Lactococcus garvieae es un coco grampositivo, anaerobio facultativo y oportunista1; la infección por esta bacteria es poco frecuente en humanos. En pacientes con trastornos digestivos como enfermedad diverticular, pólipos y cáncer de colon se han reportado casos de endocarditis infecciosa, sin embargo son pocos reportados en la literatura2-4.
Se presenta el caso de una mujer de 60 años, antecedentes de cardiopatía reumática inactiva, insuficiencia cardiaca crónica, portadora de dos válvulas mecánicas y una biológica, diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial sistémica, antecedente de endocarditis infecciosa aguda en válvula protésica por Streptococcus bovis, asociado a la presencia de pólipos colónicos cuatro años previos al padecimiento actual. Acude al servicio de urgencias por síndrome febril de 17 días de evolución. Se reporta discreta elevación de reactantes inflamatorios y dos hemocultivos periféricos positivos a L. garvieae pansensible. Ante la sospecha de endocarditis infecciosa, se realiza ecocardiograma transesofágico (Fig. 1).
Con lo anterior, se concluye en endocarditis infecciosa de válvula protésica por L. garvieae. Se propone cambio valvular aórtico, sin embargo, debido a los antecedentes de triple cambio valvular y endocarditis de válvula tricúspide cuatro años atrás, se opta por tratamiento médico con ceftriaxona. Al día 15 de antibioticoterapia se decide cambio de esquema antimicrobiano a amoxicilina con ácido clavulánico, por antecedente de endocarditis y pólipos colónicos. Al obtener adecuada evolución clínica y hemocultivos negativos, se egresa al cumplir un mes de internamiento con tratamiento ambulatorio, referencia a gastroenterología y seguimiento a consulta externa de valvulopatía. A seis meses del egreso hospitalario, permanece asintomática cardiovascular, sin embargo la paciente perdió el seguimiento con el servicio de gastroenterología.
El género Lactococcus es un coco anaerobio grampositivo, catalasa positivo que produce ácido láctico a partir de la fermentación de carbohidratos. Anteriormente se incluía en el género Streptococcus y, a menudo, se identifica erróneamente como Enterococcus4,5. Es conocido en la acuicultura por producir sepsis en peces, y se ha aislado en agua contaminada, leche cruda de vaca, queso de cabra, pescado, carne de res, aves y cerdo6,7. Factores de riesgo para la infección son: un estado inmunodeprimido, antecedente de cirugía valvular y la presencia de enfermedades gastrointestinales que comprometan la integridad del revestimiento de la mucosa como pólipos, diverticulosis, úlceras pépticas y enfermedad por reflujo gastroesofágico. Es importante destacar que, en muchos de los casos informados, encontraron relación estrecha con enfermedad gastrointestinal subyacente, lo que sugiere el tracto digestivo como una puerta de entrada8.
Los primeros casos reportados datan de los años 90 y hasta el año 2019 se habían reportado 26 casos en el mundo6. En América Latina se reportó el primer caso en una paciente portadora de prótesis valvular mecánica en São Paulo, Brasil, en 20114. En nuestro país no existen reportes de endocarditis por este patógeno. En nuestro hospital, se realizó una revisión de siete años, de 404 endocarditis, de las cuales solo se identificó el presente caso.
El tratamiento aún no está estandarizado en guías, sin embargo, debido a la similitud entre L. garvieae y las infecciones estreptocócicas el tratamiento suele ser similar, con monoterapia a altas dosis de β-lactámicos, incluidas ampicilina, amoxicilina o ceftriaxona o en combinación con aminoglucósidos como netilmicina, tobramicina o gentamicina1,9.
La relevancia del caso clínico es reportar la presencia de un microorganismo emergente no registrado actualmente en nuestro país como causante de endocarditis infecciosa. Nuestra paciente presenta factores de riesgo predisponentes descritos en la literatura para el desarrollo de endocarditis por L. garvieae (válvula protésica, pólipos intestinales y displasia intestinal), por lo que al establecer la asociación entre enfermedad valvular y enfermedades gastrointestinales subyacentes debe despertar la sospecha y dirigir el diagnóstico hacia una probable endocarditis infecciosa asociada a L. garvieae.