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Migraciones internacionales

versión On-line ISSN 2594-0279versión impresa ISSN 1665-8906

Migr. Inter vol.13  Tijuana ene./dic. 2022  Epub 17-Feb-2023

https://doi.org/10.33679/rmi.v1i1.2471 

Artículos

Cadenas migratorias en la diáspora de las travestis/trans sudamericanas residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires

Ramiro Nicolás Pérez Ripossio1 
http://orcid.org/0000-0001-9816-0499

1 Universidad de Buenos Aires, Argentina, ramiro7242@hotmail.com


Resumen

El artículo analiza las cadenas migratorias que constituyen las travestis y mujeres trans sudamericanas que residen en el Área Metropolitana de Buenos Aires durante el período 2017-2019, atendiendo especialmente el rol de las madrinas. Los proyectos migratorios de estas personas se producen como consecuencia de la hostilidad y vulnerabilidad que experimentan en sus entornos y poseen diferentes instancias. Una de ellas, son las cadenas migratorias que remiten al capital social necesario para poder abandonar la sociedad emisora y establecerse en la sociedad receptora. De este modo, las travestis/trans sudamericanas constituyen diversas cadenas migratorias que pueden caracterizarse como horizontales y verticales, siendo las madrinas actores claves en sus diásporas. El enfoque del artículo es cualitativo y el método empleado es la teoría fundamentada. De acuerdo con un muestreo teórico constituido mediante 41 entrevistas, la información fue analizada con el software Atlas.Ti.

Palabras clave: 1. cadenas migratorias; 2. travestis/trans; 3. migraciones; 4. AMBA; 5. Argentina.

Abstract

The article analyzes the migratory chains that constitute South American transvestites and trans women who reside in the Metropolitan Area of Buenos Aires during the period 2017-2019, paying special attention to the role of godmothers. The migratory projects of these people are produced because of the hostility and vulnerability they experience in their surroundings and have different instances. One of them is the migratory chains that refer to the social capital necessary to be able to leave the sending society and settle in the receiving society. In this way, South American transvestites/trans women constitute diverse migratory chains that can be characterized as horizontal and vertical, being the godmothers key actors in their diasporas. The focus of the article is qualitative and the method used is grounded theory. According to a theoretical sample consisting of 41 interviews, the information was analyzed using Atlas.Ti.

Keywords: 1. migratory chains; 2. transvestites/trans; 3. migrations; 4. MABA; 5. Argentina

Introducción

Los procesos migratorios internacionales son fenómenos sociales complejos que atraviesan la historia de diversos países. En la República Argentina las migraciones han representado uno de los ejes en la constitución del Estado Nación. Las migraciones europeas tuvieron una notable visibilidad hacia fines del siglo XIX y hasta la década de 1930, y después de la segunda mitad del siglo XX fueron las migraciones provenientes de Sudamérica las que impactaron con mayor intensidad (Benencia, 2003). De este modo, es posible afirmar que las migraciones internacionales han sido parte de las discusiones en diversas épocas provocando diferentes impactos en la sociedad receptora.

Los estudios migratorios, por lo general, se han centrado en los procesos migratorios de varones y mujeres cis-heterosexuales restándole importancia a otras poblaciones que se desplazan con considerable regularidad. En Latinoamérica, de manera puntual, se han elaborado investigaciones etnográficas sobre travestis/trans brasileñas que migraron hacia Europa (Teixeira, 2008; Vartabedian, 2012). Éstas han demostrado que la migración se produce como consecuencia de la discriminación y que aspectos como el glamour y el encanto de la brasileidad son algunas características fundamentales que, además, permitirían ejercer la prostitución/trabajo sexual como principal estrategia de supervivencia.

En México se ha problematizado, entre otras cuestiones, en torno de las tácticas y las estrategias que utilizan las migrantes para atravesar las fronteras mediadas por dispositivos de seguridad interpretando roles de género masculinos con el fin de enmascarar su expresión de género travesti y trans (López Fernández, 2018; Zarco Ortiz y Chacón Reynosa, 2020). Por último, en Argentina (Fernández, 2004; Berkins, 2007) y Boy (2017) han aportado a la reflexión sobre la desafiliación de travestis/trans que desde diferentes provincias migran a centros urbanos con el fin de buscar el anonimato de la gran ciudad y experimentar mayores libertades.

Este artículo analiza las cadenas migratorias que constituyen las travestis/trans sudamericanas que residen actualmente en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) mediante las madrinas y que resultan fundamentales para consolidar la migración en el destino receptor. Si bien las cadenas migratorias también se establecen con familiares, amistades y con las organizaciones políticas que intervienen en los proyectos migratorios, las madrinas son la única cadena migratoria de mayor relevancia y especificidad presente en las biografías de las entrevistadas. En este sentido, el artículo se inserta en los estudios sobre migraciones, diversidad sexual y género en América Latina que aún es emergente, pero que en los últimos veinte años ha avanzado en la indagación de diferentes procesos.

Por otra parte, tanto la Ley No. 25.871 de migraciones (2004) como la Ley No. 26.743 de identidad de género (2012) son elementos clave para entender por qué el AMBA implica un destino atractivo. Ambas legislaciones constituyen a las travestis/trans sudamericanas como sujeto de derechos y, más allá de las hostilidades, violencias y discriminaciones que experimentan, se aproximan a la condición de ciudadanas pudiendo acceder a servicios de salud, educación y justicia. En definitiva, los principales motivos para migrar hacia el AMBA se relacionan con la posibilidad de vivir en mejores condiciones ejerciendo sus derechos esenciales.

Las travestis/trans sudamericanas migran al AMBA como consecuencia de las hostilidades que experimentan en las sociedades emisoras, las cuales suelen materializarse mediante violencias y discriminaciones que las vulneran incluso al interior del seno familiar. La decisión de migrar es el resultado de la imbricación entre aspectos objetivos y subjetivos e implica una serie de fases. Una de ellas, reside en la disposición de cadenas migratorias, es decir, los nexos materiales y simbólicos que descansan en el capital social de las personas que son necesarios para concretar el desplazamiento y establecerse en la sociedad receptora.

El artículo se divide en tres partes: primero se presenta la metodología, luego el marco teórico y, por último, las principales cadenas migratorias de las que se vale el universo de estudio para concretar la migración, prestando especial importancia al papel de las madrinas.

Metodología

En este apartado se sintetizan algunas precisiones sobre el enfoque del artículo, los métodos y las técnicas empleadas, la muestra, el procesamiento de la información y los procedimientos de análisis.

Con la intención de comprender los significados que las travestis/trans le otorgan a los proyectos migratorios que han constituido, el enfoque de este artículo es cualitativo. La premisa fundamental que recorre la totalidad de las perspectivas ligadas con la investigación cualitativa radica en comprender los sentidos y los significados que las personas les otorgan a sus acciones. El método empleado fue la Teoría Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002) con el fin de estimular el descubrimiento de categorías y propiedades que permitieran constituir algunos lineamientos teóricos emergentes. Las técnicas aplicadas fueron la entrevista en profundidad y la observación participante. Respecto de los procedimientos de análisis, se empleó el método de la comparación constante que permitió utilizar una codificación abierta y selectiva. Las observaciones participantes fueron registradas en un diario de campo elaborado con el programa Word 2016 y se creó un memo con el software Atlas.Ti versión 8.3. Dentro de ese memo, se detallaron algunas notas condensadas, expandidas, metodológicas y de análisis e interpretación (Valles, 2000) que le otorgaron mayor rigurosidad al trabajo campo. Los memos creados a partir del Atlas.Ti correspondieron a las categorías de análisis desarrolladas, las cuales se presentan en el apartado siguiente mediante tablas que complementan la información aportada en las entrevistas.

La muestra quedó integrada por 44 casos, de los cuales tres fueron informantes clave (dos travestis/trans nativas y una mujer cisgénero). Las 41 travestis/trans sudamericanas restantes (peruanas, colombianas, brasileñas, ecuatorianas y paraguayas) tenían diferentes características sociodemográficas las cuales fueron analizadas con el fin de alcanzar la saturación teórica a partir de casos diversos. Además, se tuvo contacto con alrededor de 130 travestis/trans entre las nativas y las sudamericanas, lo que involucró tanto a las entrevistadas como aquellas con las que se generaron conversaciones en el contexto de la observación participante. Las entrevistas y las observaciones participantes fueron realizadas durante el trabajo de campo que se extendió entre los años 2017 y 2019 siendo además éste, el recorte temporal de este artículo.

En primer lugar, ante las dificultades de acceso, los espacios para las entrevistas fueron bares y discotecas en el contexto de la sociabilidad nocturna. Luego, en una instancia posterior, se logró contactar a la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), a La Rosa Naranja y a la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA). Esta diversidad de entrevistadas y espacios en los que se realizaron las observaciones posibilitaron la integración de una muestra sólida que contempló máximas variaciones y casos negativos.

Marco teórico

En este apartado se definen algunos de los conceptos involucrados en esta investigación. En primer lugar, denominar a esta población constituye un desafío teórico debido a la multiplicidad de procesos de auto identificación que no se ajustan a taxonomías estáticas. Así, por travestis se entiende una identidad de género y política mientras que el prefijo trans significa “del otro lado” y en este caso es empleado para denominar aquellas personas que transgrediendo la hetero-cis- normatividad no se consideran travestis, interpretando ese término como incorrecto o, incluso, ofensivo.

Por otra parte, se entiende la migración de acuerdo con la transformación de tres dimensiones: espacio, tiempo y cultura. De este modo, migrar implica abandonar un contexto y llegar a otro, es decir, se representa una distancia geográfica importante. También involucra permanecer un determinado tiempo en otro territorio con el fin de realizar un proyecto de vida y, por último, se produce una ruptura cultural y social respecto del entorno de origen (Blanco, 2000; Micolta León, 2005). Para concretar la migración, las personas se valen de cadenas migratorias que responden a informaciones, medios y personas que contribuyen a realizar el traslado, tal como lo expresan los siguientes autores:

La cadena migratoria puede ser definida como el movimiento a través del cual los presuntos emigrantes se enteran de las oportunidades, son provistos de transporte y obtienen su instalación inicial y empleo, por medio de relaciones sociales primarias con emigrantes anteriores (Mac Donald y Mac Donald, 1964; Malgesini y Giménez, 2000, citado en Pedone, 2006, p. 107).

Que los migrantes necesitan de cadenas de apoyo y recursos para migrar es un elemento que fue descrito por la sociología argentina desde sus orígenes para explicar dinámicas migratorias internas, dado que el capital social resulta esencial para concretar los desplazamientos. Pedone (2002, 2006) proporciona el concepto de cadenas migratorias diferenciándola del concepto de redes, debido a que esta última reviste mayor amplitud; es decir, se trata de estructuras cristalizadas con estructuras desarrolladas. En suma, la teoría de las redes migratorias discute con los modelos que poseen un sesgo economicista, al considerar los motivos de la migración como un resultado destinado a la maximización económica.

En contra de la afirmación de que los individuos se desplazan simplemente gobernados por la ley de la oferta y la demanda, ya sea por sus apreciaciones reales como por sus expectativas, podemos decir que lo que sucede con frecuencia es que la inmigración es un fenómeno social colectivo: la familia, las cadenas de amistades, los lazos comunitarios previos, la existencia de redes están en la base de muchos movimientos migratorios en la historia y en el presente (Malgesini y Giménez, 2000, citado en Anguiano, 2000, pp. 179-180).

En resumen, dentro de las teorías de las migraciones, algunas perspectivas entienden que las cadenas influyen en las razones para migrar. Un aspecto fundamental en los proyectos migratorios de las entrevistadas reside en los agentes de asimilación, que son quienes posibilitan que las migrantes se adapten a la sociedad receptora mediante el acceso al trabajo y, por regla general, contribuyen a que la migración se efectúe. En relación con los aportes de Malgesini y Giménez (2000), las amistades, madrinas, maridos y organizaciones políticas representan los actores principales que favorecen la inserción de las migrantes travestis/trans en el AMBA.

En la decisión de migrar intervienen cuestiones ligadas al contexto social de origen, la provisión de recursos internos, el viaje, la instalación en el destino migratorio y la integración en la sociedad receptora. Las cadenas migratorias ilustran una instancia transitoria entre los diferentes tiempos migratorios que envuelve al proceso de salida de la sociedad emisora y llegada a la sociedad receptora. En definitiva, para concretar la migración es necesario disponer de un capital social.

A continuación se presentan los resultados y el análisis de la información obtenida.

Los modos de migrar

Para alcanzar de manera efectiva el desplazamiento migratorio, las migrantes travestis/trans sudamericanas se valen de un conjunto de informaciones, medios y nexos materiales y simbólicos. Aquellas que abandonan sus entornos y migran de manera interna, ejercitan el alejamiento de las familias de origen para comenzar a expresar socialmente sus identidades de género y vivir en mejores condiciones. Dado que la migración es una estrategia de inversión simbólica, económica e incluso educativa para mejorar la posición en el espacio social y expresar con libertad la identidad de género, resulta necesario describir el momento que refiere a los nexos necesarios para desplazarse y consumar la migración.

Fiel a los pilares de la Teoría Fundamentada, la categoría construida en este análisis es modo de migrar y las subcategorías son cadenas migratorias horizontales y cadenas migratorias verticales. Las propiedades son los agentes que constituyen esas cadenas, que, en el caso de las cadenas horizontales, son representadas por familiares, organizaciones políticas y amistades; en el caso de las cadenas verticales, están conformadas por los maridos y las madrinas. Las dimensiones comunes son las garantías mínimas de supervivencia (alimentos, indumentaria y vivienda), incluyendo los costos vinculados al viaje, el respeto y la protección. En las cadenas migratorias verticales se incorporan las conductas abusivas, las tareas domésticas reproductivas y la sustracción de recursos económicos durante el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual. En cuanto a las dimensiones, en el caso de las madrinas, éstas refieren a una diversidad compleja, ya que la protección que ofrecen está ligada a la actividad prostibular/trabajo sexual; socialización diferenciada, asimilación; aconsejan sobre cómo llevar a cabo actuaciones de género y cómo integrarse socialmente de acuerdo con los códigos de las personas travesti/trans. El respeto y la lealtad hacia las madrinas es un indicador de su liderazgo y legitimidad, lo que constituye un capital simbólico que reproduce las relaciones sociales de dominación. Estas variaciones se presentan de manera esquemática en la siguiente tabla.

Tabla 1 Categoría modo de migrar según subcategorías, propiedades y dimensiones 

Categoría Subcategoría Propiedades Dimensiones
Modo de migrar Cadenas migratorias horizontales Organizaciones políticas Garantías mínimas de supervivencia (alimentos, indumentaria y vivienda).
Amistades Asumir costos vinculados al viaje.
Familiares Respeto y protección.
Parejas (maridos) Garantías mínimas de supervivencia (alimentos, indumentaria y vivienda).
Asumir costos vinculados al viaje.
Tareas domésticas reproductivas.
Cadenas migratorias verticales Madrinas Socialización diferenciada y asimilación.
Protección ligada a la prostitución/trabajo sexual.
Asumir costos vinculados al viaje.
Consejos sobre cómo llevar a cabo actuaciones de género.
Conductas abusivas.
Dominación.
Respeto, lealtad y liderazgo

Fuente: Elaboración propia.

Cabe destacar que la construcción teórico-metodológica de esta categoría se elaboró en relación con la información obtenida. Es probable que en las organizaciones políticas o en las amistades haya jerarquías y relaciones de dominación, pero para el procesamiento de la información, se tuvo en cuenta lo que proporcionaron las entrevistadas.

El modo de migrar refiere a los medios con los que se contó para efectuar el desplazamiento, que en este caso se materializa mediante la construcción de cadenas migratorias y que puede variar según los diferentes tipos de vínculos que entretejen las migrantes travestis/trans con los agentes de adaptación en la sociedad receptora.

En este orden de ideas, de acuerdo con los aportes de Pedone (2002, 2006), las cadenas migratorias horizontales se caracterizan por establecer lazos de solidaridad, ayuda mutua y reciprocidades. No se descarta la existencia de asimetrías en los vínculos de estas cadenas, sin embargo, de acuerdo con lo relatado por las entrevistadas, se sostiene que los intercambios y las reciprocidades en estos casos no contemplan desigualdades que resulten pertinentes al análisis. Si bien el objetivo del artículo no es analizar las cadenas migratorias horizontales, es oportuno mencionar que se trata de aquellas constituidas entre amistades, con las organizaciones políticas y con familiares. Estas cadenas son parte del capital social de las entrevistas y permiten que las migrantes se inserten en la sociedad receptora mediante acompañamientos materiales y afectivos.

A continuación, se presenta el papel que desempeñan las madrinas, ya que se trata de un actor clave en los proyectos migratorios del universo de estudio.

Las madrinas

Durante el trabajo de campo, tanto en conversaciones como en entrevistas, las travestis/trans sudamericanas emplearon la denominación madrinas para referir a personas relevantes en sus trayectorias migratorias. Estas personas son travestis/trans de edades avanzadas (por lo general mayores de 35 años) que han permanecido un tiempo considerable en el país y entablan vínculos con otras travestis/trans más jóvenes, novatas y recién llegadas, las cuales suelen carecer de los códigos propios de este colectivo que se circunscribe en el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual en la mayoría de los casos (Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2017). La pertenencia de describir las cadenas migratorias de este tipo, contemplando el rol de las madrinas se debe a que esta modalidad es específica de la población travesti/trans sudamericana.

Una de las características fundamentales de las madrinas es que su denominación alude al papel materno ligado a la protección y a la afectividad, esto es debido a que el rol de las madres progenitoras por lo general ha sido de incomprensión y de abandono, motivando el desplazamiento de las hijas hacia otros entornos: “Se denominaba de madre, como una protectora, como una trans protectora que trae a una nueva indefensa, que no sabe cómo defenderse todavía, a que venga otra a atacarla” (Sandra, comunicación personal, 28 de julio de 2018).

Algunas investigaciones han descrito las características de estas personas utilizando diversas acepciones. De este modo, Fernández (2004) explica este vínculo mediante la noción de pupilaje, en alusión a una relación social entre las madrinas y las travestis/trans recién llegadas, a las que denomina hijas. La autora señala que las madrinas socializan de manera anticipada a las novatas (Goffman, 1989), debido a que las ayudan a incorporar normas, códigos y valores que les permitan vivir socialmente asumiendo su identidad de género, pero sobre todo, les transmiten a la más jóvenes las reglas vinculadas al ejercicio de la prostitución/trabajo sexual y las aconsejan sobre cómo cuidarse en el espacio público.

La literatura académica ha ahondado en la temática de las madrinas considerando diversos aspectos (Kulick, 1998; Fernández, 2004; Benedetti, 2005; Vogel, 2009; Teixeira, 2008; Vartabedian, 2012; Prada Prada, Herrera Galvis, Lozano Ruiz y Ortiz Gómez, 2012; Vásquez, 2014; López, 2015; Álvarez, 2018). En algunos casos, esta relación social se ha estudiado a partir de la observación de los discursos respecto de la prostitución/trabajo sexual y dentro de los debates al interior del feminismo. No obstante, este artículo no se focaliza en los discursos o en las posiciones políticas respecto de la prostitución/trabajo sexual, sino en analizar y comprender la función de estas personas en los proyectos migratorios.

La diversidad de acepciones respecto de las madrinas debe tenerse en cuenta porque, como sostiene Amaral (2012), para las travestis/trans esa denominación puede significar diversos aspectos. Las denominaciones madrinas e hijas representan una forma de abordar este tema, aunque es probable que algunas entrevistadas utilicen diferentes terminologías que refieren a diversas situaciones dentro en ese vínculo.

Como punto de partida, se establece que este vínculo hace referencia a una relación social de dominación en la que priman conflictos, asimetrías y cuyas dimensiones abarcan cuestiones ligadas a los valores, la afectividad, la economía personal y los medios necesarios para concretar la migración. Las cadenas migratorias constituidas tanto por las madrinas como por los maridos comparten el aspecto asimétrico que atraviesa esos vínculos, pero algunas de sus características y particularidades difieren entre sí.

El papel que asumen las madrinas no puede reducirse al ejercicio de la prostitución/trabajo sexual. A continuación, se sintetizan las principales características del vínculo que se entreteje entre madrinas e hijas:

  1. La diferencia en las edades y en el tiempo de permanencia en el país. Las madrinas suelen ser adultas mientras que las hijas adolescentes o jóvenes. En el estudio de los proyectos migratorios, esta categoría se complejiza debido a que las madrinas poseen un tiempo más prolongado en el AMBA en relación con sus hijas. Esto genera que las asimetrías sean más profundas, dado que conocen mejor el destino migratorio.

  2. El vínculo es asimétrico y jerárquico. Este indicador se expresa a partir de la apropiación económica de los recursos obtenidos por medio de la prostitución/trabajo sexual de las hijas. Además, tales asimetrías se asientan en dimensiones simbólicas que confieren a las madrinas cualidades de liderazgo lealtad y prestigio, fundamentales para asentar sus legitimidades.

  3. Las madrinas indican a sus hijas cómo constituir una apariencia y asumir un rol/actuación de género (indumentaria, cosmética, intervenciones quirúrgicas y tratamientos hormonales).

  4. Las madrinas proveen las garantías mínimas de supervivencia (alimentos, indumentaria y vivienda).

  5. Las madrinas representan apoyos afectivos y contribuyen proporcionando los medios materiales para efectuar la migración de otras travestis/trans y solventando los gastos relacionados al viaje.

  6. Las madrinas inciden en el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, pues controlan el espacio en donde ésta se ejerce y cuidan a sus hijas de posibles agresiones de los clientes, los fisuras1 y de las fuerzas de seguridad.

Por otra parte, se observa que las investigaciones sobre el tema de migraciones travestis/trans le han prestado escasa atención al lugar de las madrinas en los procesos migratorios. De este modo, las madrinas, en tanto agentes de socialización y de adaptación, no solo contribuyen con la incorporación de normas y valores ligados a la vida social travesti/trans en las más jóvenes, sino que también las introducen a normas y valores culturales. En concreto, la socialización que construyen las travestis/trans puede abordarse mediante el habitus de las migrantes, es decir, a través de las configuraciones de los modos de hacer, pensar y sentir que implican disposiciones duraderas y perdurables que permiten vivir socialmente (Bourdieu y Wacquant, 2008).

Las madrinas “ponen al tanto” a las recién llegadas de las características culturales de la sociedad receptora que se articulan con los códigos grupales. Dicho de otro modo, estas personas son agentes que contribuyen a la introyección de las normas y los valores culturales que se vinculan de manera específica con las características propias de la población travesti/trans.2 En resumen, a partir de estos vínculos se constituye un habitus que establece los modos de pensar, actuar y sentir en el que se observa cierta homogeneización grupal. Las madrinas socializan, transfieren y apoyan la adaptación de las más jóvenes como travestis/trans y como migrantes, contribuyendo a que se inserten en la sociedad receptora como tales. Ellas asumen un doble papel: por un lado, se constituyen como polo dominante y, por el otro, como agentes o medios que favorecen la adaptación en la sociedad receptora. Ambos papeles se vinculan y contribuyen a consolidar la dependencia de las travestis/trans en un vínculo caracterizado por diferentes asimetrías, las cuales se abordan más adelante.

La relación entre madrinas e hijas es un vínculo atravesado por la dominación social. Según Weber (2014), la dominación implica la probabilidad de responder con obediencia a un mandato en el que se involucra a dos o más personas. Esta dominación entreteje lazos materiales y simbólicos. Por eso, Vartabedian (2012) señala que el vínculo entre las madrinas y las hijas se encuentra atravesado por factores que legitiman un poder simbólico que trasciende las fronteras de los beneficios económicos. De este modo, las madrinas les otorgan alojamiento a las recién llegadas y les brindan protección cuando ejercen la prostitución/trabajo sexual. Si bien el papel de las madrinas no se reduce a las garantías y a los cuidados que otorga en el ejercicio de esta actividad, esta dimensión resulta clave en los proyectos migratorios de las entrevistadas, ya que estas personas cumplen una función primordial al apropiarse de los recursos económicos que generan las hijas en el contexto del ejercicio de la prostitución/trabajo sexual.

Las migrantes travestis/trans sudamericanas recién llegadas aprenden los códigos necesarios para entablar vínculos con otras travestis/trans, con los clientes, con las fuerzas de seguridad y con la sociedad civil en general. Según Álvarez Broz (2018), las madrinas y las travestis/trans sudamericanas novatas constituyen familias entre pares y, de acuerdo con los aportes de López Murcia (2015), las madrinas les enseñan a las primerizas las características de la prostitución/trabajo sexual, los principales requerimientos de los clientes, los modos de vestir y las maneras de expresarse corporalmente, así como los saberes trans en relación con los modos de usar y aplicar hormonas.

Dentro de los numerosos relatos de las madrinas, se exponen y analizan aquellos que permiten abordar las dimensiones en profundidad.

-La mayoría de las personas que te llevan siempre coordinan con la familia que tiene allá. Porque, de esa manera, ellas respaldan y aseguran que el pasaje no lo vas a perder. No van a invertir, como decir, para pérdida.

-¿Y para que invierten?

-Porque ellas invierten para poder beneficiarte, si es que es una muy buena amiga, y en mayoría de las chicas te llevan para la explotación. Como decir: ‘Bueno te voy a dar tanto del costo del viaje y vos me vas a pagar el doble de lo que salió’. Eso no sucedió en mi caso. En la mayoría de los casos de las chicas pasa eso. Lo digo porque constantemente he visto chicas que han salido de aquí a Europa y allá lo pagan el doble y lo pagan en euros. Ni en dólar, ni en pesos, en euros (Sandra, comunicación personal, 28 de julio de 2018).

Este relato permite vincular el papel de las madrinas al ejercicio de la prostitución/trabajo sexual con el fin de garantizar la apropiación de recursos económicos. Se destaca que dicha actividad es la principal y casi exclusiva para la supervivencia de esta población y es en este contexto que las madrinas intervienen en el proceso de socialización y asimilación de sus hijas en la sociedad receptora. Si bien no es pertinente reducir su función únicamente al ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, la migrante entrevistada advierte haber observado situaciones de ese tipo, incluso en personas travestis/trans que se encontraban en tránsito hacia Europa.

La fórmula que relata Sandra es simple: proveer el costo del pasaje para que una travesti/trans migre y luego incrementar los ingresos económicos mediante mecanismos que, según entiende, son de explotación. La entrevistada enfatizó su posición política respecto del tema considerando que la explotación sexual es una de las funciones de las madrinas, aunque, al relatar su experiencia, como se observará más adelante, matizó estas definiciones y pudo aportar otros aspectos. Vartabedian (2014) sostiene que las travestis/trans en otros contextos no perciben como abusivo el trato de las madrinas ni consideran que su accionar se vincule con la explotación sexual o la trata de personas. Sin desprestigiar esta producción, el artículo considera necesario relativizar estas afirmaciones de acuerdo con los relatos que han aportado las entrevistadas.

Con base en Álvarez Broz (2018), en el lazo madrina-hija se constituyen vínculos familiares que podrían caracterizarse como familias entre pares. En otras palabras, son pares por su misma identidad de género y vivencias compartidas, aunque no iguales porque se entretejen relaciones sociales asimétricas en las que rigen el poder y la dominación. En definitiva, si el capital social de las travestis/trans recién llegadas resultó erosionado al distanciarse de sus familias progenitoras como consecuencia de haber asumido y expresado su identidad de género, al migrar logran reconstituir los lazos familiares relacionados con estos vínculos a través de personas que las proveen de un nuevo capital social necesario para reconquistar recursos económicos y emprender el proceso de adaptación en la sociedad receptora.

Para fundamentar estas teorías, se presentan descripciones de las entrevistadas en las que se relatan las condiciones de vida en el marco de las familias entre pares.

Nevó ese día y me puse a llorar porque encima la casa no tenía… Donde me trajo mi amiga, era como que tenían techo nomás, pero entraba aire por todos lados y me quería regresar, pero no tenía más mi pasaje porque recién estaba empezando más o menos a saber trabajar todas esas cosas y, aparte, la chica esta me cobraba absolutamente de todo; exageradamente, me cobraba de todo, pero uno como no sabe, se aprovechan, viste, y nada. Ella era peruana también y, por llevarte a la parada, también te cobraban una suma de dinero. Ponele que yo te diga: “Te llevó ahí conmigo y vos estas ahí”. Bueno, te pagaban a medida… También es lógico, ¿no? Pero en la avenida te voy a cobrar una parte qué se yo, un porcentaje para que tengas tu lugar. “Bueno, está bien digo” por querer trabajar, obvio,

¿qué vas a decir? Y tenía que estar cagándome de frío; cuando podés trabajar en un privado y yo agarré y me fui a trabajar en un privado. Estuve trabajando en un privado. Como le decía que mi amiga me cobraba exageradamente la habitación y la comida y de todo eso me cobraban mucho, yo prácticamente pagaba todo. El tipo del privado era un policía. Me dijo que si yo quería me podía quedar a dormir en el privado porque solamente ahí se trabajaba hasta las 10 de la noche, todo el día. Así que comencé a vivir ahí (Ariadna, comunicación personal, 3 de marzo de 2019).

Sí, tienes que tener una buena madre que te ayude; gracias a Dios siempre tuve comida y un techo donde dormir, comer y trabajaba en una buena zona (Amaia, comunicación personal, 28 de julio de 2017).

Las malas condiciones de vida en las que se encontraba Ariadna provocaron que decidiera ponerle fin al vínculo con su madrina y empezar a ejercer la prostitución/trabajo sexual en un departamento privado que gestionaba un policía bonaerense en el partido de Quilmes. Cabe destacar que ellas convivían en el marco de condiciones habitacionales deficientes. La madrina había tenido una causa penal por venta de estupefacientes y se encontraba también en una situación de vulnerabilidad. En suma, Ariadna y sus amigas, quienes también fueron entrevistadas, relataron experiencias similares y describieron aspectos del vínculo que excedían el hecho de la sustracción de recursos económicos mediante el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, pues también se les cobraba de manera desmedida por los alimentos y por la vivienda, provocando que sus recursos económicos se vieran deteriorados. De esta manera, un factor recurrente reside en el desmembramiento de las familias entre pares como consecuencia de actitudes consideradas abusivas y también como producto de competencias y rivalidades entre ellas.

Amaia, a diferencia de Ariadna, relata que las condiciones de vida dependen de la calidad de los lazos que se tejen con las madrinas. Ella aseguró que nunca le faltó nada y que pudo ejercer la prostitución/trabajo sexual en condiciones favorables. En este caso, es posible observar las dimensiones ligadas al sostenimiento de la supervivencia (alimentación y vivienda) y el control del espacio en donde se ejerce dicha actividad. Con esta experiencia, comienza a emerger una categoría nativa denominada ayuda para referir a los apoyos que proporcionan las madrinas para que las hijas puedan vivir en mejores condiciones. Es decir, vuelven a presentarse los múltiples matices que contempla la evidencia empírica, ya que, en algunos casos, las madrinas pueden observarse como actores abusivos y, en otros, facilitar los procesos de adaptación social.

Según Vogel (2009), esta ambigüedad entre los intercambios económicos y afectivos es una característica de estos vínculos. En síntesis, los lazos familiares no pueden aislarse de las retribuciones económicas que supone el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, pero, a la vez, intervienen aspectos que lo rebasan y en el que se desarrolla una afectividad, convivencia, protección y conductas abusivas que pueden caracterizarse como positivas o negativas, según la experiencia de cada una de las entrevistadas. Al respecto, Zelizer (2012) sostiene que en la intimidad las relaciones afectivas se encuentran atravesadas por transacciones económicas. De esta manera, la autora señala que “ninguno de nosotros vive en esferas divididas por barreras infranqueables entre nuestras relaciones personales y nuestros vínculos económicos” (Zelizer, 2012, p. 95). Por eso, es pertinente caracterizar la relación social entre madrinas e hijas mediante una perspectiva que comprenda que el dinero y los intercambios monetarios son parte constitutiva de la vida familiar y, en el caso de las travestis/trans, más allá de sus particularidades, también se encuentran presentes. La interrogante principal es qué significado adquiere el dinero en el intercambio entre las madrinas y las hijas teniendo en cuenta que las madrinas sustraen ingresos económicos a las novatas y recién llegadas a la vez que aportan recursos como vivienda, alimentos y costos de traslado como parte de esos intercambios. Es decir, son intercambios y reciprocidades que exceden a las racionalidades utilitaristas y se asientan en cadenas de favores y ayudas. Por eso, Pedone (2002) refiere que las reciprocidades entretejidas entre vecinos y amistades de los potenciales migrantes, en ocasiones pueden contribuir al reforzamiento de las relaciones de poder. En el caso de las madrinas, se observan dos caras: la cadena de favores, ayuda e intercambios y la verticalidad vinculada al dominio que incluye tratos abusivos.

Por otra parte, la edad resulta una variable clave para entender el lazo entre las madrinas y las recién llegadas y más aún si a ésta se le vincula con las características de la prostitución/trabajo sexual. Se asume que en el campo de esta actividad, la composición y el volumen del capital erótico resultan primordiales, es decir, los modos de constituirlo y expresarlo. Según Hakim (2012), el capital erótico es multidimensional y se compone de la belleza y del atractivo sexual; los atributos físicos son adquiridos en gran medida mediante diversas manipulaciones faciales y corporales asociadas con las modas. También se le da importancia a las habilidades sociales como el encanto, el sentido del humor y el don de la persuasión. De igual manera, se valora la vitalidad asociada con la expresividad corporal. Se contempla además el factor de la imagen, es decir, la presentación social a través de la indumentaria, el uso de perfumes y accesorios. Por último, el capital erótico involucra el despliegue de las capacidades para ser un “buen amante”, es decir, para satisfacer sexualmente al compañero o a la compañera.

En la prostitución/trabajo sexual, las dimensiones antes mencionadas son roles que se juegan con el objetivo de acceder a una importante cantidad de clientes que permitan elevar la remuneración que éstos proporcionan. Según Hakim (2012), dado que en los varones prevalece la noción de un déficit sexual debido a que no tienen suficiente sexo, es probable que esta actividad represente una estrategia de supervivencia redituable desde el punto de vista económico, en la medida en que la prostitución/trabajo sexual permite paliar tal déficit. Sin embargo, las migrantes entienden que, a medida que envejecen, el mercado sexual las excluye hasta el punto en que esta actividad deja de ser una estrategia efectiva para la apropiación de recursos económicos. Pudo observarse que los indicadores del capital erótico que más aprecian los clientes están vinculados con la juventud, la belleza física y el desempeño activo por parte de ellas durante el acto sexual.

Ante lo expuesto, la perspectiva interseccional resulta particularmente útil para comprender la manera en que las múltiples opresiones interactúan. Sabemos que la edad, la identidad de género y la condición de migrantes son aspectos que condicionan los proyectos biográficos de las entrevistadas, lo que provoca que ejerzan la prostitución/trabajo sexual como única estrategia de supervivencia dejando de lado excepciones que se desempeñan en salones de belleza. No obstante, se observan diferencias significativas. Las más jóvenes y las recién llegadas logran valorizarse con facilidad en los mercados sexuales dado que los clientes están dispuestos a pagar mejores remuneraciones. Esta valorización a la vez es aprovechada por las madrinas mediante la apropiación de sus recursos y mediante mecanismos que conjugan cohesión y coerción. La identidad de género y la condición de migrantes las afecta por igual y las relega al ejercicio de esta actividad quedando excluidas del trabajo formal. Por último, el tiempo de permanencia en el destino receptor es un aspecto diferenciador, pues las madrinas, al poseer un tiempo mayor que las más jóvenes, pueden controlar las paradas,3 y al conocer los artilugios del oficio y las estrategias, evitar situaciones de violencia.

De acuerdo con los aportes de las migrantes entrevistadas durante el desarrollo de la investigación, existen tres formas posibles de recomponer el capital económico perdido luego de haber asumido sus identidades de género: con la venta de estupefacientes (cocaína); controlando el espacio y la cantidad de clientes que poseen otras travestis/trans, con el fin de sustraer recursos económicos de sus compañeras; o bien constituyendo capital social en organizaciones políticas con el fin de llevar a cabo otras estrategias laborales. Sin embargo, esto no quiere decir que éstas sean las únicas estrategias de reproducción social; por el contrario, se han descrito algunos casos que demuestran que es posible acceder al estudio y al trabajo formal, aunque suelen ser estrategias que ocurren de manera inusual. En resumen, la figura de la madrina es el resultado de la dinámica que adquiere la prostitución/trabajo sexual en función de los proyectos migratorios de una población vulnerable que ha experimentado diferentes hostilidades y discriminaciones.

Algunas entrevistadas proporcionan descripciones que contrastan con las anteriores y permiten establecer otras propiedades respecto de las madrinas:

Sería como una figura materna, o algo parecido. Yo soy hija de ella para que no te toquen, pero hay distintos tipos de madres y algunas lo usan como un medio polémico y otras no. Por ejemplo, yo pasé por un montón de cosas que no me gustaría que otras chicas pasen, y yo las ayudo, les doy plata, para sus tetas, tu cuerpo, para esto, e independízate. Una amiga me trajo y me recomendó con otra amiga que era mucho mayor que yo, que siempre la veía por Perú, y siempre me pegaba, y cuando yo vi que era esa chica estaba asustadísima porque pensé que me iba a pasar lo mismo. Y me dijo: ‘No, las cosas han cambiado’. Y la verdad es que fue como una madre para mí, porque me dijo cómo era todo, me dio dos semanas para que me acomode y, si no, vemos que hacemos. Yo comencé a trabajar bien al cuarto, quinto, séptimo día y ya me empezó a pagar (Luna, comunicación personal, 15 de mayo de 2019).

En este caso, una característica común del relato de Luna es la sustracción por parte de las madrinas de los recursos económicos que provienen del ejercicio de la prostitución/trabajo sexual de las hijas. Sin embargo, desde su perspectiva, es posible afirmar que hay distintos tipos de madrinas. Esta clasificación establece una diferencia entre la apropiación de recursos económicos y la protección y el cuidado. Al finalizar la entrevista, Luna aclaró que “lo polémico” se refiere a la apropiación de esos recursos obtenidos mediante el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual de otras travestis/trans sudamericanas. La protección es una característica que se observa al principio del relato cuando se asocia el papel de las madrinas al de una figura materna. Si la mayoría de las familias expulsan a las travestis/trans en edades tempranas, como se afirmó en la introducción, y éstas migran ante la imposibilidad de expresar sus identidades, es lógico que, al llegar al destino migratorio, las madrinas en ocasiones lleguen a ocupar un papel materno destinado a la protección, la enseñanza y el cuidado para favorecer la adaptación en la sociedad receptora.

Si las familias de origen representan una institución encargada de llevar a cabo una socialización primaria, las madrinas cumplen una función similar. Para García (2009), lo que se observa en estos lazos es la necesidad de retribución que sienten las propias madrinas, es decir, ayudar a las demás como las han ayudado a ellas. De esta manera, el relato de Luna es complejo porque, si bien considera que hay distintas maneras de ejercer el papel de madrina, entiende que debe ayudar a las novatas y recién llegadas para que puedan transitar sus vidas en mejores condiciones. De alguna manera, se tiene presente la intención de desempeñar un papel como madrina que supere las experiencias anteriores ofreciendo una ayuda que no represente conductas abusivas. En concreto, estos lazos expresan asimetrías, pero también favorecen la adaptación de las migrantes recién llegadas a la sociedad receptora.

Se trata de una socialización diferenciada, ya que las familias de origen llevaron a cabo algún tipo de función socializadora, puesto que las travestis/trans habían incorporado algunas normas y valores en las sociedades emisoras A partir del viraje biográfico que implicó asumir y expresar sus identidades de género y migrar o viceversa, pudieron adquirir nuevas normas y valores en las que se interceptan aspectos ligados al grupo y, de manera más amplia, al contexto de la sociedad receptora. Por eso, las madrinas son actores clave en los procesos de adaptación de las migrantes novatas y de las recién llegadas. La diferenciación en los procesos de socialización significa que los códigos relacionados con el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual en la sociedad receptora son incorporados mediante las enseñanzas y los consejos que proporcionan las madrinas.

Por otra parte, Luna describe la manera en que comenzó el vínculo con su madrina en relación con el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual. Luego de una breve adaptación, ejerció dicha actividad en una parada. La entrevistada afirmó que la madrina se apropiaba de un porcentaje de acuerdo con la cantidad de clientes que tenía por día. Luna se definió como madrina, aunque se diferenciaba de las demás porque les proporcionaba lo necesario a sus hijas para que cubrieran sus necesidades y contribuía para que pudieran experimentar mejores condiciones de vida. La última palabra que menciona la entrevistada es “independízate”, cuya definición es importante porque implica que, dentro de sus expectativas, está la posibilidad de quebrar un lazo de dependencia. Las características del lazo madrina-hija conllevan un acuerdo de dependencia que involucra diversas esferas de la vida, entre ellas, la económica. Luna posee una trayectoria de militancia dentro de una organización política de travestis/trans a la que describió de la siguiente manera.

-Apoyo a (…) [se refiere a la organización] y a otras organizaciones; trabajo como apoyo, solamente para las marchas y para que se cuiden con el HIV y ayudar a chicas porque no tienen donde vivir; si las conozco, les doy un tiempo para que vivan en mi casa.

-¿Y se quedan un tiempito acá? [en referencia a su departamento].

-Sí, pero, si son chicas que no conozco, las mando a la ATTTA o al Gondolin para que las organicen (Luna, comunicación personal, 15 de mayo de 2019).

A partir de la interpretación de estos fragmentos, se consolida la concepción de madrinas protectoras, en las que se conjuga la ayuda recibida, la convivencia y el cuidado de la salud. La sociabilidad de las travestis/trans sudamericanas suele limitarse a los vínculos ligados a la prostitución/trabajo sexual y la soledad puede ser un factor que regularmente se experimenta en estas trayectorias biográficas. Por lo tanto, la llegada de una travesti/trans con la que se poseía una amistad o vínculo reconstruye los lazos de sociabilidad que se habían erigido en las sociedades emisoras. El papel protector que se les asigna a las madrinas es fiel a su denominación y, ante la ruptura con las familias de origen, de alguna manera simboliza la figura social que desempeña el papel materno. La protección y el cuidado son los principales elementos que favorecen la adaptación de las migrantes, lo que posibilita que las novatas y recién llegadas experimenten mejores condiciones.

Otros relatos que resultan significativos introducen matices y profundizan en la dimensión ligada a la protección durante el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual y a la apropiación de los recursos económicos:

Es que ahora ni tanto, pero anteriormente se usaba mucho las madres para que tú trabajes para ellas, y, si tú no trabajabas así, era mucho más jodido (Marta, comunicación personal, 26 de noviembre de 2018).

  • -Le pagabas por cliente, por semana y por mes. Fue un solo pago y ellas me dejaban pararme. Tengo contacto con una de ellas, pero no volvería, porque, aparte de que se aprovecharon en ese sentido, se fueron por lo sexual me entiendes.

  • -¿Se fueron cómo?

  • -Por lo sexual.

  • -¿En qué contexto?

  • -Porque tomaban, se emborrachaba, y buscaban problemas; ya después se iban y te querían sacar problemas, yo lo hice una vez (Catalina, comunicación personal, 18 de febrero de 2019).

  • -Entonces ella se fue con una cadena, la otra con un sable, y se agarraron las dos [se refiere a dos travestis/trans líderes en un espacio en el que se ejerce la prostitución]. Y bueno ella la agarró y le dio duro a la otra y le dijo ‘con mi hija no te metas, a mis hijas no las vas a venir a golpear, vos la tocas a mi hijita y te la vas a ver conmigo’. Fueron las palabras de ella y bueno ahí hubo un cierto respeto también.

  • -Claro. La otra era como que también tenía cierto liderazgo.

  • -También, cierto liderazgo. Entonces entre líderes se agarraron, bueno, porque ella rompió códigos de maltratar a la hija de una líder (Sandra, comunicación personal, 28 de julio de 2018).

Las entrevistadas en los dos primeros relatos describen y asocian con frecuencia el papel de las madrinas a la organización de la prostitución/trabajo sexual y a la protección que les brindan porque, como sostiene Marta, la presencia de ellas puede protegerlas de potenciales agresiones. El balance que establece la migrante ecuatoriana respecto del vínculo que tuvo con madrinas peruanas es negativo. Las madrinas, a las que también denominó en determinados momentos de la entrevista como “amigas”, le indicaron en qué calles del barrio de Constitución podía “pararse”. Ella aseguró que la protección que le habían prometido nunca se la otorgaron. Además, realizó una acotación que pudo ser comprendida en mejores condiciones al finalizar la entrevista. En este caso, las madrinas le sustraían recursos económicos obtenidos del ejercicio de la prostitución/trabajo sexual callejero o en la vía pública y la presionaban para que tuviera relaciones sexuales con ellas. Aunque Catalina no profundizó en este hecho, está claro que el ejercicio de la sexualidad, en este caso, se trataba de un acto de dominación realizado dentro de un vínculo asimétrico. Según relató, se trataba de un intercambio sexual-económico con el que ella no se sentía cómoda y lo valoraba de manera negativa. Esto refuerza de manera clara que estos vínculos son relaciones sociales de dominación y la sexualidad puede representar uno de los vectores que los favorecen.

En relación con lo relatado por Sandra, vuelve a presentarse la protección como principal característica, la cual se presenta en el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual y que posee como correlato las garantías necesarias para que las hijas desempeñen la actividad y puedan retribuir económicamente a sus madrinas.

Por último, una de las dimensiones que se menciona en menor medida es la relacionada con los consejos y las técnicas para transformar y presentar el cuerpo. “No, la madre es la que te apoya o te da la parada. Te da la ayuda para poder operarte; te da un préstamo y después te va cobrando de a poco” (Luz, comunicación personal, 3 de abril de 2019).

Los relatos de algunas entrevistadas ilustran el apoyo y las concesiones ligadas al ejercicio de la prostitución/trabajo sexual y éstas vuelven a hacerse presentes. Sin embargo, se introduce también el tema de las transformaciones corporales. Las madrinas les enseñan a las más jóvenes a realzar sus atributos físicos para verse femeninas. En el caso de las migrantes sudamericanas que residen en el AMBA, se observa que las madrinas les otorgan préstamos a las hijas para que puedan transformar sus cuerpos. Además, suele ser común la instrucción en los primeros montajes tanto en relación con la indumentaria como en el embellecimiento mediante técnicas de estilismo y cosmética.

En otro orden de ideas, y con la intención de sintetizar los sentidos que engloban a estas familias entre pares, la literatura brasileña considera que, sobre el papel de las madrinas, la ajuda4 (Piscitelli, 2008) es un concepto fundamental en estos vínculos. Según la antropóloga Vartabedian (2012):

Estas afilhadas travestis, en general, no consideran como abusiva la ‘ayuda’ que reciben para viajar, es decir, las deudas que contraen para llegar a Europa no son vistas como explotación. Poder, dinero y prestigio sintetizan el mantenimiento y la reproducción de estos madrinazgos (p. 75).

Aunque las consideraciones de las antropólogas brasileñas son pertinentes, es necesario matizar algunas de sus definiciones. Para empezar, la ayuda brindada en algunos casos puede transformarse en tributos. Es cierto que, por lo general, las migrantes travestis/trans no consideran estar siendo explotadas sexualmente bajo redes de trata por parte de sus madrinas, pero también es necesario destacar que los procesos ligados a las jerarquías y conductas abusivas se encuentran naturalizadas y, en ocasiones, resulta complejo identificarlas. Vartabedian (2012, p. 285) reconoce que “existe una presión muy grande para que las travestis devuelvan cuanto antes su deuda”. Por eso, la ayuda en tanto reciprocidad puede derivar en la necesidad de pagar tributos, es decir, imposiciones de retribución económica en las que pueden observarse conductas abusivas. En conclusión, la ayuda es un concepto pertinente a la hora de complejizar las dinámicas ligadas con la prostitución/trabajo sexual que, desde alginas perspectivas, solo pueden entenderse como trata de personas o explotación sexual. Sin embargo, este concepto se desestabiliza para explicar la relación social entre las madrinas y las hijas, debido a que las reciprocidades se constituyen en escenarios atravesados por el poder y por las desigualdades.

Por otra parte, e interpretando el papel de las madrinas como una estrategia de reproducción social, estas personas, por tener una edad avanzada y al no poder valorizarse en el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, son fuentes de capital económico obtenido por medios coercitivos y cohesivos como consecuencia de haber constituido un capital simbólico. El respeto y el reconocimiento que le otorgan las hijas es producto de la historia de disputas y conflictos que han tenido y de los que han resultado triunfantes. El envejecimiento y, por ende, el deterioro del capital erótico dificultan que la prostitución/trabajo sexual sea una estrategia de reproducción social redituable. Las madrinas, al constituir familias entre pares, adquieren capital social y, en determinadas prácticas, ejercen el poder con el fin de constituir un capital simbólico que legitime el lugar en donde se encuentran. Ese capital simbólico se materializa por medio de una serie de rituales que las entrevistadas describen como cualidades atribuidas a las madrinas, ligadas al carisma y el enaltecimiento.

Según Fernández (2013), el capital simbólico representa uno de los conceptos más complejos de la obra del sociólogo Bourdieu. Cualidades como el prestigio, el carisma y la legitimidad son componentes de capital simbólico, además de permitir los distintos capitales acumulados a modo de reconocimiento. En palabras del sociólogo francés, “el encanto y el carisma designan de hecho el poder que posee un agente social para apropiarse del poder que detentan otros agentes sociales (individuos o colectividades) y para apropiarse de su propia verdad” (Bourdieu, 1986, p. 188).

Para que las madrinas puedan ejercer su función, es necesario que posean legitimidad y constituyan un poder de manera simbólica. Al respecto, una entrevistada introduce algunas sutilezas que permiten comenzar a percibir cómo ocurre este proceso: “Cuando a veces me veo con ella, para tener un diálogo o algo, expresa constantemente que soy su hija, que soy su primera hija que trajo acá a la Argentina. Después, se llenó de hijas” (Sandra, comunicación personal, 28 de julio de 2018).

De nuevo, el relato de esta migrante, articulado con lo expuesto hasta el momento, demuestra que la lealtad entre las hijas y las madrinas se ratifica en el tiempo y expresa un modo de naturalizar esa relación social de dominación. La entrevistada establece, además, el importante papel en la cadena migratoria que tuvo esta madrina al posibilitar su adaptación en el AMBA, así como de una importante cantidad de migrantes. Como se puede observar, las madrinas edifican cadenas migratorias y poseen una diversidad de características.

Dado que la legitimidad es un componente esencial en el lazo madrinas-hijas, en este caso, los aportes de Bourdieu (1999) sobre el capital simbólico son pertinentes, debido a que las madrinas poseen un soporte de reconocimiento e investidura que se sostiene mediante un poder con características simbólicas que consiste en la creencia de legitimidad.

En síntesis, el poder de las madrinas conjuga elementos de coerción y consenso, y es la legitimidad un aspecto esencial que sostiene su investidura. Con anterioridad se observaron las diversas funciones y se evidenciaron aspectos abusivos y violentos, pero también de protección, ayuda, acompañamiento y cuidado. Esta articulación evidencia, por un lado, que su labor favorece la asimilación social, y por otro, que se asienta en la dominación necesaria para la apropiación de recursos económicos, como resultado de la creencia en las madrinas como actor social legítimo que, en diversas instancias, se refuerza y se reconoce como tal de manera naturalizada. Respeto, lealtad y liderazgo representan cualidades imbricadas con las que las hijas, de manera obsecuente, definen a las madrinas; las consideran líderes y les brindan respeto y lealtad mediante diferentes tributos. Las retribuciones económicas que reciben las madrinas refuerzan un poder simbólico asentado en la legitimidad de enfrentamientos con la policía y con los fisuras por el control del espacio, en los que se conquistan victorias y, por ende, reconocimiento.

Conclusiones

El artículo describe un determinado momento en los proyectos migratorios de las travestis/trans sudamericanas que residen actualmente en el AMBA. La migración de estas personas es un proceso complejo que es atravesado por diferentes fases que contemplan una serie de aristas, entre ellas la edificación de cadenas migratorias y el establecimiento en la sociedad receptora.

Para concretar la migración y constituir un proyecto migratorio, existe un conjunto de cadenas migratorias (madrinas, maridos, amistades, familiares y organizaciones políticas). Estos actores se diferencian según el tipo de apoyo que brindan para que se concreten tales proyectos. La adaptación social de las migrantes travestis/trans en la sociedad receptora es parte de un proceso fundamental en el que se evidencian las desigualdades de capital social que poseen las entrevistadas. Se ha diferenciado entre aquellas cadenas migratorias que suponen relaciones sociales de dominación de las que se gestan en contextos signados por simetrías. Las madrinas, a diferencia de los maridos y otros vínculos sexoafectivos, poseen un doble carácter: ejercen la dominación mediante la apropiación de los ingresos económicos que les proporcionan sus hijas y a la vez favorecen la asimilación de éstas en la sociedad receptora, proporcionando ayuda, apoyos, consejos y soportes materiales. En relación con las cadenas migratorias, en todos los casos existe algún tipo de intercambio que cruza lo afectivo con lo económico. Una posible limitación del artículo haberse enfocado en el rol de las madrinas, pero en futuras indagaciones se podrá profundizar en otras cadenas.

El artículo halló que, en relación con las madrinas, existe una concatenación de roles sociales, por ejemplo, pueden favorecer el proceso de adaptación social constituyendo vínculos de intercambio asimétricos. Afectividad, compañerismo e intercambios monetarios son parte de una trama vincular que adquiere las especificidades descritas. El poder se encuentra presente en estas relaciones sociales y el capital simbólico permite que se constituya una relación social asimétrica que posibilita y a la vez constriñe.

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1 Término utilizado por las entrevistadas para referir a varones jóvenes de bajos recursos que consumen bebidas alcohólicas y pueden ser potencialmente agresivos con ellas

2 Por ejemplo, López Murcia (2015) señala que a las travestis/trans colombianas que migran a Italia las madrinas les enseñan estructuras simples del lenguaje para que puedan comunicarse con los clientes. Este ejemplo es cultural y se vincula con la necesidad de integrarse en la sociedad receptora.

3 Esta denominación refiere a los espacios públicos en los que se ejerce la prostitución/trabajo sexual.

4 La traducción al castellano es “ayuda”.

Recibido: 27 de Octubre de 2020; Aprobado: 17 de Mayo de 2021

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