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 número104Sletto, B., Bryan, J., Almeida, A. W. y Hale, Ch. (Eds.) (2020). Radical Cartographies. Participatory Mapmaking from Latin America. Austin: University of Texas Press 256 pp., ISBN 978-1-4773-2089-1Petrarca, F. (2019). La ascensión al Mont Ventoux. Madrid: La línea del horizonte ediciones (Cuadernos del Horizonte, 17). 97 pp., ISBN 978-84-17594-15-2 índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
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Investigaciones geográficas

versão On-line ISSN 2448-7279versão impressa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.104 Ciudad de México Abr. 2021  Epub 20-Set-2021

https://doi.org/10.14350/rig.60372 

Reseñas

Canabal, B.; Muñoz, C.; Cortés, D.; Olivares, M. y Santos, C. (Coords.) (2020). Tejido rural urbano. Actores sociales emergentes y nuevas formas de resistencia. México: UAM-Xochimilco/Itaca, 350 pp., ISBN: 978-607-8651-42-9

Alejandra Toscana Aparicio* 

*Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco

Canabal, B.; Muñoz, C.; Cortés, D.; Olivares, M.; Santos, C.. 2020. Tejido rural urbano. Actores sociales emergentes y nuevas formas de resistencia. México: UAM-Xochimilco/Itaca, 350p. ISBN: 978-607-8651-42-9.


Este libro es una obra colectiva, interdisciplinaria, integrada por 17 capítulos escritos por académicos (de la Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Autónoma de Chapingo, Universidad Autónoma de la Ciudad de México y Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo) e integrantes de organizaciones de la sociedad civil, que, en su conjunto, da cuenta de procesos, problemas, respuestas y resistencias locales que acontecen en aquellos espacios donde se entretejen lo rural y lo urbano.

Los capítulos están agrupados en tres secciones. La primera tiene como eje principal los entornos de las ciudades, los espacios periurbanos, la conurbación, la periurbanización y la rururbanización, y los problemas que sus pobladores enfrentan al habitar en los márgenes de la ciudad. En la segunda parte lo central es la dinámica laboral que se da en la sinergia rural- urbana, la desagrarización del campo, las migraciones, la movilidad y las formas de vida campesina. En la última sección, la agricultura urbana y periurbana y los beneficios que estas ofrecen a los habitantes de las ciudades constituyen el hilo conductor.

La primera parte, titulada “Relación campo-ciudad en el entorno metropolitano”, inicia con un recuento crítico sobre cómo y desde dónde se han realizado los estudios de la relación campo-ciudad: un primer momento marcado por la dicotomía y perspectiva desarrollista y la migración campo-ciudad; en un segundo momento la nueva ruralidad y la movilidad fueron los temas principales, y en un tercer momento se propone la categoría de borde para el análisis de las relaciones campo-ciudad en los entornos metropolitanos, en sustitución de la de periferia urbana. Blanca Rebeca Ramírez, la autora, hace un llamado de atención sobre el empirismo sin teoría que ha caracterizado el estudio de las relaciones campo-ciudad.

El resto de esta sección, en la que participan Martha Angélica Olivares, Brenda Escutia Molina, Itati Moreno Tolentino, Javier Vázquez Nicasio, Cristóbal Santos Cervantes y Alejandra Medina, se integra por estudios enfocados en las periferias oriente y sur de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, espacios que se caracterizan por que en ellos se desdibujan los límites entre lo urbano y lo rural y se intensifican las relaciones entre los modos de vida campesinos e indígenas y las determinaciones funcionales que impone la economía urbana metropolitana.

Los autores analizan problemas y consecuencias de la urbanización bajo el modelo neoliberal del capitalismo en las periferias y lo que esto implica para los pueblos en la ciudad; la absorción de núcleos agrarios y el establecimiento de asentamientos regulares e irregulares, algunos en suelo de conservación; la presión de las empresas inmobiliarios sobre la propiedad social de la tierra; la pérdida de la vida rural, la búsqueda de nuevas formas de sobrevivencia y los esfuerzos de algunos sectores por preservar su identidad y territorio; el papel asimétrico de estos espacios en su relación con la ciudad central, como proveedores de recursos naturales (agua, bosques y materiales de construcción, por ejemplo) y de territorio, y como receptores de contaminación y problemas ambientales.

La segunda parte del libro, “Urbanización y entorno rural. Actores sociales e identidades”, está integrada por seis capítulos en los que participan Patricia Arias, Víctor Hugo Sánchez Reséndiz, Beatriz Canabal Cristiani, Susana Galindo Rentería, Dalia Cortés Rivera y Luis Ávila García.

En términos generales, esta sección versa sobre las relaciones rural-urbanas a partir del trabajo remunerado. La cercanía de las ciudades y su expansión sobre las áreas rurales que las rodean, así como las actuales alternativas de movilidad y de migración, se proyectan como opciones de trabajo para la población rural; como resultado, para este sector se despliegan nuevos accesos a mercados laborales que inciden en su pluriactividad, en la diversificación de su ingreso y en la intensificación de la interconexión rural-urbana. En los capítulos se destaca que uno de los cambios actuales más importantes en los espacios rurales es el trabajo y su remuneración: hoy en día los ingresos de las familias rurales y periurbanas dependen, en diferentes combinaciones, de la pluriactividad, el pluriempleo y de subsidios públicos y privados.

Los estudios de caso ubicados en la región de los Altos de Morelos muestran varios aspectos de la relación laboral entre comunidades rurales y ciudades, a partir de la cual las primeras obtienen recursos económicos para complementar el ingreso familiar, les permite continuar con la reproducción de sus formas de vida campesina, a pesar de la influencia política, económica, social y cultural que las ciudades ejercen sobre el campo. Situación similar se observa en Zapotitlán Palmas, municipio de Oaxaca, en donde la relación laboral de sus habitantes con la ciudad de Huajuapan de León, ha conllevado la desagrarizacion del campo y un aumento en emigración, pero a la vez su población continúa arraigada y organizada en torno al modo de vida campesina.

El estudio del empleo remunerado permite analizar la articulación local-regional entre las comunidades rurales y las ciudades; así como las desigualdades y diferencias de género en el ámbito laboral entre hombres y mujeres, de las que destaca la invisibilización y poco reconocimiento de la participación femenina.

En la última sección, “Agricultura urbana y medio ambiente”, que agrupa las contribuciones de Cecilia Esther Muñoz Cadena, Miguel Francisco Ávila Rojas, Nancy Merary Jiménez Martínez, Edwin Sosa Cabrera, Silvia Iveth Moreno Gaytán, Mercedes Jiménez Velázquez y Mario Enrique Barba Flores, se exploran experiencias productivas que vinculan lo rural con lo urbano, a partir de las cuales se pretende mostrar cómo la ciudad, auxiliándose de prácticas rurales, puede convertir algunos de sus espacios en productivos y sustentables.

Entre las ideas que destacan es que agricultura urbana se constituye como una posible herramienta para alcanzar la sustentabilidad a través de la seguridad alimentaria. Se reivindica la soberanía alimentaria en la perspectiva de un urbanismo sustentable. El mercado alternativo de alimentos se plantea como una opción comercial que permite la permanencia y reproducción de la agricultura alternativa, gracias a que es capaz de crear redes de apoyo mutuo, de colaboración y estrechamiento de lazos por un bien común, no localizables en otros tipos de mercado. Los huertos urbanos se conciben como formas no solo de producir alimentos sino también de estimular la integración vecinal a través del trabajo comunitario, la promoción de la agricultura agroecológica y la vinculación simbólica con la historia del lugar. Se enfatiza la relevancia de la agricultura en las ciudades, realizada por pueblos originarios, migrantes en áreas periurbanas o grupos que han implementado estas prácticas en las urbes, que va más allá de la producción de alimentos, y apuesta por prácticas sustentables, por alcanzar la soberanía alimentaria y por el fortalecimiento de vínculos comunitarios.

En conclusión, el conjunto de capítulos ofrece una muestra interdisciplinaria de la diversidad y heterogeneidad de procesos que acontecen en las intersecciones rural-urbanas. A lo largo de la lectura podemos observar la influencia de las ciudades y su expansión sobre los espacios rurales y semirurales, y a la vez cómo áreas urbanas presentan procesos de ruralización. Se expone la importancia de los espacios rurales y periurbanos en la dinámica global, y a la vez su subordinación a las ciudades y a sus actividades económicas modeladas por el capitalismo neoliberal. De manera simultánea, la obra revela las respuestas y resistencias simbólicas y materiales de los actores rurales que luchan por transformar las realidades que se les imponen y conservar su territorio y formas de vida.

Este conjunto de estudios actualizan varios temas, algunos ya planteados (Canabal y Olivares, 2016), entre ellos, la discusión teórica-metodológica para el estudio de las interacciones rural-urbanas. Así mismo, da cuenta de la complejidad de la interrelación rural-urbana y de la riqueza como campo de investigación para la geográfica y otras ciencias sociales interesadas en los estudios rurales y urbanos, económicos, demográficos y culturales. El libro en su conjunto pone de manifiesto la importancia de los estudios interdiciplinarios y transescalares para la comprensión de fenómenos y procesos de los espacios rural-urbanos en su articulación local, regional y global.

Por otra parte, los textos incluidos en el libro constituyen un llamado de atención a los retos actuales y futuros de las ciudades y sus entornos (Azamar, 2020). Las estimaciones apuntan a que cada vez habrá más personas viviendo en las urbes, y que estas se extienden sobre sus alrededores semirurales y rurales ocasionado fuertes impactos ambientales y brechas profundas de desigualdad, por lo que es necesario encontrar formas en que las ciudades puedan seguir albergando población bajo prácticas de sustentabilidad, formas de energía alternativas, huertos urbanos, granjas verticales, en general producción local y sustentable.

REFERENCIAS

Azamar, A. (Coord.) (2020). Resistencias sociales y alternativas de sustentabilidad. Un enfoque multidimensional. México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. [ Links ]

Canabal, B. y Olivares, M. (Coord.) (2016). Sujetos rurales. Retos y nuevas perspectivas de análisis. México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco/Itaca. [ Links ]

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