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México y la cuenca del pacífico

versión On-line ISSN 2007-5308

Méx.cuenca pac vol.6 no.16 Guadalajara ene./abr. 2017

 

Reseña

Relaciones estratégicas de China con los principales países de América Latina

Ana Bertha Cuevas Tello* 

* Universidad de Guadalajara, CUCSH, Departamento de Estudios del Pacífico. Av. Parres Arias 150, Col. Los Belenes, Zapopan, Jalisco, México. Correo electrónico: anact@hotmail.com

Relaciones estratégicas de China con los principales países de América Latina. González García, Juan. Universidad de Colima, Miguel Ángel Porrúa, México: 2015. 155p.


El mundo en el siglo XXI es, si no diametralmente opuesto al de finales del siglo XX, sí diferente al pasado en lo concerniente a las relaciones económicas internacionales. Atrás han quedado los esquemas estáticos y atemporales del estudio y comprensión de los grandes fenómenos de la sociedad global. Hoy, la dinámica internacional globalizada exige conocer y comprender las grandes transformaciones socioeconómicas, políticas y de la naturaleza que han trastocado el statu quo de la sociedad internacional.

Acontecimientos como la caída del Muro de Berlín, la desaparición del socialismo soviético, la imposición de Estados Unidos como principal hegemonía global del actual periodo de entre siglos y, sobre todo, el resurgimiento de la gran China en el primer sexto del presente siglo, obligan a realizar un esfuerzo por comprender y explicar las grandes tendencias de la interacción de los Estados y regiones en el marco de un escenario global competitivo, integracionista, pero a la vez nacionalista. Desde esta perspectiva es como hay que explicar las relaciones internacionales entre regiones, territorios y Estados.

La anterior es la lente con la que el libro más reciente de Juan González García, Relaciones estratégicas de China con los principales países de América Latina, analiza la evolución reciente de las relaciones entre China y los principales países de América Latina. Quizá una de las cualidades del libro es que realiza un intento por pasar del contexto general de la relación de un país-región, como es China, al del conjunto individual -aunque suene incoherente- de las relaciones individuales de un grupo de países que por razones históricas, políticas y económicas, dan y tienen un peso preponderante en las relaciones bilaterales con China. Me refiero a las relaciones de Brasil, Argentina, Chile, Perú y México, con el gigante asiático.

Dos son las principales aseveraciones que plantea González García en el texto:

[...] en un periodo relativamente breve, China se convirtió en el segundo socio comercial de la región [...]

[...] la región como un todo, no es un socio comercial relevante para China [...]

Partiendo de la contextualización de la importancia económica de China en el siglo XXI, en la presente obra, Juan González García, bajo la perspectiva teórica de la integración y el regionalismo realiza un interesante análisis desde el pasado reciente, a la actualidad, de la relación entre la región de América Latina y China. Esto con la intención principal de analizar la relación bilateral de México con China, y posteriormente compararla con las relaciones que mantiene este último con los países más importantes de esta región.

Por lo anterior, este trabajo se presenta como un referente invaluable tanto para los estudiantes de las ciencias socioeconómicas y de las relaciones internacionales, como para políticos, empresarios y ciudadanos en general que estén interesados en estudiar, comprender y/o establecer contactos e intercambios con el Estado que hoy por hoy se presenta como la primera potencia económica del mundo, cuyo dinamismo comercial y de inversión está modificando el statu quo del sistema internacional. En América Latina la presencia de China va en aumento, por lo tanto el interés en entender su presencia en la región por parte de nosotros, los latinoamericanos, debe ser directamente proporcional.

La hipótesis que se establece en este singular libro parte de dos premisas importantes: a) los datos macroeconómicos señalan que desde 2010 México ha sido desplazado por Brasil como principal socio comercial de China en la región; b) el resto de los países de América Latina, respaldados por el impulso de la globalización y mediante la aplicación de estrategias internacionales, han venido fortaleciendo los lazos de cooperación económica con el país asiático, mientras que la relación México-China, comparada con estos últimos, ha venido mermando.

Bajo esta realidad, las preguntas que guían el escrito son: ¿por qué China tiene un interés creciente en América Latina? ¿América Latina está preparada para recibir a China, o bien, China llegó de improviso a posicionarse en la región? ¿Cuáles han sido las estrategias de vinculación de cada uno de los principales países de la región, como son los casos de Brasil, Argentina, Chile y Perú (al-4) hacia China? ¿Es necesario que México analice la estrategia de vinculación de estos países hacia China para mejorar las propias? ¿Qué estrategias deberá implementar México para buscar reposicionarse ante China?

Actualmente el tipo de acercamiento que se establece entre América Latina y China es conocido como interregionalismo, mismo que se presenta como

[...] formas nuevas de cooperación entre regiones donde los países no necesariamente tienen que ser vecinos contiguos para que dicha relación se propicie; además de que cambia la idea de que dicha cooperación sólo se puede dar a través de un rubro [...]

Así, los avances tecnológicos y los acuerdos de integración económica en esta relación validan el eslogan de la globalización de que en la actualidad la distancia se mide en tiempo y dólares, no en kilómetros. En un tiempo relativamente corto China se ha convertido en el segundo socio comercial de América Latina. Además, a últimas fechas los intercambios económicos han dejado de ser exclusivos y se han dado pasos importantes hacia mecanismos de cooperación diplomática, de inversión extranjera directa, académica, científica, tecnológica, entre otros.

El manejo histórico que Juan González hace de cada una de las economías involucradas en esta obra, brinda al lector los elementos necesarios para entender el proceso político y comercial del presente, junto con el desarrollo o éxito del crecimiento económico actual. La particularidad de analizar las reformas económicas en el devenir de las últimas décadas y, de manera particular después de 2001 -por el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio- nos otorga elementos para observar particularidades importantes, pues los intercambios económicos de América Latina con China, aunque tienen características comunes como región, mantienen diferencias especiales entre cada uno de los países más allá de los recursos naturales y las mercancías que se intercambian.

La tasa de crecimiento promedio anual del comercio bilateral oscila entre 33 y 40%; sin embargo, tanto los intercambios comerciales como la inversión extranjera directa se concentran en el sector primario, por lo que resulta evidente que de acuerdo con las necesidades que implica el incremento del desarrollo económico de China y el aumento del ingreso per cápita de la población, el Gobierno chino ve en América Latina un acceso directo a los recursos naturales.

Pese a que las relaciones diplomáticas y comerciales entre México y China se contabilizan desde la década de los setenta, estas etapas no han sido estables o constantes, lo que ha conllevado periodos de inestabilidad y debilidad. No obstante, por un tiempo relativamente importante la nación mexicana fue el principal socio comercial de la región. De manera precisa, 2003 se presenta como un año especial para México: por un lado, China se convirtió en su segundo socio comercial y, por otro, el país asiático lo desplazó en Estados Unidos como el segundo abastecedor de importaciones para su mercado.

Finalmente, el autor señala que México es el tercer socio comercial de China en la región; empero, más allá del lugar que ocupa en esta relación comercial, expone la importancia que representa el fortalecer los lazos comerciales y de inversión con el país económicamente más dinámico del mundo (por las oportunidades que esto representa, pues podría llegar a ser un impulso para el crecimiento económico nacional). Al mismo tiempo, destaca el desafío que significa, para empresarios y Gobierno mexicano, la presencia de China en el mercado estadounidense, el cual de manera histórica ha sido el destino más importante de las exportaciones mexicanas. Y por último, enfatiza en la necesidad de emplear medidas estratégicas de cooperación y vinculación por ambas partes, que a la vez que sirvan para incrementar los vínculos económicos con China, y que reduzcan el enorme déficit comercial que México tiene con ese país.

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