La producción de flores es una de las actividades productivas más diseminada en el medio rural. Se realiza sin excepción en todas las regiones agroecológicas de México. La megadiversidad existente en el México, hace que se tenga un gran potencial para esa actividad, debido a las condiciones climáticas favorables de algunas regiones y por la cercanía geográfica con Estados Unidos de América, segundo consumidor de flores en el mundo (ASERCA, 2008). De las especies del género Zantedeschia, en México se cultiva principalmente Z. aethiopica (L) K. Spreng (alcatraz blanco) siendo ésta la de mayor importancia. Sin embargo, aún es limitado el conocimiento agronómico en el cultivo de otras especies de este género (Cruz-Castillo et al., 2008). El alcatraz blanco forma parte de la lista de cultivos de importancia comercial en el municipio de La Perla en el estado de Veracruz; y forma parte de un grupo de plantas muy apreciadas en el mercado nacional (SEFIPLAN, 2011). Actualmente, no existen estudios que describan detalladamente las prácticas agronómicas que llevan a cabo los productores de alcatraz en este municipio.
En el presente estudio se utilizó como instrumento para recopilar información una encuesta, utilizando un cuestionario con preguntas enfocadas a los productores de alcatraz. Para seleccionar las localidades donde se aplicarían las encuestas, se consultó a la oficina de Fomento Agropecuario del municipio de La Perla; se calculó el tamaño de muestra basado en una población de 1 200 productores de alcatraz. Finalmente, para determinar el tamaño de la muestra se utilizó la ecuación siguiente, de acuerdo con Trejo et al., (2011):
Donde: n= número de encuestas a realizar, N= tamaño de la población y d= precisión deseada.
El número total de encuestas a productor fue de 41, utilizando una precisión de 0.15 y un margen de error de 5%. Las preguntas que incluyó el cuestionario fueron codificadas de tal forma que las respuestas pudieran ser capturadas en una hoja de cálculo en el programa Excel y así realizar el análisis. Este incluyó preguntas referentes a las características del informante, y del sistema de producción, la infraestructura de producción, comercialización, costos de producción, organización, financiamiento, capacitación, y los apoyos gubernamentales para la producción de alcatraz.
La participación de los actores rurales que intervienen en la producción del alcatraz, muestra que la proporción de género es igual, con una relación de 50:50 (Figura 1A). En lo que a escolaridad respecta, el perfil registrado (Figura 1B) indicó que un poco más de la mitad de los productores cursó estudios correspondientes al nivel primaria, y la mayoría de ellos no la concluyó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2013), considera la participación de las mujeres en la agricultura y el cierre de la brecha de género, como importantes beneficios para la sociedad con el fin de aumentar la productividad agrícola. Así mismo, la UNESCO (2011) considera que la educación es un factor clave para el desarrollo humano y superación de la pobreza. Las evidencias acumuladas, así como las teorías del desarrollo, han mostrado que la educación constituye un poderoso instrumento para el cambio económico, social y cultural (Atchoarena y Gasperini, 2004). Completar al menos 12 años de escolaridad (primaria y secundaria) en la mayor parte de los países, constituye el capital educativo mínimo para alcanzar el bienestar y asociarlo a una probabilidad mayor a 80% de conseguir un empleo con un mejor ingreso (CEPAL, 2006). En México, los habitantes de 15 años y más tienen 8.6 grados de escolaridad en promedio, lo que significa un poco más del segundo año de secundaria (INEGI, 2010).
Un indicador importante del progreso en un país es el nivel educativo de su población, y de acuerdo a la UNESCO (2011), el mayor nivel alcanzado se presenta en la población de 25 años de edad en países de América y el Caribe. En La Perla, los productores de alcatraz tienen en promedio 41 años de edad, lo que indica que aún es una población activamente productiva que aún se está dedicando a la actividad agrícola. Asimismo, los productores más jóvenes son los que tienen la primaria terminada (Figura 2).
La UNESCO (2010), señala que la educación es un eje clave del desarrollo poblacional. Gracias a ella es posible mejorar las condiciones sociales, económicas y culturales de los países. El aumento de los niveles educativos de la población se asocia al mejoramiento de otros factores clave de desarrollo y bienestar, como la productividad, la movilidad social, la reducción de la pobreza, la construcción de la ciudadanía y la identidad social y, en definitiva, el fortalecimiento de la cohesión social; así mismo, se reconoce que la educación primaria resulta absolutamente insuficiente para participar plenamente en la vida ciudadana y para incorporarse al mercado de trabajo.
El sistema de producción de alcatraz en este municipio, se caracteriza por conservar el cultivo asociado con otras flores (agapando, Agapanthus africamus); o follaje (clavo, Pittosporum sp.; tullia, Thuja occidentalis); establecido exclusivamente a cielo abierto. Los resultados evidencian que los productores buscan nuevas opciones para obtener ingresos económicos, sin dejar de cultivar el alcatraz. En la Figura 3, se muestra que más de 50% de la superficie cultivada con alcatraz se asocia principalmente con follaje.
Según Chahin (2012), el cultivo de follajes ornamentales es hoy una nueva alternativa de negocio, dado que se utilizan cada vez más distintas variedades de ramas y hojas que suministran un efecto suavizador y de contraste a los arreglos. Es por ello, que actualmente este tipo de producto ornamental es una alternativa real para incorporar a los sistemas productivos que permitan complementar el negocio de las flores de corte. Además, se pueden incorporar nuevas especies y con ello incrementar el abanico de oferta en el mercado.
De la muestra encuestada, los productores sembraron el alcatraz bajo sistema de temporal; principalmente durante los meses de mayo a junio; por lo que el máximo de producción se concentra de octubre a noviembre, lo que hace factible realizar dos cortes de flor por semana. Sin embargo, sólo 60% de los productores realiza renovación de la planta, en promedio cada 10 meses. Otros productores tardan hasta 2 años en renovar las plantas de su parcela. Las plantas que sembraron, en su mayoría las obtuvieron de la misma localidad (93%) a un precio de $2.00 pesos por planta.
Las dificultades económicas para tener un ingreso seguro, han motivado reacciones diferentes en los productores relacionados de forma directa o indirecta con el alcatraz, de tal forma que el productor ha relegado al cultivo y su manejo agronómico asociado a un asunto de mejor importancia con la consecuente disminución en la productividad y la calidad de la flor de alcatraz. Un rasgo importante a recuperar en una política de estímulo, es que los productores que asocian flores (alcatraz) con follajes para incrementar los ingresos económicos lo consideran como una actividad poco rentable. A pesar de los problemas derivados de una baja productividad, la floricultura a escala familiar es un importante desarrolle la idea. Relacionarlo con agricultura familiar para producción de alimentos no creo que sea lo mejor en este caso.
Respecto a la generación de empleo, solo la mitad (56.1%) de los productores contrata trabajadores temporales durante la cosecha (octubre-noviembre). En promedio un trabajador durante este periodo recibe un pago de $50.00 pesos por día, ligeramente por debajo del salario mínimo vigente.
De acuerdo a lo reportado por Soto et al. (2007), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), plantea que la base reducida de tierra y demás activos privados (incluyendo capital humano, físico, financiero y acceso a tecnología), es lo que genera que en distintos entornos (definidos por la base de recursos naturales disponibles y el acceso a bienes y servicios públicos), la estrategia óptima de un determinado hogar, sea la de autoemplearse en su propia parcela/finca o dedicarse a otras actividades (agrícolas y no agrícolas), no ligadas a su propia parcela.
Adicionalmente, los productores no realizan fertilización en ninguna en ninguna de las etapas del cultivo de alcatraz, no reciben asesoría técnica y no cuentan con infraestructura; solo utilizan herramientas de mano como machetes y azadones. Soto et al., (2007) destaca la importancia del acceso a servicios financieros, como una estrategia que otorga oportunidades para mejorar las tecnologías, pudiendo ser clave en la diversificación de actividades generadoras de ingresos en el sector rural. Si se tiene un menor acceso a los servicios de extensión rural, resulta más difícil acceder y utilizar otros recursos, (tierra, crédito y fertilizantes). Estos factores también impiden adoptar nuevas tecnologías (FAO, 2011).
Uno de los principales problemas que presenta el cultivo de alcatraz es una enfermedad ocasionada por la bacteria Erwinia carotovora conocida como pudrición blanda. Esta enfermedad es favorecida por condiciones de humedad excesiva y permanente en el suelo. Por el contrario, el estrés hídrico conduce a una germinación dispareja de los bulbos, escaso crecimiento y floración, tallos florales cortos y débiles. Así también, las fluctuaciones bruscas de humedad en el suelo provocan el agrietamiento de tallos florales (Gómez, 2009). En la Figura 4, se muestra el daño que ocasiona la pudrición blanda del alcatraz durante el ciclo del cultivo, la cual se presenta en tres etapas fenológicas (siembra, crecimiento y floración). La menor severidad se presenta durante la siembra, con pérdidas 4.9% de las plantas sembradas; en la etapa de crecimiento, las pérdidas son de 43.9% y finalmente en la etapa de floración, se pierde 51.2% del total de plantas sembradas, y en ésta última etapa es donde se presenta la mayor pérdida.
El desconocimiento sobre el manejo agronómico y la susceptibilidad de los rizomas al ataque de Erwinia carotovora, aunado a niveles elevados de humedad del suelo se han convertido en una barrera para el incremento de las áreas sembradas (Gómez, 2009). Como consecuencia, la producción de alcatraz se ha visto disminuida, ya que en promedio se obtienen siete decenas de alcatraz por tarea sembrada (Cuadro 1).
(%) de productores | Decenas/tarea cosechada * | (%) de productores | Decenas/tarea cosechada |
9.76 | 2 | 4.88 | 8 |
14.63 | 3 | 4.88 | 10 |
17.07 | 4 | 2.44 | 12 |
19.51 | 5 | 2.44 | 15 |
12.2 | 6 | 7.32 | 20 |
2.44 | 7 | 2.44 | 25 |
* 625 m2.