Antecedentes
El autolesionismo comprende las conductas encaminadas al daño físico de la propia persona, sin importar el tipo de lesión infringido, el motivo para lesionarse o la presencia de intención suicida. Sin embargo, para fines prácticos y de reporte, se hace la diferenciación en actos de autolesionismo sin fines suicidas e intentos suicidas.1 Estas conductas son un fenómeno en aumento entre la población adolescente y pueden ser consideradas como un predictor de muerte, ya que su presencia se asocia a incrementos de hasta 10 veces en el riesgo de suicidio.2 Se estima que la prevalencia de estas conductas en adolescentes es del 13% y del 26% en los que presentan pensamientos suicidas.3 En México se ha reportado una prevalencia del 5.6 al 17.1%, de acuerdo a la definición de autolesionismo que se emplee.4
La evaluación sistemática de las causas del autolesionismo puede ayudar a los médicos a comprender mejor el sentido de las conductas autolesivas, seleccionar el tratamiento apropiado, sugerir estrategias alternativas, y en el futuro, prevenir conductas suicidas.5 La evaluación continua, el uso de múltiples informantes, y una combinación de medidas de autoinforme con entrevistas psiquiátricas son las herramientas actualmente utilizadas para identificar conductas autolesivas en la práctica clínica.6
Como un complemento a estas herramientas, Ougrin y Boege desarrollaron recientemente un cuestionario para identificar el autolesionismo en adolescentes.6 El Cuestionario de autolesionismo (SHQ por sus siglas en inglés) es un cuestionario auto-aplicable de 15 reactivos enfocado en identificar la presencia de pensamientos y conductas autolesivas en adolescentes. Las primeras tres preguntas son de tamizaje para determinar la presencia de autolesionismo; las preguntas restantes se enfocan en los aspectos específicos de la conducta autolesiva: último episodio, método utilizado para autolesionarse, motivación, vivencia durante el autolesionismo, finalidad de la autolesión, presencia de consumo de sustancias durante el acto, planeación y ejecución del mismo y presencia de comunicación del episodio a otra persona. Los autores encontraron que la sensibilidad de la escala para detectar autolesionismo es de 95%, su sensibilidad de 35%, su valor predictivo positivo de 72% y su valor predictivo negativo de 90%.
Debido a la utilidad del SHQ para identificar en forma rápida y precisa el autolesionismo, el objetivo de esta investigación fue validar al idioma español y en población mexicana el SHQ y determinar su valor diagnóstico para detectar conductas autolesivas en adolescentes que reciben atención psiquiátrica por medio de la comparación del resultado con el diagnóstico clínico registrado en el expediente.
Método
Participantes
Previa evaluación y aprobación del estudio por el Comité de Ética en Investigación de la Clínica Psiquiátrica "Dr. Everardo Neumann Peña" (registro CEI-CPENP-13-07), se seleccionó una muestra por conveniencia de 106 adolescentes de entre 11 y 17 años de edad sin historia de retraso mental, trastornos generalizados del desarrollo o psicosis y que se encontraran en seguimiento por trastornos afectivos, trastornos del comportamiento o ansiedad por al menos tres meses antes del inicio del estudio. Los pacientes fueron captados en la consulta externa de psiquiatría infantil de la Clínica Psiquiátrica "Dr. Everardo Neumann Peña", en la ciudad de San Luis Potosí, México, durante el periodo comprendido entre octubre de 2013 y marzo de 2014. Los participantes y sus tutores legales leyeron y firmaron el consentimiento informado para participar voluntariamente en el estudio, en todo momento se siguieron los principios sobre investigación en humanos que marca la Declaración de Helsinki en su revisión 2013.7
Adaptación de la escala
Para la adaptación de la escala al idioma español se siguió el procedimiento de traducción-retrotraducción.8 Posterior a obtener el consentimiento de los autores de la Escala SHQ, un traductor con experiencia clínica realizó la traducción de la misma al español y posteriormente un traductor independiente angloparlante retrotradujo la versión en español al inglés. Esta nueva versión fue revisada por los investigadores del estudio que en consenso determinaron la adecuación al texto original.
Prueba piloto
Se seleccionaron 20 sujetos al azar para la aplicación de la Escala SHQ traducida al español (SHQ-E) para determinar el tiempo promedio de aplicación de la prueba, la comprensibilidad del texto y para evaluar la presencia de dudas respecto a algún concepto de la Escala. De acuerdo al resultado de la prueba, no se requirió modificar el texto original (Anexo 1).
Validación de la escala SHQ-E
Se determinó la consistencia interna de la SHQ-E mediante el coeficiente de Habilidad a de Cronbach, y para el estudio de Habilidad temporal, se determinó el coeficiente de correlación de Spearman a través de una prueba test-retest en una muestra aleatoria de 37 sujetos al cabo de tres meses de la primera administración de la prueba.
Adicionalmente, un investigador cegado al resultado de la escala realizó una revisión del expediente clínico de los 106 pacientes evaluados para determinar si existía registro de la presencia de autolesionismo en las notas de las valoraciones de paidopsiquiatría, psicología y/o el servicio de terapia familiar, a fin de realizar un análisis de la sensibilidad y especificidad del cuestionario para detectar el fenómeno.
Finalmente, a través de un modelo loglineal se determinó la presencia de diferencias entre la proporción de pacientes con autolesionismo consignado en el expediente, de acuerdo a su diagnóstico clínico.
El análisis estadístico se realizó con el paquete R v.3.0.39con un nivel de confianza de 95%.
Resultados
Las características sociodemográficas de los participantes del estudio se resumen en la Cuadro 1. La media de tiempo necesario para la aplicación del SHQ-E fue de 15 ± 1.19 minutos.
El SHQ-E presentó una α de Cronbach de 0.960, IC 95% (0.954 - 0.966) y una estabilidad temporal a tres meses de 0.9787, IC 95% (0.959 - 0.989), p <0.001.
Mediante el SHQ-E se identificaron 74 pacientes con autolesionismo y 32 sin éste. En el expediente se identificaron 49 pacientes con autolesionismo y 57 sin él (Cuadro 2). La sensibilidad del SHQ-E para detectar autolesionismo fue de 97.96%, con una especificidad de 54.39%. El valor predictivo positivo de la prueba fue de 64.86% y el valor predictivo negativo de 96.88%; la razón de verosimilitud positiva (LR+) fue de 2.15, y la razón de verosimilitud negativa (LR-) de 0.04.
No se encontraron diferencias significativa entre la proporción de pacientes que se autolesionan de acuerdo a su diagnóstico clínico, excepto entre los pacientes con distimia y con trastorno depresivo mayor (OR = 2.44, IC 95% 1.54 -3.64, p <0.001) (Cuadro 3).
Discusión y Conclusión
Los resultados de este estudio sugieren que el SHQ-E es una herramienta válida y confiable, ya que su consistencia interna de 0.96, indica una excelente Habilidad.10
La estabilidad temporal de la prueba fue excelente (0.97) y es muy similar al reportado por Ougrin y Boege (0.95).6 En ambos estudios el test-retest fue hecho a tres meses, por lo que habrá que analizar en estudios posteriores si la consistencia se mantiene por periodos más prolongados de tiempo.
Los valores predictivos de la prueba, 64.86% (positivo) y 96.88% (negativo), fueron similares a los del artículo original, 72.0% y 90.0%, respectivamente.6 Esto indica el potencial de uso que tienen las primeras tres preguntas de tamizaje para descartar con precisión la presencia de autolesionismo en los adolescentes.
Estos resultados indican que tanto el SHQ como el SHQ-E son herramientas que poseen buena validez externa, lo que pudiera implicar que pueden ser generalizados a otras poblaciones, sin embargo, en ambos casos, los pacientes estudiados fueron adolescentes atendidos en servicios de consulta externa de psiquiatría, por lo que habrá que investigar si realmente los valores predictivos se mantienen consistentes.
La principal limitación de este estudio, al igual que en el estudio original, es que sólo se enfocó en la detección de las conductas autolesivas, por lo que aún no es posible determinar si el puntaje obtenido exhibe asociación con aumento del riesgo de suicidio y si este gradiente se mantiene constante entre los episodios. Adicionalmente, parte de la encuesta es sólo cualitativa, por lo que su utilidad es para fines de recabar información, y no para establecer gradientes de severidad.
Llama la atención que no se encontraron diferencias significativas entre el diagnóstico clínico y la presencia de autolesionismo, excepto para los pacientes con distimia y los pacientes con trastorno depresivo mayor. Probablemente este fenómeno se debe al tamaño de la muestra de los grupos, y aumentándola sería posible observar la presencia de diferencias.
La identificación rápida y oportuna de los adolescentes que se autolesionan es de suma importancia para evitar suicidios. El uso de la SHQ-E puede ayudar a identificar en forma precisa a estos pacientes.