Introducción
La mentoría, es una forma eficaz de acompañar a los adolescentes en los problemas que enfrentan hoy, pues les ayuda a sostener una salud mental positiva, a afrontar el estrés, favorece la toma de decisiones de manera libre e informada sobre aspectos de la salud sexual y reproductiva y medidas de prevención y de autocuidado, así como llevar una vida satisfactoria; por lo que es necesario apostar por estrategias que favorezcan el empoderamiento de la salud reproductiva del adolescente1,2,3.
Un aspecto fundamental de la adolescencia está constituido por la sexualidad, que está ligada al humano como ser biológico y es un proceso netamente natural, que modifica los patrones sociales. La adolescencia debe ser una etapa de disfrute pleno y para ello resulta indispensable una adecuada orientación. Diversos estudios en adolescentes señalan la necesidad de recibir educación sexual y reproductiva en la niñez y adolescencia, lo que pone en evidencia que los adolescentes reafirman la importancia de una educación temprana para la sexualidad4,5,6.
En el mundo, cada año se embarazan aproximadamente 16 millones de adolescentes, cuyas edades oscilan entre los 15 a 19 años y 2 millones de adolescentes menores de 15 años. Cerca de 15 millones de estas adolescentes usan algún método anticonceptivo moderno. En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (Enandid), en el país ocurren 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad; ello refleja un aumento con relación a la encuesta de 2009, cuando ocurrieron 70 nacimientos en este mismo grupo7. En 2018, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), reportó 46 nacimientos por cada 1,000 adolescentes, mientras que las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe, siguen siendo las más altas a nivel mundial; se estiman 66.5 nacimientos por cada 1,000 adolescentes entre los 15 y 19 años8.
Los problemas que enfrentan los adolescentes con su salud reproductiva son variados y complejos; incluyen conductas sexuales de riesgo, embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 9,10. La adolescencia es una etapa en donde se deben probar límites, así como reafirmar valores y restricciones. Los adolescentes deben decidir qué modelos escoger, cómo comportarse, cómo ejercer sus derechos y asumir cómo compartir sus responsabilidades. Es una etapa de la vida que requiere de atención, de información objetiva, y de opciones que puedan facilitar un desarrollo armónico y un camino firme hacia la vida adulta11.
La salud reproductiva se relaciona con el bienestar físico, emocional y social, sin compulsión, discriminación o violencia; por tanto, el empoderamiento se convierte en una herramienta para promover la salud reproductiva, la igualdad de género, así como eliminar todas las formas de violencia para asegurar el acceso equitativo a los recursos en salud reproductiva y asegurar el derecho básico a tomar decisiones en la vida del adolescente. Para empoderar a los adolescentes en salud reproductiva, sus necesidades deben identificarse sobre la base del contexto social y los servicios de salud deben proporcionarse de acuerdo a las estructuras biológicas, cognitivas y psicosociales que se adapten para satisfacer sus necesidades12,13.
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano; está marcada por un cambio en las expectativas, en relación no solamente con las funciones sexuales y reproductivas, sino también con el status social. En esta etapa se dan con mayor intensidad conductas de riesgo, que aumentan la fragilidad en la toma de decisiones erróneas; ya sean realizadas por el individuo o la comunidad. Estas conductas son múltiples y pueden ser biopsicosociales, en las que contribuyen diferentes características propias de la edad; que pueden llevar a consecuencias nocivas, como la influencia de los factores sociales (consumo de drogas y alcohol, grupos de pandilleros, etc.) que se asocian con el inicio prematuro de relaciones sexuales, que provoca embarazos no deseados a temprana edad y que favorece los riesgos de salud de los adolescentes, aumento en las ITS en México; las ITS se ubican entre las 10 primeras causas de morbilidad general en el grupo de 15 a 44 años de edad14,15.
Después de considerar este contexto, se plantea favorecer el empoderamiento del adolescente para que sea capaz de asumir las decisiones sobre su vida tanto presente como futura, eligiendo de manera reflexiva la toma de decisiones. Con base en lo expuesto, se plantea la mentoría como estrategia de enfermería para demostrar su efectividad en el ámbito del empoderamiento en salud reproductiva del adolescente16,17.
Los adolescentes están tomando decisiones que tienen consecuencias permanentes, sin orientación o apoyo de los adultos, y sin disponer de los conocimientos y la información que permitan el cuidado de sí mismos. La mayoría de los adolescentes del mundo, reciben poca educación sexual y reproductiva que contenga información de calidad, que les aporte habilidades, actitudes y conocimientos para ejercer la vivencia de su sexualidad sana, de tal forma que les ayude a vivir de manera plena con equidad, empoderamiento y libres de discriminación18,19. Es urgente trabajar con adolescentes, en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, para que tomen conciencia del ejercicio de la salud20.
A pesar de que la adolescencia es considerada dentro de los períodos más sanos de la vida humana, al integrar los factores biológicos, psicológicos y sociales, cada día son visualizadas una serie de problemas de salud a los que se debe enfrentar esta población y que limitan su desarrollo sano e integral. Se debe diferenciar entre los riesgos propios de la condición biológica, riesgos del comportamiento y riesgos determinados por el entorno. Las medidas asociadas con disminuir estos tipos de riesgos, pueden reducir la morbilidad y mortalidad en adolescentes21. De acuerdo con los datos analizados, la primera relación sexual cada vez ocurre en estadios de la vida más tempranos y mientras más pronto ocurre el primer coito, mayor es el número de parejas sexuales que tienen y por lo tanto los riesgos, como los embarazos e ITS, se multiplican. Las estadísticas muestran que el inicio de la actividad sexual ocurre alrededor de los 16 años, con un creciente índice de embarazos en adolescentes y la presencia de SIDA en jóvenes. El embarazo no planeado en esta etapa de la vida se asocia con el inicio temprano de relaciones sexuales y el uso inconsistente de métodos anticonceptivos22.
Empoderar a los adolescentes en salud reproductiva, puede contribuir a la toma de decisiones de acuerdo a sus deseos23. Para lograr el empoderamiento, existen diversas estrategias como la mentoría que se da a través de un proceso de enseñanza-aprendizaje, en donde el adolescente debe descubrir la realidad y la cultura en la que está inmerso, a través de la interacción con el que le guía en este proceso; estableciendo lazos coherentes, positivos y emocionales con los mentores responsables; los adolescentes pueden sentirse seguros, el énfasis de la mentoría es favorecer el desarrollo pleno para ser mejores seres humanos; su finalidad es ayudar al otro a trazar y alcanzar sus metas para vivir satisfactoriamente24.
Un cambio exitoso en la edad adulta, necesita capacidades y condiciones para estructurar el pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades sociales y de negociación para reaccionar ante experiencias de vida, tanto positivas como negativas y en consecuencia, tomar decisiones de la vida cotidiana, incluyendo la salud reproductiva y la sexualidad25. El empoderamiento y el progreso de los adolescentes es fundamental para eliminar las desigualdades, lo que asegura que aprendan a tomar mejores decisiones, desarrollar la estima personal, ser autosuficientes y saber comunicarse, por lo tanto, existen probabilidades de posponer el matrimonio y usar los servicios de salud que les permitan mantenerse sanos26.
Las cifras altas de embarazo y el bajo e inconsistente uso de métodos anticonceptivos en los adolescentes reflejan una problemática muy profunda; el débil reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes, que se refleja en diferentes obstáculos, desde las normas e instituciones sociales y que afectan la manera en que el adolescente entienda y viva su salud reproductiva; en ese sentido se ubica a los adolescentes como un grupo carente de poder en relación a esta dimensión de salud reproductiva en sus vidas27.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adolescentes tienen requerimientos básicos que necesitan ser satisfechos como los siguientes: nutrición, ejercicio y recreación, además de contar con ambientes seguros, oportunidades y acceso con equidad a una amplia gama de servicios. El empoderamiento es un concepto clave que supone el acceso al poder y participación, así como al control de las decisiones que afectan la vida del adolescente; en este sentido la función mentora de la enfermería, la entendemos como el empoderamiento del adolescente, a través del reconocimiento de sus derechos y capacidades, aceptando sus aportes y decisiones, favoreciendo así su autocuidado mediante una eficaz promoción de la salud, que ofrece oportunidades prácticas de fortalecer habilidades y capacidades individuales 28,29.
El presente trabajo es una revisión bibliográfica sobre la mentoría como factor clave para lograr el empoderamiento adolescente en salud reproductiva, quienes por el contexto en el que se desarrollan se encuentran en situación de riesgo social. El objetivo de esta revisión es conceptualizar acerca de la definición e importancia de la mentoría como estrategia para favorecer el empoderamiento adolescente y la relación con las intervenciones desarrolladas desde el ámbito de la enfermería, en la promoción de la salud; la revisión enfatiza la relación con las estrategias causales que empoderan a los adolescentes y si los efectos de empoderamiento observados pueden o no atribuirse a la mentoría como estrategia de enfermería.
Materiales y métodos
Siguiendo los métodos tradicionales de búsqueda, se realizó una revisión sistemática de 163 artículos de los cuales, se seleccionaron 8 artículos de investigación sobre el impacto de la mentoría en el proceso de empoderamiento en salud reproductiva del adolescente, utilizando los siguiente descriptores en Ciencias de Salud se identificaron cinco: (1) mentoring, (2) empowerment for health, (3) reproductive health, (4) adolescent, y (5) health strategies, los artículos publicados entre 2013 a 2019 en revistas indexadas, teniendo como base de datos electrónicas BVS, TRIPDATEBASE; PUBMED; Scielo, y fuente de información en revistas basadas en la evidencia, como Cochrane, etc. Tras realizar la selección de la literatura con resultados no tan favorables para el desarrollo del trabajo, se decidió eliminar uno de los criterios de inclusión (5) y modificar la orientación del trabajo hacia el análisis de las distintas dimensiones, para obtener conclusiones a partir de ellas. Se siguieron los siguientes criterios de inclusión: los artículos debían hacer referencia a la mentoría para el aumento del empoderamiento, debían contemplar el empoderamiento en salud sexual y reproductiva, el lenguaje de publicación debía ser en inglés o español, todos los artículos debían ser publicados y debían utilizar las variables a analizar. En cuanto a criterios de exclusión se desarrolló el proceso de búsqueda en títulos y resúmenes de artículos, elaborados por expertos y publicados, para así detectar los que realmente favorezcan la revisión. Tras la búsqueda se descartaron artículos que trabajasen en una línea diferente a la de la revisión, y por último se realizó un análisis completo de los artículos que se utilizarían para la revisión, que tuvieran relación con la mentoría en enfermería y el empoderamiento adolescente en salud reproductiva, reduciendo así el volumen de materiales a manipular; proceso que llegó a un total de 8 artículos, con calidad metodológica y con suficiente información relevante para responder al objetivo planteado. Se revisaron adicionalmente artículos e informes de organismos internacionales, así como documentos de organismos nacionales responsables en materia de salud reproductiva en el adolescente.
Resultados
El empoderamiento es una filosofía que reconoce el proceso mediante el cual, las personas desarrollan las capacidades necesarias para mejorar su vida. La esencia del empoderamiento se apoya en los siguientes tres puntos importantes: enseñar, educar y apoyar. El empoderamiento está dirigido a ayudar a los adolescentes a la autodeterminación y autonomía, para que ejerzan su derecho en la toma de decisiones en salud reproductiva30. Desde la filosofía de empoderamiento, el comportamiento se concibe como un síntoma de sus pensamientos, sentimientos y creencias. Ha demostrado ser un marco eficaz para basar intervenciones para la salud reproductiva, mejorando el cambio de comportamiento31.
El empoderamiento es un proceso, que mediante la fuerza y la dirección del cambio se manifiesta en la eficacia de la intervención, es definido en la manera en que se ayuda a los adolescentes a desarrollar la capacidad de ser responsables de su propia vida y tener el dominio de su salud reproductiva. Empoderar a los adolescentes, los conduce a tomar mejores elecciones de salud reproductiva, lo cual a su vez contribuye a una reducción de embarazos no deseados y muerte materna 32,33. Las estrategias de empoderamiento, representan un pilar fundamental del enfoque de derechos humanos. Dichas estrategias se dirigen a apoyar a los adolescentes, considerados sujetos de derecho, a fin de que puedan reconocer y reclamar tales derechos, ser agentes activos del desarrollo y asumir el control de su salud reproductiva33. Las inversiones insuficientes para prevenir embarazos no planeados, abortos inseguros, infecciones de transmisión sexual, violencia de género, y asegurar el acceso a servicios de atención médica apropiados, restringen las oportunidades y exponen a los adolescentes a riesgos innecesarios, mientras que las inversiones suficientes como programas de empoderamiento, pueden arrojar resultados favorables34.
Ofrecer a los grupos adolescentes información suficiente, oportunidades, recursos y apoyos que orienten sus decisiones en aspectos sexuales y reproductivos, tiene un carácter estratégico. Las opciones que eligen los adolescentes, las metas que se plantean y las oportunidades que se les ofrecen no son simplemente preparatorias; constituyen una parte significativa e importante de su vida. Las decisiones que toman en la adolescencia, pueden resultar benéficas o perjudiciales, tanto a ellas y ellos, como a su familia y comunidad35.
El enfoque de empoderamiento facilita a los adolescentes a reflexionar sobre sus actos y conductas en salud reproductiva, la utorreflexión que ocurre se basa en la relación de la seguridad psicológica, calidez y respeto indispensables para asegurar las bases del cambio del comportamiento autodirigido, lo que conduce a una mayor conciencia y comprensión de las consecuencias de sus decisiones de automanejo. Por lo tanto, el empoderamiento permite que el adolescente, pueda actuar de forma autónoma, fije sus propias metas de autocuidado en salud reproductiva, y disminuya el perfil de riesgo de embarazo no deseado e ITS; como intervención de enfermería permite abordar de una manera diferente la información convencional sobre salud sexual y reproductiva, teniendo como base la mentoría en la promoción de la salud, mejorando así la autonomía en la toma de decisiones del adolescente.
Panorama internacional
La forma en que los adolescentes conectan con su mundo social, influye en su salud y desarrollo y les protege frente a conductas de alto riesgo. El alto índice de embarazo en adolescentes podría atribuirse al manejo inefectivo de políticas relacionadas con educación sexual y reproductiva, para hacer frente al aumento de las primeras relaciones sexuales a edades más tempranas. El empoderar al adolescente utilizando la mentoría en salud reproductiva, contribuye a ayudarlo a tomar decisiones propias, en lugar de tomar decisiones hechas en su nombre36.
En México, la fecundidad de todas las mujeres ha disminuido a lo largo del tiempo (de 3.3 hijos entre 1989 a 1991 y 2.2 en 2006 a 2008), en adolescentes esta continúa siendo elevada. La tasa de fecundidad en mujeres de 35 a 39 años, es de 41 hijos/1,000 mujeres, mientras que entre adolescentes (15 a 19) esta es de 70, según datos de la Organización Panamericana de Salud (OPS) 37. En materia de salud, existe una brecha de género, pues de cada 100 hombres sólo 58 mujeres tienen acceso directo a servicios públicos de salud; mientras que en el área de salud sexual y reproductiva, la brecha es más pronunciada y es necesaria la implementación de políticas de salud para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. La salud reproductiva es determinante para el desarrollo integral, se relaciona directamente con la toma de decisiones autónomas sobre su propio cuerpo y en otros ámbitos de la vida, la protección y garantía de los derechos sexuales debe ser una prioridad, la salud es una herramienta fundamental del empoderamiento38,39.
Los nacimientos de madres menores de 20 años representaron 18.8%. Las adolescentes sin escolaridad, muestran la tasa más alta de fecundidad (180/1,000 mujeres), en tanto que entre las que tienen una escolaridad de secundaria o más, esta tasa es de 60/1,000 mujeres. Se ha documentado que el 40% de las mujeres que se embarazan en la adolescencia, no planean o no desean el embarazo en ese momento. En estratos sociales desfavorecidos el embarazo temprano es una práctica prevalente40.
En un estudio realizado titulado “La influencia del control del comportamiento percibido, la actitud y el empoderamiento en el uso reportado de condones y la intención de usar condones entre adolescentes en zonas rurales de Tanzania”, se tiene mayor uso del condón con actitudes de empoderamiento; en los adolescentes, después de una intervención educativa, según los resultados obtenidos. Los hallazgos pueden implicar que las intervenciones de promoción del sexo seguro que abordan simultáneamente los determinantes socio cognitivos y ecológicos de los comportamientos sexuales, pueden mejorar los comportamientos sexuales seguros de los adolescentes41.
En una intervención denominada “Explorando experiencias en mentoría entre pares, como estrategia para el desarrollo de capacidades en salud sexual reproductiva e integración de servicios de VIH en Kenia”, analizaron las experiencias en tutorías entre pares, para favorecer la salud reproductiva; hace mención sobre los enfoques tradicionales de capacitación, los cuales no son propicios para el intercambio de habilidades y conocimientos entre adolescentes, por tanto, se encuentran limitados. La formación de entornos para la capacitación sobre conocimientos, es complicada por la falta de recursos, de ahí surge la necesidad de trabajar en enfoques que mejoren las habilidades como la tutoría, la cual aprovecha el potencial de los proveedores de servicios, por tanto es probable que mejore la calidad de la prestación de los mismos42.
La literatura menciona la manera en la que el proceso de empoderamiento contribuye al desarrollo del adolescente; en Zambia por ejemplo, se realizó una intervención en mujeres adolescentes con el enfoque de un mentor; los beneficios que se obtuvieron fueron muy importantes tanto económicos, sociales y de salud para las mujeres adolescentes, el proceso de cambio fue posicionado. Primero, se reflejó un cambio en el comportamiento en las mujeres adolescentes, y en el transcurso de los siguientes cuatro años, las adolescentes obtuvieron resultados más positivos; en el dominio social, económico y de salud, incluido autoeficacia, conexiones sociales, creencias normativas, educación financiera, conocimiento sexual y reproductivo 43. Notemos entonces la pertinencia e importancia de la tutoría dirigida por mentores, como método de acompañamiento para adolescentes, mejorando su empoderamiento, conocimientos y habilidades, la construcción de su autoconfianza y eficacia, asegurando así el acceso a recursos y servicios.
En una investigación sobre “Estrategia educativa sobre promoción en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes universitarios”, los resultados reportaron conductas de riesgo y poca percepción de lo que implica una ITS o un embarazo, también menciona las principales necesidades de aprendizaje como información sobre sexualidad y reproducción, relación con la familia, comunicación interpersonal que contribuye a crear valores y cambios de comportamientos en salud sexual y reproductiva44.
En Corea, se implementó un programa de mentoría para la promoción de la salud sexual entre adolescentes coreanos; el cual demostró el potencial de cómo una intervención apropiada para el desarrollo de la promoción de la salud sexual de los adolescentes, permite que los estudiantes de enfermería ganen confianza en su capacidad profesional45.
Un componente central en la vida del adolescente es la salud reproductiva, la manera como es vivenciada y socializada por ellos, puede resultar trascendental para el resto de sus vidas. Existen diversos programas de promoción de la salud, orientados a la población adolescente, que han sido implementados desde el modelo de empoderamiento de la salud, en países desarrollados y subdesarrollados. El empoderamiento es uno de los principios fundamentales en la promoción de la salud de la Organización Mundial de la Salud; sin embargo, no existen recomendaciones prácticas para evaluar el empoderamiento en las intervenciones46.
Mentoría en enfermería: gran estrategia de acompañamiento.
La mentoría, consiste en apoyar e incentivar a una persona para que pueda manejar su propio desarrollo y así maximizar su aprendizaje, desarrollar sus habilidades, mejorar sus destrezas y convertirse en la persona que desea ser. El profesional de enfermería representa la figura que provee el papel de asesor y orientador, siendo la persona que ayuda al adolescente a favorecer el empoderamiento de su salud reproductiva, indicando el camino por donde puede guiar sus decisiones 47.Sin dejar a un lado los factores de riesgo a los que están expuestos los adolescentes, los embarazos no deseados, el riesgo y el incremento en el número de enfermedades de transmisión sexual, se asocian a factores psicosociales, económicos y políticos que limitan las oportunidades de estudio o éxito educativo, lo cual favorece la vulnerabilidad, la exclusión y la dependencia, porque se ve la necesidad de plantear que cada embarazo sea deseado, cada parto sin riesgo y se incremente el potencial de cada joven48.
El mentor (profesional de enfermería) asume la responsabilidad de ayudar al aprendiz (adolescente) a ganar confianza y motivación a través del conocimiento y la reflexión, proporcionándole las claves para una óptima organización, así como las estrategias necesarias de resolución de problemas y de toma de decisiones en torno a su salud sexual y reproductiva. El mentor no debe sentar prejuicios sobre el aprendiz, pero sí facilitar el trabajo de éste, de tal forma que logre afrontar situaciones complicadas49.
Por otra parte, la mentoría es una relación educativa de acompañamiento y guía, que brinda una persona con mayor potencial a otra que aún no lo ha desarrollado, dado por un proceso de enseñanza-aprendizaje, en que el aprendiz debe descubrir la realidad y la cultura en el que está inmerso, a través de la interacción con quien le acompaña y guía en este proceso (mentor). La labor de un mentor, implica la integración de diferentes roles educativos, el mentor es guía, pero también compañero; debe ser un modelo de conducta, empatía, mentalidad o cualquier cualidad que el aprendiz aprecie, debe enseñar con el ejemplo, con la práctica de los valores o habilidades que él predica; debe proporcionar una guía, ofreciendo ayuda y soporte, con información, consejo idea o estrategia para resolver algún problema, debe motivar al aprendiz, facilitando el acceso a personas o servicios que el aprendiz requiera, además de involucrarlo en actividades que reten su capacidad y les permitan dar el salto en su camino de aprendizaje50,51. La mentoría se ve reflejada de manera inherente a la función docente de enfermería, en cuanto a su función, responsabilidad, enfoque y nivel de reconocimiento, según evidencia, tiene una repercusión positiva tanto en los profesionales de enfermería como en la calidad de los servicios prestados52.
Desarrollo de oportunidades
En la adolescencia suelen producirse los primeros contactos físicos (intercambios de besos y caricias) como una forma de exploración y aventura, se inician las relaciones sexuales que incluye el coito. A diferencia del adulto, la actividad sexual del adolescente suele ser esporádica, con periodos prolongados durante los cuales el adolescente permanece en abstinencia. También influyen las condiciones en que los adolescentes mantienen relaciones sexuales, de forma incómoda y rápida53.
Las decisiones del adolescente respecto a su salud reproductiva, están influidas por el contexto en el que ha crecido y se desenvuelve, tienen el sello de su cultura y de la educación en sexualidad que haya recibido, dependerá de la personalidad, experiencias infantiles, de las actitudes familiares y de la sociedad en la que vive, aunque esa educación sexual sea errónea y prejuiciosa, lo que no les permite tomar decisiones bien informadas y fundamentadas. En ese sentido la autonomía cede el paso a las presiones, al azar, al desconocimiento y a embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre otros. Por otro lado, existe evidencia de que los adolescentes toman decisiones con base en hechos objetivos y con el fin de proteger la salud propia y la de su pareja, gracias a que tuvieron una educación sexual y reproductiva que contribuyó al desarrollo de saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes, con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales y el ejercicio de la sexualidad y de sus derechos54,55,56.
El empoderamiento de los adolescentes, es una herramienta privilegiada que contribuye a su desarrollo pleno y bienestar, facilita la prevención de la violencia en el noviazgo y optimiza la salud sexual y reproductiva. Es un proceso valioso que puede ayudar a los jóvenes a entender y desarrollar sus vidas desde una perspectiva de acceso y control, representa una herramienta de intervención y prevención particularmente eficaz, para promover condiciones de bienestar y plenitud en este sector de la población57.
La adolescencia es una edad idónea para la adquisición de conocimientos y entrenamiento de destrezas que se requieren para sobrevivir en la sociedad como adultos, en esta etapa se incluyen comportamientos de experimentación, modificación de acciones que pueden ser dañinas, por ejemplo, encuentros sexuales por curiosidad y de esto, un embarazo no deseado o decisiones aceleradas que cambian el rumbo de sus vidas; por lo tanto, la mayoría de adolescentes deben dejar de lado sus sueños y metas como tener una profesión; ligado a esto se encuentra la falta de apoyo de la familia58,59.
Es importante que en cualquier abordaje e intervención que se realice con la población adolescente se tome en cuenta cada factor que influye en sus características individuales como de grupo, es por esto, que el acercamiento de la enfermería con el adolescente, debe hacerse de una manera integral tomando en cuenta no sólo los aspectos biológicos, sino todos aquellos elementos que influyen directamente en el pensamiento y estilo de vida del adolescente como es la familia, redes de apoyo, aspectos psicosociales, alimentación y sexualidad, oportunidades que le pueda ofrecer la comunidad en la que se desarrolla, accesibilidad a servicios básicos y servicios de salud, entre otros determinantes sociales que son ejes fundamentales en el desarrollo físico, psicológico y social del adolescente60.
Conclusiones y perspectivas
Cuando los adolescentes comprenden cómo las decisiones con conocimiento que eligen afectan sus vidas de manera positiva; buscan información pertinente y veraz, ya sea proporcionada por algunos miembros de la familia, maestros o profesionales de salud. La implementación de la mentoría para favorecer el empoderamiento contribuye, de acuerdo a la evidencia, a mejorar la salud en general de los adolescentes, lograr habilidades para la toma de decisiones en salud sexual y reproductiva, contribuyendo a la mejora. Los profesionales que implementan dichas intervenciones deben estar libres de prejuicios, actuando a conciencia, enfocados en los objetivos establecidos y sobre todo, en los beneficios que los adolescentes puedan obtener, dejando de lado sus creencias y vivencias, teniendo como base la promoción y prevención de la salud, además del contexto en el que viven los adolescentes.
A partir de la evidencia demostrada, la estrategia educativa de mentoría representa una herramienta eficaz, en la educación sexual de los adolescentes; mejora los conocimiento de los adolescentes y les da herramientas para sentirse preparados, tomar mejores decisiones y afrontar situaciones importantes relacionadas con su salud sexual y reproductiva; además para la enfermería promueve el desarrollo profesional y personal, ya que la enfermera debe reconocer la importancia de la mentoría en la educación y asumir su papel como tal, con un pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades para lograr una mentoría con éxito.
Después de realizar la revisión, podemos apreciar la importancia de la mentoría en el adolescente; se observa un aumento en la autonomía y la eficacia. En la mayoría de los estudios encontrados, las diferentes variables se han tratado de forma secundaria para dotarlos de una mayor fiabilidad metodológica, sería necesario realizar nuevas investigaciones que se centren en su estudio simultáneo y busquen las posibles relaciones entre las diferentes estrategias de enfermería para favorecer el empoderamiento adolescente.
Cabe mencionar que las conclusiones aportadas por la revisión, fueron realizadas en función de los artículos localizados por nuestra estrategia de búsqueda y seleccionadas bajo nuestros criterios de elegibilidad; por lo tanto, siempre existe la probabilidad de que haya estudios que por problemas de indexación o límites de búsqueda no hayan sido incorporados en esta revisión.