Las primeras investigaciones sobre campos académicos de las ciencias sociales de los países centrales datan de los años sesenta (Bain, 1962; Korom, 2020; Nedelmann y Sztompka,1993; Sapiro, 2009). Ya en este siglo, diferentes países del sur comenzaron a indagar sus propios campos considerados como periféricos o dependientes de los países centrales (Alatas, 2003; Beigel, 2016, 2017; Beigel, Gallardo y Bekerman, 2018; Hanafi, 2011; Mosbah-Natanson y Gingras, 2014). Sin embargo, estudios recientes se alejaron de esta dicotomía que se enfoca sólo en la relación de subalternidad respecto del “Centro” y se preguntaron por sus rasgos propios. Estos develaron circuitos académicos diferenciados y heterogeneidad en los países del sur, donde se establecieron formas de reconocimiento y ascenso profesional que no seguían exactamente los cánones de los países centrales (Hanafi, 2011, Piovani, 2014, 2018, 2019; Ramos Zincke, 2014). Al mismo tiempo, las y los académicos del sur desarrollaron estrategias de publicación para intentar hacer contrapeso a la hegemonía del norte en las revistas prestigiosas (Collyer, 2018; Vessuri, Guédon y Cetto, 2013). De este modo, para Johan Heilbron (2014) el campo académico global está conformado por una estructura duopolística euro-americana, con varias “semiperiferias” y un amplio número de periferias, así como distintos circuitos de regionalización transnacional.
En Argentina hay estudios sobre la historia de la sociología y la ciencia política (Blanco, 2003, 2006; Blois, 2018; Bulcourf, 2012; Bulcourf, Gutiérrez Márquez y Cardozo, 2015; Pereyra, 2007) y se han generado controversias sobre su eventual carácter dependiente. Por un lado, Fernanda Beigel (2017) y Denis Baranger y Fernanda Niño (2023) consideran que existe una hegemonía de los criterios internacionales entre los investigadores de ciencias sociales de la institución científica más importante del país, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).1 Ambos trabajos se focalizan en los artículos elegidos por los mismos investigadores como los más prestigiosos de su producción. Encuentran que el peso del idioma inglés, las publicaciones de artículos en revistas y las coautorías son importantes en dicha autoselección. Concluyen así que los incentivos locales se derivan de patrones científicos transnacionales, modelados a su vez en las ciencias duras. En contraposición, en este trabajo y uno anterior (Calvo et al., 2019) demostramos un efecto mitigado de la “influencia americana” (a diferencia de Gantman, 2011, y Beigel y Salatino, 2015) en la ciencia política y la sociología. En efecto, hemos observado un predominio de metodologías cualitativas y de estudios de caso que no se corresponden necesariamente con los cánones difundidos por la academia europea y estadounidense. En una dirección coincidente, Juan Piovani (2019) examina la producción global de investigadores de ciencias sociales y comparte nuestras conclusiones, al igual que Martín D’Alessandro, Juan Abal Medina y Marcelo Leiras (2015), quienes notan un predominio de los métodos cualitativos en las ciencias políticas.
Para contribuir a este debate, este artículo realiza un análisis de las referencias más citadas por los investigadores de ciencias sociales según el padrón de 2016, con el fin de analizar la influencia de autores y debates del Centro euroamericano. De las cinco categorías de investigadores (Asistentes, Adjuntos, Independientes, Principal y Superior) hemos excluido la primera, pues está conformada por los ingresados más recientes. Suponemos que lo incipiente de la carrera dificultaría precisar sus patrones de citación y reconocimiento interpares y compararlos con el resto de la muestra. Según los últimos datos existentes (Conicet, 2022), sobre 957 elementos de Ciencias Sociales, 547 (57%) pertenecían a la Comisión de Sociología (que incluye Demografía y Comunicación); 253 (27%) a Ciencia Política (que comprende también Relaciones Internacionales y Derecho, si bien excluimos a los investigadores y las investigadoras de esta disciplina), y resta la Comisión de Economía, con 153 (16%) del total, que no hemos incluido, por lo cual nuestro trabajo representa a la mayoría de los investigadores de ciencias sociales (84%). Nos enfocamos en los investigadores que Fernanda Beigel (2017) denominó “Arieles” del sistema científico argentino: aquellos que están más insertos en el sistema científico mundial y expuestos a la influencia internacional por la cultura evaluativa que caracteriza al Conicet. Nuestro trabajo cuenta con la ventaja de que los datos no provienen de la autoselección, sino de los textos más citados de cada investigador. El corpus de artículos se compone de los tres más citados en Google Scholar2 (<https://scholar.google.com/>), incluyendo publicaciones indexadas y no indexadas. Cabe destacar que aun en los países centrales ha habido pocos trabajos con este tipo de datos. Luego del artículo de Eugène Garfield (1990) sobre los Premios Nobel de Economía, que demuestra una correlación entre citaciones y élite académica, se han publicado los textos de Blaise Cronin, Herbert Snyder y Helen Atkins (1997) y Philipp Korom (2020) sobre sociología, y el de Hannah June Kim y Bernard Grofman (2019) para ciencias políticas.
Nos proponemos probar una serie de hipótesis sobre las ciencias sociales en Argentina. Nuestro argumento es que conforman lo que llamamos un campo intermedio con sus propias instituciones, incentivos y circuitos de consagración, lo cual mitiga las influencias de los países centrales. ¿Qué rasgos principales se destacan? En primer lugar, la predominancia de citas de autores argentinos en los trabajos de esta muestra, donde es notable una diferencia entre lo que los investigadores consideran lo más prestigioso de su producción y lo que tiene más impacto entre sus pares. Al generar redes de citaciones comunes a los mismos referentes, encontramos comunidades temáticas en torno a problemas de relevancia local que vinculan a autores argentinos entre sí por trabajar temas comunes, lo que también intensifica la mayor citación de trabajos locales. Dicha circulación de conocimiento se plasma sobre todo en el importante número de publicaciones en español en publicaciones iberoamericanas, lo que configura un espacio de regionalización transnacional. A continuación presentamos nuestros argumentos e hipótesis; después explicamos la metodología utilizada, seguida por nuestros resultados. Cerramos este texto sintetizando nuestras contribuciones al tema.
Explorando un campo intermedio y su relación con el Centro
Este trabajo ahonda en la estructura de un campo “semiperiférico” como el argentino siguiendo la clasificación de Heilbron (2014). Preferimos, sin embargo, acuñar la noción de “campo intermedio” para ponerlo en relación con la talla de otros campos, mayores y menores, y no sólo definirlo en la relación con los campos de los países centrales, como sugiere la noción de periferia o semiperiferia. Argumentamos que Argentina, al igual que, muy posiblemente, muchos de los “campos académicos emergentes” (2014) poseen sus propias instituciones y agendas académicas, así como circuitos de publicación, movilidad profesional y consagración, los cuales son relativamente autónomos del Centro. Asimismo, reconocemos distintas formas de vinculación de los investigadores con el Centro y con la academia local, lo cual se explica en gran medida por la formación doctoral recibida.
¿Por qué lo llamamos campo intermedio? Ante todo, es preciso explicar el uso de la noción de campo. Con larga tradición en las ciencias sociales, pero sobre todo asociada a la obra de Pierre Bourdieu (1975, 1976, 2013), en este artículo nos guiamos por la síntesis conceptual entre distintos enfoques (teoría de los campos de Bourdieu, teoría de las organizaciones y neoinstitucionalismo) que realiza Monika Krause (2019). Siguiendo a dichos autores, consideramos entonces a las ciencias sociales en el país un campo porque poseen autonomía relativa, instituciones propias, reglas de funcionamiento, jerarquías, incentivos específicos y competencia entre sus miembros, todos estos atributos propios de los campos. En rigor, nos enfocamos en dos disciplinas, no en todas, pero como vimos ambas agrupan al mayor número de investigadores dentro de las ciencias sociales (otro campo sería de las Ciencias Humanas como Antropología, Letras, entre otras). En cuanto a considerarlo intermedio, fue la revisión de distintos indicadores lo que nos sugirió tal caracterización.
Respecto a los graduados terciarios (universitarios y no universitarios) entre 25 a 64 años, Argentina (28), Chile (33), Costa Rica (35), Colombia (36) y México (37) se ubican dentro de los 40 países con mayor número de graduados (OECD, 2022), si bien ocupando las posiciones más bajas de tal ranking. En relación con profesionales dedicados a Investigación y Desarrollo (I+D), datos del Banco Mundial para 2018 señalan un promedio mundial de 1 597 profesionales por millón de habitantes (Banco Mundial, 2022a). El promedio de los países de la Organization for Economic Cooperation and Development (OECD) es 4 146; el de América del Norte, 4 821; el de la Unión Europea, 4 257, y el de América Latina 580: Argentina (1 231) y Brasil (888) están por encima del promedio de la región, mientras que México (349) y Chile (510) se ubican por debajo. En relación con publicaciones científicas, Argentina está en el puesto 40 de un ranking de 186 países, mientras que México está en el lugar 23 y Brasil en el 11. Cabe señalar que esta clasificación no incluye ciencias sociales y tampoco está ponderado por la cantidad de habitantes por país.3 Por último, en cuanto a Inversión por Investigación y Desarrollo (I+D), no pareciera ser un campo intermedio, por su distancia con los países centrales. En efecto, datos del Banco Mundial (2022b) para 2020 ubican el promedio mundial en 2.63% del Producto Interno Bruto (PBI). El promedio de los países de la OECD es 2.95%, el de la Unión Europea, 2.32%, mientras que Argentina invierte 0.46%, Brasil, 1.21%, y México, 0.30%.
La ventaja de la noción de campo intermedio es que pone el foco en las características intrínsecas del campo y no sólo en la relación con la estructura duopolística. A partir de los trabajos existentes, presuponemos que los campos intermedios tienen características compartidas entre sí y otras son específicas de cada país o región. Como rasgos en común, sostenemos que algunos de sus académicos se internacionalizan y otros circulan sólo en el espacio local. Una variable importante al sopesar la intensidad de la internacionalización es la formación doctoral (en cuanto si fue en el país o en universidades del Centro) y el idioma, dado lo que Heilbron llama “regionalización transnacional”. En efecto, los investigadores cuya primera lengua cuenta con muchos hablantes y/o está más extendida como segundo idioma, como el español (ver Baranger y Beigel, 2021) o el inglés (como el caso de las ciencias sociales de la India y su centralidad en la discusión poscolonial; ver Krishnan, 2009), tendrán más posibilidades de internacionalización que otros cuya lengua esté menos extendida o tenga una circulación más restringida en el mundo académico, aunque tenga un número de hablantes importantes, como ha demostrado Sari Hanafi (2011) para las ciencias sociales de los países árabes.
En concreto, en este trabajo exploramos las comunidades de citación de los investigadores del Conicet de Sociología y Ciencia Política y sus referencias a autores europeos, anglosajones, argentinos o latinoamericanos. En los patrones de citación buscamos distinguir el impacto de la formación doctoral, el encuadre disciplinar, las áreas temáticas de investigación, y los sesgos de género. Nuestras hipótesis, presentadas a continuación, buscan evaluar si los investigadores del Conicet en Sociología y Ciencia Política importan modelos de países centrales que generan una preferencia por el mundo anglosajón y el inglés, como ha sido enfatizado en trabajos anteriores (Beigel, 2017; Baranger y Niño, 2023).
H1a. Los investigadores argentinos formados tanto en Argentina como Europa y Estados Unidos siguen parámetros académicos que responden a incentivos y criterios de evaluación locales, en lo que respecta a temáticas y autores citados.
H1b: Los investigadores con doctorado en Argentina citarán menos autores internacionales y más referentes locales que los formados en el exterior.
Estas hipótesis se basan en que comunidades académicas intermedias tienen una dinámica institucional local que afecta los incentivos profesionales. En particular, sostenemos que el grado de especialización de comunidades temáticas en los que se citan los trabajos de dicho subcampo se combina con muchas citaciones compartidas entre comunidades temáticas distintas. Esto se debe a que, al ser un campo intermedio, hay una menor diversificación de la oferta local en relación con los campos centrales, de trabajos según paradigmas y objetos de estudio. De este modo, hay también referencias locales comunes, en particular cuando dan cuenta de temas más macro o de contexto nacional (por ejemplo, dictadura militar, neoliberalismo, posneoliberalismo), así como la referencia común a autores teóricos canónicos, tal como han mostrado Vincent Larivière, Yves Gingras y Éric Archambault (2006) para Canadá. Suponemos también que la formación doctoral en el exterior tendrá un impacto mayor en lo que se ha llamado internacionalización, que en este caso se medirá por citas a autores del Centro.
Las hipótesis 1a y 1b se apoyan en nuestra caracterización de campo intermedio, en contraste con la idea de la reproducción del Centro. En los campos intermedios funcionan incentivos para que los investigadores elijan objetos de investigación valorados en la agenda política y social local, que no los fuerzan a seguir los temas o tendencias dominantes en el Centro. Del mismo modo, el funcionamiento de un campo intermedio permite definir patrones de promoción locales que no reproducen fielmente los criterios del Centro, gracias a cuatro procesos que señalamos a continuación. El primero son los criterios evaluativos de las instituciones locales, en este caso el Conicet. El mismo tiene comisiones de pares que evalúan con parámetros predeterminados el ingreso a la Carrera del Investigador Científico, la promoción de una categoría a otra al cabo de años de permanencia mínima (en general, cuatro años) y una evaluación bianual de todos los investigadores en función de su producción académica. En todas estas instancias de evaluación, las publicaciones son la variable más importante. En este punto, los investigadores en ciencias sociales y autoridades del Conicet lograron en 2015 consensuar criterios que combinan los estándares del norte con los de Argentina. Luego de años de discusiones, se adoptaron criterios de jerarquía de revistas de ciencias sociales y humanas, los cuales, como se dijo, tienen un peso central en los puntajes de las evaluaciones (Conicet, 2021). Esas pautas se basan en índices internacionales como Scopus y EBSCO, pero también consideran a los mejores índices del país y la región, como Scielo y el llamado Núcleo Básico de Revistas Científicas de la Argentina (Conicet, 2014). También se otorga un significativo puntaje a libros de editoriales prestigiosas nacionales y extranjeras. A esto se agrega que en las evaluaciones se califica la relevancia del tema, cuyo puntaje se deja a criterio de los evaluadores, por lo cual, habría incentivos para investigar temas salientes para la agenda local.4
En segundo lugar, el crecimiento de la oferta de programas de doctorado locales incrementó el número de estudiantes con posgrado en Argentina. Sergio Emiliozzi (2020) señala que entre 2003 y 2017 se doctoraron 5 988 estudiantes en Ciencias Sociales en el país. La progresión es muy marcada: mientras en 2001 se posgraduaron 84 personas, en 2016 se sumaron 753, con mayoría de mujeres. Esto influiría en la conformación de más redes locales y menos vínculos internacionales. Es probable entonces que gravite en menor influencia internacional actualizada en aquellos que no han tenido formación doctoral en el extranjero, y una de sus implicaciones es la menor propensión a utilizar otros idiomas y basarse en autores que escriben en español o han sido traducidos a este idioma.
Recién introducimos el tema idiomático, que es el tercer factor. El español es una lengua muy hablada en todo el mundo y hay un circuito ibero y luso-americano de revistas académicas en lengua española, que incluye a muchas de Brasil que publican en español. Esto posibilita una carrera ascendente, con publicaciones prestigiosas según los criterios locales, sin tener mayores incentivos para publicar en inglés. No es de extrañar, entonces, que Ernesto Rubén Gantman (2011) en Economía, Psicología, Sociología y Ciencia Política en el Conicet entre 2004 y 2008, y Alejandro Blanco y Ariel Wilkis en Sociología (2018), encuentren una concentración de artículos en español en publicaciones locales y regionales. Más recientemente, Baranger y Beigel (2021) confirman con nuevos datos que sobre todo se publica en Iberoamérica y que se cita en mayor número trabajos locales.
Así las cosas, esperamos entonces que los investigadores que realizaron su doctorado en Argentina sean diferentes de aquellos formados en el exterior. Hay también un factor económico: por lo general, las revistas en español no cobran por publicar, como muchas de acceso libre (Open Access) de las grandes editoriales de los países anglosajones. Los bajos salarios locales dificultan también el pago demandado y este es otro incentivo para publicar regionalmente. Por último, y esto no es menor, existe un cuantioso acervo de traducciones de autores de los países centrales, particularmente de Francia (ver Dujovne, 2016) en distintas disciplinas, como psicología, sociología y teoría social en general. Todos los factores nombrados, al tiempo que contribuyen al desarrollo de un campo nacional y transnacional regionalizado, disminuyen los incentivos para escribir en otros idiomas, en particular el inglés, como un requisito para una carrera exitosa y algún tipo de internacionalización y, por ende, para seguir los patrones de referencia correspondientes.
Nuestro argumento sobre las lógicas propias del campo intermedio no deja de reconocer los patrones disciplinarios y las tendencias de vinculación con el Centro que estos generan. Por ello, nuestra segunda hipótesis se fundamenta en las diferencias disciplinarias respecto a la localización del Centro académico. En efecto, la élite académica en sociología es más europea. Korom (2020) describe cómo los más citados en lo que denomina la élite académica sociológica incluyen muchos autores que desarrollaron su carrera en Europa. Si bien entre los primeros 10 más citados en 2010 hay cinco anglosajones (Erving Goffman, Talcott Parsons, Charles Tilly, George Ritzer y Anthony Giddens) y cinco europeos, incluyendo tres franceses (Pierre Bourdieu, Emile Durkheim y Michel Foucault), un alemán (Max Weber), y un español (Manuel Castells), los europeos lideran en impacto en cuanto a sus citas. En contraste, Kim y Goffman (2019), en su análisis de los más citados en la Ciencia Política (que excluye a los eméritos y, por ende, está sesgado hacia los más jóvenes), sólo se refiere a profesores basados en Estados Unidos y en su mayoría con doctorados norteamericanos. De hecho, entre los primeros 10, el único formado en Europa es Jon Elster, quien ha sido profesor en Estados Unidos hasta 2022. Es decir, encontramos mayor influencia anglosajona en la Ciencia Política y de Europa continental en Sociología, lo cual debe ser reforzado durante el proceso de formación doctoral, por lo que proponemos:
H2. Distinguiendo entre las referencias a académicos internacionales, los investigadores argentinos repetirán los patrones disciplinarios del Centro en cuanto a su preferencia por autores anglosajones (Ciencia Política) o de Europa continental (Sociología).
En el apartado siguiente explicamos la metodología utilizada para evaluar las hipótesis presentadas y en el siguiente discutimos nuestros resultados, basados en el análisis de las características de los investigadores, así como las palabras clave y las citas de sus artículos con mayor impacto.
Análisis empírico
Como señalamos, nos hemos enfocado en los tres artículos más citados en Google Scholar, incluyendo publicaciones indexadas y no indexadas, con el fin de estimar el impacto intersubjetivo de los trabajos analizados. Entendemos por impacto como la propensión a ser citado por colegas. Para mantener consistencia entre los investigadores y, dado que la difusión del formato “artículo” ha sido considerada como otro indicador de influencia transnacional en el modelo de transmisión de conocimiento que caracteriza a las ciencias sociales argentinas (Beigel, 2017; Guédon, 2011; Vessuri, Guédon y Cetto, 2013; Alperin et al., 2014), nuestro análisis no considera libros enteros, aunque sí capítulos de libros. En concreto, sobre un total de 759 artículos analizados, 628 (82.7%) están escritos en español, mientras que 105 artículos (13.8%) están en inglés, 12 en portugués (1.6%), y 10 en francés (1.3%).
A partir de ese corpus de artículos construimos tres base de datos:
1) Información sobre 253 investigadores Conicet pertenecientes a las disciplinas KS5 y KS1 (Sociología, Comunicación Social y Demografía y Derecho, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales). En la misma base se puede encontrar información sobre nombres y apellidos, edad, categoría Conicet, género, datos sobre la carrera académica en instancias de grado (universidad y titulación), maestría y doctorado, lugar de residencia actual, cantidad de publicaciones hasta 2016 (año en que recogimos la muestra).
2) Información sobre las palabras clave y los tópicos que aborda cada artículo. En el mismo, hay 759 textos analizados correspondientes a 253 investigadores (utilizamos una metodología descrita más adelante para unificar términos equivalentes de palabras clave).
3) Información sobre los 229 autores citados al menos 10 veces en dichos artículos, incluyendo cantidad de citas totales, apellido y nombre del autor/a, su nacionalidad, género, y categorización como clásico internacional, clásico latinoamericano, referente internacional y referente nacional.
Recurrimos a la estadística descriptiva para mensurar el año de publicación, edad de la persona, lugar donde hizo el doctorado y lugar actual de residencia de nuestros casos. Con el objetivo de realizar un análisis en profundidad, utilizamos co-citation analysis mediante igraph package (Csardi y Nepusz, 2006), que nos permitía conocer mejor qué investigadores tienen una mayor tendencia a citarse y a citar autores en común. El objetivo era dilucidar intereses comunes en el interior de las comunidades. Hallamos 31 comunidades, pero sólo se seleccionaron siete para la detección de temáticas en común, descartando las que no contenían más de cinco investigadores. Una vez seleccionadas las comunidades por analizar, se realizaron redes de palabras y se relevaron tópicos con quanteda (Benoit et al., 2018) y con una serie de verificaciones manuales de los mismos.
Las comunidades definidas por co-citaciones a los mismos autores o autoras fueron luego exploradas a partir de las palabras clave5 más usadas dentro de cada comunidad, con el fin de ratificar su conformación temática. A continuación, emprendimos un análisis de dichas palabras clave y se analizaron los autores más citados usando estadística descriptiva y análisis logístico, para dilucidar los patrones de citación dependiendo de variables de formación disciplinaria, dónde habían hecho su doctorado, y el género del investigador o investigadora.
Utilizamos las cinco palabras claves definidas por autores y autoras en cada uno de los tres artículos más citados y las complementamos a partir de la lectura de textos cuando faltaban palabras clave. Después, dos de los autores revisaron en forma independiente todas las palabras clave y simplificaron hacia un código común sobre tópicos relacionados o palabras equivalentes que pudieran ser usadas como sinónimos para facilitar la comparación con el paquete estadístico, con el objetivo de poder realizar análisis de text mining. Por ejemplo, cuando la palabra clave era una provincia o ciudad argentina, se cambió por “Argentina” como palabra clave, que es la más frecuente en todos los artículos analizados. Asimismo, sin desconocer los matices entre los términos, para facilitar el análisis, por ejemplo, se usó “género” para términos que se refieren al tema como “mujer”, “femenina/o”; en el caso de “rural/agrícola/campo” se utilizó “rural”, y palabras como “empleo”, “empleabilidad”, “empleadores” fueron reemplazadas por “trabajo”, entre otras formas de estandarización entre palabras clave cercanas.
Resultados
Análisis de co-citaciones y palabras clave
Uno de los aportes de este trabajo es caracterizar las principales comunidades temáticas de Sociología y Ciencia Política en Argentina. El análisis de las redes entre investigadores en función de a quién citan nos permitió distinguir siete comunidades. Las comunidades fueron generadas usando igraph package (Csardi y Nepusz, 2006) y el algoritmo Walktrap Community (Pons y Latapy, 2005) donde los nodos son tanto los investigadores Conicet analizados en el presente artículo como los autores citados.
En la tabla 1 se puede observar información sobre las diferentes comunidades. Por ejemplo, la comunidad número 4 de Teoría Social es la que tiene mayor cantidad de citaciones y de autores citados. Asimismo, es la comunidad con mayor cantidad de investigadores, en su mayoría sociólogos. En el extremo opuesto, la comunidad de Sociología Rural posee la menor cantidad de citaciones y de autores citados, tiene pocos investigadores, también sociólogos, y con predominancia de mujeres. La comunidad número 3, de Ciencia Política e Instituciones Políticas, cuenta con la mayor proporción total de citaciones en relación con cantidad de autores, tiene 26 investigadores que son politólogos y/o con grado y posgrado en relaciones internacionales, y un porcentaje minoritario de mujeres.
Comunidad | Tópico | Total de citaciones a autores | Cantidad de autores citados | Total de citaciones/número de autores | Cantidad de investigadores | % Sociólogos | % Mujeres | % Argentina | Edad (mediana) |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | SOCIOLOGÍA POLÍTICA/ SISTEMAS POLÍTICOS | 2 027 | 951 | 213 144 | 32 | 87.50 | 59.38 | 56.25 | 48 |
2 | SOCIOLOGÍA RURAL (MIGRACIÓN/GÉNERO) | 1 016 | 486 | 209 053 | 17 | 94.12 | 58.82 | 47.06 | 48 |
3 | CIENCIA POLÍTICA/ INSTITUCIONES POLÍTICAS | 1 993 | 723 | 275 657 | 26 | 19.23 | 34.62 | 38.46 | 47.5 |
4 | TEORÍA SOCIAL | 3 737 | 1 523 | 245 371 | 71 | 98.59 | 54.93 | 47.89 | 47 |
5 | MOVIMIENTOS SOCIALES | 1 801 | 802 | 224 563 | 36 | 88.89 | 44.44 | 44.44 | 44.5 |
6 | SOCIOLOGÍA DE LA CULTURA/ DE LA RELIGIÓN/POLÍTICA/ CUESTIÓN SOCIAL ESPECÍFICA (MIGRACIÓN-DISCAPACIDAD-DELITOS) | 1 718 | 748 | 229 679 | 33 | 90.91 | 30.30 | 42.42 | 51 |
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
Los investigadores se clasifican en comunidades usando Walktrap Community (Pons y Latapy, 2005) y se determinan por los autores en común a los que citan los investigadores. Luego, se eliminan aquellas comunidades con menos de cinco miembros y quedan presentes seis comunidades. En la tabla 2 se puede observar cómo se conforman las mismas, donde cada nodo es un investigador y/o autor citado. En la misma se puede observar que las comunidades 2 y 3 son las más densas, donde hay mayor nivel de citación a autores comunes por parte de investigadores; es decir, es una red más conectada entre sí.
Comunidad | Número de nodos | Número de relaciones | Degree (promedio) | Diámetro de la red | Path Length (promedio) | Densidad de la red | Clustering Coefficient |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Todas | 3 249 | 76 516 | 47 101 | 8 147 | 782.1 | 1 450 | 745 |
1 | 916 | 16 598 | 36 240 | 4 500 | 745 | 0.4 | 883 |
2 | 466 | 7 020 | 30 129 | 2 671 | 911.2 | 0.65 | 893 |
3 | 653 | 13 753 | 42 123 | 3 592 | 755.0 | 0.65 | 848 |
4 | 1 432 | 22 202 | 31 008 | 5 522 | 761 | 0.22 | 843 |
5 | 744 | 10 146 | 27 274 | 3 380 | 710.5 | 0.37 | 855 |
6 | 701 | 9 407 | 2 683 | 5 477 | 783.0 | 0.38 | 862 |
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
El gráfico 1 (en la siguiente página) contiene subplots por comunidad. Cada uno se refiere a una comunidad específica en la que sus nodos son los investigadores y están relacionados por autores citados en común. Como se puede observar, la comunidad 4 es la más numerosa (71 investigadores) y la comunidad 2 la menos cuantiosa (17 investigadores).
El análisis de las palabras clave nos permitió caracterizar estas siete comunidades de investigadores: 1) Sociología Política; 2) Sociología Rural, Migración y Demografía; 3) Instituciones Políticas; 4) Cuestión Social; 5) Movimientos Sociales; 6) Estudios Culturales; 7) una categoría residual que incluye Comunicación, Salud y Relaciones Internacionales. En el Apéndice se encuentra la tabla A.1, con las palabras clave más citadas por cada una de estas comunidades. En cuatro de las siete comunidades predominan las citas de argentinos y en dos de ellas (Cuestión Social y Sociología de la Cultura) los más citados son europeos; Pierre Bourdieu y Michel Foucault son los más citados. Este anclaje en autores argentinos, pero con importantes trayectorias en el exterior, como Guillermo O’Donnell o Ernesto Laclau, que no están entre los más citados en los trabajos sobre los países centrales, se debe a la predominancia de los temas locales entre sus obras.
El estudio de las palabras clave nos dio la pauta que las comunidades de autores son realmente comunidades temáticas más que disciplinarias, como puede verse en la tabla A.1. En todas ellas predomina la palabra “Argentina”, seguida de cerca por “Latinoamérica”, lo que demuestra el foco geográfico de interés de los investigadores argentinos, mientras que las otras palabras clave definen el eje temático con mayor claridad. Sin embargo, hay algunas tendencias disciplinarias, ya que si se considera sólo a los sociólogos en esas comunidades el peso de “Latinoamérica” disminuye significativamente, mientras que se transforma en la palabra más frecuente si sólo se considera a aquellos investigadores con formación politológica. Por otra parte, la formación doctoral no modifica el predominio de la palabra “Argentina”, que caracteriza tanto a aquellos formados en el exterior como en el país (la muestra está dividida por mitades entre estas dos categorías). La categoría del investigador tampoco tiene un efecto en las palabras más usadas.
Las palabras clave muestran un interés en temáticas relevantes para la sociedad argentina desde la transición democrática a mediados de los años ochenta hasta el presente. Por ejemplo, las categorías de Sociología Política se focalizan en “dictadura”, “gobierno militar” y “represión”, mientras que las de la comunidad de Instituciones Políticas lo hacen en “elecciones”, “instituciones” y “partidos políticos”. Si restringimos las palabras más citadas a las usadas por politólogos, vemos que “Latinoamérica” y “Argentina” son las más citadas, seguidas por “elecciones”, “democracia”, “estado”, “movimientos sociales e “instituciones” (ver tabla A.2 en el Apéndice). Entre los investigadores con formación en Sociología, las palabras que predominan, además de “Argentina” y “Latinoamérica”, son “trabajo”, “género”, “rural”, “teoría”, “educación”, “religión” y “juventud”. Es decir, se ve la existencia de comunidades temáticas como un impacto disciplinar en la elección de temas vinculados a la realidad argentina y no necesariamente a los temas más relevantes en el Centro en línea con las expectativas de la H1a.
Análisis de autores más citados
El análisis de los autores más citados refuerza las expectativas de la H1a sobre las características propias de un campo intermedio. Haciendo un corte en nuestra base de datos a los que han sido citados al menos 10 veces por los investigadores analizados, vemos una predominancia de los académicos argentinos (142) sobre los extranjeros (85), en línea con la H1a. Entre estos últimos, los países más representados son Estados Unidos (29), Francia (19), Reino Unido (11) y Alemania (10), lo que muestra la preponderancia europea (tabla 3). Asimismo, los europeos han sido mucho más citados, ya que la mediana de los autores alemanes es 20.5 (gracias a Max Weber especialmente) y la de los franceses es de 16 (Pierre Bourdieu y Michel Foucault dominan al resto), al igual que para los ingleses, para los argentinos 14.5 (con una gran concentración en Maristella Svampa, Guillermo O’Donnell y Ernesto Laclau), y para los estadounidenses cae a 13.5. Es decir, el campo se apoya fundamentalmente en la producción de argentinos, con un aporte importante de autores clave europeos, en línea con Baranger (2011). La tabla 3 distingue a los autores más citados clasificados por comisión de Conicet (Sociología y Ciencia Política).
Sociología, Comunicación Social y Demografía | Derecho, Cs. Política y Relaciones Internacionales | |||
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Autor/a | C. únicas | Autor/a | C. únicas | |
1 | BOURDIEU PIERRE (CI) | 74 | NOVARO MARCOS (RN) | 11 |
2 | FOUCAULT MICHEL (CI) | 36 | O DONNELL GUILLERMO (CL) | 11 |
3 | WEBER MAX (CI) | 36 | ACUNA CARLOS (RN) | 10 |
4 | SVAMPA MARISTELLA (RN) | 30 | LEVITSKY STEVEN (RI) | 10 |
5 | MARX KARL (CI) | 29 | PALERMO VICENTE (RN) | 10 |
6 | GIDDENS ANTHONY (CI) | 28 | TORRE JUAN CARLOS (RN) | 10 |
7 | CASTEL ROBERT (CI) | 26 | MAINWARING SCOTT (RI) | 9 |
8 | KESSLER GABRIEL (RN) | 24 | LEIRAS MARCELO (RN) | 8 |
9 | AUYERO JAVIER (RN) | 22 | NOHLEN DIETER (RI) | 8 |
10 | ELIAS NORBERT (CI) | 22 | SARTORI GIOVANNI (CI) | 8 |
11 | JELIN ELIZABETH (RN) | 22 | DAHL ROBERT (CI) | 7 |
12 | BASUALDO EDUARDO (RN) | 19 | DELAMATA GABRIELA (RN) | 7 |
13 | GOFFMAN ERVING (CI) | 19 | HABERMAS JURGEN (CI) | 7 |
14 | GRAMSCI ANTONIO (CI) | 18 | JONES MARK P (RI) | 7 |
15 | BAUMAN ZYGMUNT (CI) | 16 | SMULOVITZ CATALINA (RN) | 7 |
16 | O DONNELL GUILLERMO (CL) | 16 | TOMMASI MARIANO (RN) | 7 |
17 | SARLO BEATRIZ (RN) | 16 | TULA MARIA INES (RN) | 7 |
18 | FORNI P (RN) | 15 | BORON ATILIO (RN) | 6 |
19 | HABERMAS JURGEN (CI) | 15 | CAVAROZZI MARCELO (RN) | 6 |
20 | BECCARIA LUIS (RN) | 14 | CHERESKY ISIDORO (RN) | 6 |
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
Nacionalidad | Cantidad | Porcentaje | |
---|---|---|---|
1 | ARGENTINA | 142 | 62.56% |
2 | ESTADOS UNIDOS | 29 | 12.78% |
3 | FRANCIA | 19 | 8.37% |
4 | REINO UNIDO | 11 | 4.85% |
5 | ALEMANIA | 10 | 4.41% |
6 | ITALIA | 4 | 1.76% |
7 | MÉXICO | 4 | 1.76% |
8 | ESPAÑA | 2 | 0.88% |
9 | CANADÁ | 1 | 0.44% |
10 | CHILE | 1 | 0.44% |
11 | ESLOVENIA | 1 | 0.44% |
12 | HOLANDA | 1 | 0.44% |
13 | PERÚ | 1 | 0.44% |
14 | URUGUAY | 1 | 0.44% |
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
En línea con la H1a, la tabla 4 muestra claramente la preponderancia de los autores argentinos que se manifiesta en ambas comisiones, aunque hay un predominio de autores clásicos europeos en la comisión de Sociología (tabla 3). En relación con los trabajos sobre los países centrales, en Ciencia Política no hay autores en común con el análisis de Kim y Grofman (2019), mientras que en Sociología el predominio de Bourdieu es similar a lo que presenta Korom (2020) para el mainstream sociológico.
Para explorar los patrones que llevan a citar a autores argentinos o extranjeros, hicimos un análisis estadístico que define la probabilidad de que los investigadores analizados citen autores internacionales usando regresión logística. La tabla 5 presenta nuestros resultados en función de la muestra de autores citados al menos 10 veces por los investigadores que analizamos. En dicha tabla estimamos la probabilidad de que los trabajos citen autores internacionales más que nacionales. La regresión nos permite individualizar los efectos de dichas características, manteniendo constantes los efectos de los otros factores analizados.
Base | Modelo 1 | Modelo 2 | Modelo 3 | Modelo 4 | |
---|---|---|---|---|---|
(1) | (2) | (3) | (4) | (5) | |
genero_investigador MUJER | -0.274*** | -0.218*** | -0.206*** | -0.237*** | -0.275*** |
(0.064) | (0.067) | (0.067) | (0.069) | (0.068) | |
lugar_doctorado ARGENTINA | -0.185*** | -0.281*** | -0.239*** | -0.346*** | |
(0.067) | (0.069) | (0.079) | (0.070) | ||
categoria INV INDEPENDIENTE | -0.409*** | -0.380*** | -0.429*** | ||
(0.072) | (0.073) | (0.073) | |||
categoria INV PRINCIPAL | -0.324*** | -0.351*** | -0.301*** | ||
(0.111) | (0.112) | (0.112) | |||
doctorado_categorias CIENCIA POLITICA | -0.170 | ||||
(0.113) | |||||
doctorado_categorias CIENCIAS SOCIALES | 0.026 | ||||
(0.094) | |||||
doctorado_categorias SOCIOLOGIA | 0.206* | ||||
(0.113) | |||||
disciplina DER, CP y RRII | -0.622*** | ||||
(0.083) | |||||
Constant | -0.275*** | -0.210*** | -0.011 | -0.046 | 0.173*** |
(0.041) | (0.046) | (0.056) | (0.104) | (0.062) | |
R2 (McFadden) | 0.0057 | 0.0101 | 0.0224 | 0.0268 | 0.0402 |
Observations | 609 | 609 | 609 | 609 | 609 |
Log Likelihood | -1 614.893 | -1 607.609 | -1 587.760 | -1 580.594 | -1 558.818 |
Akaike Inf. Crit. | 3 233.787 | 3 223.219 | 3 189.520 | 3 183.188 | 3 133.635 |
Nota: *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01.
El primer modelo es el modelo base. Las categorías baseline son: para el género del investigador correspondiente a “HOMBRE”; para categoría Conicet “INVESTIGADOR ADJUNTO”; para disciplina Conicet “SOCIOLOGÍA, COMUNICACIÓN SOCIAL y DEMOGRAFÍA”; lugar de doctorado “PHD EN ARGENTINA”, y doctorado categoría “RESIDUAL”. Asimismo, hay valores omitidos en la tabla, pero fueron considerados dentro del modelo, como categoría Conicet “INVESTIGADOR SUPERIOR”. El único valor que fue filtrado y omitido en el modelo fue un investigador que no hizo doctorado y, por lo tanto, el lugar de doctorado y la categoría de doctorado corresponden a “SIN PHD”.
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
La tabla 5 muestra que aquellos que tienen un doctorado en Argentina tienen una probabilidad significativamente más negativa de citar autores internacionales, en línea con las predicciones de la H1b sobre el impacto de la formación doctoral. Lo mismo ocurre con los investigadores más avanzados en su carrera y por ende de mayor edad, con las investigadoras mujeres, y con los que están en la comisión de Ciencia Política. El impacto de los politólogos se repite cuando usamos como indicador si el título doctoral es en Ciencia Política, lo que genera también un impacto negativo y significativo sobre las referencias a autores internacionales. El hecho que las predicciones de la H1a se manifiesten con mayor impacto en Ciencia Política es notable, dado que es una disciplina más joven y menos establecida que la Sociología en Argentina.
Nuestros datos avalan el argumento de que Argentina, en tanto campo intermedio, posee sus propias dinámicas con una predominancia de citas a autores locales (aunque no regionales de América Latina), más que una reproducción de los modelos que vienen del Centro, como sugiere la H1a. En este sentido, nos alejamos de la idea de quienes sostienen una dependencia de las ciencias sociales de Estados Unidos y del inglés. En nuestro caso, sobre todo en Sociología, tienen preeminencia los autores europeos, en particular de Francia y Alemania (apoyados fundamentalmente en la traducción al español), y en ambas disciplinas, las referencias locales son centrales.
Siguiendo la H2, investigamos -también usando regresión logística- la probabilidad de que, si los autores citados son extranjeros, sean de origen anglosajón o de Europa continental. Es decir, exploramos si esta opción se vincula con impactos disciplinarios como sugiere H2. La tabla 6 usa solamente los autores extranjeros de la muestra con al menos 10 citas en los tres trabajos más citados por los investigadores del Conicet, con la misma metodología del análisis anterior.
Base | Modelo 1 | Modelo 2 | Modelo 3 | Modelo 4 | |
---|---|---|---|---|---|
(1) | (2) | (3) | (4) | (5) | |
genero_investigador MUJER | 0.103 | 0.174 | 0.157 | 0.152 | 0.233** |
(0.104) | (0.108) | (0.108) | (0.116) | (0.113) | |
lugar_doctorado ARGENTINA | -0.248** | -0.193* | -0.226* | -0.078 | |
(0.108) | (0.111) | (0.126) | (0.117) | ||
categoria INV INDEPENDIENTE | 0.161 | 0.130 | 0.375*** | ||
(0.117) | (0.122) | (0.123) | |||
categoria INV PRINCIPAL | 0.460*** | 0.483*** | 0.122 | ||
(0.177) | (0.183) | (0.193) | |||
doctorado_categorias CIENCIA POLITICA | 0.938*** | ||||
(0.186) | |||||
doctorado_categorias CIENCIAS SOCIALES | -0.281* | ||||
(0.159) | |||||
doctorado_categorias SOCIOLOGIA | -0.437** | ||||
(0.181) | |||||
disciplina DER, CP y RRII | 1.857*** | ||||
(0.161) | |||||
Constant | -0.420*** | -0.349*** | -0.451*** | -0.371** | -0.849*** |
(0.064) | (0.071) | (0.087) | (0.173) | (0.097) | |
R2 (McFadden) | 0.0007 | 0.006 | 0.012 | 0.0748 | 0.1222 |
Observations | 446 | 446 | 446 | 446 | 446 |
Log Likelihood | -704.006 | -700.255 | -696.038 | -651.792 | -618 403 |
Akaike Inf. Crit. | 1 412.012 | 1 408.510 | 1 406.077 | 1 325.584 | 1 252.806 |
Nota: *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01.
El primer modelo es el modelo base. Las categorías baseline son: para el género del investigador correspondiente a “HOMBRE”; para categoría Conicet “INVESTIGADOR ADJUNTO”; para disciplina Conicet “SOCIOLOGÍA, COMUNICACIÓN SOCIAL y DEMOGRAFÍA”; lugar de doctorado “PHD EN ARGENTINA”, y doctorado categoría “RESIDUAL”. Asimismo, hay valores omitidos en la tabla, pero fueron considerados dentro del modelo, como categoría Conicet “INVESTIGADOR SUPERIOR”. El único valor que fue filtrado y omitido en el modelo fue un investigador que no hizo doctorado y, por lo tanto, el lugar de doctorado y la categoría de doctorado corresponden a “SIN PHD”.
Fuente: Elaboración propia con base en 759 artículos de 253 autores de nuestra base de datos.
Los resultados de la tabla 6 muestran que la probabilidad de citar autores anglosajones, más que de Europa continental, en el último modelo es significativamente mayor para las investigadoras mujeres, mientras que los efectos de categorías de investigador no son robustos. Más importante, esta probabilidad cae significativamente para los investigadores e investigadoras que hicieron su doctorado en Argentina menos vinculados al Centro anglosajón, acorde con la H1b. Vinculamos este resultado con la mayor traducción de autores europeos señalada anteriormente. Sin embargo, el efecto disciplinario definido en la H2 es también muy significativo estadísticamente. La probabilidad de citar autores anglosajones más que europeos crece significativamente para los investigadores en la comisión de Ciencia Política, y lo mismo ocurre para aquellos cuya formación doctoral ha sido en Ciencia Política, como sugiere la H2, sobre patrones disciplinarios. Es decir, incluso cuando esta disciplina tiende a citar menos autores extranjeros que locales, al hacerlo se vuelca por aquellos de origen anglosajón. Por el contrario, si la formación doctoral fue en Sociología, el efecto es negativo y lo mismo ocurre con la formación en Ciencias Sociales -el título otorgado por la Universidad de Buenos Aires y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) que puede ser entregado tanto a sociólogos como a politólogos. Este resultado está en línea con las tradiciones de ambas disciplinas en el Norte Global y con el mayor desarrollo de la Ciencia Política en el mundo anglosajón y especialmente en Estados Unidos y de la Sociología en la Europa continental, especialmente Francia y Alemania. Este análisis estadístico apoya la inferencia descriptiva anterior vinculada al origen de las formaciones de los sociólogos, a la mayor traducción en ciencias sociales de autores franceses (Dujovne, 2016) y a una mayor propensión de autores clásicos o de teorías de alto alcance de estos países que sirven como citas para trabajos muy diversos y que encontramos en la Sociología de los países centrales también.
En resumen, los resultados presentados del análisis de comunidades de co-citación respecto a las palabras claves y los autores más citados proveen evidencia para nuestras tres hipótesis y confirman la constitución de un campo intermedio en las ciencias sociales argentinas, con patrones temáticos propios y mayor independencia del centro anglo-europeo. Se mantienen, sin embargo, patrones disciplinarios respecto a la preferencia dentro de los autores internacionales: Sociología cita más a autores europeos continentales y en particular franceses, y Ciencias Política, anglosajones.
Conclusión
En el marco de una controversia sobre el carácter dependiente o no de nuestras ciencias sociales, caracterizamos a Argentina como un campo académico intermedio y buscamos probar una serie de hipótesis vinculadas con su funcionamiento. Para definir las características propias de un campo intermedio, este artículo ha examinado los patrones de co-citación y las temáticas estudiadas en los tres trabajos más citados producidos por los investigadores de las Comisiones de Sociología y Ciencia Política del Conicet, la institución científica más prestigiosa del país. A partir de una base de datos original con las publicaciones más referenciadas de 253 investigadores, mostramos que la dimensión del campo, los criterios de evaluación y la existencia de circuitos de publicación prestigiosos en Iberoamérica generan incentivos para que los investigadores se aboquen a temas de relevancia local, citen autores sobre todo nacionales o que trabajan sobre el país y publiquen en español. De este modo, a diferencia de lo que muestran los trabajos basados en criterios que podríamos llamar aspiracionales o de autopercepción de prestigio (esto es, cuando los propios investigadores eligen sus publicaciones más importantes), nuestros datos muestran que los trabajos sobre temáticas locales son los más citados por sus pares, en coincidencia con Baranger (2011). Estos patrones son particularmente notables, dado que se reflejan tanto entre investigadores formados en Argentina como en el exterior, aunque el efecto de la formación doctoral en Argentina está claramente vinculado con la citación de autores locales, ya que la formación local parece reforzar la influencia de la obra escrita o traducida al castellano (que tiende a ser europea más que estadounidense y de autores clásicos de las ciencias sociales).
A la vez, encontramos que la sociología tiene más influencia de Europa continental que anglosajona, como lo han señalado trabajos de los países centrales, pero que la ciencia política está menos influida por los trabajos anglosajones de lo esperado. No obstante, como era de suponer, sus citaciones internacionales provienen más del mundo anglosajón que de Europa continental. Por lo demás, el gran ausente en el campo de citaciones son los trabajos de otros países de América Latina. Hay, entonces, un espacio ibero, pero sobre todo latinoamericano, de publicación, pero esto no se acompañaría de una similar influencia académica, al menos si nos guiamos por las citas de sus colegas de Argentina, en línea con Piovani (2019).
Para concluir, nuestro objetivo ha sido plantear el interés de analizar los campos intermedios como el argentino (y presumiblemente otros de nuestra región, así como de otras “semiperiferias”) con arreglo a su propia lógica institucional, dentro de la cual la relación con el Centro es una variable más, pero no es la única ni a menudo la central que gravita en la organización y jerarquización del campo. Un corolario pesimista de nuestros hallazgos es que creemos haber echado luz sobre la lógica subyacente a la ya consabida escasa presencia de las ciencias sociales argentinas -y, podríamos aventurar, latinoamericanas- en los debates nodales de las ciencias sociales centrales. Para decirlo en pocas palabras: no hay suficientes incentivos para una mayor internacionalización. Otro resultado poco satisfactorio es que el proceso de “regionalización transnacional” parece ser, para decirlo de un modo, incompleto. A fin de cuentas, el grado de regionalización alcanza a la publicación en otros países, dado que habría un “mercado” de publicaciones prestigiosas en español allende las fronteras del país que puede absorber parte de una producción local que excedería la demanda de las publicaciones locales más jerarquizadas pero que, en contrapartida, no se verifica una presencia de los autores de la región en las citas. Sin embargo, la buena noticia es que la lógica del campo revela como una importante pauta subyacente el imperativo de vinculación de las ciencias sociales con los problemas y debates de la sociedad, lo que ha primado en el espíritu fundador como el sentido y los objetivos nodales de nuestras disciplinas. Para concluir, debemos recordar que nuestro trabajo sólo puede dar cuenta del caso argentino, por lo cual sería de gran interés poder desarrollar otros estudios con una metodología comparable; en particular nos referimos a relevar los trabajos más citados, para poder comparar campos académicos de diferentes países de América Latina. En particular, porque hay crecientes esfuerzos por desarrollar criterios de evaluación e incentivos propios de América Latina, especialmente la iniciativa Foro Latinoamericano de Evaluación Científica-Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, y trabajos de este cariz podrían ofrecer información necesaria para incentivar una mayor circulación regional e internacional de la pujante producción científica de las ciencias sociales latinoamericanas.