Sr. Editor:
El SARS-CoV-2 ha producido a la fecha más de 71,298,626 infectados y más de 1,599,608 muertos en todo el mundo1.
Con referencia a estudios previos, se sabe que el virus se propaga con rapidez de persona a persona por vía aérea a partir de gotículas, fómites, contacto y posiblemente aerosoles2.
La ruta ocular se ha descrito como una vía secundaria de transmisión y propagación del virus, debido a la extensión de los tejidos oculares, la superficie de contacto, los receptores y la fisiopatología. Los ojos deben considerarse como posible antesala de la diseminación del virus hacia la nasofaringe y de esta hacia la vía respiratoria2. Así mismo, el compromiso ocular en la COVID-19 se ha descrito como un factor pronóstico del riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar grave.
Es evidente, entonces, que se debe contener la diseminación del SARS-CoV-2 por ambas rutas, la respiratoria y la ocular2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), como respuesta al consenso internacional de expertos, ha recomendado estrategias de prevención y control de infecciones, entre las que destacan distanciamiento físico mínimo de 1 metro, precauciones al toser y estornudar, lavado de manos frecuente, uso de cubrebocas (barbijos, mascarillas o máscaras) de grado no médico (tela reutilizable) para la comunidad y cubrebocas de grado médico (respiratorios o autofiltrantes: FFP2, FFP3, N95 o N99) para enfermos y trabajadores de la salud2-4.
Las caretas plásticas para protección ocular y protección adicional de nariz y boca se recomiendan, hasta ahora, solo para personal de salud en áreas que atienden enfermos de COVID-192.
El objetivo de este comunicado es exhortar a la población general fuera de entornos hospitalarios y al personal de salud en instituciones no COVID-19 a usar cubrebocas (barbijos, mascarillas o máscaras) junto con una careta plástica (pantalla facial) para proteger las rutas respiratoria y ocular en la transmisión del SARS-CoV-2.
Esta recomendación tiene su sustento en pruebas de simulación en laboratorio, las cuales han demostrado que el uso de cubrebocas no médicos (reutilizables de tela) no es eficiente para evitar la transmisión del SARS-CoV-2 a distancias menores de 1 metro, al igual que usar caretas plásticas como único medio de protección tampoco evita la transmisión del virus.
Ante la evidencia del aumento en el número de casos en todo el mundo, y hasta que la mayoría de la población mundial haya sido vacunada contra el SARS-CoV-2, es necesario buscar nuevas alternativas de protección.
En respuesta, la OMS ha hecho un llamado a la comunidad mundial para prevenir los contagios: ¡Do it all! (¡Hágalo todo!)5.
El uso de cubrebocas de tela en la población general y de cubrebocas de grado médico en el personal de salud, y sobre ellos una careta plástica, puede sumarse al esfuerzo. Hagamos todo para prevenir más infectados y más muertos. No debemos rendirnos, agrega la OMS6.