Introducción
Intervención clínica desde la psicología motivacional en una gimnasta joven de alta competición.
Se ha partido de un enfoque de trabajo clínico psicológico, orientado a la salud, al bienestar emocional felicidad y al bienestar eudaimónico desarrollo personal, así como a la autorrealización personal, como una forma, no solo de potenciar el desarrollo humano, sino también de contribuir a la prevención de trastornos mentales o incluso psicofísicos1,2,3. Representa un enfoque que no está tan centrado en los problemas mentales ya existentes, sino en la prevención , mediante el desarrollo de fortalezas y el funcionamiento humano óptimo4.
En el área clínica, uno de los objetivos de la psicología positiva, es cambiar el marco de intervención, dirigiéndolo hacia el desarrollo de estrategias terapéuticas que favorezcan la experiencia emocional positiva y, por otra parte, orientarse hacia la prevención y el tratamiento de las psicopatologías derivadas o cuyo origen está relacionado o exacerbado por la presencia de emociones negativas, como la ansiedad, la depresión o la ira, entre otras. Dichas emociones tienen, además, la propiedad de estrechar el repertorio conductual del individuo, pues afectan a los procesos de pensamiento y de acción5.
En este sentido, diversos aspectos están relacionados con la psicología positiva6, entre los que está el bienestar psicológico. Cuando nos referimos a éste, hay que tener en cuenta lo señalado por Ryan y Deci7, quienes dicen que hay dos formas de entenderla: una, que correspondería fundamentalmente a la felicidad (bienestar hedónico), y otra, ligada al desarrollo del potencial humano (bienestar eudaimónico). Este último constructo se centra en el estudio del crecimiento personal, el propósito en la vida y la autorrealización. Por otro lado, la tradición hedónica sostuvo que el bienestar psicológico es un indicador de la calidad de vida basado en la relación entre las características del ambiente y el nivel de satisfacción experimentado por las personas8. Así, en conjunto, podemos decir que la percepción de bienestar subjetivo está caracterizada por un nivel elevado de afecto positivo y vinculado con la experiencia subjetiva de satisfacción personal9.
Otros aspectos psicológicos también de especial interés por parte de la denominada psicología positiva, son la autoestima, entendida como un conjunto de pensamientos y sentimientos sobre su propio valor e importancia, es decir, una actitud global positiva o negativa hacia uno mismo,10 y la autoeficacia general, que se refiere a la confianza global que tiene la persona para abordar un amplio rango de situaciones nuevas o estresantes11.
Dentro de la orientación de la psicología positiva, se enmarca asimismo el enfoque coaching, que es un proceso en el que un experto (coloquialmente, coach) genera un entorno facilitador en el que el cliente o coachee logra, utilizando sus propios recursos, buscar y desarrollar sus objetivos12,13,14. Es una estrategia de modificación de conducta que, a través de la reflexión, el autodescubrimiento, el aprendizaje y la acción, provoca un proceso de cambio15. El coaching es un método no directivo, en el que se plantean preguntas, se generan situaciones, y se le ayuda a ordenar, jerarquizar y optimizar sus ideas, sin aportar las propias salvo necesidad16. Es importante destacar que, en el coaching, el experto (coach) debe saber cómo generar ese proceso de cambio y también ser competente respecto a qué se trabaja en el mismo17,18,12.
Con la fundamentación y contrastada demostración empírica de las teorías motivacionales (motivación de logro17, teoría de la autoeficacia20,21,22,23, teoría de la fuerza motivacional, el modelo de “expectativas x valor”24,25,26,27 , y la teoría de metas28,29,30,31,32) se desarrolla un modelo de intervención motivacional, desde la perspectiva de coaching, denominado “La Jirafa de Cantón”, que parte de una analogía o metáfora de esos diferentes componentes motivacionales con los elementos que configuran una jirafa, siendo cuatro las partes a desarrollar en la intervención33,34,35.
Dicho modelo se ha mostrado eficiente en diversos estudios, entre los que destacan la natación adaptada36, el fútbol sala femenino37 o la gimnasia rítmica38.
Con la intervención recogida en este estudio de caso único, se pretendió lograr el aumento de la percepción de autoeficacia, de la motivación general y del bienestar psicológico. Se esperaba que al finalizar la intervención se mejoren estas competencias psicológicas, lo que podría servir de base para prevenir comportamientos disruptivos u otras alteraciones psicológicas, como los trastornos alimentarios, muy relacionados con estos factores de riesgo39,40,41.
Materiales y métodos
Participantes
La persona con la que se realizó la intervención fue una joven de 12 años, que practica gimnasia rítmica desde los 6 años aproximadamente y cuya meta es competir a nivel nacional. Cursaba 6º grado de Educación Primaria, con un buen rendimiento académico y le gustaba esforzarse para conseguir sus metas. Realizaba su rutina de entrenamiento tres días a la semana, dos de ellos practicando con el grupo completo de gimnasia rítmica y el tercero, entrenando con el grupo de competición. Según la entrenadora, era una de las mejores del grupo de competición y había mostrado, hasta ahora, un buen rendimiento deportivo. Sin embargo, en los últimos entrenamientos y competiciones había empezado a realizar ejercicios de menor dificultad y a cometer más errores.
La entrenadora manifestaba estar preocupada por la deportista, señalando que ésta tenía pensamientos muy negativos. Lo que le preocupaba enormemente pues pudiera desencadenarle “problemas emocionales en el futuro” o algún “trastorno de alimentación”.
Dada la edad de la deportista, antes de realizar la intervención, se consultó con la familia y se firmó el correspondiente consentimiento informado por todas las partes implicadas.
Instrumentos
Para la evaluación de la intervención se apreciaron tanto datos cuantitativos, a través de los cuestionarios estandarizados, como cualitativos de las respuestas de la deportista. Los cuestionarios utilizados fueron:
-Escala de Autoeficacia para Niños y Adolescentes42 adaptada a la población española por Carrasco et al.,43 siendo su fiabilidad de α =.87. La población de aplicación son personas de entre 8 y 15 años, en las que se puntúa la percepción de eficacia académica, social y de autorregulación mediante 35 ítems puntuados en una escala Likert de 0 (“Fatal”) a 5 (“Fenomenal”).
-Escala de Bienestar Psicológico de Ryff,44,45 en su versión española reducida de Díaz et al.46, la cual se compone de 29 ítems, evaluados con una escala Likert de 1 (“Completamente en desacuerdo”) a 6 (“Completamente de acuerdo”). Consta de seis sub dimensiones: Auto aceptación (actitud de la persona hacia sí misma), con fiabilidad de α =.84; Dominio del entorno (capacidad personal para crear entornos facilitadores que permitan lograr la meta) con α =.82; Relaciones positivas (iniciar y mantener relaciones con una base sólida de confianza) con α =.78; Propósito en la vida (grado de concreción de las propias metas) con una fiabilidad de α =.71; Crecimiento personal (capacidad de búsqueda de situaciones donde se pueda desarrollar el propio potencial) con α =.7; y Autonomía (capacidad para mantener y distinguir la propia identidad de la identidad social) con α=.7.
-Escala de Autoestima de Rosenberg47, en su versión española de Vázquez-Morejón et al.48 con una fiabilidad entre α =.82 y α =.88. Está formada por diez ítems puntuados con una escala Likert de 1 a 4, siendo la máxima puntuación 40.
-Escala de Autoeficacia General49, versión española de Sanjuán et al.50 con buena fiabilidad (entre α =.79 y α =.93), formada por diez ítems valorando con una escala Likert, de 1 (“Nunca”) a 4 (“Siempre”), su probabilidad de éxito en diferentes situaciones.
Procedimiento
Para la evaluación de la intervención se utilizó un diseño de triangulación metodológica,51 donde se combinan métodos cuantitativos (test retest) junto con el análisis cualitativo de las respuestas y percepción de cambios verbalizados por la deportista.
Como base para la intervención, se utilizó el modelo de coaching motivacional “La Jirafa de Cantón,”33,34 que está formado por cuatro componentes reflejados metafóricamente en la figura de una jirafa (Figura 1), siendo el primero de ellos la “cabeza” que hace referencia al objetivo o meta que se quiere lograr, la cual debe estar dividida en sub metas más fácilmente alcanzables, ser flexible, concreta y suponer un reto manejable para la persona, entre otras características de las metas adecuadamente planteadas.
Después, el “cuello” o la fuerza motivacional, que está compuesta por las expectativas de eficacia (“creo”), es decir, si se cree que se logrará la meta, y el valor que se le otorga a la meta (“valoro”).
Seguidamente, el “cuerpo” (autoconfianza), que se sustenta en la percepción de autoeficacia (“puedo”), la autoestima o valía personal (“valgo”) y el auto concepto (“soy”).
Por último, las cuatro “patas”, que hacen referencia a las vías de información o de experiencia mediante las cuales se afecta a la autoconfianza (“cuerpo”). En primer lugar, está la pata del “hago”, que es la experiencia directa que ha tenido la persona en la consecución de metas con elementos similares. Después, la pata “veo”, que hace referencia a la experiencia vicaria u observacional (lo que ve la persona de sí misma reflejado en los demás) y la pata “oigo”, que son los mensajes que recibe la persona tanto de sí misma como de los demás acerca de su meta y su capacidad para lograrla. Por último, está la pata “siento”, que hace referencia a la interpretación, en términos de eficacia percibida, de los síntomas psicofisiológicos corporales y emocionales que la persona experimenta al plantearse su meta. (Figura 1)
Para la aplicación del modelo se utiliza un protocolo35 que incluye tres fases, con varias sesiones en cada una: la fase de identificación (en la que se evalúa, desde la “cabeza” hasta las “patas”, cómo están los componentes del modelo en función del objetivo planteado, y se establece la línea base con el pase de los cuestionarios); la fase de intervención propiamente dicha (en la que se “trabajan” las carencias detectadas y se potencian los puntos fuertes, y se realiza el re-test al finalizar el mismo); y una fase de seguimiento posterior, para comprobar la evolución del cliente.
Durante la intervención, se plantea una serie de preguntas ajustadas a las variables del modelo para que el cliente vaya encontrando por sí mismo sus propias respuestas. Un ejemplo de las utilizadas para cada una de las partes del modelo aparece en la Tabla 1.
LA CABEZA (EL LOGRO) | ||
---|---|---|
¿Qué quieres conseguir exactamente? | ¿Cuándo quieres alcanzarla? | |
¿Te sientes apoyado para conseguir la meta? | ¿Cómo te vas a organizar? | |
EL CUELLO (LAS FUERZAS MOTIVACIONALES) | ||
“Creo” (expectativas de autoeficacia): ¿Crees que puedes conseguir la meta? | “Valoro” (valor del incentivo): De 0 a 10, ¿cuán de importante es para ti la meta? | |
CUERPO (LA CONFIANZA) | ||
“Puedo” (autoeficacia): ¿Piensas que conseguirás cumplir la meta? | “Valgo” (autoestima): ¿Piensas qué pones de tu parte para conseguirlo? | “Soy” (auto concepto): ¿Qué cualidades tienes para conseguirla |
LAS PATAS (LA EXPERIENCIA) | ||
“Veo” (experiencia indirecta): ¿Te has fijado en alguien para plantearte esta meta? | “Oigo” (persuasión verbal): ¿Qué opinan tu familia y amigos acerca de la meta? | |
“Hago” (experiencia directa): ¿Te habías planteado alguna meta similar antes? | “Siento” (síntomas psicofisiológicos y emociones): ¿Cómo te afectan los comentarios de la entrenadora y de tus compañeras? |
Intervención
La intervención constó de 11 sesiones (cinco de seguimiento, cinco de intervención y una de seguimiento), que se resumen en la tabla 2 y se describen a continuación.
La entrenadora fue la que realizó la demanda inicial de intervención psicológica, por lo que previamente se realizó una entrevista telefónica con ella, de la que se extrajo la siguiente información: la participante se ponía muy nerviosa en los entrenamientos y más aún en las competiciones. Buscando soluciones al respecto, la entrenadora le había indicado a la menor que a partir de ese momento haría ejercicios de menor responsabilidad y de menor complejidad técnica, decisión que acaba disminuyendo su rendimiento por un descenso en la motivación. Asimismo, tuvo el efecto de reducir su autoconfianza, ya que como dijo literalmente la entrenadora: “tiene más miedo en cometer más errores”. Según ésta, la deportista es perfeccionista, muy crítica con ella misma y tiene baja tolerancia a la frustración. La entrenadora está preocupada, porque considera que eso puede derivar en diversos trastornos emocionales y de alimentación.
Tras hablar telefónicamente con la familia de la deportista, se acuerda con ésta, la entrenadora y la propia deportista, que se realizaría la intervención. (Tabla 2)
En la primera sesión de la intervención, se firmó el consentimiento informado por parte de los progenitores y se pasaron los cuestionarios correspondientes al pre-test para establecer la línea base. Durante las cinco primeras sesiones, se llevó a cabo una entrevista semiestructurada para detectar las fortalezas y carencias en las distintas partes del modelo de “La Jirafa de Cantón”, que se le explicó a la participante mediante un dibujo de ese animal. Con ello se pretendía exponer y facilitar la comprensión de la metáfora, así como crear un entorno favorable para la intervención, aspecto muy importante en el enfoque de coaching basado en preguntas y que persigue promover el autoconocimiento y el desarrollo personal. En estas primeras entrevistas, los componentes motivacionales del modelo son detectados y evaluados mediante preguntas (Tabla 1), teniendo en cuenta en todo momento la estructura en niveles de la “La Jirafa”.
En cuanto a la meta, la persona indicó: “quiero llegar a los campeonatos de España”, para la que presentaba un sólido apoyo familiar (tíos, abuelos, padres) y de sus amigas.
En el “cuello”, concretamente el “creo”, la gimnasta no estaba segura de lograr la meta (“dependerá del día”), pero pensaba que “esforzándose lo suficiente y no perdiendo el tiempo, lo conseguirá”. También valoró altamente la meta (“sería lo mejor para mí y mi sueño es ser campeona, todo el mundo se sentiría orgulloso de mí”) y manifestaba estar comprometida con ella (“la gimnasia rítmica es mi pasión y voy siempre a los entrenamientos”).
Después, se identificó el “cuerpo· (autoconfianza), el cual se vio fuerte, porque en el “soy” presentó una adecuada percepción de control en su ejecución, basada en esfuerzos concretos y realistas (“si me esfuerzo más, seré más flexible y conseguiré tener mejor resultado”), en el “valgo”, tiene una buena consideración de sí misma (“soy ordenada y tengo disciplina, me gusta estudiar, disfruto trabajando en equipo”) y en el “puedo” expresaba que “quiere continuar esforzándose, le gusta mucho la gimnasia, puedo hacer amigas y pasarlo bien”.
El “cuerpo” del modelo basado en la confianza, se consideró correcto puesto que basaba la confianza en el esfuerzo. El “soy” o auto concepto, estaba influenciado por la percepción de control en su ejecución y era el adecuado (comentaba que “si me esfuerzo más seré más flexible y tendré mejor resultado”).
El “puedo” era adecuado, al querer continuar esforzándose porque “me gusta mucho la gimnasia y además me sirve para tener amigas y pasármelo bien”.
Por último, se identificaron las “patas”, en las que se detectaron las fortalezas y carencias en las vías de influencia sobre la autoconfianza:
-“Veo”: estaba fuerte, porque la gimnasta valoraba los ejercicios al efectuarlos de forma correcta, sin embargo, no percibía recibir apoyo de su entrenadora (“me critica mucho durante los entrenamientos”), aunque sí de sus amigas y de la familia. Además, se fijaba en otras gimnastas que lo habían conseguido y sostenía que era porque tenían mayor flexibilidad física.
-“Oigo”: se detectaron tanto fortalezas como carencias, puesto que ella se animaba con auto verbalizaciones positivas (“me animo pensando en mi familia”) y también sentía el apoyo de su familia animándola en los campeonatos. Sin embargo, su entrenadora criticaba su ejecución y la amenazaba (“cuando no me sale me dice que no me dejará competir”), provocando que ella quisiera realizar ejercicios de menor dificultad para que “no me riñan”. Esta estrategia no era correcta porque, aunque la utilizara con la buena intención de generarle más confianza, se sabe que a medio o largo plazo no le permite progresar y crea una motivación orientada a evitar el fracaso, por lo que esto sería un aspecto a trabajar en posteriores sesiones.
- “Siento”: esta pata estaba fuerte porque la gimnasta se sentía bien con su deporte (“me gusta sudar y después de los entrenamientos me siento fenomenal”) y no presenta una excesiva activación.
-“Hago”: aquí se observó una fortaleza, porque la gimnasta está comprometida con los entrenamientos, a los que acudía tres veces por semana, también a las competiciones y a los campamentos organizados por el club, aunque manifestaba que a veces era una pérdida de tiempo.
En la sexta, séptima, octava y novena sesión, se trabajaron los componentes de “La Jirafa de Cantón” mediante el fomento del autoconocimiento, el acuerdo y revisión de tareas para casa (Tabla 2)
Se empezó por la meta (“llegar a ser campeona de España”) que, tras una reflexión sobre su rendimiento actual, utilizando la técnica de la escalera “paso a paso” (organizando los objetivos de forma temporal y secuencial), se planteó en logros más accesibles y funcionales, como, por ejemplo, “tener más flexibilidad”. En relación a esto, comentó que podría realizar algunos ejercicios y estiramientos para conseguir ser más flexible poco a poco, por lo que se comprometió a pedir ayuda a su madre y a compañeras de otros equipos que compiten en campeonatos autonómicos y de España, a preguntar a la entrenadora ejercicios para mejorar su flexibilidad, y a trabajarlos tanto en los entrenamientos como en casa. Por otro lado, se comprometió a preguntar a la entrenadora sobre la ejecución de un ejercicio antes de reducir su dificultad, porque comentaba que “a veces no los he entendido bien y los hago mal”.
En cuanto al resultado de las tareas, manifestaba que hacía los ejercicios de flexibilidad y se reforzó positivamente diciéndose: “si trabajo, lo puedo alcanzar, lo hago bien, me estoy esforzando”. Con respecto, a la entrenadora, ya se dirigía a ella para preguntar los ejercicios (“le he preguntado pequeñas dudas y me las ha explicado bien sin chillarme ni decirme que no competiré si hago las cosas mal”), por lo que su autoeficacia social aumentó, y creía que podrá volver a realizar ejercicios de más dificultad si trabajaba más su flexibilidad.
En la décima sesión, se evaluó la eficacia de la intervención mediante el pase de los cuestionarios y una entrevista con la gimnasta, valorando por su parte la eficacia y utilidad de las sesiones. Se vio que la participante había mejorado su auto concepto y su auto confianza, manifestando que “me han servido de mucho las sesiones, estoy ilusionada, me siento mejor y quiero realizar ejercicios más difíciles”. Además, se mostró muy receptiva durante las actividades como, por ejemplo, la escalera “paso a paso” (escalera de objetivos), entendiendo muy bien cómo debía alcanzar poco a poco sus pequeños y grandes logros. Asimismo, también se veía con probabilidades de alcanzar la meta final, aunque, de hecho, era ya una meta modificada, establecida en términos de tarea, no de resultado. Además, comentó que descubrió pequeñas actividades que le proporcionaban disfrute, como “hacer ejercicios de flexibilidad con su madre”. Esta deportista valoró de forma significativa sus esfuerzos, mostrando alegría cuando los ejercicios técnicos los ejecutaba bien.
Por último, en la sesión de seguimiento realizada en noviembre con la gimnasta y la entrenadora, se expuso que la deportista había mejorado bastante (ya realizaba ejercicios de más dificultad y había mejorado su flexibilidad) y se constató que los cambios logrados durante las sesiones se mantenían en el tiempo.
Resultados
A continuación, se presentan los resultados obtenidos en los cuestionarios administrados en la fase de identificación y en la fase de post test.
Observando la Tabla 3, se puede ver que, en líneas generales, las puntuaciones son altas, tanto en el pre-test como en el post-test, indicando que la intervención ha sido eficaz para mantener las fortalezas presentes en los componentes de la motivación y para mejorar las carencias detectadas durante las sesiones. Los mayores cambios se obtuvieron en la sub escala de “Autonomía”, que aumentó en cuatro puntos tras la intervención (de 26 a 30 puntos), manteniéndose la puntuación en el resto de sub escalas de “Bienestar psicológico”, excepto “Propósito en la vida”, que disminuyó en un punto, manteniéndose una puntuación alta (29 sobre 30), debido a que el ítem 20 (“Tengo clara la dirección y el objetivo de mi vida”) pasó de una valoración de 6 a una de 5.
Variable | Pre-test | Post-test | Variaciones | |
---|---|---|---|---|
Autoestima | 26/40 | 28/40 | +2 | |
Bienestar Psicológico | Auto aceptación | 24/24 | 24/24 | 0 |
Relaciones positivas | 30/30 | 30/30 | 0 | |
Autonomía | 26/36 | 30/36 | +4 | |
Dominio del entorno | 30/30 | 30/30 | 0 | |
Crecimiento personal | 24/24 | 24/24 | 0 | |
Propósito en la vida | 30/30 | 29/30 | -1 | |
Auto eficacia General | 37/40 | 37/40 | 0 | |
Auto eficacia en niños y adolescentes | Académica | 62/68 | 65/68 | +3 |
Social | 49/52 | 50/52 | +1 | |
Regulación emocional | 18/20 | 18/20 | 0 |
Por otro lado, se observaron variaciones en las sub escalas del cuestionario “Auto eficacia en niños y adolescentes”, concretamente en la escala “Auto eficacia académica percibida”, que aumentó en tres puntos tras la intervención, siendo esta mejoría predictora de un aprendizaje apropiado en la práctica deportiva y del aumento de la eficacia percibida. En la escala de “Auto eficacia social percibida” mejoró un punto tras la intervención, indicando un aumento su percepción social y su asertividad a la hora de interactuar con el equipo y la entrenadora. En cuanto a la sub escala de “Regulación emocional”, se mantuvieron las puntuaciones altas tras la intervención (18 sobre 20), indicando un buen autocontrol de las emociones durante los entrenamientos y las competiciones.
También, se detectaron mejoras en la “Escala de Auto estima”, pasando de una puntuación de 26 en el pre-test a una de 28 en el post-test, indicando que las tareas realizadas y la subdivisión de los logros habían tenido un impacto positivo sobre la auto estima de la gimnasta, aumentando su confianza en sí misma para lograr la meta.
Con respecto a las puntuaciones en la “Escala de Auto eficacia General”, se mantuvieron altas, tanto antes como después de la intervención (37 puntos en ambos casos), aunque cabe destacar que hubo un aumento en las puntuaciones del ítem 5 (“Gracias a mis cualidades y recursos puedo superar situaciones imprevistas”) y el 7 (“Venga lo que venga por lo general soy capaz de manejarlo”). Todo esto indicó que las sesiones realizadas habían tenido un efecto positivo sobre la percepción de autoeficacia a la hora de enfrentar posibles dificultades en el cumplimiento de la meta.
Además, las verbalizaciones de la deportista reforzaron el buen trabajo realizado durante la intervención, ya que decía sentirse mucho más motivada, consciente de cuáles eran sus fortalezas y los recursos de los que disponía para enfrentarse a los nuevos retos. Decía volver a disfrutar de la gimnasia rítmica.
Discusión y Conclusiones
La intervención psicológica mediante el coaching motivacional en una gimnasta joven utilizando el modelo “La Jirafa de Cantón” ha resultado eficaz, con un aumento en las variables relacionadas con la psicología positiva, como son la auto confianza, el bienestar psicológico y la auto eficacia. Además, se mostró (según su entrenadora y sus progenitores) una mejora en la ejecución deportiva, un aumento de la felicidad (que se constata en los resultados del re test) y un fortalecimiento de su motivación.
Se estima, asimismo, que la mejora en las variables mencionadas y en la base motivacional, son una fuente de prevención de posibles futuros problemas psicológicos y de la alimentación (una de las demandas de la intervención), aunque obviamente es una suposición que solo se comprobará con el tiempo en cierta manera, ya que, como ocurre con toda labor preventiva, se podría cuestionar que su no aparición sea debido a ello y no a otros factores.
Estos resultados están en la línea de otros trabajos similares, como el realizado con una deportista de natación adaptada, que mejoró en las variables mencionadas, así como en su percepción de recursos para lograr el reto de finalizar una travesía a nado en mar abierto36; o el caso de una jugadora de fútbol sala, que mejoró su rendimiento en partidos, en puntuaciones de Autoestima y algunas dimensiones del bienestar psicológico37; o en el caso de otra gimnasta rítmica joven, que acabada de perder a un progenitor y que, tras la intervención, mejoró no solo en lo deportivo sino también en la aceptación de las críticas, la relación con sus compañeras y la percepción de control para lograr sus metas38.
Es necesario apuntar, además, que al ser diseños de caso único, existen limitaciones propias de éstos, como el propio sesgo del profesional que realiza la intervención, la dificultad de generalizar resultados o el control de todas las variables que intervienen en el proceso52. No obstante, este tipo de diseños permiten “probar” nuevos métodos de trabajo para después buscar con otras metodologías de estudio (como la comparación entre diferentes grupos de intervención) para reafirmar su eficacia (aspecto que lo planteamos como una propuesta futura).
Estudios de este tipo son necesarios para facilitar a los profesionales de la salud mental aplicados que dispongan de herramientas de intervenciones útiles, válidas y fiables, para que estrategias como el coaching, sobre una base de conocimiento sólido y basado en la evidencia, se apliquen de manera seria y eficaz, beneficiando así a la población, en especial a los clientes de salud mental.
En este caso, la aplicación de un modelo con una fuerte base teórica motivacional, por un profesional debidamente cualificado, ha permitido que la cliente (deportista joven), mejore en sus habilidades y auto estima, auto eficacia y bienestar psicológico, lo que repercute en su salud en general.