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Nova scientia

versión On-line ISSN 2007-0705

Nova scientia vol.2 no.3 León abr. 2010

 

Ciencias Humanas y Sociales

 

Las Remesas Internacionales y su incidencia en el Desarrollo Humano en San José Chiltepec, Oaxaca: Un estudio exploratorio

 

International Remittances and their incidence in the Human Development in San José Chiltepec, Oaxaca: An exploratory study

 

Beatriz Acosta Uribe 1, Joel Ruiz Sánchez 1, Ariadna Crisantema Martínez Hernández2 y Nadia Yamel Flores Yeffal3

 

1 Universidad del Papaloapan, Campus Tuxtepec. México.

2 Universidad De LaSalle Bajío, Campus Campestre. León, Gto. México.

3 Texas A & M University.

 

Beatriz Acosta Uribe. Circuito Central 200; Parque Industrial, C.P. 38301. E-Mail: bacosta@unpa.edu.mx

 

Recepción: 10-08-09 
Aceptación: 12-10-09

 

Resumen

Los estudios migratorios han focalizado una buena parte de su interés en las remesas y su posible impacto en las comunidades receptoras. La literatura especializada ha señalado y tipificado los rasgos esenciales del fenómeno, así como la importancia que tienen éstas en el desarrollo económico de México, fundamentalmente a partir de la dimensión regional. Sin embargo, poco se sabe sobre la relación entre las remesas y el Desarrollo Humano en los lugares de alta y mediana intensidad migratoria.

Hoy en día existe un consenso en los trabajos de investigación sobre remesas en el sentido de que éstas se han constituido en un importante factor para incrementar los niveles de consumo y la adquisición de bienes duraderos por parte de los familiares de los migrantes (Canales, 2006). No obstante, es imperativo explorar y medir la potencial incidencia de las remesas en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas que las reciben. En este sentido, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha definido el Desarrollo Humano como el proceso de ampliación de las capacidades para elegir de los individuos, y cuyo objetivo es expandir la gama de oportunidades para que las personas puedan vivir una vida saludable, creativa y con los recursos para desenvolverse adecuadamente en su entorno social (PNUD; 2009).

El presente trabajo retoma tal perspectiva y examina el papel que desempeñan las remesas en el Desarrollo Humano en San José Chiltepec, Oaxaca, localidad enclavada en la cuenca alta del río Papaloapan y de reciente incorporación al fenómeno migratorio. Se analizó la variable de remesas del "Cuestionario de Salud de los Migrantes y sus Familias de la Región Papaloapan, aplicado en los meses de octubre-diciembre de 2008 en la cabecera municipal (Acosta, Ruiz, Flores, Martínez y Padilla, 2008). Se exploraron aspectos relativos a la dimensión del Desarrollo Humano en relación al uso que dan los familiares de los migrantes a las remesas, considerando los tópicos relativos al consumo, educación, salud y recreación, elementos centrales dentro de la perspectiva que maneja el enfoque del desarrollo humano.

Los resultados fueron interesantes, a pesar de que el primer uso de las remesas es el consumo básico, en promedio se destina más dinero a la adquisición de bienes inmuebles y parte de los recursos se invierten en la educación y la salud.

Las remesas han permitido acrecentar los niveles de consumo y en general los gastos destinados a la obtención de bienes y servicios, además, las personas que reciben este dinero, ven ampliadas sus capacidades de libertad, decisión y en general los niveles de bienestar, con lo cual se corrobora que las remesas han incidido positivamente, incrementado los niveles de desarrollo humano de las familias receptoras del municipio estudiado.

Palabras claves: Migración internacional, migración emergente, Remesas internacionales, Desarrollo humano, Marginación.

 

Abstract

Traditionally, migration studies had focused in the remittances and their impact in the host communities. Specialized literature had showed the essential characteristics of this aspect just like the importance that they have in the economical development of Mexico, particularly to regional level. However, there are few studies about the relation between remittances and human development in the places with high and median migrant intensity.

Research studies have agreed that the remittances had represented an improvement factor to the migrant families because they had helped to increase the consumption level and to acquire furniture to the Mexican families of the migrants (Canales, 2006). However, is necessary to explore and to measure the impact of the remittances to help improve the quality of life of the people who receive them.

According to the United Nations Development Program the human development is about putting people at the centre of development. It is about people realizing their potential, increasing their choices and enjoying the freedom to lead lives they value (PNUD, 2007).

The aim of this study is to examine the relationship between remittances and human development at San José Chiltepec, Oaxaca. San José Chiltepec is localized in High Basin of the Papaloapan River. The migration from Chiltepec, Oaxaca has been considered to be a recent phenomenon.

"Cuestionario de Salud de los Migrantes y sus Familias de la Región Papaloapan [The Family Health and Migration Questionairee of the Region of Papaloapan] (Acosta, Ruiz, Flores, Martínez y Padilla, 2008) was administered. It was surveyed from October to December of 2008. Human development variables were analyzed. They are related to the use of remittances, specifically, consumption, education, health and entertainment.

Results are interesting. In spite of that the principal use of remittances is for basic consumption. On average, migrant families invest more remittances to acquire furniture, and part of the remittances is invested in education and health.

Remittances have helped to increase the levels of consumption and have helped migrant families to obtain consumer goods and services. Furthermore, remittances help to increase freedom, decision making and capacities, in general, people have improved their welfare level and standard of living. Therefore, migrant families have benefitted positively from remittances because remittances have had a positive impact in their human development.

Keywords: International Migration, International Remittances, Human Development, Marginalization.

 

Introducción

Estudios sobre remesas: El estado del arte.

Una de las manifestaciones más importantes de la migración internacional es la recepción de divisas que los trabajadores inmigrantes envían a sus lugares de origen (Moreno Pérez; 2008: 15). Las remesas representan la parte económica y financiera de la migración, ya que los flujos de dinero que los trabajadores remiten a sus familias se han convertido en una de las fuentes más importantes de divisas para México y particularmente para los familiares de los migrantes. Varios estudios han señalado que los recursos recibidos en general se gastan en la satisfacción de necesidades básicas, en la adquisición de bienes de consumo duradero y en la compra y mejora de las viviendas, y sólo una pequeña proporción se destina al ahorro o la inversión productiva (Canales; 2006:172).

La literatura especializada en remesas ha transitado por varios enfoques algunos de ellos han sido dominantes durante los últimos años. Uno de ellos proviene de organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas y el Banco Interamericano de Desarrollo sustenta que las remesas promueven el desarrollo regional; incentivan la inversión productiva, aunque ésta sea en pequeña escala, aumentan los gastos de consumo y de adquisición de bienes duraderos y contribuyen a disminuir las desigualdades sociales; esto genera efectos multiplicadores que impactan las economías locales y regionales de manera positiva (Plan de Acción del Grupo de los 8, 2004).

Otro enfoque influyente es el propuesto en los círculos académicos especializados en estudios migratorios y por organismos como la CEPAL; sostiene que las remesas son una especie de fondo salarial de origen externo que ocupa el lugar que deben tener las remuneraciones por concepto del trabajo asalariado (Moreno Pérez; 2008: 23-24). De tal suerte que no debe considerárseles ni como ahorro ni como recursos con potencial para la inversión productiva (Canales, 2006; Lozano Ascencio, 2004; Ochoa León, 2004). Muchos estudios de caso han llegado a esta conclusión de que las remesas se utilizan en una proporción mayoritaria para sostener el gasto corriente de quienes las reciben y no para financiar proyectos productivos (Moreno Pérez, 2008: 24).

Durand, Parrado y Massey (1996) llegaron a la conclusión de que los procesos de inversión a partir de las remesas dependen en buena proporción de políticas que coadyuven a incentivar los procesos productivos en las comunidades receptoras. Por otro lado, Cohen y Rodríguez (2005) estudiaron algunas comunidades de Oaxaca; en este análisis enunciaron la idea de que los procesos de inversión estaban presentes en lugares próximos a centros urbanos, y se destinaron fundamentalmente para montar pequeños negocios como tiendas; en aquellas zonas con un perfil netamente rural, la inversión principal se destinó para el campo.

Estudios más recientes como el de Esquivel y Huerta-Pineda (2006) plantean que las remesas han tenido una consecuencia positiva sobre la pobreza en México al elevar los niveles de consumo e incidir de manera positiva en el bienestar de quienes las reciben. En cambio, autores como Escobar y Janssen (2006) han demostrado que los más pobres ni son los mayores receptores de divisas ni los más beneficiados en el largo plazo, lo que no significa que sean menos dependientes de ellas.

 

La migración desde el enfoque del Desarrollo Humano

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) comenzó a utilizar el concepto de desarrollo humano en 1990. En su primer informe definió este concepto como un proceso de ampliación de las opciones de las que disponen los individuos (PNUD, 1991). En principio, el programa contempló tres grandes tópicos que consideró esenciales para garantizar un nivel de vida decoroso y digno para las personas; estos son la posibilidad de tener una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y la capacidad de obtener los recursos indispensables para lograr un nivel de vida deseable.

El referido informe plantea que la expansión de las libertades de las personas genera oportunidades para ser y actuar, lo que equivale a elegir con autonomía. Desde este punto de vista, los movimientos migratorios constituyen una expresión de esa libertad, ya que las personas que deciden migrar lo hacen a partir de una decisión soberana, aunque ésta se encuentre condicionada por factores sociales de diversa naturaleza. Esta idea es tal vez la que ha provocado mayor ruido entre los críticos del desarrollo humano, pues las acciones y decisiones socialmente condicionadas ya no resultan tan autónomas como lo plantea el enfoque (PNUD, 1991).

Quienes se trasladan de un lugar a otro lo hacen ejerciendo su libertad, pero en muchas ocasiones lo hacen debido a la falta de oportunidades en su lugar de origen, por lo que no gozan de una libertad efectiva. El mismo PNUD reconoce esta situación al considerar que en el fenómeno de la migración siempre parece haber una manifestación de desigualdad de oportunidades. Para que la migración se pueda dar es necesaria la presencia de condiciones básicas que determinen el pensar y actuar en ese sentido. Sin embargo, no todas las personas son propensas a migrar; aquellas con mayores grados de pobreza tienen reducida capacidad de maniobra al respecto, por lo cual se explica por qué algunos individuos sí gozan de márgenes de libertad más amplios que le permiten tomar este tipo de decisiones.

Así pues, algunos trabajos que han tratado de establecer la relación entre intensidad migratoria, remesas y desarrollo humano en México, han descubierto que los municipios más rezagados y de mayor pobreza, así como los más desarrollados, tienen menores flujos migratorios (De la Torre, 2004). En contraparte, la mayor intensidad migratoria se localiza en aquellos municipios y localidades con regazos relativos, es decir, que se ubican en una posición intermedia con respecto a los de mayor pobreza y los de mayor desarrollo (PNUD, 2009).

No obstante, más allá de esta discusión epistemológica, es indudable que el concepto ha adquirido validez como instrumento para medir la calidad de vida de las personas, y de aquellas que se encuentran ligadas con la migración. En cualquier caso, lo que conviene señalar es que ésta altera o modifica la distribución de las oportunidades de los sujetos y que este aspecto debe considerarse como una de las principales preocupaciones en los distintos análisis de los procesos migratorios. Al respecto, la visión del enfoque del desarrollo humano propone explorarla con el propósito de ampliar la comprensión del fenómeno en cuestión y posibilitar así la elaboración de índices de desarrollo humano considerando esta realidad.

Para llevar a cabo estudios sobre migración y remesas desde un enfoque de la marginación y el desarrollo humano, se parte de entender la migración laboral internacional como los movimientos transfronterizos de la fuerza laboral que responden a las necesidades del funcionamiento de la economía desterritorializada; es decir, la migración inherente a la economía de la globalización, en la cual, los migrantes son trabajadores asalariados y no personas con mentalidad empresarial, fundamentalmente porque sus ingresos son esencialmente vistos como salario (De la Rosa, Romero & Pérez, 2006) y no como capital.

De igual forma se distinguen las remesas por su uso; aquellas que mandan de manera individual los migrantes para el sostenimiento de sus familias (remesas familiares) y, las que envían junto con otros migrantes para apoyar proyectos sociales, comunitarios o de otro tipo en su lugar de origen (remesas colectivas) (Arrollo y Corvera, 2003). Debido a que en México la mayor parte de las remesas enviadas por los migrantes residentes en Estados Unidos son destinadas a sus familias en sus lugares de origen, resulta ineludible para observar los efectos de estos flujos de divisas sobre las condiciones de marginación y/o sobre el desarrollo humano, la exploración de las condiciones materiales y humanas de los hogares con migrantes (entendidos como aquellos que cuentan con al menos un miembro trabajando temporal o permanente en los Estados Unidos).

Las remesas son una especie de salario que ocupa la familia del trabajador migrante para solventar cotidianamente la demanda familiar de bienes de consumo, vivienda, servicios sociales y personales, y otros gastos necesarios para la manutención del hogar de origen de los migrantes. De acuerdo con estudios empíricos, la definición del monto y frecuencia de los envíos de divisas está interrelacionada con la composición de los hogares con migrantes, en especial cuando existe la presencia o ausencia de niños y de adultos mayores, ya que incurren en demandas adicionales (Canales y Montiel, 2004).

El resultado económico más sobresaliente de las remesas es su impulso a la industria de bienes de consumo y de servicios, ya que éstas tienen un efecto multiplicador, pues pueden generar dos o tres dólares más de ingresos en las comunidades de origen, principalmente porque las remesas se gastan en la adquisición de bienes y servicios proporcionados por otros miembros de la economía local (PNUD, 2009). Las remesas familiares están destinadas al sostenimiento de las familias, a la compra de algunos terrenos o casas y el establecimiento de algunos pequeños negocios; por otra parte las remesas colectivas se emplean en obras comunitarias como mejoramiento de la vía pública, establecimiento de escuelas, patrocinio de fiestas religiosas y financiamiento de algunos proyectos de tipo empresarial (De la Rosa et al, 2006).

No obstante, las remesas familiares son fundamentales para subsistir y, en alguna medida, mejorar las condiciones socioeconómicas básicas en las que viven los familiares de los migrantes; es decir, para paliar los niveles de marginación, debido a que se usan principalmente para satisfacer necesidades básicas de las familias (alimentación, vestido, salud, educación, transporte) así como a la compra de algunos bienes de consumo duradero. La segunda prioridad es la vivienda, ya que la finalidad es mejorar y adecuar los servicios básicos como electricidad, agua y drenaje. En este sentido, la satisfacción de tales necesidades es uno de los requisitos fundamentales, más no el único, para que las personas cuenten con niveles de autonomía y libertad para elegir y desarrollar ciertas acciones tendientes a mejorar su condición y calidad de vida; ello en razón de que el dinero que reciben les permite trascender aunque sea de forma limitada los niveles de marginación, que dicho sea de paso, es un factor que limita el desarrollo humano de las personas.

La marginación manifiesta las carencias que padece la población como resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas, la percepción de ingresos insuficientes y las relacionadas con la residencia en localidades pequeñas (DIGEPO, 2002). Al respecto, el combate a la marginación sólo constituye una parte del desarrollo local, que es una mezcla de aspectos multidimensionales de mejoras sociales, económicas, políticas, culturales y ecológicas (Márquez, 2006).

Los estudios que se han enfocado en el bienestar que aportan las remesas enviadas a familias que viven en zonas marginadas en México han omitido la incorporación de la aportación de las remesas para el mejoramiento del desarrollo humano de las familias que las reciben. Esto es, cómo las remesas contribuyen aunque de manera modesta a que las personas que las reciben puedan mejorar su calidad de vida vía acceso a la educación, mejoramiento de sus viviendas y la adquisición de todo lo necesario para poder vivir de una manera más saludable.

 

Remesas y desarrollo humano: El caso de San José Chiltepec

Los antecedentes de la migración en Oaxaca se remontan al periodo 1942-1964, en el contexto del Programa Bracero, fue hasta finales de la década de los setentas y principios de los ochenta que el fenómeno comenzó a masificarse al integrarse el estado a una nueva geografía migratoria que empezó a configurarse durante esos años. Dicho flujo migratorio se concentró principalmente en estados del occidente de México donde está ubicado el estado de Oaxaca (Massey, Douglas, Alarcón, Durand & González, 1987). Sin embargo, otros acontecimientos como las crisis económicas en México en los noventas, y los efectos secundarios del impacto de la reestructuración económica del país, el tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, (NAFTA, por sus siglas en inglés North American Free Trade Agreement) contribuyeron a un nuevo fenómeno migratorio que se le ha denominado migración emergente, pues algunos estados del sureste, el centro, y norte del país, con poca tradición migratoria incrementaron notablemente sus flujos durante esos años (Durand, Massey & Parrado 1999; Hernández-León 2008).

En 1990 el saldo neto migratorio fue 557,272 personas, sin embargo, hubo un aumento exponencial en el transcurso de los años noventas, ya que en el año 2000 se contabilizó un saldo de 662,704 migrantes, por lo cual la entidad fue considerada como una región de mediana intensidad migratoria. No obstante, las características de la migración en el estado varían de una región a otra; algunas zonas tienen comportamientos muy particulares, los cuales se relacionan con factores geográficos, culturales y económicos (Alvarado Juárez, 2008: 86). Por ejemplo, la Mixteca y la Sierra Norte son las que tradicionalmente han expulsado a una mayor cantidad de personas convirtiéndose en las más estudiadas. Además, en los años recientes otros municipios se integraron a esta dinámica, y aquéllas localidades con tradición migratoria alta y baja, han acrecentado significativamente los porcentajes al respecto, aunque en muchos casos no existen investigaciones empíricas que corroboren este hecho.

Los factores que históricamente han propiciado el desplazamiento de oaxaqueños hacia los Estados Unidos y otras zonas del país son las elevadas tasas de marginación y pobreza que persisten en el estado, así como la falta de empleos bien remunerados, la carencia de capacitación, así como las altas tasas de analfabetismo (Alvarado Juárez; 2008: 88). Si a ello se le agrega que el desarrollo económico se sustenta en buena medida en una actividad agrícola deficiente en términos generales, se puede entender el porqué la entidad es una de las que ocupa los primeros lugares con respecto al fenómeno migratorio.

En 2005 San José Chiltepec reportó una población total de 10,203 habitantes (INEGI; 2005). En ese mismo año, registró un índice de marginación de 0.27, considerándose una zona con alto grado de marginación. Por tal razón, ocupó el lugar 375 en la escala estatal y el 933 a nivel nacional durante ese mismo año. Los indicadores que maneja el CONAPO para poder determinar esos grados de marginación son la educación, vivienda, servicios e ingresos económicos. Como se puede constatar, las cifras indican que en todos los rubros mencionados, San José Chiltepec no tuvo logros positivos en el año 2005 (CONAPO, 2005).

En lo referente a la historia de la migración en la zona, ésta se debe considerar de emigración emergente, como ha venido ocurriendo en otras regiones del país que normalmente no han formado parte de la tradicional geografía migratoria. Los datos del INEGI (2005) nos indican, por una parte, que el fenómeno es reciente, y por otra, que los flujos no son aparentemente masivos, por lo que el municipio ha sido catalogado de baja intensidad migratoria. Si embargo, en los últimos años ha venido ocurriendo un incremento significativo, lo que sin duda puede provocar variaciones en las estimaciones hechas por el organismo en cuestión.

Un aspecto que ha dificultado el estudio de la migración en esta localidad es la poca o nula existencia de investigaciones sobre ésta y en general sobre la región del Papaloapan. En este sentido, tal situación resulta doblemente atractiva, porque si bien su estudio no es fácil, representa una importante línea a explorar. En este tenor, nuestro estudio es pionero y contribuirá en la generación de información a partir de la investigación empírica, con la que se pueda tener un acercamiento al fenómeno en esta zona.

El objetivo del presente trabajo es explorar las potencialidades de las remesas a partir de las variables gastos de consumo, adquisición de bienes duraderos, ahorro, salud y educación y su posible incidencia en el Desarrollo Humano de San José Chiltepec, Oaxaca.

De acuerdo con los autores antes mencionados, las remesas se destinan a la satisfacción de necesidades básicas, a la adquisición de bienes de consumo duradero y a la compra y mejora de las viviendas, y sólo una pequeña proporción se destina al ahorro, a la educación o la inversión productiva. La primera hipótesis de trabajo será:

Hipótesis 1. Los familiares de los migrantes que reciben remesas destinarán los recursos primero a los gastos de consumo, seguido de la adquisición de bienes durables, el ahorro, la salud y la educación.

El desarrollo humano contempla tres grandes tópicos que permiten garantizar un nivel de vida decoroso y digno para las personas; estos son: la posibilidad de tener una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y la capacidad de obtener los recursos indispensables para lograr un nivel de vida deseable. Gracias a las bondades de las remesas y una vez que se ha resuelto la satisfacción de las necesidades básicas, los familiares de los migrantes pueden decidir destinar más recursos a la adquisición de bienes de consumo duradero, así como invertir en la educación y la salud. La segunda, tercera y cuarta hipótesis refleja la repercusión de las remesas en el desarrollo humano de quienes las reciben.

Hipótesis 2. Los familiares de los migrantes destinarán más cantidad de dinero a los bienes de consumo duradero.

Hipótesis 3. Los familiares de los migrantes destinarán una cantidad mínima de las remesas a gastos relacionados con la salud y la educación.

Hipótesis 4. Una pequeña proporción de las remesas en especie tienen que ver con bienes de consumo no tradicional (por ejemplo: equipo de cómputo, medicina).

 

Método

Participantes

La investigación cubre el conjunto de personas que residen en 380 viviendas familiares del municipio de San José Chiltepec, Oaxaca; para el cálculo de la muestra se realizó la técnica estadística del muestreo trietápico estratificado, con un nivel de confianza de 0.95 y un error de estimación de 0.05. Se recabó información de 1751 personas (835 hombres y 916 mujeres) con una edad promedio de 28.32 años (d.s.=±16.47) al momento de administrar el cuestionario. De ellos, 78 son migrantes a Estados Unidos (59 hombres y 19 mujeres) con una media de edad de 26.53 años (d.s.=±8.33); a su vez, 264 personas eran los familiares de los migrantes, con una edad promedio de 27.80 años (d.s.=±20.54) y el resto, fueron no migrantes (ver tabla 1).

 

Instrumento

Para la investigación se empleó el Cuestionario de Salud para los migrantes y sus familias de la Región Papaloapan el cual se compone de tres apartados: 1) Composición del Hogar, 2) Salud y acceso a servicios de salud de los familiares de los migrantes y 3) Migración interna e internacional y salud y acceso a los servicios de salud de los migrantes.

El primer cuestionario consta de 32 preguntas con formato de respuesta cerrada y se administró a todos los miembros del hogar, incluidos los migrantes internos, externos y de retorno. El segundo cuestionario contiene 100 preguntas distribuidas en 22 apartados, la cuales van dirigidas únicamente a los familiares de los migrantes y el tercer cuestionario contiene 182 preguntas distribuidas en dos subapartados: Migración Interna e Internacional y Salud y acceso a servicios de salud de los migrantes. El primero contiene 87 preguntas distribuidas en 14 apartados y el segundo 95 preguntas contenidas en 21 apartados. Esta sección se aplicó a los migrantes internos, externos y de retorno del hogar en cuestión.

En este estudio se examina únicamente la variable remesas; para ello sólo se considera la información contenida en las preguntas que hacen alusión a la Frecuencia de las remesas (pregunta 194), Monto de éstas (pregunta 195), Uso de las remesas (pregunta 198), Recepción de remesas en especie y Remesas en especie recibidas (pregunta 199).

 

Conducción del estudio

El cuestionario de migrantes y sus familias de la región Papaloapan fue administrado de octubre a diciembre de 2008; los encargados de aplicarlo fueron un grupo de alumno(a)s de la Licenciatura en Ciencias Empresariales de la Universidad del Papaloapan, Campus Tuxtepec. Los alumno(a)s aplicaron el cuestionario guiados por la siguiente metodología: se eligieron las casas tomando en consideración una frecuencia de uno por uno. En la casa correspondiente ubicaron al informante adecuado, es decir, una persona de 15 o más años residente de la vivienda y que conociera todos los datos de los residentes de la misma.

La duración de la aplicación del cuestionario en los no migrantes fue de 15 minutos. En el caso de los familiares de los migrantes fue de 45 a 60 minutos.

 

Resultados

A continuación se presentan los resultados del presente trabajo. Para comprobar la hipótesis 1 sobre el uso de las remesas, se realizó un análisis de frecuencias. En la tabla 2 puede apreciarse, que de los 78 migrantes, únicamente 65 migrantes envían dinero a sus familiares. Del total de familiares que reciben remesas 54 mencionaron hacer un solo uso de ellas y 11 las destinan a dos usos.

El primer uso de las remesas es el de alimentación/sustento (61.84%, 47), lo que no debe sorprender si se considera que en este rubro se incluyen los gastos referentes al consumo. Contrario a lo que se esperaba, el segundo rubro al que se destinan las remesas es al de educación de familiares (15.79%, 12), lo que resulta por demás sugerente, ya que dicha categoría podría estar asociada con una mejor calidad de vida de los miembros de la familia receptora.

El tercer y cuarto rubro al que se reservan las remesas tiene que ver con los bienes inmuebles, tal es el caso de la construcción/reparación de casas (13.16%, 10) y la compra de casa o lote (2.63%, 2). Lo que puede sugerir que los familiares de los migrantes tienen cierta libertad para ocupar el dinero de las remesas en otros usos y no exclusivamente para la satisfacción de las necesidades básicas.

Asimismo, puede observarse que una pequeña proporción de las remesas son destinadas a gastos médicos/salud (1.32%, 1). Esto resulta interesante, ya que puede pensarse que las personas destinan el excedente de estos recursos para atender problemas de salud en la consulta privada, lo que habla de libertad de decisión (ver gráfica 1).

A fin de identificar si existen diferencias significativas en el destino de las remesas se llevó a cabo el cálculo del estadístico X2 los resultados reportaron diferencias estadísticamente significativas en el uso de las remesas, por lo que se rechaza la hipótesis nula sobre la igualdad en el uso de las remesas X2 (6,76)=17.23; p<0.001 y se corrobora la hipótesis de trabajo.

Para confirmar la segunda y tercera hipótesis se realizó un análisis de contingencias cruzando las variables uso de las remesas y cantidad de dinero destinada a cada rubro (ver tabla 3). Cabe señalar que los familiares de los migrantes reportaron que las remesas son recibidas en promedio de 3 a 5 veces por año.

Los resultados arrojan datos muy interesantes, a pesar de que la frecuencia en el uso de las remesas apunta a los rubros de alimentación/sustento y educación de familiares. En promedio, se destinan más recursos a la adquisición de bienes inmuebles: compra de casa o lote o construcción/reparación de casa, seguido del pago de deudas, lo que da cuenta de una mejor calidad de vida.

En cuarto lugar se encuentra los bienes de consumo y de acuerdo con la hipótesis 3 una mínima cantidad es destinada a la adquisición de bienes de consumo no tradicional como lo son la educación de familiares y los gastos médicos/salud (ver gráfica 2).

La cuarta hipótesis tiene que ver con el envío de remesas en especie. En este sentido, 21 familiares de los migrantes reportó haber recibido algún bien (ver tabla 4).

Al analizar dicha información, puede constatarse que éstas tienen que ver en mayor proporción con bienes de consumo (47.62%, 10), seguidas de los bienes durables, tal es el caso de electrodomésticos (19.05%, 4), transporte (9.52%, 2) y como era de esperarse sólo una pequeña proporción tiene que ver con bienes de consumo tradicional, específicamente, equipo de cómputo (9.52%, 2), el cual puede ser destinado para el estudio de hijos e incidir favorablemente en la calidad de vida de los familiares de los migrantes (ver gráfica 3).

 

Conclusiones

En los últimos 50 años, las remesas se han constituido sin duda en una de las principales fuentes de divisas para México. Éstas son el medio por el cual muchos trabajadores mexicanos residentes en los Estados Unidos han buscado mejorar las condiciones de vida de sus familiares. Las remesas han contribuido ha incrementar o mejorar la calidad de vida de muchos hogares mexicanos; el incremento en el consumo, y el acceso a servicios de salud y educación, así como la adquisición de bienes durables son algunas de las consecuencias que tiene el fenómeno de la migración.

El presente estudio pudo constatar que el flujo de remesas con destino a San José Chiltepec ha tenido efectos positivos en el mejoramiento de las condiciones de vida de los familiares de los migrantes. Los resultados obtenidos permiten sostener el argumento de que ciertamente existe una incidencia positiva de éstas en el desarrollo humano de quienes se ven beneficiados con ellas.

Prueba de ello es que dichos resultados coinciden con el estudio realizado por Castillo y Larios (2008) y Canales (2006) en los cuales se enfatiza que las remesas comúnmente se destinan a bienes de consumo, seguidos de bienes durables y una pequeña proporción se reserva al ahorro.

No obstante, más allá de utilizar el dinero de las remesas para el consumo de bienes tradicionales, las familias receptoras también se preocupan por mejorar la calidad de vida de los integrantes, al constatar que éstas son utilizadas para la compra y construcción de la casa, para financiar el estudio de los miembros del hogar y una proporción muy pequeña se destina para el cuidado de la salud (Castillo y Larios, 2008).

Por lo tanto, puede corroborarse que las remesas garantizan cierto nivel de vida, ya que ayudan a las familias receptoras a disponer de recursos adicionales que les permiten trascender aunque sea de forma limitada los niveles de marginación, ya que posibilitan el mejoramiento y la adecuación de las casas, así como la inversión en la educación formal.

A pesar que se analizaron algunas variables que forman parte de los criterios para medir los niveles de desarrollo humano, los resultados reportados proporcionaron datos por demás sugerentes que abren posibilidades para explorar y analizar puntualmente la repercusión que tienen las remesas en el desarrollo humano en comunidades con elevados índices de marginación y pobreza. En este sentido, el estudio que aquí se presentó constituye una primera aproximación al problema en la localidad en cuestión.

 

Referencias

Acosta Uribe, B.; Ruiz Sánchez, J., Flores Yeffal, N.Y. Martínez Hernández, A.C. & Padilla, J.L. (2008). Cuestionario de salud de los migrantes y sus familias de la región Papaloapan. (Informe No. 1 Promep/103-5/07/3580). México: Universidad del Papaloapan, Campus Tuxtepec.         [ Links ]

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