SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.70 número2Pedro Armillas: vida, trayectoria y obra (San Sebastián 1914-Chicago 1984)Sobre Miruna Achim, From Idols to Antiquity. Forging the National Museum of Mexico índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.70 no.2 Ciudad de México oct./dic. 2020  Epub 20-Ene-2021

https://doi.org/10.24201/hm.v70i2.3788 

Reseñas

Sobre Xavier Noguéz (coord.), Códices

Pablo Escalante Gonzalbo* 

*Universidad Nacional Autónoma de México

Noguez, Xavier. Códices. México: Secretaría de Cultura, 2017. 285p. ISBN: 978-607-745-761-9.


Enrique Florescano, fiel a su trayectoria de editor, que tantas colecciones, traducciones y obras valiosas para el estudio de la historia de México nos ha dejado durante décadas, creó una serie que lleva por título “Historia ilustrada de México”. Esta serie podría situarse en el rango de lo que a veces se llama alta divulgación, debido a que las obras que la integran están escritas por especialistas, investigadores que han participado en algunos avances recientes dentro de su campo, y que utilizan, sin embargo, un enfoque más general del tema, para ofrecer una síntesis asequible a un público no especializado. El volumen que aquí comento, coordinado por Xavier Noguez , está dedicado a los códices.

Está claro que el propósito del libro no es mostrar los resultados de algunas investigaciones personales en el campo de estudio de los códices mesoamericanos, sino, más bien, presentar una síntesis de lo que se sabe, en general, sobre estos manuscritos pictográficos. Casi todos los autores combinan un estado de la cuestión con su visión resumida de los principales aspectos del tema que tratan. El panorama es bastante completo y tiene el gran mérito de ofrecer una muestra representativa de los diferentes códices de las regiones de México, desde la etapa prehispánica hasta el siglo XVIII.

Los capítulos están pensados para cubrir diferentes regiones y tradiciones étnicas. Códices mayas, códices de Michoacán, códices de Oaxaca y códices del centro de México son el contenido de cuatro de los seis capítulos del libro. Otro capítulo se dedica a los códices del “grupo Borgia”, y en un momento hablaremos del callejón sin salida que es el problema de su ubicación regional. El sexto capítulo se dedica a la tradición Mixteca-Puebla y los códices, es decir, a un problema de estilo y repertorio iconográfico que ayuda a entender el lenguaje común de la mayoría de los códices mesoamericanos.

Nikolai Grube, uno de los más destacados estudiosos de la iconografía mesoamericana, se ocupa de los códices mayas. Pone especial énfasis en el proceso de desciframiento de la escritura y del sentido de estos manuscritos, desde Brasseur de Bourbourg, en 1862, hasta el presente. Expone algunos principios de la escritura silábica maya y da ejemplos de inscripciones y fragmentos de códices. Con el auxilio de las copiosas ilustraciones, logra una explicación comprensible para los no conocedores.

Es muy notable el avance en el desciframiento de los textos mayas, en especial en las últimas tres décadas, tal como el propio Grube lo explica, y sin embargo es útil e interesante tomar conciencia de las limitaciones que aún existen en la tarea:

En el caso de textos que están compuestos de varias oraciones muchas veces no sabemos ni siquiera dónde se encuentran los límites de la oración […] Únicamente un entendimiento previo del contenido hace posible asignar a los jeroglíficos determinados significados.

Tatiana Valdez presenta los hechos más relevantes para caracterizar a los códices del llamado “grupo Borgia”, es decir, los manuscritos denominados Borgia, Cospi, Vaticano B, Fejérváry-Mayer, Laud y algunos otros. Resume bien los rasgos de estos documentos calendáricos y adivinatorios, destaca la conocida riqueza mitológica y cosmográfica del Borgia, y llega inevitablemente al problema de la procedencia regional. Pienso que lo que está claro sobre estos manuscritos, y lo único que justifica su agrupación, es que representan una unidad desde el punto de vista temático. Sus afinidades estilísticas no son otras que las propias de todos los códices no mayas del Posclásico. Y si algunos de este grupo, como el Borgia o el Vaticano, pueden ser de la región de Puebla, el Laud y el Fejérváry, en cambio, podrían perfectamente no serlo.

Noguez tuvo el tino, también, de convocar a un gran conocedor de los códices mixtecos para tratar el corpus de Oaxaca; Manuel Hermann ofrece un panorama de las pictografías históricas de los mixtecos y da noticia de algunos otros manuscritos de Oaxaca. Explica las estrategias de composición y las reglas de lectura de estos códices, hace un recuento de sus temas y pone algunos ejemplos de interpretación muy útiles. Después de forcejear un poco, en mi opinión, con los conceptos de escritura, pintura, pictografía, etc., deja sin embargo claro que estos códices históricos tenían un componente predominante de narración pictórica. Dicha pintura era figurativa, pero estaba sujeta a los estrictos cánones de la finalidad pictográfica y al lenguaje formal del estilo Mixteca-Puebla. Pinturas esquemáticas que no eran la escritura de lenguas habladas sino narraciones susceptibles de exponerse en diferentes idiomas de la época.

El propio Xavier Noguez se ocupa de los códices de lo que a veces se denomina “centro de México” -para disgusto justificado de algunos geógrafos y otros historiadores- y que propiamente incluye el valle de México y sus alrededores. Así, se refiere al nutrido corpus de documentos que se produjeron en los pueblos de indios de la región y a menudo en los contextos conventuales en el siglo XVI: un repertorio riquísimo que documenta el espectacular proceso de adaptación cultural de los nahuas durante las primeras décadas del dominio español. En el último tercio de su ensayo, Noguez se refiere a un corpus que él ha estudiado y publicado desde hace muchos años, que es el de los llamados códices Techialoyan.

El meyor experto en testimonios pictográficos de Michoacán, Hans Roskamp, escribe el capítulo correspondiente. Lo hace con una mezcla de exhaustividad y buena síntesis; lo hace mostrando los ejemplos clásicos, pero también algunos documentos y grupos de documentos escasamente conocidos, como los códices de Cutzio, Huetamo y Huapéan-Zinapécuaro. Llama la atención siempre la originalidad de los códices de la zona purépecha, que motiva incluso la duda de si en aquella región la tradición Mixteca Puebla llegó con la misma fuerza que lo hizo en otras. Algunos documentos, sin embargo, son comparables con los de otras regiones; incluso algunos ejemplos de la etapa más tardía se asemejan a los títulos primordiales de la periferia del Valle de México. Tal es el caso de la Genealogía de los caciques de Carapan.

Y justamente a la caracterización de ese estilo dominante en el Posclásico, que llamamos Mixteca-Puebla y que unificó considerablemente las tradiciones de casi toda Mesoamérica, se dedica el último capítulo, a cargo de Saeko Yanagisawa, que conoce a fondo el tema. Su aproximación aquí tiene la exactitud y la claridad que caracterizan a sus trabajos anteriores.

En resumen, el libro Códices es una buena síntesis, un panorama bastante completo que permite percibir incluso algunas de las dudas, inconsistencias y tareas pendientes que tenemos en el estudio de los códices mesoamericanos.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons