ese orden de ideas, los migrantes latinos han tratado de reafirmar su identidad en actividades binacionales principalmente en diferentes problemáticas de infraestructura y desarrollo social de su país de origen.

Se considera qué a partir de esta actividad transnacional, de apego a sus lugares de origen, a sus costumbres, tradiciones y cultura general, es como los migrantes se agrupan en organizaciones, teniendo entre otras actividades la de enviar dinero (remesas) a sus familias y otras veces para mejorar la infraestructura del lugar de origen (Díaz, 2018). Entonces pueden apreciarse a las asociaciones de migrantes, como colectivos formales organizados, que mantienen fuertes vínculos de identidad cultural, pertenencia y solidaridad, que les permite, ser interlocutores ante las instancias privadas y públicas en el país destino y en su lugar de origen, contribuyendo a fomentar las bases subjetivas de arraigo del migrante (Delgado, Márquez y Rodríguez, 2004).

Es por esto que, al mencionar migrantes se parte del reconocimiento de la relevancia de las redes migratorias y del capital social que se construye en contextos migratorios, con un poder que adquieren de larga duración, (García, 2009), sin embargo la definición de capital social no solamente se forma entre los migrantes, sino también es producto de cohesión y participación de las comunidades de origen y la intervención solidaria de las instituciones públicas (Gabarrot, 2009).

Es decir, no solo depende de las asociaciones de migrantes para cohesionar la confianza y reciprocidad de los integrantes, se requiere de la sociedad civil organizada del lugar de origen y de las alianzas con instituciones públicas y privadas. Es por ello que, para la comunidad transnacional, es vital la disponibilidad de aliados no migrantes de fuerzas políticas y sociales locales y nacionales en el país huésped, así mismo, participar en las alianzas transfronterizas dentro de una plataforma internacional. La interlocución política por parte de los migrantes con su país de origen, es para mantener los vínculos del país con los paisanos en el extranjero, entre éstos está el derecho de votar (Fox y Gois, 2012).

En ese contexto, para Coleman (1990) un capital social se cohesiona a partir de interpretar las relaciones entre la autoridad y la organización, sus normas internas, sus objetivos comunes, lo cual, además de dar sentido al grupo, ofrecen incentivos y reciprocidad para sostener la asociación (citado por Cogco, Pérez y Ceballos, 2016). Sin embargo, la confianza según Luhmann (2005), es parte esencial de los elementos para crear las redes sociales, plenamente identificados a nivel comunitario, quienes proponen entre los integrantes, reestructurar la confianza, las esperanzas y expectativas, cooperando a mejorar el capital social en las diferentes manifestaciones de la vida cotidiana (Cogco, et al., 2016). Por lo anterior, la manifestación de la confianza mutua es punto de partida del capital social en determinados sectores, fortaleciendo a través de la reciprocidad y la acción de las organizaciones y sus miembros, para cumplir con los objetivos comunes (Fukuyama, 1995).

Por lo tanto, se determina que la confianza es la vértebra principal del capital social que practican los organismos, las instituciones y los individuos, quienes a través de su nivel de asociación y la guía normativa de buenos comportamientos se fortalecen como colectivo. En este sentido, los organismos y asociaciones son actores esenciales en el crecimiento y desarrollo de sus localidades y comunidades, puesto que permite la interacción y la interlocución de patrones, trabajadores, y autoridades, quienes participan identificando los problemas, y las oportunidades de la localidad, impulsando estrategias para un mayor bienestar social en la comunidad rural (Cogco, Rodríguez y Pérez, 2012).

Debido a lo anterior, la participación de los migrantes en proyectos comunitarios en su país de origen, ha sido importante en términos de infraestructura, principalmente en beneficio a la comunidad vista como un todo, no obstante, no genera los nuevos empleos necesarios para evitar el circulo vicioso de la migración, que salen del país para buscar nuevas oportunidades de trabajo.

Lo anterior se presenta porque se conjugan diversos factores, que confabulan para detener la participación del capital social de la sociedad civil migrante en proyectos productivos, estos son, la falta de oportunidades de inversión, un sentido empresarial y de capacidades técnicas de las sociedad civil del lugar de origen, limitando los proyectos productivos comunitarios, aunado a la falta de supervisión transparente y de rendición de cuentas de las contrapartes que toman las decisiones locales (Fox y Gois, 2012). A continuación se aborda a las asociaciones colectivas que participan en el municipio de Tula, con el propósito de caracterizar sus razones para aglutinarse, el perfil socioeconómico de la población que se forman estas asociaciones, y la relación social que se construye con los programas públicos que benefician a las remesas.

Las Asociaciones Colectivas del Municipio de Tula, Tamaulipas.

Se entenderá como Asociación colectiva, la formación de personas organizadas de la sociedad civil, con el interés de llevar algún propósito en común y de apoyar a otras causas que beneficien al que menos tiene, y que sostienen una entidad jurídica y administrativa sin fines lucrativos, participando como un ente colectivo privado, con la finalidad de promover y fomentar la cultura, la educación, la salud, y entre otros, la mejoría económica de quienes se aglutinan en la asociación.

En Tamaulipas se identifican 2,897 asociaciones de diferentes características, en el municipio de Tula se encontraron 20 asociaciones, del tipo religioso son catorce, y asociaciones civiles se registran seis, (Guialis, 2018). Las asociaciones civiles identificadas en Tula, son empresas privadas enfocadas principalmente a gestiones administrativas y en apoyo para la inscripción a los registros que estipulan las leyes y reglamentos del estado.

En la Tabla 1, Asociación colectivas en Tula Tamaulipas, se identifican los nombres de la sociedad civil organizada del municipio de Tula, y el tipo de agrupación que representan ante la comunidad local.

Tabla 1 Asociaciones colectivas en Tula, Tamaulipas. 

Nombre Tipo
1. Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual. Religiosa
2. Parroquia de san Antonio de Padua. Religiosa
3. Diócesis de Cd. Victoria. Religiosa
4. Templo de Belem del Concilio Nacional de las asambleas de Dios. Religiosa
5. La Gran Comisión Cristiana del Evangelio de México. Religiosa
6. Iglesia de Cristo Religiosa
7. Iglesia Católica Religiosa
8. Iglesia de la Biblia y fe de Tula Religiosa
9. Iglesia Bautista misionera Religiosa
10. Iglesia adventista del 7 día Religiosa
11. Asociación Civil Civiles
12. Asociación Civil Mujeres unidas por Tula Civiles
13. Asociación Civil ahora es el tiempo Civiles
14. Incubadora de Agro negocios Actúa Agricultura y Ganadería
15. Asociación Agricultura y Ganadería

Fuente: Elaboración propia con datos de Guialis, (2018). Asociación en Tula.

El contexto de la localidad de Tula, Tamaulipas, es fundamentalmente rural, las actividades son principalmente agrarias y en menor medida ganadera, con una población de 25,780 habitantes, se encuentra al norte con los municipios de Bustamante, Palmillas y Jaumave, al sur y oeste con el estado de San Luis Potosí y al este con el municipio de Ocampo. El principal grupo poblacional que habita en el municipio de Tula son las personas menores a 20 años, encontrando que de 25 a 50 años es la etapa donde los jóvenes deciden migrar de su lugar de origen principalmente en espera de mejorar las condiciones económicas propias y su familia (Lera, 2015).

Por otro lado, con el propósito de conocer el perfil socioeconómico de las familias de origen de estudio, se utilizaron los datos encontrados en el proyecto de investigación de Lera (2015), dónde se encontró que el 94.9% de las familias migrantes que reciben remesas de sus familiares radicados en el extranjero, quien decide donde gastar el dinero recibido, el 44.9% es la esposa (o) y el 39.8% los padres.

Entre las principales actividades que desempeñan las familias los datos arrojados fueron un 37.5% trabaja, el 30% en labores del hogar, un 26.4 % estudia, y hay un 3.4% desempleados. Las principales ocupaciones de la población en Tula son de jornaleros 41.8% y campesinos 28.3% y los otros son comerciante y oficinistas.

En cuanto a las actividades en colectivos, resulta que 8.1% son deportivas, el 22.2% son actividades religiosas, en mejoras a la localidad el 58.6%, y en festejos, el 7.9%; en ese sentido, son las asociaciones religiosas y mejoras en la localidad las principales actividades de reunión entre los habitantes del municipio de acuerdo a fechas y tradiciones culturales del lugar (Cogco, 2010). Con respecto a las mejoras a la localidad, son actividades de limpieza en los entornos de la población que recibe apoyo del programa Oportunidades, que obliga a los beneficiarios participar en labores de limpieza de calles, jardines y escuelas.

En relación a la educación y formación del capital humano, que las familias de migrantes, al nivel educativo el 49.4% tienen primaria, el 23.3%; secundaria, y solo 5.1% preparatoria, y tan solo el 1.1% con formación técnica. Se denota con la información anterior, el rezago educativo de la población, y la escasa capacitación recibida, lo cual evidencia la falta de conocimientos, habilidades y destrezas, factores necesarios para construir la confianza, la esencia del capital social.

En las familias de origen de los migrantes, un 68.3% habitan 4 personas o más, en cuanto a sus actividades diarias, mantienen patrones tradicionales de su vida cotidiana, donde la mujer realiza las labores de la casa, no trabaja, y los hombres trabajan en labores de la agricultura rural, de donde provienen sus principales ingresos, más los que reciben remesas y o algún programa social. En ese orden de ideas, el 51.1% de las familias reciben el apoyo de algún programa de gobierno, principalmente el programa de oportunidades con 34.1%, con el 11.4% reciben del programa de adultos mayores, y del programa 3x1 para migrantes, solo el 0.6% de las familias de migrantes reciben el apoyo gubernamental.

Con respecto al apoyo gubernamental, se han implementado políticas públicas diseñadas apoyar a los migrantes organizados, mediante programas de la Secretaría de Bienestar Social en coordinación con el Instituto Nacional de Desarrollo Social de la SEDESOL en Tamaulipas, quienes coadyuvan y promueven la participación de la Sociedad Civil Organizada, cuyo propósito es trabajar de manera compartida en proyectos sociales y productivos, ampliando sus capacidades organizativas, operativas y de interacción, con capacitación y en coinversiones de proyectos y modelos de intervención social (Por Agencia, 2018).

Ante este fenómeno, el gobierno federal ha diseñado políticas públicas (programa 3x1 para migrantes) a fin de dirigir este flujo de recursos a proyectos productivos que exploten la economía local, en las reglas de operación se establece que los Clubes espejo, son el capital social que se forman principalmente con los familiares de los migrantes y se encuentran como representantes de los clubes de migrantes en el extranjero, y son el vínculo entre éstos últimos y las autoridades públicas. En relación al Club espejo estos se encargan de las tareas de contraloría social ofreciendo certidumbre a los recursos económicos, y apoyando en el seguimiento del proyecto a través de vigilar su ejecución y el cumplimiento de las metas; así cómo la aplicación de los recursos asignados al mismo.

En cuanto a los resultados del programa 3x1 para migrantes de SEDESOL, en base al proyecto 81605, se encontró que el 9.7% lo conocen pero no entienden los requisitos, eso según, lo dejan a que los conozca su familiar migrante. Al respecto el 54% manifiesta si estar interesado en proyectos comunitarios, el 45.5% declara no estar interesado, aunque el 68.2% si está dispuesto a organizarse para participar en proyectos productivos, con el apoyo del programa 3x1 para migrantes, el 35.8% no tiene ninguna intención de participar en organizarse con otras personas de la comunidad (Lera, 2015).

Por lo anteriormente encontrado, se puede argumentar que los miembros e integrantes de las familias de origen, no tienen la confianza, en crear redes locales, y se manifiesta en el desinterés de integrarse en asociaciones u organizaciones comunitarias, para aprovechar en proyectos productivos, las remesas que envían los migrantes organizados. Entonces por lo anterior, hay evidencia del desconocimiento del programa para migrantes y falta de interés en los proyectos comunitarios productivos.

Estas evidencias determinan que las familias de origen, por la falta de confianza y el desinterés, rehúsan participar con la sociedad civil migrante, en el aprovechamiento de las remesas para proyectos productivos. A continuación se analizan a la sociedad civil migrante, con el propósito de conocer el capital social que construye y su relación con los programas públicos, en particular con el programa 3 x1 para migrantes.

Las Organizaciones de Migrantes en el extranjero.

Con respecto a las asociaciones de migrantes en el extranjero, éstas presentan una creciente influencia de grupos mexicanos (redes sociales) que trabajan en los Estados Unidos, organizados en federaciones y/o en clubes de migrantes, quienes regularmente mandan dinero para el mantenimiento de sus familias, y más recientemente para realizar obras comunitarias en sus pueblos de origen. Para esto el reforzar los vínculos de los migrantes con sus comunidades de origen es punto clave en el surgimiento y desarrollo de las asociaciones, convirtiéndose el lugar de origen como factor esencial y prioritario para la formalización y crecimiento del capital social de estas agrupaciones formales de migrantes en el extranjero. Al respecto Escala (2010), señala,

La primera agrupación de este tipo fue la Federación de Clubes Mexicanos Unidos, en la ciudad de Los Ángeles, y que se conformó en 1972 con ocho clubes de migrantes originarios de los estados de Jalisco, Chihuahua, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas. En este caso, su objetivo central consistía en la extensión de vínculos entre asociaciones similares, y en apoyar de manera más decidida los proyectos filantrópicos de dichas asociaciones (p.395).

Lo anterior represento la primera red formal de las asociaciones de migrantes en los Estados Unidos. Por lo qué, en comparación a la redes sociales informales de paisanos, las organizaciones cohesionadas de migrantes se propagaron en los Estados Unidos a lo largo de los años setenta y ochenta del siglo XX, con una variada formación social y étnica, con diversos niveles de organización, formalizando sus acciones a través de las federaciones que es donde se aglutinan diversos clubes o asociaciones (Escala 2010). Con relación al estado de Tamaulipas, se encuentra formalizada en red, la Federación denominado Casa Tamaulipas A.C., importante movimiento de capital social, producto del interés colectivo y de sinergias de distintos líderes de regiones como San Fernando, Tampico, Cieneguilla (Tula), Matamoros y Reynosa además contando con el apoyo del Gobierno Estatal, (Lera, 2015). A continuación se relaciona los nombres de las asociaciones ubicadas en Tula, Tamaulipas.

En la Tabla 2 se identifican los nombres de los principales clubes de migrantes que han operado en Tamaulipas el programa 3x1 de la SEDESOL, resaltando qué de los 13 clubes operados, 12 son de origen del estado de Texas y uno del estado de Iowa, en Estados Unidos. En el caso de los clubes Texanos, 5 son de Houston Texas. Por clubes, Cieneguilla y la Federación Casa Tamaulipas son los de mayor participación con el 50.67% de la participación relativa, con 2.863 millones aportados de un total de 5.651 millones del municipio de Tula entre 2005-2014 (Lera, Ochoa y Estrada, 2016).

Tabla 2 Asociación de Migrantes en Tula, Tamaulipas. 

Nombre Ubicación
1. Amigos de Tula Texas, Houston
2. Federación de Migrantes Tamaulipecos “Casa Tamaulipas”. Texas, Houston
3. Grupo de Migrantes Texas, Dallas
4.Grupo de Tammapul Texas, Misión
5. Juntos por un Aldama Diferente Texas, Houston
6. Migrantes de San Antonio de tula Texas, Álamo
7. Migrantes de Tanque Blanco Iowa, Estherville
8. Migrantes de Tula Para Adquisición de Camiones 2008 Texas, Monterrey Druve
9. Migrantes Ejido Lucio Vázquez Texas, Sandchester
10.Migrantes en acción Texas, Houston
11. Migrantes Miguel Hidalgo Tula Texas, Sumerfield
12.Patronato Pro-Restaura Capilla del Rosario Texas, Dallas
13. Club Migrantes Cieneguilla Texas, Houston

Fuente: Elaboración propia con datos de Secretaría Desarrollo Social (2015)

Al respecto, las organizaciones de migrantes, participan bien cohesionadas y de manera unilateral, enfrentando las problemáticas económicas de sus lugares de origen, porque confían en las autoridades y las políticas públicas que emanan de sus decisiones con respecto a los migrantes. En ese sentido, la Federación `Casa Tamaulipas´ de Houston, es la organización de migrantes más importante en Tula, al registrar en su afiliación a nueve clubes de migrantes de todas las regiones del Estado (cuatro oficiales ante el Consulado de Houston y cinco en trámites de registro, al mes de marzo 2014).

Adicionalmente, en la región de Texas, Estados Unidos, se registran más de 50 mil Tamaulipecos residiendo legal e ilegalmente, por lo que se convierten en interlocutores del gobierno y en una forma de ayuda comunitaria de excelencia, al actuar como un Organismo No Gubernamental (ONG), registrado y reconocido por el Consulado Mexicano de Houston Texas Es decir, en México, a principios del año 2004 la Secretaria de Relaciones Exteriores aprueba el nombre oficial, de la “Asociación Intermunicipal del Altiplano Tamaulipeco, A.C.” con las siglas ASIAT A.C., quienes han sido promotores de los clubes de migrantes y parte de las redes sociales (Leos y Montemayor, 2016). Por otro lado, la SEDESOL Federal a partir del mes de mayo de 2013, decidió invitar como parte del “Comité de Validación de los Programas de Migrantes 3x1” (COVAM), a dos de los integrantes de la mesa directiva de “Casa Tamaulipas, A.C.” y al Presidente del “Club de Migrantes de Cieneguillas, Tula”, en calidad de representantes de los clubes de migrantes del Estado en el COVAM. Lo anterior refuerza la hipótesis de que los migrantes organizados confían en las políticas públicas relacionadas con las remesas.

Por lo anterior, los migrantes organizados, han participado en el desarrollo económico local, desde diferentes organizaciones y han aportado diversos recursos financieros para el desarrollo de la comunidad en Tula. En los resultados de obras y proyectos productivos desarrollados en la región del estudio (Tula), con apoyo del programa 3x1 de la SEDESOL y las aportaciones de clubes de migrantes de la región. Se encontró en los proyectos que respaldan este trabajo que Tula a partir del año 2005 opera el programa 3x1 de la SEDESOL, para continuar con acciones comunitarias en el año 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, acumulando una inversión total en seis años de 22.310 millones de pesos y de 22 obras ejecutadas, de 338 en todo el estado. Así en Tula Tamaulipas, entre los años 2005 al 2014, con el programa 3x1, se desarrollaron 22 obras, 17 comunitarias y 5 productivas.

En ese sentido, a través de las remesas junto con el apoyo del programa 3x1 para migrantes de la SEDESOL, se aprecia una participación importante de las organizaciones de migrantes, para llevar a cabo obras de infraestructura comunitaria, dando como resultado la remodelación de plazas, iglesias, pavimentación de calles, y construcción de lienzos charros, generando con lo anterior, beneficios directos para la sociedad, sin embargo según las evidencias, esta confianza y cohesión de participación ciudadana binacional, no es permeada entre los miembros de las familias de origen, para la creación de proyectos productivos de corte comunitario, con el apoyo de programas beneficiarios.

Se observa que la inercia de apoyos logrados entre 2008 hasta el año 2015 en el municipio de Tula, a través del programa 3x1, con aportaciones tanto de la federación, estado, municipio y clubes de migrantes, se vio disminuido con los cambios de funcionarios municipales en los últimos tres años. Para Pérez Bock, presidente de la Federación casa Tamaulipas, organización de migrantes principalmente ubicados en el estado de Texas, Estados Unidos, declara que los funcionarios a través de sus acciones, por desconfianza e ignorancia desarman el interés de los migrantes organizado al rechazarles proyectos legítimos de migrantes con el programa 3 x1 para migrantes de SEDESOL Federal. Señaló que qué a partir del año 2016 se perdieron recursos presupuestales tanto en el estado, como en el municipio de Tula (Gómez, 2017). A continuación se aborda al programa 3x1 para migrantes para identificar con su potencial, las causas, de por qué no es permeada la confianza inmersa en el capital social de las remesas, entre los miembros de las familias de origen del migrante.

El Programa 3x 1 para Migrantes y su potencial productivo.

Dentro de los municipios de Tamaulipas, que cuentan con mayor tradición de regiones de migrantes, Tula es la que más se distingue, registrando corrientes migratorias desde la década de los 50´s y 60´s. Ahora la región de Tula ocupa el segundo lugar estatal de recepción de remesas solo superado por la región de González. El promedio de recepción anual fluctúa en los 80 millones de pesos (7 millones de dólares por mes). Las remesas se han convertido en la segunda fuente de divisas para el país, después del turismo, al cierre del 2018 las remesas en México cerraron con un histórico de 33 mil 480 millones de dólares flujo que supera en 10.5% los envíos del año 2017 que fueron por 28 mil 771 millones (Banco de México, 2019).

En el caso del estado de Tamaulipas, hasta el corte del año 2000 llegaban cada año cerca de 400 millones de dólares en remesas, por lo tanto, se ubica entre los estados emergentes en cuanto a nivel migratorio y montos de remesas, sin embargo, desde la década de los 90´s a la fecha, estos montos han crecido más que la media nacional, teniendo una tendencia en el corto plazo, de alcanzar en el país, la de mayor proporción de remesas recibidas por una entidad municipal. (Banco de México, 2019).

El dato oficial de recepción de remesas de tamaulipecos, publicado la primera semana de febrero de 2019 por el Banco de México (Banxico), al cierre del año 2018 fue de 793.2 millones de dólares, cuando a principios de la década del 2000 se registraban cerca de 400 millones. Lo anterior significa que en sólo 15 años Tamaulipas recibe el doble de remesas de nuestros paisanos que trabajan legal e ilegalmente en los Estados Unidos y que organizados con fuerte sentimientos de agruparse por sus comunidades de origen integran un capital social cohesionado y participativo (Rosas, 2019).

Sin embargo, encontramos que aunque existe un fuerte capital social en las organizaciones de migrantes, esta confianza y cohesión, no es permeada entre la comunidad receptora de remesas, ya que estos recursos externos en México no son aprovechados y enfocados para proyectos que generen empleo y mejor bienestar. Se encontró en el estudio de Cogco (2010), la falta de capacitación y la limitada oportunidad que brinda el sistema educativo formal a los integrantes de las familias de origen, que empuja a la migración de la población económicamente activa, y obstaculizando a que el capital social competitivo participe en el desarrollo local, es decir, están limitados técnicamente y administrativamente los familiares de migrantes para el aprovechamiento de los receptores de las remesas.

Por su parte, Arroyo y Corvera (2009), plantean en su estudio que una serie de factores como las redes familiares y de amistad, la migración circular, y el intercambio económico y sociocultural, en compañía de la participación gubernamental y las asociaciones de migrantes, inciden de cierta manera en la creación de nuevos negocios. Sin embargo, a pesar del incremento de las divisas por el tipo de cambio, y el interés de los connacionales migrantes en estimular el desarrollo local, acusan un bajo destino para iniciar nuevas empresas, aún con los apoyos del gobierno mexicano con el programa 3x1 para Migrantes en Tula Tamaulipas (Ochoa, Malerva, y Flores, 2016).

En paralelo a lo anterior, en dicho estudio se encontró una sociedad civil además de un alto rezago educativo, y así como el nulo interés de participación ciudadana en el desarrollo de las políticas sociales implementadas, esto debido a la falta de iniciativas propias de la comunidad, su baja expresión de comunicación de sus problemas, la poca información que posee sobre sus demandas, y de mejorar su contexto social (Cogco, 2010).

Por otro lado, entre las referencias que identifican la actuación del programa 3x1 de migrantes, para proyectos productivos, tomamos en cuenta el diagnóstico realizado por la SEDESOL a través de la Dirección General de Análisis y Prospectiva (2011), se encontró como problemáticas, el esfuerzo aislado en la coordinación de la inversión de los migrantes para incidir en el desarrollo de las comunidades de origen; dentro las causas principales de dicho aislamiento las define como una desarticulada vida social de las comunidades de origen.

Por lo tanto, las familias están desmembradas, debido a la separación provocada por la migración de algunos de sus miembros; otra causa es la deficiente vinculación entre la población y las autoridades locales, y al mismo tiempo una integración sin coordinación entre los distintos niveles de gobierno y la insuficiencia de estímulos en aprovechar las transferencias de los migrantes binacionales. Todo lo anterior limita el potencial productivo de las remesas, y lo más relevante para este trabajo es que se identifica un debilitamiento de los lazos de identidad de los migrantes con las familias de sus lugares de origen, DGAP (2011).

Por otra parte, el programa 3x1 según las evaluaciones, presenta problemas para su aplicación, debido principalmente por el desconocimiento del programa de la población a la que va dirigido, debilidad organizativa y técnica de las comunidades beneficiadas, y al protagonismo evidente de las organizaciones de migrantes, y la poca participación de los miembros de las comunidades de origen (García, 2009). Para Canales y Carrizales (2009), las remesas como fuente de financiamiento tienen un peso muy bajo del total de las inversiones productivas realizadas, en segundo lugar aseguran que el impacto modernizador y transformador de las inversiones productivas financiadas con remesas es una percepción falsa de las mismas, pues en los datos estadísticos comprobaron que no hay una diferenciación entre el financiamiento con remesas y otro tipo de financiamiento en la generación de empleo y la dinámica económica local.

Finalmente, se considera que en el municipio de Tula, Tamaulipas, con alta concentración de pobreza y marginación, con asociaciones de migrantes bien cohesionadas y organizadas, enfrentan las problemáticas económicas de sus lugares de origen, porque confían en las autoridades y en los programas públicos y las causas de por qué no es permeada entre los miembros de las familias de origen del migrante, es por falta de capacitación y desconocimiento de los programas públicos, y que no tienen la confianza en crear redes locales, ni el interés de participar de conjugar esfuerzos con los funcionarios locales, en posibles proyectos financiados con las remesas.

Conclusiones

Las remesas constituyen a nivel micro económico, la posibilidad de utilizarlas para el consumo familiar, pago de deudas, adquisición de bienes patrimoniales familiares como auto y vivienda o en inversiones productivas que les permitan mejorar a las familias de origen de migrantes organizados, sus condiciones de vida. Sin embargo, en Tula Tamaulipas, a pesar de los esfuerzos de las distintas organizaciones de migrantes en fomentar los proyectos comunitario sociales, no han logrado en el lugar de origen cohesionar el capital social inherente a las remesas, para generar proyectos productivos privados, debido a que la confianza de la comunidad de origen es limitada en principio por la inseguridad propia de la población, otra razón es el rezago educativo y por otras causas son los problemas contextuales del lugar y a la falta de coordinación de las autoridades y los clubes espejo de migrantes.

Por lo tanto, la insuficiencia de proyectos productivos comunitarios en el municipio de Tula, Tamaulipas, se deriva principalmente de la desarticulación de la vida social de las familias de origen y la insuficiencia en los estímulos para la inversión productiva comunitaria por parte del gobierno local, y del programa 3x1, para desarrollar proyectos productivos a través de remesas colectivas.

En ese orden de ideas, se considera que en las comunidades de origen existe un marcado desinterés de formalizar las redes comunitarias, causado por la falta de capacidades y la confianza de la comunidad en sus autoridades, parte elemental del capital social. Sin embargo, las redes sociales y los clubes de migrantes son la alternativa de desarrollo para las comunidades rurales que tienen hoy en la migración y las remesas, importante oportunidad de sobrevivencia de las comunidades con grandes desplazamientos de migrantes.

Es importante una intervención transparente en los tres órdenes de gobierno para que continúen avanzando en la difusión de los programas comunitarios como el 3x1 en apoyo a los migrantes y acepten las propuestas de la sociedad civil de nuevas formas en la creación de empresas y fuentes de empleo. Los retos para optimizar el uso efectivo de las remesas para actividades productivas es con el acompañamiento y capacitación formal de las instituciones públicas y de las comunidades locales, y que se respeten las decisiones de los migrantes, y no se aprovechen las remesas para acciones de gobierno y obra pública, responsabilidad exclusiva de municipios, estado y federación.

En ese sentido, se requiere una mancuerna de sinergias del Estado, Municipio, empresarios y migrantes en un mismo sentido, y con misma dirección, para el desarrollo y fortalecimiento de las comunidades y barrios. Es necesario, por lo tanto, la formación de redes de capital social cohesionado y capacitada que realmente funcionen para crear nuevas unidades económicas dirigidas a la vocación productiva de la región y altamente demandante de empleo bien calificado.

Desafortunadamente, a pesar de las buenas intenciones del gobierno federal, estas estrategias, aunque son buenos programas de escritorio, siguen estando incompletas, puesto que, si han incentivado a las comunidades de migrantes en el país destino, aún falta coordinación de esfuerzos del capital social en la comunidad de origen, mayor capacitación y formación de técnicos, así como lograr una mayor cohesión social y un impacto positivo en el desarrollo local a través de los proyectos productivos con el apoyo de los gobiernos locales.

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Recibido: 29 de Junio de 2018; Aprobado: 24 de Mayo de 2019

*Correspondencia: rochoa@docentes.uat.edu.mx

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