Introducción
La estrategia PREVENIMSS incluye programas integrados de salud para cada grupo etario; ha sido diseñada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en México desde 2001. Entre los objetivos de esta estrategia se incluye: mejorar la calidad de vida de los derechohabientes, optimizando su conocimiento sobre el cuidado de su salud para la prevención de enfermedades crónicas y fomentar una participación activa y corresponsable entre los derechohabientes y el personal sanitario en el cuidado de la salud.1-3
El presente estudio se deriva de la estrategia JUVENIMSS,4 la cual atiende adolescentes entre 10 y 19 años, desde 2013, en una Unidad de Medicina Familiar del IMSS y dos secundarias del Estado de México, con la colaboración de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FESI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El objetivo de JUVENIMSS es elevar la calidad de vida de los derechohabientes, mejorando su estilo de vida para la prevención de conductas de riesgo y enfermedades crónicas.
La estrategia JUVENIMSS es multidisciplinaria, en ella participan médicos, nutriólogos, enfermeras, trabajadores sociales, activadores físicos y psicólogos. Ha sido diseñada para que, mediante la conformación de un equipo multiprofesional, se capacite a grupos de jóvenes, que a su vez serán promotores de salud con otros jóvenes, bajo la supervisión del equipo multidisciplinario. Se emplean grupos psicoeducativos y estrategias lúdicas que abordan las siguientes temáticas:4 1. Bienvenida y presentación (expectativas del curso, temas a tratar y acciones preventivas integrales -API-); 2. Pasos por la salud (alimentación saludable -plato del buen comer-, actividad física y consumo de agua); 3. Conocimiento de sí mismo y manejo de sentimientos (autoestima, valores y comunicación); 4. Toma de decisiones y pensamiento crítico (salud sexual, salud reproductiva, prevención de embarazo, plan de vida) y 5. Relaciones interpersonales (violencia, adicciones y accidentes).
Los temas que incluye la estrategia están relacionadas con las necesidades fundamentales de este grupo. Se pretende ofrecer a los adolescentes un servicio de salud preventivo adecuado a sus intereses, ya que su grupo etario se caracteriza por no asistir a servicios preventivos de manera cotidiana.5
En 2016, el IMSS indicó que 18.4% de derechohabientes son adolescentes varones y 17.06% son mujeres entre 10 y 19 años.2 En años recientes, los problemas de salud en jóvenes van en aumento; por ejemplo, México se ha convertido en el país con mayor número de embarazos adolescentes y con mayor índice de obesidad; asimismo, se ha identificado que los pacientes infectados con VIH SIDA han sido contagiados en la adolescencia.6
Los problemas señalados se pueden asociar, en buena medida, a los estilos de vida de las personas, lo que pone de manifiesto la necesidad de incidir en la prevención de manera multidisciplinaria y sistemática, mediante intervenciones, pero donde el seguimiento es indispensable para verificar su efectividad. Sin embargo, existen pocos instrumentos que permitan identificar los cambios en los estilos de vida de los adolescentes. Entre los instrumentos más utilizados está el Fantastic, elaborado en el Departamento de Medicina Familiar de Canadá y validado para población mexicana adulta;7,8 sin embargo, no se tiene referencia de alguna versión para adolescentes. De tal modo que el objetivo de esta investigación fue validar un instrumento que permita evaluar el estilo de vida de los adolescentes, como indicador de salud que ayude a evaluar intervenciones orientadas a la prevención de conductas de riesgo.
Material y métodos
Participantes: fueron 523 adolescentes (49% mujeres y 51% hombres) de una escuela secundaria del Estado de México con edades entre 11 y 15 años (promedio = 12.5; desviación típica [DT] = 1.34).
Escenario: aulas de dos secundarias del Estado de México. Las evaluaciones fueron realizadas por los profesores-tutores de cada grupo, capacitados por personal del proyecto de enfermedades crónicas y asistidos por un pasante de psicología.
Instrumento: se diseñó una escala con reactivos de tipo Likert de 5 puntos (0-4), valor medio de 2, a mayor puntaje obtenido mejor estilo de vida. Valores entre 0 y 1 indican un estilo de vida mórbido, el valor 2 indica un estilo de vida moderadamente saludable y entre 3 y 4 se denomina un estilo de vida saludable. Consta de seis dimensiones para evaluar el estilo de vida: 1. Alimentación, 2. Actividad física, 3. Estado emocional, 4. Relaciones sociales (familia, amigos y escuela), 5. Toxicomanías y 6. Salud (prevención de enfermedades y sexualidad).
Procedimiento
Diseño del instrumento: se diseñó una versión preliminar de la escala compuesta por 60 ítems, la cual se aplicó a una muestra de 100 estudiantes de nivel secundaria de edades entre 11 y 15 años (promedio = 12.5; DT = 1.3) con la finalidad de analizar la redacción, así como la relación ítem-escala. Se estableció como valores adecuados de saturación los ≥ 0.40. Se eliminaron los reactivos que no cumplieron con los requisitos.
Un equipo multiprofesional conformado por personal de psicología, medicina, nutrición, enfermería, trabajo social y profesores de secundaria analizaron la validez (teórica, de constructo y apariencia), quedando la versión final compuesta por 40 ítems.
Trabajo en campo: se tramitó con las autoridades el ingreso a la institución. Se dio una charla informativa a los profesores sobre la estrategia JUVENIMSS y la importancia de evaluar el estilo de vida en los adolescentes. Se aplicó el instrumento después de obtener el consentimiento y asentimiento informado (donde se incluyeron aspectos de confidencialidad y anonimato), firmado por sus padres o tutores y los adolescentes, respectivamente.
Análisis estadístico: los datos se presentan con frecuencia simple y porcentajes para las variables cualitativas; las cuantitativas con promedio y DT. La evaluación de la confiabilidad del instrumento fue mediante alfa de Cronbach. La estructura interna se estudió mediante análisis factorial con el método de componentes principales con rotación varimax y normalización de Kaiser, se prefijaron los factores de uno a seis para verificar la mejor solución factorial, y se consideraron los valores de saturación ≥ 1. Con análisis de varianza (ANOVA) se compararon las diferencias del estilo de vida y en los tres grados de la educación secundaria.
Resultados
Las características de los participantes se describen en la Tabla 1, donde se puede observar que el sexo y el grado escolar tienen una distribución homogénea, que sólo 11% suele padecer alguna enfermedad respiratoria, alérgica o gástrica. Respecto a la cobertura de seguridad pública, el 86.6% la tiene; sólo 13.4% asiste a un médico particular y 29.1% no saben, pues nunca visitan al médico.
Variables | Porcentaje | |
---|---|---|
Sexo | Femenino | 49.0 |
Masculino | 51.0 | |
Grado académico de secundaria | Primero | 34.0 |
Segundo | 36.0 | |
Tercero | 30.0 | |
Enfermedades | Ninguna | 89.0 |
Respiratorias y alérgicas | 8.9 | |
Gástricas | 2.1 | |
Seguridad social | IMSS | 35.0 |
ISSSTE | 8.5 | |
ISSEMyM | 6.0 | |
Seguro Popular | 8.0 | |
Seguro particular | 13.4 | |
No sabe | 29.1 |
Al analizar la distribución porcentual del estilo de vida, los resultados del instrumento revelaron que 64% de los adolescentes tienen un estilo de vida moderadamente saludable en la escala total, es decir, viven con factores de riesgo y sólo 23% tiene un estilo saludable, el restante 13% tiene un estilo de vida mórbido.
En cuanto a los resultados en las dimensiones del instrumento (Tabla 2), los puntajes más bajos se observaron en actividad física y estado emocional, luego en alimentación y relaciones sociales, mientras que las de valores más elevados son las toxicomanías y salud, lo cual indica que los adolescentes, en general, presentan pocos problemas de toxicomanías, mostrando una salud física y sexual adecuada.
Dimensiones | No. de ítem | Promedio (DT) N = 523 | Alfa Cronbach |
---|---|---|---|
1. Alimentación | 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 | 2.1 (0.48) | 0.85 |
2. Actividad física | 11, 12, 13, 14, 15 | 1.9 (0.62) | 0.85 |
3. Estado emocional | 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23 | 1.8 (0.61) | 0.85 |
4. Relaciones sociales (familia, amigos, escuela) | 24, 25, 26, 27, 28 | 2.5 (0.58) | 0.85 |
5. Toxicomanías | 29, 30, 31, 32 | 3.5 (0.6) | 0.69 |
6. Salud (prevención de enfermedades y sexualidad) | 33, 34, 35, 36, 37, 36, 39, 40 | 4 (0.6) | 0.68 |
Total Estilo de Vida | 3.2 (0.3) | 0.75 |
DT: desviación típica.
Los valores alfa de Cronbach total (0.75) y por dimensión (0.85) fueron satisfactorios, excepto en las dimensiones de toxicomanías y salud general (0.68 y 0.69, respectivamente), lo que se atribuye a polarización de los resultados, pues 72% de los adolescentes afirman no tener vida sexual activa y más del 85% niegan consumir tabaco o alcohol y el 93% negó consumir drogas.
También se analizó la diferencia en el estilo de vida de acuerdo con el grado académico (Tabla 3), y se observaron diferencias significativas entre los grados en las dimensiones de alimentación, estado emocional y toxicomanías, constatando que conforme mayor edad, el estilo de vida es menos saludable. Respecto a la última dimensión, se observó que entre 7% y 30% de los adolescentes informaron alguna toxicomanía (más de dos copas de alcohol en fiestas, beber alcohol más de una vez a la semana o consumo de tabaco o droga), mostrándose mayores porcentajes conforme van haciéndose mayores.
Año secundaria | |||||
---|---|---|---|---|---|
Primero | Segundo | Tercero | |||
N = 183 | N = 177 | N = 163 | N = 523 | ||
Dimensiones | Promedio (DT) | Promedio (DT) | Promedio (DT) | Promedio (DT) | ANOVA (F) |
Alimentación | 2 (0.67) | 1.8 (0.98) | 1.5 (0.64) | 2 (0.65) | 11.07* |
Actividad física | 2.3 (0.59) | 2 (0.46) | 1.8 (0.54) | 2.1 (0.54) | — |
Estado emocional | 2.4 (0.46) | 2 (0.82) | 1.7 (0.45) | 2.3 (0.63) | 12.41* |
Relaciones sociales | 2.2 (0.38) | 1.9 (0.51) | 1.6 (0.67) | 1.9 (0.29) | — |
Toxicomanías | 3.7 (0.54) | 3.5 (0.56) | 3.3 (0.58) | 3.8 (0.39) | 10.18* |
Salud | 3.6 (0.36) | 3.6 (0.64) | 3.4 (0.46) | 3.5 (0.55) | — |
Total de Estilo de Vida | 85.82 | 82.47 | 82.36 | 3.5 (0.35) | 10.177* |
*p < 0.05. DT: desviación típica.
Mediante la extracción de componentes principales varimax se corroboraron las seis dimensiones, con una varianza explicada de 70%. Las seis dimensiones se agrupan de la manera esperada; sin embargo, se observan algunas saturaciones en dos dimensiones que llaman la atención, por ejemplo, las comunalidades encontradas entre alimentación y relaciones sociales, actividad física y estado emocional, así como las de estado emocional con actividad física y alimentación (datos no mostrados).
En el Anexo 1. se presenta el instrumento completo que los adolescentes contestaron.
Discusión
Existe un gran número de estudios que indican los problemas que se presentan en la adolescencia; sin embargo, se ha dado poca atención a evaluar con precisión dónde están fallando las estrategias de intervención y más aún de prevención, de tal modo que cobra gran importancia evaluar los estilos de vida en adolescentes.
En este estudio, la validación del instrumento mostró que éste es adecuado y útil; sin embargo, aún se puede mejorar la fiabilidad del mismo en las dimensiones que presentaron valores de alfa de Cronbach < 0.85. Se analizó la baja consistencia interna de estas áreas y se consideró que debido a que los adolescentes entre 11-15 años tienen gran cantidad de las respuestas, éstas se vieron polarizadas, pues la gran mayoría negó tener vida sexual activa o haber consumido tóxicos. Por tanto, actualmente se trabaja en un formato escalable por edades que proporcione puntos de corte adecuados a la población. Respecto a las comunalidades encontradas en el instrumento, es interesante ver cómo éstos coinciden con datos informados en la literatura entre aspectos nutricionales, estado de ánimo y actividad física, pues se ha observado que los jóvenes que presentan trastornos alimentarios suelen tener trastornos en sus relaciones sociales, con estados emocionales negativos como el enojo, estrés y con su salud en general.9,10 Así también, la actividad física está relacionada con estados emocionales.
Estos resultados confirman la realidad actual de nuestro país, donde programas preventivos tienen que iniciarse en etapas tempranas y dirigirse de manera multidisciplinaria al control emocional, orientación nutricional y a la promoción de la actividad física.11,12 La adolescencia es una etapa que implica cambios y la búsqueda de independencia de la familia; no obstante, se debe procurar que los adolescentes conozcan y se incluyan en programas preventivos como JUVENIMSS. Se espera que al disminuir los factores de riesgo en la adolescencia como consumo de alcohol, actividad sexual sin protección, obesidad, sedentarismo, nutrición inadecuada, trastornos de conducta, entre otros, se contribuirá a tener nuevas generaciones de adultos y adultos mayores más saludables.
Conclusiones
Mediante este estudio se ha observado que, en general, los adolescentes tienen estilos de vida saludables; sin embargo, presentan prácticas de riesgo (actividad sexual temprana y toxicomanías o alcohol) conforme van creciendo. El instrumento que se desarrolló para evaluar el estilo de vida de adolescentes tiene validez aparente, de contenido y constructo, pero es necesario, en futuras investigaciones, adaptarlo a la edad de los adolescentes para tener información más precisa.