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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.6 no.3 Texcoco abr./may. 2015

 

Artículos

 

Efecto de la aplicación del ácido indol-3-butiríco en la producción y calidad de trigo (Triticum aestivum L.)*

 

Effect of the application of indole-3-butyric acid in production and quality of wheat (Triticum estivum L.)

 

Aurelio Báez-Pérez1, Lucila González-Molina, Ernesto Solís Moya1, Angélica Bautista-Cruz3 y Ma. de los Ángeles Bernal-Alarcón4

 

1 Campo Experimental Bajío-INIFAP. Carretera Celaya-San Miguel de Allende, km. 6.5. C. P. 38110. Celaya, Guanajuato. Tel: 61-153-23, Ext. 310. (baez.aurelio@inifap.gob.mx; solis.ernesto@inifap.gob.mx).

2 Campo Experimental Valle de México-INIFAP. Carretera los Reyes-Texcoco, km13.5, Coatlinchán. C. P. 56250.Texcoco, Estado de México. Tel: 015959212657, ext. 162. §Autora para correspondencia: gonzalez.lucila@inifap.gob.mx.

3 CIIDIR IPN Oaxaca. Depto. de Recursos Naturales. Hornos 1003, Sta. Cruz Xoxocotlan. C. P. 71230. Oaxaca, México. Tel: 951 5170400. (angeli73@Hotmail.com).

4 Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM. Carretera Cuautitlán-Teoloyucan, km 2.5. San Sebastián Xhala, Cuautitlán de Romero Rubio, Estado de México. C. P. 54714. (angelesbernal13@telmexmail.com).

 

* Recibido: agosto de 2014
Aceptado: enero de 2015

 

Resumen

El ácido indol-3-butiríco (AIB) es un promotor para el crecimiento de las raíces laterales de las plantas, la dosis y época de aplicación son críticas para estimular el enraizamiento. Se establecieron dos ensayos para evaluar el efecto del AIB en la producción y calidad de trigo. El primero en macetas, y se experimentó con cinco dosis crecientes de este regulador de crecimiento: 0, 3, 4.5, 6.0 y 7.5 g ha-1. Se evaluaron: el volumen la raíz a los 27, 40 y 53 días después de la emergencia de las plantas (DDE), la acumulación de materia seca y la asimilación de N, P y K. En el experimento de campo se establecieron los siguientes tratamientos: sin aplicación de AIB (T1), con aplicación de 9 g ha-1 de AIB a los 28 DDE (T2), con 9 g ha-1 de AIB a los 55 días DDE (T3), con 9 g ha-1 del AIB a los 28 DDE más 9 g ha-1 los 55 DDE (T4). Se evaluaron: el contenido de N, P y K en la hoja bandera; los componentes de rendimiento y la calidad harinera del grano. En el primer experimento se observó que los tratamientos con aplicación de AIB tuvieron mayor volumen de raíz y peso de raíz y parte aérea; sin embargo, esta tendencia no fue significativa (p≤ 0.05), al igual que el contenido de N, P y K. En el peso de grano y peso de 100 granos si hubo diferencias significativas (p≤ 0.05) por la aplicación del AIB, y éstos fueron 14 y 9% mayores (p≤ 0.05), respecto al tratamiento testigo. En el experimento de campo hubo diferencias significativas por la aplicación del AIB en la producción de grano. T2 con el mayor rendimiento, 5.2 t ha-1, fue 13% mayor respecto T1. El peso hectolítrico, parámetro de calidad física de grano, tuvo su mayor valor en T3, con 0.76, que corresponde a la mejor calidad de grano, según a Norma Oficial Mexicana sobre calidad de productos alimenticios no industrializados en trigo.

Palabras clave: cereales, manejo de cultivos, regulador de crecimiento.

 

Abstract

Indole-3-butyric acid (AIB) is growth a promoter of lateral roots from plants, dose and time of application are critical to stimulate rooting. Two trials to evaluate the effect of AIB in the production and quality of wheat were established. The first trial in pots, and evaluated five increasing doses of this growth regulator: 0, 3, 4.5, 6.0 and 7.5 g ha-1. Evaluated: root volume at 27, 40 and 53 days after plant emergence (DDE), dry matter accumulation and assimilation of N, P and K. On the second experiment under field conditions was established the following treatments: without application of AIB (T1), with application of 9 g ha-1 AIB at 28 DDE (T2), with 9 g ha-1 AIB at 55 days DDE (T3), with 9 g ha-1 AIB at 28 DDE plus 9 g ha-1 at 55 DDE (T4). Evaluated: N, P and K content in flag leaf, yield components and grain quality; in the first experiment was observed that treatment with AIB application had greater root volume and root weight and aerial parts; however, this trend was not significant (p≤ 0.05), as well as the content of N, P and K. Grain weight and 100 grain weight had significant differences (p≤ 0.05) by the application of AIB and these were 14 and 9% higher (p≤ 0.05), compared to the control treatment. Field experiment had significant differences by the application of AIB in grain production. T2 with the highest yield, 5.2 t ha-1 was 13% higher than T1. The hectolitre weight, physical parameter of grain quality, had its highest value in T3, with 0.76, which corresponds to the best grain quality, according to the Official Mexican Standard on quality of non-industrialized food products in wheat.

Keywords: cereal, crop management, growth regulator.

 

Introducción

El desarrollo de las plantas está regulado por dos factores fundamentales: (1) la nutrición vegetal, mediante una adecuada disponibilidad de nutrimentos esenciales en la solución del suelo o en medios hidropónicos; y (2) fisiológicamente por la producción natural de fitohormonas, que detienen o paralizan el desarrollo de las raíces y la parte aérea de las plantas (Salisbury y Ross, 1996). Entre las fitohormonas más importantes se encuentran las auxinas, la cuales intervienen en la elongación celular (Woodward y Bartel, 2005). Se sintetizan en las regiones meristemáticas de los tallos y se desplazan hacia otras zonas de la planta, principalmente hacia la raíz, estableciéndose así un gradiente de concentración (Weaver, 1976).

El tipo de auxina más abundante en la naturaleza es el ácido indol-3-acético (AIA), ya que el ácido indol-3-butírico (AIB) se encuentra en menores cantidades en las plantas (Schneider et al., 1985). Entre las hormonas sintéticas se encuentra el AIB, un regulador del crecimiento que promueve y acelera la formación de raíces adventicias en las plantas. Se utiliza frecuentemente para la propagación de esquejes o estacas y acodos. Este tipo de hormonas de crecimiento ha mostrado un efecto positivo en el desarrollo de las plantas al estimular la formación de raíces laterales. El AIB fue utilizado inicialmente como un promotor del crecimiento de raíces para la propagación asexual de plantas ornamentales y frutales. Sin embargo, en la actualidad algunos estudios (Intercontinental Import Export, 2010) han mostrado que el AIB proporciona beneficios directos en el crecimiento de las plantas que se siembran por semilla: promueve la absorción de nutrientes, acelera el crecimiento, favorece la formación de la raíz y optimiza las funciones metabólicas.

Pruebas efectuadas en aplicaciones a nivel foliar y de fertirrigación han mostrado buenos resultados en el desarrollo de cultivos hortícolas como el jitomate (Enríquez del Valle et al., 2001) y en granos básicos en ensayos preliminares efectuados con AIB. En el cultivo de trigo, en condiciones de invernadero han mostrado que favorece el desarrollo de la raíz, tallo así como en la absorción de N, P y K en la planta y la producción de grano (Intercontinental Import Export, 2010).

El cultivo de trigo en el estado de Guanajuato ocupa el tercer lugar a nivel nacional, con cerca de 47 775 hectáreas sembradas (SIAP, 2012) y un rendimiento promedio en condiciones de riego de 6 t ha-1, lo cual representa cerca de 16 a 28% anual de la producción nacional. A nivel estatal, la variedad de trigo Cortazar ocupa el segundo lugar en superficie cultivada (22%), sólo después de la variedad Bárcenas, la cual ocupa 29%. El propósito del presente estudio fue evaluar la efectividad biológica del AIB en la producción comercial y calidad de grano de trigo en el estado de Guanajuato.

 

Materiales y métodos

Se evaluaron dos experimentos: el primero en macetas, para generar información de referencia en cuanto a la dosis de AIB que podría aplicarse al cultivo de trigo en condiciones de campo. Al mismo tiempo para tener información de referencia del comportamiento de las diversas variables de estudio por efecto de la aplicación exógena de este regulador de crecimiento. No se encontraron estudios publicados del uso AIB con fines de producción y calidad comercial del cultivo trigo. El segundo experimento se estableció en campo, para evaluar el efecto del regulador de crecimiento en condiciones de producción comercial.

 

Ubicación y caracterización del sitio experimental

El estudio se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias- Campo Experimental Bajío (INIFAP-CEBAJ), ubicado a los 20º 3´ de latitud norte y 100º 0´ de longitud oeste, a una altitud de 1 754 m. El clima de la región de acuerdo con García (1988) es BS1hw(W)(e)q. La temperatura media anual es de 20.6 ºC y la precipitación media anual es de 597 mm. El tipo de suelo donde se establecieron los ensayos, de acuerdo a la clasificación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sus siglas en inglés, fue un Vertisol pelico, con más de 60% de arcilla (Grageda-Cabrera et al., 2004). En el estado de Guanajuato, estos suelos tienen un alto potencial para la producción agrícola y son representativos de las áreas de riego en donde se cultivan granos y hortalizas.

 

Experimento en macetas

Se evaluaron cinco tratamientos con dosis crecientes del AIB: 0, 3, 4.5, 6 y 7.5 g ha-1 de ácido indol-3-butírico (AIB), T1 a T5, respectivamente. Se estableció un experimento completamente al azar con cinco repeticiones. Se emplearon ocho macetas por tratamiento con capacidad de 5 kg de suelo seco, donde se colocaron ocho semillas a doble hilera de la variedad Cortazar S94. El regulador de crecimiento se suministró a las plántulas de manera exógena en una sola aplicación, a través del riego por goteo, 13 días después de la emergencia de las plantas (DDE), cuando éstas tenían una altura aproximada de 10 cm.

El AIB se suministró mediante tabletas de RADIX 35+ %, las cuales son fabricadas por la empresa Intercontinental Import Export S.A de C.V. Las tabletas son solubles en agua y cada una de ellas contiene 3 g de ingrediente activo. Se hicieron muestreos destructivos de planta a los 27, 40 y 53 días después de la emergencia las plantas (DDE). Las variables que se evaluaron en la raíz fueron: longitud, peso seco y volumen.

En la parte aérea de la planta se evaluaron: peso seco del follaje, y al final del ciclo de cultivo el peso de grano. El volumen de raíz se midió mediante la inmersión de la raíz en agua en una probeta de 100 ml, donde el volumen desplazado correspondió al volumen de raíz. El material vegetal se secó en una estufa a 70 ºC durante 72 h. El peso de grano se ajustó al 12% de humedad. También se determinó el contenido de N, P y K en la raíz y en la parte aérea de las plantas. El N se determinó de acuerdo con el método de microkjeldahl (Chapman y Pratt, 1973). El P, K, se cuantificaron por el método de molibdovanadato de amonio y por flamometría, respectivamente, según Chapman y Pratt (1973).

 

Experimento de campo

Se evaluó el efecto del ácido indol-3-butírico (AIB) en la producción de trigo y calidad de grano. Se evaluaron cuatro tratamientos (T) de aplicación del AIB en diferentes etapas fenológicas del cultivo según la escala de Zadoks et al. (1974): testigo (T1), sin aplicación de la hormona; T2, con la aplicación de 9 g ha-1 de AIB (3 pastillas de RADIX 35+ %) a los 28 días DDE, en la etapa fenológica de encañe; T3, con la misma dosis del tratamiento anterior, pero a los 55 DDE, al inicio de floración; en el T4, se aplicaron 18 g ha-1 de AIB, la mitad a los 28 DDE y la otra mitad a los 55 DDE. El AIB se aplicó por medio de aspersión en 400 L de agua. El experimento se estableció en un diseño de bloques al azar con dieciocho repeticiones. Los tratamientos evaluados se presentan en el Cuadro 1.

 

Manejo agronómico

Se usó la variedad de trigo harinero Cortazar S94 que tiene las características siguientes: gluten suave; un potencial de rendimiento de 8.5 t ha-1; ciclo intermedio semitardío de 133 días a la madurez fisiológica; moderadamente resistente al acame; resistente a la incidencia de la roya lineal amarilla y roya de la hoja (Solís et al., 1996). El cultivo se sembró el 20 de diciembre de 2009, con una densidad de siembra de 100 kg ha-1, en surcos a doble hilera y con una distancia entre surcos de 0.80 m y cerca de 200 m de longitud. La dosis de fertilización de N-P-K que se aplicó fue de 250-80-50 y las fuentes de fertilizante fueron urea, superfosfato de calcio triple y cloruro de potasio, respectivamente.

El 50% del N se aplicó al momento de la siembra y el resto a los 48 DDE, cuando las plantas de trigo se encontraban en estado de bota, según la escala Zadoks. Durante esta etapa se observó que ocurría la elongación de los entrenudos y en este momento también se aplicó el segundo riego. El primer riego se aplicó dos días después de la siembra, el tercero a los 78 DDE y el último a los 102 DDE, en las etapas fenológicas de llenado de grano y estado lechosos masoso, respectivamente, según la escala Zadoks.

 

Parámetros evaluados

Se evaluaron los siguientes parámetros relacionados con los componentes de rendimiento: altura de planta, longitud de espiga; peso de mil granos, número de plantas m-2, número de tallos m-2, índice de amacollamiento (número de plantas/número de espigas), peso de seco de paja, peso de grano, biomasa aérea e índice de cosecha (IC). La altura de planta se consideró desde la base del tallo hasta la punta de la espiga. La longitud de espiga correspondió a la distancia que hubo desde la base de la espiga hasta la punta de ésta, sin considerar las aristas. El peso de paja se determinó después secarla en una estufa a 75 ºC durante 72 h. El peso de grano se ajustó al 12% de humedad. El IC calculó al dividir el peso de grano entre la biomasa aérea.

Los parámetros de calidad de grano que se evaluaron, según las especificaciones que establece la Norma Oficial Mexicana NMX-FF-036 (1996) sobre calidad de productos alimenticios no industrializados en trigo, fueron: peso hectolitrico (kg hL-1); dureza (%); proteína en grano (%); proteína en harina (%); volumen de pan (ml); fuerza de gluten (W x 10-4 J); índice de equilibrio (P/G); relación tenacidad/extensibilidad(T/L); y calificación de gluten.

El peso hectolítrico mide tanto la calidad física del grano como la calidad harinera y es el peso de grano (unidad de masa) en un volumen determinado. El contenido de proteína se determinó de manera indirecta mediante el método kjeldahl. Las otras variables se determinaron según las definiciones y especificaciones que establece la Norma antes indicada. Se midieron a los largo del ciclo de cultivo las temperaturas máximas y mínimas y precipitación mediante una estación automática Vantage Pro2TM Plus inalámbrica que se ubica en el Campo Experimental Bajío.

Los datos se analizaron mediante el programa System analysis Statistical (SAS) y la comparación de medias se hizo mediante el método de Tukey α=0.05 (SAS, 1998).

 

Resultados y discusión

Ensayo en macetas

Los resultados de volumen de raíz, peso seco de raíz, peso seco del follaje y longitud de raíz no mostraron diferencias estadísticas significativas (p≤ 0.05) entre tratamientos por efecto de la aplicación del AIB en los diferentes momentos en que se efectuaron las mediciones (Cuadro 2).

Woodward y Bartel (2000) mencionaron que el efecto del AIB incide más sobre el desarrollo de raíces laterales que sobre la longitud. El crecimiento de la raíz está regulado por señales endógenas que mantienen la actividad del meristemo apical de la raíz y contribuyen con el patrón de generación de nuevas raíces laterales, donde el AIB influye de manera importante, pero al mismo tiempo otras hormonas contribuyen a la conformación de la arquitectura total de la raíz (Jovanovic et al., 2008). Es importante destacar algunas tendencias, se observó que 40 DDE en T5, con la mayor dosis de AIB, el volumen de raíz fue 18% mayor respecto al tratamiento sin AIB (T1), mientras que el peso de follaje y peso total de planta, a los 53 DDE en el mismo tratamiento, fueron 46 y 34% mayores respecto a T1.

Mientras tanto la longitud de raíz en T2 y T3 fueron alrededor de 18% más largas que donde no se aplicó el AIB. Este comportamiento necesariamente influyó en peso de grano, donde si hubo diferencias significativas (p≤ 0.05) por efecto de la aplicación exógena del AIB. La producción de grano en T2, que tuvo el mayor rendimiento, fue 14% mayor comparado con el tratamiento sin aplicación de AIB, y al mismo tiempo también presentó el mayor peso de 100 granos (Cuadro 2). Estos resultados sugieren que si hubo una respuesta en la producción de trigo en función de las dosis crecientes de AIB, lo cual es un referente importante para el estudio posterior que se efectuó en condiciones de campo, ya que no se encontró información de estudios publicados en cuanto al uso del AIB para la producción y calidad de trigo.

En la evaluación del contenido de macroelementos en planta, se observó que el N en hoja fue significativamente mayor (p≤ 0.05) en T2, T4 y T5, respecto a T1, de 8 a 12% respectivamente. Lo anterior hasta los 53 DDE. Lo anterior se relacionó estrechamente (r= 0.77) con el rendimiento de grano en las macetas. Al respecto Hayat et al. (2009) y Li et al. (2009) confirman el efecto del AIB y otras hormonas en la absorción de N en otros cultivos de semilla, como el garbanzo y arroz. Mientras tanto el contenido de P en planta y raíz sólo presentaron diferencias significativas (p≤ 0.05) a los 27 DDE en T2 y T5; es decir, en la etapa más temprana de desarrollo del cultivo, y fueron entre 7 y 10% mayor respecto a T1. Esta diferencia fue mayor en la raíz: 24 y 44% respectivamente.

El efecto del AIB en el contenido P en planta ha sido abordado por Amin et al. (2013) para cultivo de garbanzo. Ellos reportan la asimilación de este elemento en el cultivo por la aplicación exógena del AIB. En tanto el contenido de potasio, tanto en planta como en raíz, fue semejante en todas las evaluaciones. De manera general, se observó que el contenido de N, P y K disminuyó a medida que el cultivo fue creciendo (Cuadro 3). Este comportamiento se debe a que hay un efecto de concentración menor del elemento al aumentar la cantidad de materia seca.

 

Ensayo de campo

Temperatura y precipitación

En la Figura 1 se presentan las temperaturas y precipitación registradas durante el desarrollo del cultivo del trigo. Las temperaturas mínimas extremas se registraron a inicios enero de 2010, después de la germinación de las plantas, y estuvieron por encima de 1 °C. Durante el mes de abril, al finalizar el ciclo de cultivo, se presentaron las temperaturas máximas extremas por encima de 30 °C. El volumen de precipitación pluvial durante el ciclo agrícola otoño-invierno (diciembre a mayo) fue de 131.2 mm, y 85% de ésta se registró en dos lluvias intensas que se presentaron durante a inicios de febrero (Figura 1), algo inusual para las condiciones climatológicas de la región.

Estas condiciones influyeron en el desarrollo de la roya lineal amarilla (Puccinia striformis f sp. tritici). La incidencia de esta enfermedad es el problema principal de las siembras comerciales del trigo harinero durante el ciclo otoño-invierno (Solís et al., 2007), y en especial fue un problema grave en la producción de trigo en el Bajío durante el año 2010. Stubbs (1988) mencionó que el hongo causante de la roya lineal es un patógeno asociado a bajas temperaturas, por lo que se vuelve un problema importante en zonas de clima fresco y húmedo. Condiciones que imperaron durante el ciclo otoño-invierno 2009-2010 en el estado de Guanajuato, cuando se efectuó este experimento. Las condiciones de exceso de humedad y bajas temperaturas en el cultivo ocurrieron cuando la planta se encontraba en la etapa fenológica denominada: "estado de bota", según la escala de Zadoks.

Es decir, en el momento en que ocurría la elongación de entrenudos; sin embargo, la enfermedad se manifestó de manera evidente durante la etapa de llenado de grano. Aunque la enfermedad se controló totalmente con la aplicación un fungicida sistémico (Folicur), se estima que hubo un abatimiento en la producción de grano cercano al 30%. A pesar de ello, todos los tratamientos estuvieron expuestos a las mismas condiciones, por lo cual no fue necesario considerar este efecto como un co-factor en los análisis estadísticos de los resultados.

 

Comportamiento de las variables evaluadas

El índice de amacollamiento (IA), longitud de espigas, peso de paja, peso de grano, biomasa aérea y peso de 1000 granos tuvieron diferencias significativas (p≤ 0.05) por efecto la aplicación del AIB (Cuadro 4). En lo referente al IA, las plantas de los tratamientos T2 a T4 emitieron alrededor de dos tallos más por planta, en promedio, respecto a T1. Lo anterior implicó que hubo mayor cantidad de espigas, alrededor de 30% y mayor número de granos m-2, y por tanto se obtuvo una producción de grano mayor por unidad de superficie. Estos resultados coinciden con lo que se obtuvo en el experimento en macetas. Ghodrat et al. (2012) han reportado el efecto de la aplicación exógena del AIB en la producción de otros cereales como maíz.

La mayor altura de planta se obtuvo en el T3 (86.6 cm en promedio), donde se aplicó el AIB a los 55 DDE; sin embargo, ésta fue semejante (p≤ 0.05) al desarrollo que tuvieron las plantas en T2 y T4, donde también se aplicó el regulador de crecimiento, y fueron entre 1.5 y 6.5% mayor, comparado con el crecimiento que se obtuvo T1. El crecimiento de las plantas que está directamente relacionado con la producción de paja y biomasa aérea, presentó el mismo comportamiento. La aplicación de AIB promovió una producción de paja entre 0.5 y 1.5 t ha-1 más respecto a T1, mientras tanto la producción de biomasa aérea en T2, T3 y T4 fue entre 13 y 16% mayor en comparación con T1. El rendimiento de grano también mostró diferencia significativa por efecto de la aplicación de AIB, y fue entre 5 y 10% mayor que el T1, independientemente de la dosis y época de aplicación. El peso de 1 000 granos, parámetro que influye directamente en el rendimiento de grano, tuvo el mismo comportamiento.

La aplicación exógena de AIB en T2, T3 y T4 tuvo un efecto semejante en la producción de grano, lo que sugiere que tanto la época de aplicación, entre las etapas de amacollamiento y estado de "bota", así como la aplicación de doble dosis de AIB distribuida en dos etapas distintas del crecimiento del cultivo como se usó en T4, tuvieron un mismo efecto en el rendimiento de grano. Considerando que uno de los objetivos de aplicar el AIB de manera exógena es promover la emisión de raíces laterales y un sistema radical más eficiente en las plantas, es mejor aplicar el regulador de crecimiento en la etapa más temprana.

No se encontraron estudios al respecto en publicaciones científicas; sin embargo, la producción de trigo parece estar más relacionada con la nutrición de las plantas y emisión de tallos, por tanto, la producción y calidad de grano por efecto de la aplicación del AIB es indirecta. Fue evidente que la inducción del regulador de crecimiento en la proliferación de raíces laterales puede influir en una mayor eficiencia en la nutrición de la planta, al dotar con una mayor capacidad de exploración el sistema radical del cultivo. Lo anterior ha sido más estudiado en otras gramíneas como maíz (Fitze et al., 2005).

La producción promedio de trigo para el estado de Guanajuato en 2010, cuando se llevó a cabo el presente estudio, fue de 5.9 t ha-1 (SIAP, 2010) y la mejor producción que se obtuvo en este estudio fue de 5.2 t ha-1 que corresponde al tratamiento T2. Se estima que hubo una pérdida de alrededor de 30% de la producción por la susceptibilidad que tuvo la variedad Cortazar S94 a la incidencia de la roya lineal amarilla (Puccinia striformis f sp. tritici) durante 2010. A pesar de ello, se obtuvo un rendimiento de grano cercano al promedio estatal para ese año, en condiciones de riego.

 

Evaluación del contenido de N-P-K en planta

No hubo diferencias significativas entre tratamientos por efecto de la aplicación de AIB en la evaluación de acumulación de N, P y K en las plantas a excepción del T1con respecto al T2 para N (Cuadro 5). Estos resultados coinciden parcialmente con lo reportado en el ensayo en macetas. Al respecto es importante hacer notar que a medida que el cultivo de trigo va creciendo, la biomasa aérea aumenta, pero la concentración de estos elementos disminuye; es decir, que ocurre un efecto de dilución. El N, P y K pasan a formar parte de las estructuras, sustancias proteicas y producción de azúcares (Salisbury y Ross, 1996), por lo cual la respuesta en la translocación de estos elementos en la planta puede traducirse en mayor producción de biomasa y en la mayor producción de grano.

Según Ludwig-Müller (2000), la absorción de nutrientes en las plantas por efecto de la aplicación de AIB está relacionada principalmente con la mayor capacidad de exploración que tiene el cultivo por la proliferación de raíces adventicias. Esteban-Soto (2006) mencionó que el AIB promueve el desarrollo radicular en plantas de propagación asexual, debido a que esta hormona de crecimiento estimula la formación de largas estructuras celulares que le permiten absorber agua y nutrientes.

Algo semejante puede ocurrir en gramíneas, aunque no hay estudios específicos en trigo. Sin embargo, en varios estudios se reporta el contenido de azúcares en las plantas como una variable para evaluar el efecto de dicho regulador de crecimiento. La concentración de azúcares podría estar relacionada con la absorción y disponibilidad de estos elementos. Esteban-Soto (2006) menciona que no encontró diferencias en la concentración de azúcares en sus estudios en plantas con aplicación exógena del AIB.

 

Evaluación de calidad de grano

El peso hectolítrico se define como el peso de grano (unidad de masa) en un volumen determinado y mide tanto la calidad física del grano como la calidad harinera. En los tratamientos evaluados no se encontraron diferencias significativas entre tratamientos aunque los valores fueron ligeramente mayores donde se aplicó el AIB. La Norma Oficial Mexicana NMX-FF-036 (1996) sobre calidad de productos alimenticios no industrializados en trigo, establece un valor de 0.76 de peso hectolítrico para calificar la mejor calidad de grano y este valor sólo se alcanzó en T3 (Cuadro 6).

Los resultados de la dureza de grano (%) no mostraron diferencias estadísticas significativas, van de 61 a 64.7% en los cuatro tratamientos y están dentro de lo reportado para la variedad de trigo Cortazar descrito en el trabajo de Solís et al. (1996).

Los valores de las variables de cantidad de proteína en grano, harina, fuerza de gluten (W), punto de equilibrio (P/G), relación tenacidad extensibilidad (T/L) y volumen de pan (Cuadro 3) reforzaron la calidad harinera de la variedad Cortazar. Los valores de la fuerza del gluten están en el rango de 57.3 (T2) a 84.3 (T3) siendo < 200 x 10-4 Joules (AACC, 1999), que indican que el gluten es débil. Cabe destacar que la fuerza de gluten (W) fue 20% y 30% mayor en T4 y T3, respectivamente, comparado con el tratamiento testigo (T1). Los valores de equilibrio P/G no mostraron diferencias significativas y ubicaron a la variedad Cortazar como una harina extensible (American Association Cereal Chemists, 1999). Considerando los valores de fuerza del gluten (W) y punto de equilibrio (P/G), la harina de la variedad Cortazar es apta para la elaboración de galletas.

Los valores de volumen de pan que se obtuvieron en el presente ensayo fluctuaron en promedio entre 680 y 690 ml que corresponde a una calificación regular. Los valores del parámetro T/L (índice de Tenacidad/Extensibilidad en la harina), mayores a 1.2 obtenidos en el presente estudio según la Norma Oficial Mexicana NMX-FF-036-1996, corresponden a una clasificación como tenaz. El contenido de proteína en grano es un parámetro que depende de manera primaria de la nutrición del cultivo, en especial de la disponibilidad del nitrógeno. Los resultados no presentaron diferencias significativas entre tratamientos, pero se ubicaron cercanos a 11% que puede considerarse como alto, ya que Solís et al. (2008b) indica que los trigos de gluten fuerte, por naturaleza contienen niveles más altos de proteína que los trigos de gluten suave y si contienen entre 9 y 10% de proteína se considera que tienen un nivel alto.

Este autor menciona que el contenido de proteína generalmente se relaciona de manera inversa con el rendimiento y depende de la disponibilidad de nitrógeno en etapas de desarrollo vegetativo del trigo. Por lo anterior la aplicación exógena del AIB puede influir en el fortalecimiento del sistema radical, la producción de biomasa, nutrición vegetal y por lo tanto, en la producción y calidad de grano.

Con base en los resultados obtenidos se observó que el efecto de la aplicación exógena del AIB para evaluar la variables de calidad en trigo es indirecto y como en otras gramíneas, está en función de las características de la variedad, de la adecuada nutrición del cultivo, la disponibilidad de agua y nutrimentos y las condiciones ambientales y el uso del regulador de crecimiento. El AIB influye directamente en la emisión de raíces laterales, aumento del sistema radical de la planta y la producción de biomasa tanto aérea como subterránea que puede mejorar la nutrición de la planta así como dar una mayor cobertura vegetal y tasa fotosintética. En este estudio, se observa que la estimulación del AIB en la emisión de tallos puede ser un factor importante para aumentar el rendimiento.

 

Conclusiones

El aumento en la producción de grano de trigo por efecto del AIB fue en el orden de 10% con respecto al testigo. El incremento en el rendimiento de trigo por efecto de la aplicación del AIB se explica por la mayor emisión de tallos por planta. La aplicación del AIB, en los tratamientos T2, T3 y T4, indica la mejor calidad física del grano, comparado con el testigo T1, en cuanto a peso hectolítrico, aunque no de manera significativa. La aplicación del AIB a la planta, sugiere que esta influye de manera indirecta en la calidad del grano a través de la nutrición de la planta, al estimular raíces laterales y la producción de biomasa. La aplicación de AIB al cultivo de trigo no influyo en la calidad harinera de la variedad de trigo en estudio.

 

Agradecimiento

A la empresa Intercontinental Import Export S. A. de C. V. y al Ing. Raúl Canales Canales, por el financiamiento otorgado para la presente investigación.

 

Literatura citada

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