1. Introducción
El verbo hacer se incluye dentro de los denominados verbos de apoyo semicopulativos de cambio o verbos gramaticales de cambio, que sirven de soporte a otro elemento -un adjetivo, un sustantivo, un participio o un sintagma- para, en conjunto, expresar un cambio de estado o de entidad. Se trata de verbos que han perdido parte importante de su contenido semántico, lo que hace que hayan sido considerados como verbos gramaticalizados o de apoyo.1
Como es sabido, los ‘verbos de apoyo’2 han gozado de una atención especial dentro de la bibliografía,3 sobre todo, aquellas construcciones formadas por un verbo no copulativo seguido de un sintagma nominal (hacer mención, dar un beso, dar golpes, etc.). En realidad, se puede hablar de un conjunto específico de colocaciones sometidas a un profundo proceso de gramaticalización cuyo verbo ha perdido su significado inicial, hasta el punto de limitarse a actualizar, desde una perspectiva aspectual y modal, los contenidos semánticos impuestos por el elemento que lo acompaña. De ahí que, en muchas ocasiones, el significado de la estructura con el verbo de apoyo sea equivalente al transmitido por un verbo simple (hacer mención: mencionar, dar un beso: besar, dar golpes: golpear, etc.).
Es posible, asimismo, advertir una cierta arbitrariedad con la que el sustantivo, el participio o el adjetivo seleccionan estos verbos, por lo que parece razonable considerar que estas combinaciones forman parte de la competencia léxica de los hablantes. Aun así, es posible establecer agrupaciones de adjetivos, participios y sustantivos que se decantan por un verbo en particular que, en ocasiones, le es exclusivo.
2. La expresión del cambio con hacer en construcción pronominal
La expresión del cambio de estado en construcción pronominal con hacerse implica cambio o evolución en la entidad representada como sujeto hacia un nuevo estado que se considera permanente, tal y como vemos en las oraciones siguientes:4
Y llegó el día en que la niña del millón de dólares se hizo mayor, y su padre decidió organizarle su coming out party (Fiestas, Rivera, 2001, s/p).
Sin embargo, aquello me afectó más de lo que mamá suponía y aquel obligado renunciamiento cambió mi carácter. A partir de ese día me hice sarcástico y burlón, caprichoso al máximo y, muchas veces, impertinente (El secreter, Hernández, 1995, 83).
Pasó el tiempo ocupada en reparar los desperfectos de su vivienda -en la que habitó Juan Guerra hasta que se hizo rico (Tiempo, 06/08/90).
Yo... me hice profesora de un instituto de belleza (Hölderin, Vallejo, 1984, s/p).
Pero la construcción con hacerse permite expresar, asimismo, cambio de entidad, esto es, la entidad que sufre el cambio pasa a ser otra distinta tras el cambio, como ocurre en el siguiente ejemplo:
El agua se hizo légamo y el légamo se desbordó (Retratos, Aparicio, 84).
Como se aprecia, la construcción pronominal de hacer está constituida por un objeto de cambio (A1), que actúa como sujeto, y aquello en que consiste el cambio (A3), que funciona como complemento predicativo y que puede ser una cualidad adquirida (mayor), si se trata de un cambio de estado, o de una nueva entidad (légamo), si es un cambio de entidad:
Juan (A1) se hizo mayor (A3).
El agua (A1) se hizo légamo (A3).
También es posible focalizar la causa del cambio, por lo que esta se sitúa en primer lugar, funcionando así como sujeto el elemento causante (A2) y como objeto directo el objeto afectado (A1):
Tú me contestas con esa forma que tenéis los españoles (A2) de hacer melodioso y duro este idioma (A1).
2.1. El cambio de estado en entidades animadas
Se trata de analizar en este apartado qué esferas semánticas del cambio pueden expresarse mediante hacerse para analizar las características del tipo o tipos de cambio que posibilita este verbo.
Tal y como hemos comprobado, en todas las construcciones en que hacerse sirve para la expresión de un cambio de estado, la entidad representada por el sujeto puede sufrir algún tipo de cambio relativo a la <edad> (mayor), a su <forma de ser o comportamiento> (sarcástico, burlón, caprichoso), a su <nivel económico> (rico), o a su <profesión e ideología> (profesora, musulmán); cambios que, sin embargo, no pueden ser expresados mediante otros verbos como, por ejemplo, ponerse:
*Juan se puso {*mayor / *rico / *profesor}
Coste y Redondo afirman que, en estas construcciones, hacerse es un “verb, qui est le plus fréquenment employé, exprime souvent soit un changement volontaire, soit une transformation progressive” (1965: 499); idea que comparte Fente, para quien “la idea general que confiere el verbo hacerse es la de cambio esencial, voluntario e intencionado por parte del sujeto” (1970: 161). Sin embargo, no estamos de acuerdo con que el verbo hacerse implica un tipo de cambio que exige siempre voluntariedad por parte de la entidad sujeto, pues es evidente que existen diferencias entre dos construcciones como estas:
Juan se hizo juez / Juan se hizo mayor
donde la idea de voluntariedad es evidente en la primera de ellas y, sin embargo, no en la segunda. Pero también, es claro que cuando se trata de sujetos inanimados la oposición voluntariedad / involuntariedad deja de ser relevante.
Si nos detenemos en analizar los atributos con que se combina hacerse, se observan ya ciertas diferencias con respecto a ponerse, pues aquel frente a este ya no se combina con adjetivos que implican <cualidad física>, <estado de ánimo>, <color> o <salud>, muy relacionados todos ellos con cambios fisiológicos transitorios:
Juan se hizo {*gordo/*contento/*rojo/*pálido/*enfermo}
Juan se puso {gordo/contento/rojo/pálido/enfermo}
Como sabemos, en estos casos se trata de cambios en los que el sujeto no interviene, que quedan al margen de la intención o voluntad de este y parece que hacerse, con la excepción de unos cuantos atributos que indican <edad y ciclos vitales>, prefiere la combinación con atributos que denotan el final de un proceso que implica voluntariedad y/o esfuerzo por parte de la entidad representada por el sujeto o cualidades que se consideran permanentes.
Hacerse presenta numerosas acepciones,5 lo que, en ocasiones, ha dificultado la posibilidad de establecer una línea clara entre lo que conllevaría cambio de estado de lo que no. Entendiendo este como una alteración en la naturaleza de la entidad afectada, es comprobable que hacerse selecciona, en la mayoría de los casos, sustantivos relacionados con las <profesiones> (abogado, periodista, político, presidente), la <ideología> (musulmán, cristiano) o la <posición económica> (rico, millonario). En consecuencia, podemos decir que hacerse selecciona normalmente sustantivos y adjetivos que no van a implicar ya cambio de estado de naturaleza física, sino cambio de estado de naturaleza social.
Entendemos los estados de ‘naturaleza social’ como aquellos relativos a situaciones, cualidades o características, ya no propias de la constitución de una entidad, sino que han sido institucionalizadas socialmente, motivadas por el hecho de que el ser humano viva en sociedad o relativas a ésta y que, por lo tanto, complementan la naturaleza anímica y física de una entidad. Cualquier cambio o modificación en la naturaleza social de un individuo implicará una modificación en su identidad, esto es, en alguna de las características que lo identifican como tal.
Para llevar a cabo el análisis de los distintos cambios de estado que se expresan con hacerse es necesario atender al contexto de uso y a sus combinaciones con los distintos adjetivos y/o sustantivos con los que aparece, y pasar, a continuación, a establecer los criterios semánticos clasificatorios del cambio. Estos han permitido ser clasificados en subclases, lo que nos dará la posibilidad de estudiarlos por grupos con características semánticas similares y, asimismo, caracterizar el tipo o tipos de cambio expresables a través de la construcción con hacerse. De igual modo, consideramos oportuna la clasificación sujeto animado /sujeto inanimado, pues el cambio no afecta del mismo modo a ambos tipos de sujetos, y nos centraremos solamente en el estudio del cambio de estado cuando afecta a entidades animadas.
Cuando la entidad objeto de cambio, cuya función es la de sujeto, tiene carácter animado,6 la construcción de hacerse + predicativo puede indicar cambio hacia un nuevo estado físico, social y anímico, de ahí que hacerse se combine con grupos de adjetivos que implican atribuciones de tipo físico (mayor, viejo), psíquico (discreto, huraño) y social (famoso, rico, millonario).
2.1.1. Cambio de estado físico
Los adjetivos y sustantivos <de estado físico> que acompañan a hacerse no están en relación con cambios que atañan a <la salud>, <el color> o <la forma física>, que suelen preferir la combinación con ponerse:
Salud: Juan se puso/*se hizo enfermo
Aspecto físico: Juan se puso/*se hizo gordo
Color: Juan se puso/*se hizo pálido
Para indicar cambio que afecta al estado físico de una entidad animada, hacerse se acompaña mayoritariamente de sustantivos y/o adjetivos que indican <edad o ciclos vitales>. Se trata de atributos relacionados con la edad o los ciclos de vida de un individuo que, normalmente, presentan el rasgo [+ humano], como son, por ejemplo, mayor, viejo, mozo, adulto, hombre (en el sentido de ‘adulto’) y mujer.
Como se comprueba, se trata de parejas antonímicas relativas o relacionadas con la edad: mayor, viejo/mozo; pero, también, sustantivos relativos a los ciclos vitales del ser humano: mozo, adulto, hombre. Se trata, pues, de cambios fisiológicos u orgánicos, por tanto, procesos biológicos, inherentes al ser humano. Veamos algunos ejemplos:
Aquellos dibujos obscenos los tendría que haber hecho alguien con una mínima experiencia sexual, no un preadolescente que aún no se había hecho hombre (Llongueras, Llongueras, 2001, 98).
Comprendí que me había hecho viejo y que, una vez superada la inflexión, como los ancianos en el banco del parque soleado y oloroso de orines, ya sólo encontraría consuelo en los animales y en las criaturas (Diario, Azúa, 1987, 78).
La construcción de hacerse + atributo muestra el cambio de estado como el inicio de un nuevo estado adquirido, opuesto o de mayor intensidad que el anterior. Este nuevo estado B aparece expresado en cada una de las construcciones funcionando como complemento predicativo (A3). Se trata, pues, de un estado irreversible, fruto de una evolución previa y entendido como un proceso unidireccional, ya que en el plano extralingüístico el cambio se da en esta dirección y no en otra:
Niño → mozo / adolescente / joven → hombre / adulto / mujer → mayor → viejo
Aunque es menos frecuente, hemos registrado, sin embargo, la construcción de hacerse + el adjetivo joven, que supondría un cambio en sentido inverso (pasar de viejo o mayor a joven):
Es una interpretación, desde luego -dijo Cagliostro-. Yo preferiría decir que se ha hecho más joven. Accionó otra vez el pulverizador. La planta se redujo de nuevo hasta la cuarta parte de su tamaño original (Concerto, Zaragoza, 1981: 257).7
Parece que en este sentido se prefiere el verbo rejuvenecer:
Juan rejuveneció (= Juan pasó de viejo a joven, o de joven a más joven, o de viejo a menos viejo).
Se utiliza hacerse para mostrar cambios vitales naturales propios del ser humano, algo que sabemos gracias a nuestro conocimiento del mundo. Este cambio implica un progreso y es, por tanto, procesual. El estado B representado por el predicativo implica el estado final de ese proceso, esto es, la fase final del cambio o, lo que es lo mismo, el principio del resultado.
En cuanto a su compatibilidad con los auxiliares ser y estar, la mayoría de estos sustantivos sólo son compatibles con el verbo ser,8 pues se trata de cualidades humanas esenciales:
Juan es / *está hombre
Juan es / *está adulto
Juan es / *está mozo
Aunque sí cabe la posibilidad de enunciar construcciones con el verbo estar como las siguientes
María está hecha una mujer
Juan está hecho un hombre / un mozo
en las que la construcción estar hecho implica el estado resultado de un cambio adquirido.
Mayor y viejo son compatibles tanto con ser como con estar, aunque ello implique un cambio de sentido:
Juan es / está viejo
Juan es / está mayor
Cuando se combinan con estar, mayor y viejo ya no son indicadores de cualidades esenciales, sino que muestran cualidades aparentes. En este sentido, si decimos que una persona es mayor o vieja la clasificamos de acuerdo con su edad y con el concepto que tenemos de persona joven y mayor o vieja, como norma general. La construcción con estar forma parte de la norma individual. Una persona está mayor o vieja si, teniendo en cuenta sus circunstancias personales y su edad, ofrece un aspecto peor de lo que sería normal y esperable para su verdadera edad. Por lo tanto, se trata de cualidades (mayor o viejo) que no son acordes con la realidad.
Ahora bien, el auxiliar que se emplearía para mostrar el aspecto resultativo de hacerse es ser y no estar. En tal sentido, hacerse se convierte en el incoativo de ser. Cuando decimos que
Juan se hizo viejo / mayor
estamos diciendo que Juan ha pasado a ser una persona ‘entrada en años o de edad avanzada’ y decimos es y no está:
Juan se hizo mayor <=> Juan ahora es / está mayor
Pero también cabe la posibilidad de expresar:
Juan está mayor
que se correspondería con
Juan se hace mayor (en el sentido de que lo aparenta)
Estos cambios son involuntarios y sobre ellos el sujeto no posee ningún control. La lengua dispone, asimismo, de otros verbos léxicos que expresan este mismo tipo de cambio, como envejecer(se) o aviejarse.
Como se comprueba, en cuanto a la expresión del cambio físico sufrido por entidades animadas, el uso que los hablantes hacen de la lengua demuestra que ponerse se combina únicamente con aquellos adjetivos que indican estados temporales relativos, sobre todo, al aspecto (guapo, gordo), al color (rojo, amarillo) o estados alterados de salud (enfermo), frente a hacerse que, no obstante, prefiere la combinación con aquellos que indican edad o ciclos (mayor, viejo):
Juan se puso / *se hizo {enfermo / gordo / amarillo}
2.1.2. Cambio de estado psíquico
Con hacerse es posible expresar también un cambio de estado psíquico cuando se combina con atributos que indiquen <forma de ser o comportamiento>, como, por ejemplo, huraño, discreto, serio; o <ideología>: musulmán, católico, liberal, etc. Ya hemos visto, sin embargo, que varios de los adjetivos que indican <comportamiento> no son exclusivos de hacerse, sino que se combinan también con ponerse:
Juan se hizo/se puso {serio/agresivo/violento/cariñoso}
Pero, cabe señalar, aun así, que no todos los adjetivos que indican <comportamiento o forma de ser> son compatibles con ambos verbos:
Juan se hizo/ *se puso {discreto}
Juan se *hizo/ se puso {contento}
Veamos a continuación cuáles son los atributos que se combinan con hacerse y qué diferencias se observan entre ponerse y hacerse a la hora de expresar cambio de estado.
Hacerse es escogido en mayor medida por adjetivos que indican cualidades o características de un sujeto animado capaz de acciones y visto como fuente de actividad o de determinados comportamientos, y por cuya actividad es clasificado. En este caso, nos referimos a cambios que afectan a la manera de ser o proceder de un ser animado. Los adjetivos que hemos registrado son huraño, beligerante, burlón, sedentario, apartadizo, serio, hermético, caprichoso, dependiente, sarcástico, impertinente. Veamos algunos ejemplos que demuestran su uso:
El niño se fue haciendo cada día más apartadizo (Invierno, Maqua, 1992, 43).
Juan Damasceno Carralón Antayo se fue haciendo hermético. Dejó de afeitarse. (Letanías, Argüelles, 1993, 177).
[La gorila] a medida que fue creciendo se fue haciendo más caprichosa. Era igual que cualquier niño mimado (Un gorila, López, 2001, 60).
Además, debe hacerse fuerte, el señor Marx la necesita. Todavía es usted muy importante en esta casa (Elena, Bonmatí, 1993, 25).
La combinación de hacerse + adjetivos de <comportamiento o forma de ser> lleva aparejado un cambio en relación con el comportamiento de un determinado ente el cual pasa a ser caracterizado como tal, esto es, pasa a adquirir una cualidad que se entiende como definitoria y caracterizadora.
En este proceso de cambio parece que se dan una serie de coordenadas espacio-temporales concretas a partir de las cuales el cambio ha tenido lugar. Estas, en el seno de la oración, se codifican como complementos circunstanciales de tiempo que establecen la línea que separa el antes y el después en el comportamiento de una entidad. Como vemos en estos ejemplos, son varios los complementos circunstanciales temporales que acentúan la idea de cambio:
Me parece que Saelices, desde que quedó viudo , se hizo más huraño y distante (El expediente , Díez, 1992, 63).
Desde entonces, cuando le prohibieron que se acercara a Amparito , se hizo más huraño (La novia , Pozo, 1995, 93).
Con los años Custardoy se ha hecho más discreto y, que yo sepa, tampoco él cuenta por qué provoca el espanto, pero quizá sí en privado a mi padre, para él una especie de padrino (Corazón , Marías, 1992, 131).
Desde el primer momento de la transición se hizo beligerante y defensor a ultranza de las esencias españolas y de la unidad nacional (El eje, Salvador, 2002, 295).
Así, por citar algunos de ellos, diremos que:
alguien se hizo huraño → desde que se quedó viudo; desde entonces
alguien se hizo más discreto → con los años
alguien se hizo beligerante → desde el primer momento de la transición
Como se observa, estos sintagmas denotan el punto, en tiempo, de que procede, se origina o ha empezado el cambio.
Ahora bien, como ya hemos señalado, son varios los adjetivos de comportamiento que se combinan tanto con hacerse como con ponerse, por lo que se hace necesario plantearse una cuestión como ¿cuál es la diferencia entre dos secuencias como las siguientes, en las que se expresa la adquisición de una misma cualidad?
Juan se puso serio / Juan se hizo serio
En primer lugar, resulta pertinente afirmar que la construcción con ponerse no admite los mismos complementos adverbiales que hacerse:
*Juan se puso serio desde que se quedó viudo / Juan se hizo serio desde que se quedó viudo
*Con los años, Juan se puso arisco / Con los años, Juan se hizo arisco
Sí es posible, sin embargo, añadir a la construcción con ponerse alguna circunstancia temporal concreta que no indique progresión ni punto de inicio:
Juan se puso serio cuando vio a su exnovia
Dicho esto, cabe señalar que con ponerse se expresa la adquisición de una cualidad ocasional, pasajera, entendida como una desviación del comportamiento habitual del sujeto, que tiene lugar dentro de unas coordenadas espacio temporales concretas y momentáneas que no evolucionan:
Juan se puso serio ayer / en ese momento / cuando me vio
Frente a ello, con hacerse se expresa la adquisición de una cualidad duradera, que se constituye en algo inherente a la personalidad de la entidad sujeto y que surge desde un momento determinado y dura hasta el momento de la enunciación (ahora):
Juan se hizo serio desde que murió su padre / a partir de ese día
Juan se va haciendo serio a medida que crece / con los años
En estos casos, se califica al sujeto con motivo de comportamientos o formas de actuar que se generalizan o se hacen constantes desde un determinado momento (hacerse), no como fruto de un comportamiento llevado a cabo en una determinada ocasión (ponerse).
Nótese también que con la construcción con ponerse el cambio no implica la adquisición de un estado B opuesto al anterior, de ahí que Juan se puso serio no lleve implicado que ‘Juan no era serio’; frente a la construcción con hacerse, que sí implica la adquisición de un estado B opuesto al anterior. Así, en una expresión como Juan se hizo serio, se presupone que ‘Juan no era serio antes’.
En el cambio de estado manifestado mediante hacerse confluyen las dos normas: la individual y la general. Frente a esto, en el cambio de estado expresado con ponerse solo interviene una norma, la individual. Con hacerse, el referente de la entidad sujeto adquiere una cualidad que antes (en anteriores etapas de su vida) no poseía y esa cualidad sitúa al sujeto en una clasificación dentro de la norma general: el sujeto pasa a ser clasificado dentro del grupo de personas hurañas, tímidas, serias, sedentarias... Y decimos esto porque si enunciamos Juan se hizo huraño no decimos que Juan ahora (momentánea o circunstancialmente) está comportándose de forma huraña, sino que Juan ahora es una persona huraña como cualidad caracterizadora. Por su parte, ponerse implica, por parte de la entidad que sufre el cambio, una manifestación ostensible de un determinado comportamiento en un momento concreto. La entidad sujeto se comporta de una forma anómala dentro de su habitual forma de comportamiento, pero esto no implica que pasa a formar parte de un grupo de personas que se comportan así. Esta idea es la que nos permite enunciar una oración como Juan no es serio, pero ese día se puso serio, y no sea posible enunciar *Juan no es serio, pero se hizo serio.
Por otro lado, hemos registrado otros adjetivos <de forma de ser>, como sedentario, dependiente o conservador, que no admiten la interpretación temporal u ocasional, por lo que no pueden combinarse con estar:
Juan es /*está sedentario
Juan es /*está dependiente
Juan es / *está conservador9
No es, por ello, viable una construcción como la siguiente:
*{Durante la entrevista / en la cena / ayer} Juan estuvo sedentario / conservador / dependiente
Se aprecia, pues, que no se trata de adjetivos que vayan asociados a un solo comportamiento o que vengan enmarcados en un límite temporal. Se refieren a modos de vida (sedentario), a comportamientos habituales (dependiente) o a formas de pensar (conservador) y, por lo tanto, exigen el verbo ser. Son adjetivos que atribuyen cualidades del sujeto en función de comportamientos o actividades constantes o regulares, por lo que no pueden aparecer en situaciones circunstanciales o esporádicas, de ahí que rechacen la presencia de ponerse.
Concluimos diciendo que ponerse implica una contradicción con respecto al comportamiento normal de una entidad, y hacerse implica un cambio de norma. Una construcción como
Juan se hizo cariñoso
presupone:
Juan no era cariñoso antes
Juan ahora es cariñoso
En cambio,
Juan se puso cariñoso
puede presuponer:
Juan no era cariñoso
Juan no es cariñoso
Juan no es esperable que lo sea alguna vez
Juan es cariñoso, pero en esta ocasión lo manifiesta
Ya por último, es asimismo destacable el hecho de que casi la totalidad de los adjetivos de <comportamiento o forma de ser> que se registran con hacerse son de signo [+ negativo], como ocurre, por ejemplo, con adjetivos del tipo huraño, arisco, burlón, impertinente, beligerante, hermético, intransigente, violento, hosco... con la excepción de fuerte, discreto y cauto.
2.1.3. Cambio de estado social
La mayoría de los sustantivos que seleccionan hacer en su forma pronominal pertenecen al grupo de las denominadas <profesiones u ocupaciones> del ser humano.
Son innumerables los ejemplos que hemos registrado dentro de esta categoría. Algunos de ellos son abogado, agricultor, diplomático, dueño, historiador, homeópata, ingeniero, institutriz, profesor, psicoanalista, sacerdote... Veamos los siguientes ejemplos del verbo en su contexto de uso:
Más tarde se hizo profesor de geometría en París y destacó durante su larga vida como político (Las bases, Etayo, 1994, 177).
Había uno que disfrutaba enormemente haciendo daño al prójimo, confundiéndolo, mortificándolo, humillándolo, que luego se hizo psicoanalista para poder hacer lo mismo que antes pero con patente de corso (Un infierno, Sánchez, 1995, 101).
Añade Baroja que don Felipe Francisco había venido a Madrid a estudiar, se hizo abogado de algún renombre y conoció en la capital a Juana, hija de un militar (Aviraneta, Ortiz, 1994, 25).
Como podemos comprobar, con hacerse + sustantivo <de profesión> se expresa la adquisición de un resultado (adquisición de una profesión) fruto de un proceso que, pragmáticamente hablando, puede culminarse o bien entrando a formar parte del clero (monje, sacerdote), bien adquiriendo el grado de estudios conducentes al ejercicio de dicha profesión (abogado, médico), bien desempeñando las tareas propias de ese oficio (agricultor, saltimbanqui). Si nos detenemos en analizar una construcción como
Juan se hizo médico
observamos que la entidad sujeto experimenta un cambio en el sentido de que, en un momento dado, Juan pasa de no ser médico a serlo, esto es, de un Estado A (no ser médico) a un Estado B (ser médico). El cambio no modifica las cualidades del sujeto, sino que a Juan hay que añadirle la [+ adquisición de una profesión / oficio / ocupación que antes no tenía], o, lo que es lo mismo, el nuevo estado consistirá en la ‘pertenencia a un determinado grupo profesional’, y esto se expresa mediante el sustantivo médico y otros equivalentes.
Por otro lado, en un enunciado como
Juan se está haciendo médico
el proceso de cambio ha empezado, pero todavía no ha culminado y, por lo tanto, no se ha producido la adquisición del nuevo estado (Estado B). Juan se está preparando para ser médico, para llegar a ser médico, pero todavía no lo es. Por el contrario, en los cambios de estado estudiados hasta el momento, cuando se utilizaba el gerundio, no solo se pone de manifiesto el proceso de cambio sino también la adquisición del nuevo estado. Así, en
Juan se está haciendo huraño
Juan se está haciendo mayor
el estado se comienza a adquirir desde el momento en que comienza el cambio. Esta diferencia se debe a que los adjetivos huraño y mayor poseen gradación (un poco huraño → huraño → muy huraño; mayor → muy mayor), mientras que un sustantivo como médico u otro tipo de profesión no la admite.
Todos los sustantivos que denotan profesión poseen el rasgo [+ humano] y el verbo hacerse lleva aparejada las idea de [+ esfuerzo] y [+ voluntariedad]. Asimismo, desde nuestro conocimiento del mundo, sabemos que para lograr una determinada profesión u ocupación es necesario un cierto tiempo, por lo que pueden resultar extrañas algunas construcciones que, sin embargo, lingüísticamente son aceptables:
Juan se ha hecho profesor en un momento / de la noche a la mañana
Con el tiempo, Juan se hizo abogado10
En las proposiciones siguientes queda reflejada la voluntariedad de la entidad que funciona como sujeto en la adquisición de la profesión. El sujeto posee, asimismo, los rasgos de [+ control] y [+ intencionalidad], los cuales quedan de manifiesto por la posibilidad de coaparecer con una cláusula final con para:11
Juan se hizo profesor para no tener que trabajar por las tardes
Juan se hizo abogado del estado para estar más cerca de su mujer
María se hizo institutriz de los hijos de la reina para ganar más dinero
Estos casos, que contrastan notablemente con la construcción que alude a cambios de comportamiento o cambios psicológicos, en los que, como hemos visto, el sujeto no parece ejercer [+ control] sobre el proceso de cambio. El sujeto en ambos casos es un humano, sin embargo en estas construcciones que indican cambio de estado social, el sustantivo/adjetivo seleccionado por el verbo ejerce un cambio en los rasgos semánticos del sujeto, esto es, el léxico seleccionado por el verbo hacerse reconfigura los rasgos semánticos del sujeto y por lo tanto pasa a ser una entidad que posee el rasgo [+ control] para que el cambio se produzca.
En cuanto a su combinación con los copulativos ser y estar, los sustantivos <de profesión> se combinan solamente con el auxiliar ser y no con estar puesto que son sustantivos y, por ello, clasificadores:
Juan es / *está abogado
Juan es / *está agricultor
Juan es / *está profesor12
Es claro que si el sujeto adquiere una determinada profesión, este pasa a formar parte de la categoría de personas que desempeñan o ejercen esa determinada profesión, es decir, a ser clasificada como tal. Si decimos que Juan se ha hecho maestro, Juan ahora ha pasado a formar parte de la clase de personas que son maestros, por ello no es posible una construcción como:
*Juan no es profesor, pero se hizo profesor
Los sustantivos que eligen el verbo hacerse implican, tal y como señala el DRAE, la ejecución o dedicación a algo:
científico: que se dedica a una o más ciencias
historiador: que escribe historia
profesor: que ejerce o enseña una ciencia o arte
psicoanalista: que se dedica al psicoanálisis
El énfasis en estas construcciones está en la consecución del resultado, es decir, en la adquisición de una determinada profesión. Lo importante es el resultado de un proceso de preparación (abogado) o de una serie de acciones (agricultor), no un cambio en las cualidades de la persona.
Podemos hablar, entonces, de que en este caso hacerse se comporta como un verbo de adquisición, por el cual el sujeto pasa a tener o a adquirir algo. Ser abogado / político / agricultor es el resultado de hacerse abogado / político / agricultor.
Cabe señalar, por último, que no son combinables estos sustantivos con los siguientes verbos semicopulativos:
Juan se* puso /*quedó {profesor/abogado/agricultor}13
2.1.3.1. Ideología y creencias
Además de los sustantivos de profesión, hay otra serie de adjetivos que seleccionan hacer en forma pronominal. Son los relacionados con el pensamiento, las creencias religiosas, la ideología, las tendencias políticas o de otro tipo, etc. Algunos de los que hemos registrado en el banco de datos son: comunista, marxista, musulmán, partidario (de), conservador, devoto, católico, budista, surrealista, etc. Veamos algunos ejemplos de uso:
Gil Robles se hizo antifranquista y miembro del Consejo de don Juan de Borbón, a la espera de la monarquía (Un cero, Herrera, 1976, 111).
“El niño” se negó a hacerse marxista. Sin explicación ninguna. Por pura cabezonada: la justificación que daba a “el maestro” le ponía a éste hecho un basilisco. Decía: - “El niño” no quiere ser marxista (La torre , Arrabal, 1982, 129).
Nunca el nestorianismo llegó a ser religión oficial, puesto que en 1292 el soberano mongol se hizo musulmán y comenzó la decadencia nestoriana (Hombres, Díez, 1995, 435).
Ipi optó por hacerse devoto de la diosa (El arpista, Moix, 2002, 66).
Todos estos adjetivos son incompatibles con el auxiliar estar:
Juan {es / *está} conservador / comunista / marxista / antifranquista
Juan {es / *está} musulmán / protestante / budista / cristiano
Juan {es / *está} surrealista14
No admiten, pues, la combinación con estar porque también se trata de adjetivos clasificadores y dinámicos que requieren la actividad de un sujeto. Consideramos que hacerse + <ideología> expresa la idea por la cual una entidad sujeto pasa, en un momento dado, a profesar una determinada religión o a ser partidario (activo o no) de un sistema político, cultural o social. Si entendemos por ideología el ‘conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona’ (DRAE), cualquier cambio que afecte a las ideas, va a implicar un cambio en las características y la caracterización de una persona. Aun así, la cópula hacerse en combinación con estos adjetivos puede tener distintos significados, aunque comparten un mismo sentido incoativo:
- afiliarse a un partido:
Juan se hizo socialista en 1975
-admitir, escoger y seguir una doctrina:
Juan se hizo musulmán
-practicar una tendencia artística / literaria:
Picasso se hizo surrealista a muy temprana edad
En ocasiones, aparece explícita la causa que precipitó el cambio y que en la oración se presenta como complemento adverbial de causa:
Alberti me parece que se llama, se hizo comunista porque su familia se arruinó en el Puerto, si no hubiera sido un señorito como los demás y ahora estaría con nosotros (Leyenda , Umbral, 1991, s/p).
Algunos compañeros se hacen socialistas porque ser comunista les parece demasiado radical y después pretenden estar en la izquierda socialista porque son partidarios de una alianza con los comunistas (El País, 03/06/80).
Se establece, por tanto, una relación de temporalidad entre un antes y un después del cambio, o una relación de causa que tiene su efecto en el cambio. Si atendemos ahora a la posible combinación de estos adjetivos con otros verbos de cambio, observamos que volverse es otra de las posibilidades combinatorias:
Félix {se hizo / se volvió / *se quedó / *se puso} musulmán
Montse {se hizo / se volvió / *se quedó / *se puso} comunista
Por su parte, volverse parece diferenciarse de hacerse en que presenta un menor control ejercido por la entidad que sufre el cambio. Este menor control se aprecia, por una parte, en que, en ocasiones, a pesar de parecer sinónimos, no es posible identificar en ambas construcciones el sentido de ‘afiliarse a un determinado partido’:
Juan se hizo socialista en 1975 (= se afilió) / Juan se volvió socialista en 1975 (≠ se afilió; = evolucionó políticamente hacia el socialismo).
Sin embargo, en ocasiones parece darse un caso de neutralización en que ambas construcciones equiparan los rasgos semánticos, y tanto con hacerse como con volverse es posible expresar los dos sentidos: ‘afiliarse’ o ‘evolucionar políticamente’.
La afiliación a un determinado partido requiere, sin duda, que el sujeto ejerza [+ control] sobre la acción, característica inapropiada para un verbo como volverse.García Pérez (2007: 126) señala, a este respecto, que muchos de los adjetivos en los que el sujeto no es controlador tendieron a seleccionar solo el verbo volverse: calvo, mudo, ciego, loco, etc.
2.1.3.2. Posición social
Hay otra serie de adjetivos que seleccionan el verbo hacer en su forma pronominal. Son los relativos al <estatus o posición social de las personas>. Algunos de los que hemos registrado son: rico, millonario, célebre, famoso, pobre o poderoso. Veamos algunos ejemplos que lo corroboran:
Cándido se hizo famoso con sus cochinillos asados, siguiendo la fórmula de un cocinero y aventurero francés que huyendo de Francia, se refugió en Madrid a principios del xvii (El sabor, Domingo, 1992, 131).
Consiguió la fama, se hizo rico, y fue amado por un buen número de mujeres (El Cultural, 17/02/03).
Era avaricioso y se hizo muy rico (Fundamentalismos, Otero, 2001, 153).
No somos capaces de hacernos millonarios de ninguna forma (Oral)
¿A que no has conocido nunca a un rico que se haya hecho bufón? Es más fácil que un pobre se haga rico, que un rico se haga pobre. ALFONSO.- Por lo general, los pobres se hacen pobres y los ricos se hacen ricos (Durango, Amestoy, 1989, 47).
Desde el punto de vista de la publicidad, Bennett llegó a hacerse tan poderoso como en el terreno de la prensa (Breve, Sánchez, 1989, s/p).
Los adjetivos que pertenecen al grupo relacionado con el poder adquisitivo son compatibles tanto con ser como con estar, aunque parece que la construcción con estar se asocia más al registro coloquial:
Juan es / está {rico / millonario / pobre}15
Sin embargo, los relativos al reconocimiento social y de poder son solo compatibles con el copulativo ser:
Juan es / *está {famoso / célebre / poderoso}
Con respecto a los primeros adjetivos, podemos decir que la riqueza, la pobreza, el poder o la fama son circunstancias extrínsecas a la constitución de un individuo. Por ello, ‘rico’, ‘pobre’, ‘millonario’ o ‘poderoso’ expresan situaciones de valor en que se encuentra el sujeto, y no verdaderos estados que lo constituyen como ser. En cuanto a la ‘fama’, se trata también de un factor extrínseco al individuo, que implica una circunstancia por la que un individuo es muy conocido por el resto de personas, pero que no atañe a sus características como individuo. En ambos casos, como ya hemos señalado, se trata de características de naturaleza social que vienen dadas por el hecho de vivir en sociedad, pero que a la vez son notas identificativas de una persona.
Podemos decir al respecto que la diferencia entre la construcción con ser (Juan es rico) y la construcción con hacerse (Juan se hizo rico (con la venta de pisos)) estriba en que en la primera de ellas se nos dice que Juan posee mucho dinero o bienes, esto es, Juan aparece clasificado dentro del grupo de las personas ricas. Frente a ello, en la segunda construcción, se nos dice que Juan, debido a una serie de hechos o circunstancias (la venta de pisos, en este caso) devino rico, esto es, en un momento dado pasa a poseer mucho dinero. Su caudal económico aumentó a partir de un determinado momento.
En cuanto a los adjetivos <de reconocimiento social> cabe mencionar que nos encontramos ante un proceso similar, estableciéndose una clara diferencia entre ser y hacerse:
Juan es famoso / Juan se hizo famoso (por su papel en la película X)
En la primera construcción se afirma que Juan posee fama, es decir, que categóricamente Juan forma parte de las personas famosas y, en la segunda, se nos dice que, debido a un determinado hecho o circunstancia (su papel en la película X), el sujeto pasa a ser o devenir famoso, esto es, a poseer fama.
Si analizamos este cambio, podemos concluir que se trata de algo involuntario, pues depende de factores sociales y no del sujeto mismo. Esta falta de [+ control] por parte del sujeto la vemos por la imposibilidad de combinarse con una cláusula final con para:
*Juan se hizo rico/ millonario para comprar una casa nueva
*Juan se hizo famoso para vivir mejor
Parece claro que la voluntariedad o el rasgo [+ esfuerzo] no es propio de estas construcciones, donde el cambio es involuntario y se desemboca en él a causa de unas determinadas circunstancias. La sustancia semántica de estos atributos determina que el sujeto sea codificado como una entidad que no puede ejercer control sobre el cambio.
El cambio es la consecuencia de una serie de factores desencadenantes, que normalmente en la oración aparecen como complementos temporales, de modo o de causa:
Fini se hizo famoso en todo el mundo cuando intentó conquistar en diciembre la alcaldía de Roma (La Vanguardia , 22/03/94).
En 1984 se hizo famoso por su papel en la película de Roland Joffé (El Mundo , 03/03/96).
Ricardo García López se hizo célebre por sus viñetas humorísticas y caricaturas (El País , 01/02/84).
Si espera hacerse rico ejerciendo esta noble y desinteresada profesión al servicio de la sociedad es preferible que abandone cuanto antes el periodismo (Cruzar, Carrión, 1995, 45).
Tanto el adjetivo rico como millonario aceptan de una manera usual la combinación con hacerse. Frente a estos, pobre solo aparece registrado en una ocasión, justamente, porque nadie se esfuerza por llegar a ser pobre. Consideramos que esto es así porque funciona como polo antonímico de rico, por lo que los hablantes los asocian.
Tal y como ocurría con los adjetivos <de ideología>, todos estos adjetivos también admiten sin problemas su combinación con el verbo volverse y rechazan combinarse con otros verbos semicopulativos:
Juan {se hizo / se volvió/ *se puso/ *se quedó} famoso/ célebre/ rico/ millonario/ poderoso/ pobre
Como hemos visto hasta aquí, es claro que hacerse es compatible tanto con adjetivos/sustantivos que requieran sujetos ‘controladores’ (Juan se hizo médico) como ‘no controladores’ (Juan se hizo famoso). Volverse, sin embargo, no es compatible con adjetivos que requieran sujetos ‘controladores’ (*Juan se volvió médico)16 y solamente admite combinación con aquellos que no requieran [+ esfuerzo] por parte de la entidad sujeto (Juan se volvió famoso).17
Creemos que en estos casos se da una situación de neutralización semántica, por la que tanto con volverse como con hacerse + atributos ‹de ideología› y ‹de posición social› se puede expresar un cambio hacia una cualidad permanente sobre la que el sujeto no ejerce control.
3. Conclusiones
El análisis combinatorio del verbo hacer en construcción pronominal con sujeto animado nos ha permitido establecer una clasificación entre los diferentes tipos de cambio de estado que puede expresar: físico, psíquico y social.
Asimismo, hemos podido clasificar los distintos adjetivos/sustantivos con los que se combina hacerse en cinco paradigmas: 1. Edad y ciclos vitales. 2. Forma de ser y comportamiento. 3. Ideología. 4. Profesiones y ocupaciones y 5. Estatus y posición social. Es claro que en la mayoría de los casos, excepto cuando se trata de ciclos vitales, hacerse añade la idea de voluntariedad, participación activa, esfuerzo y cambio gradual, por lo que su tendencia es combinarse con sustantivos o adjetivos que indican ‹profesión› o ‹adscripción política, religiosa e ideológica›.
Es posible establecer una jerarquía entre los distintos atributos que selecciona el verbo atendiendo al grado de [+ control] que ejerce la entidad representada por el sujeto sobre el cambio. Así, de más a menos:
Profesiones [+ control] → ideología [+ control] → posición social [-/+ control] → forma de ser o comportamiento [-/+ control] → edad y ciclos vitales [- control].
Como hemos señalado, los distintos cambios expresables con hacerse implican la adquisición de una cualidad definitoria, estable y permanente, aunque no siempre irreversible. A la luz de los datos obtenidos, es posible realizar una distinción entre los dos polos opuestos del eje. Por un lado, estarían los atributos que inciden en el cambio como final de un proceso, donde situaríamos los atributos que indican ‹edad y ciclos vitales› (hacerse mayor, viejo, hombre), independientemente del [+/- control] que la entidad sujeto ejerza sobre el cambio y, por otro, estarían los cambios que indican la adquisición de una cualidad estable en la que se incide en el [+ control] de la entidad sujeto, donde incluiríamos los atributos de ‹profesiones y ocupaciones› (hacerse médico, profesor) y los de ‹ideología› (hacerse musulmán, marxista). Los atributos que ocupan un lugar intermedio en el eje implican cambios que se dan porque la entidad que sufre el cambio es percibida como un ente activo que muestra un determinado comportamiento reiterado (hacerse discreto, huraño), con independencia del grado de [+/- control], o es vista como alguien que ejerce una actividad (hacerse rico, famoso). Esto nos permite secuenciar los cambios que son expresables con hacerse según la característica predominante en el cambio, así, y para concluir, hacerse con sujeto animado puede expresar cambios que incidan en:
[+ proceso]
[+ control/esfuerzo]
[+ reiteración]
[+ actividad].