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Tópicos (México)

versión impresa ISSN 0188-6649

Tópicos (México)  no.42 México jul. 2012

 

Artículos

 

Literatura, teología y mundos posibles: una manera de leer a Jorge Luis Borges*

 

Juan Manuel Campos Benítez

 

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla juancamposb@hotmail.com

 

Recibido: 22-09-2011.
Aceptado: 13 -02 -2012.

 

Resumen

La noción de mundos posibles puede ayudarnos a comprender mejor la literatura, especialmente la narrativa. Los mundos posibles tienen antecedentes en la teología, especialmente en San Agustín y la noción de individuos meramente posibles, como lo son los seres ficticios, también tienen raíces teológicas, como en Santo Tomás de Aquino. Estas nociones están presentes en la narrativa de Jorge Luis Borges, como tratamos de mostrar.

Palabras clave: literatura, teología, mundos posibles, Borges.

 

Abstract

The notion of 'possible worlds' can contribute to a better understanding of literature, particularly fiction. Possible worlds can be traced back to theology, especially in the works of St. Augustine and his notion of merely possible individuals, such as fictional beings. The latter also share theological roots in St. Thomas Aquinas' thought. These notions are present in the narrative of Jorge Luis Borges, as this paper intends to show.

Key words: Literature, Theology, Possible Worlds, Borges.

 

1 Introducción

La noción de mundos posibles puede ayudarnos a comprender mejor la literatura. Se trata de una noción intuitiva, como cuando pensamos en las cosas que han ocurrido y nos damos cuenta de que podrían haber sido diferentes. La literatura, la narrativa nos dice también como ocurren muchas cosas, cosas cercanas pero distintas a las de la vida real. Comenzaremos dando una noción de mundos posibles con la ayuda de algunas gráficas, luego ampliaremos nuestra noción recurriendo a algunos teólogos escolásticos y aplicaremos los mundos posibles a algunos textos de Jorge Luis Borges. Finalmente diremos algunas palabras a manera de conclusión.

 

2 Una noción de mundos posibles

Imaginemos una línea horizontal que represente nuestro mundo, con toda su historia, sus individuos, sus propiedades, en fin, "todo lo que es el caso", "la totalidad de los hechos", para usar la célebre frase de Wittgenstein:

Sabemos muy poco de su inicio, aunque hay teorías, como la del "Big Bang" que tratan de explicar su comienzo; no sabemos gran cosa acerca de su final, aunque haya teorías acerca del fin de nuestro universo físico. Hay teorías incluso que hablan del universo como algo sin principio ni fin, aunque con muchas transformaciones, como el eterno retorno de los griegos y de varias cosmogonías, como en el pensamiento religioso hindú.

Imaginemos un ser omnisciente, un ser que conoce todo lo que fue1, es y será el caso; podemos llamarle "Dios" a este ser omnisciente y expresamos su saber diciendo que cualquier cosa que fue-es-será el caso es conocida por Dios. Los seres humanos no somos omniscientes, aunque sabemos algunas cosas. Podemos recordar cosas del pasado, incluso saber algunas cosas del pasado por medio de la historia y de la memoria; no podemos conocer el futuro, aunque sí podemos imaginar algunas cosas del futuro. Si establecemos una división arbitraria en nuestra línea MA tendremos entonces el pasado y el futuro, esa división arbitraria puede ser el "momento" presente, aunque ese punto sea corredizo, se desplaza según "avanza" el curso del tiempo. Tenemos pues esta gráfica

Nos ubicamos ahora en el presente, pensamos lo que podemos hacer mañana, tomemos una acción cualquiera, digamos fumar: mañana fumaré o no fumaré (supongamos que sigo vivo mañana). Una de dos se dará, pero no ambas, o quizá ambas pero no en el mismo momento o intervalo. Lo que importa aquí es que una de ellas será el caso: tengo la posibilidad de fumar, me es posible fumar, pero también tengo la posibilidad de no fumar, me es posible no fumar. Lo que no es posible es que fume y no fume al mismo tiempo. Cuando puedo ejecutar una acción y puedo también no ejecutarla, se trata de una acción contingente. Así, es contingente que fume mañana. Ahora bien, nuestro agente conocedor omnisciente sabe lo que ocurrirá pero nosotros no. Esta gráfica muestra mis posibilidades futuras respecto a la acción de fumar

cuando una de ellas sea el caso, no hay lugar para la otra, pues cuando se hace presente, solo puede ocurrir una de ellas. Cualquiera que ocurra, niega a la otra. Este problema ha sido tratado por Aristóteles (en De la interpretación IX) y se conoce como "los futuros contingentes", y ha causado fuertes dolores de cabeza, pues algunos piensan que esta omnisciencia conduce al fatalismo, a la doctrina que afirma que nuestras acciones están determinadas2. Pues en efecto, lo que haga mañana (ya sea que fume, ya sea que no fume) no puedo dejar de hacerlo, tal como lo "mira" nuestro agente omnisciente, aunque yo no sepa todavía la decisión que tomaré. Desde este punto de vista, las acciones nos parecen contingentes porque no sabemos lo que va a ocurrir mañana; son contingentes en el futuro, por decirlo así, pero no al momento de realizarse.

 

3 Duns Escoto y la contingencia

Permítanme plantear el asunto de otra manera, tomando en cuenta una intuición de un pensador medieval, Juan Duns Escoto (ca.1265-1308). Escoto dice que contingente es aquello que cuando ocurre tiene al mismo tiempo la posibilidad de no ocurrir3.

El futuro se "ramifica", por decirlo así, en dos opciones, y cuando llega el momento, digamos que al tomar la decisión de fumar, y se hace presente, se "actualiza", se hace parte del mundo real, ¿qué pasa con la otra posibilidad? Pues bien, lo que dice Escoto es que sigue presente, no se "niega". Pues si puedo fumar y puedo no fumar mañana, cuando ejecuto la acción de fumar, si niego la posibilidad de no hacerlo resulta que tenía que fumar, que la acción era necesaria, lo cual elimina la libertad de la acción; es decir, no se trataba de una acción contingente.

Hemos dicho que una acción es contingente cuando puede realizarse y puede no realizarse. Una proposición es contingente cuando puede ser verdadera y puede ser falsa. Cuando una proposición no puede dejar de ser verdadera es necesaria, cuando una acción no puede dejar de realizarse es necesaria, como los procesos fisiológicos necesarios para la vida del ser humano. En nuestro ejemplo, la acción de respirar es necesaria para la acción de fumar y también para no fumar. Cuando la acción futura de fumar, cuando la posibilidad se actualiza, se hace real, queda todavía, en ese momento, la otra posibilidad. Puesto en gráfica tenemos ya la intuición de Escoto:

Pero esa posibilidad de no fumar ya no está en el futuro, sino en el presente, simultánea con la acción de fumar. La posibilidad sigue "estando ahí", pues fumo y puedo no fumar; si la negamos tendríamos la proposición "No puedo no fumar", lo cual es una manera de decir que es necesaria. Sin embargo, la acción de fumar no es necesaria, es una acción contingente. Lo interesante de todo esto es que nos obliga a revisar nuestros esquemas, nuestras gráficas, a incluir en ellas la posibilidad. En nuestra segunda gráfica tendremos que incluir esto, pues, en el presente:

y de hecho en cada punto o nodo, está presente la posibilidad como alternativa.

Podemos añadir a nuestra primera gráfica una gráfica paralela donde a cada punto o nodo le corresponde una posibilidad; de hecho podemos añadir varias paralelas, pues el mundo es más complejo y comprende más acciones que en nuestro ejemplo inicial, la acción de fumar. Y si (G1) representa nuestro universo, (G6) representa nuestro universo más las diversas situaciones posibles al respecto. Cada línea es pues un mundo posible alternativo al nuestro, con diversas posibilidades. Estos mundos posibles son variantes del nuestro, que ontológicamente hablando, es el único actual. A esta manera de ver las cosas se le denomina a veces "actualismo", quiere decir que el mundo actual4 es fundamental, y los demás son variantes suyas, pero su "existencia" depende del mundo actual.

 

4 El estatus ontológico de los mundos posibles

Podemos preguntarnos por los mundos distintos a MA, el conjunto que abarca (M2...MN). ¿Son reales esos mundos? ¿En qué sentido son reales? Pues no pueden ser reales en el mismo sentido en que lo es MA. No pueden ser reales en el mismo sentido pues las variantes de un mundo incluyen negaciones. Por ejemplo, en MA yo fumo, pero no en M3, así que es cierto esto: fumo pero podría no fumar. Es decir, fumo en el mundo actual pero en algún mundo posible no lo hago. Pero la pregunta es: ¿qué clase de cosa es un mundo posible? ¿Podemos preguntarnos "donde están" los mundos posibles? Sabemos que por lo menos están en el pensamiento, son entidades conceptuales que imaginamos como variantes del mundo real, el mundo actual. Si decimos que son solamente conceptuales, entidades del pensamiento, pero con fundamentos en las cosas actuales tenemos ya una primera respuesta; podemos llamarle "conceptualismo" a esta manera de ver los mundos posibles.

Podemos también pensar que los mundos posibles son conjuntos de oraciones, de entidades lingüísticas que construimos a partir del mundo real, y solo eso. Su realidad es lingüística y nada más. Esta concepción se denomina "nominalismo". Podemos ver que no está reñida completamente con el conceptualismo y de hecho ambas maneras de entender los mundos posibles pueden considerarse aristotélicas, según el viejo dicho "el acto tiene prioridad respecto a la potencia"5. El lector podrá darse cuenta de que estamos tratando este problema de acuerdo a las respuestas medievales al problema de los universales. Tanto el conceptualismo de Tomás de Aquino como el nominalismo de Guillermo de Ockham remontan sus tesis a Aristóteles.

 

5 Literatura y mundos posibles

Tratemos de aplicar esto a la literatura, especialmente a la narrativa; tratemos de entender la literatura como descripción de mundos posibles. Podemos decir que la literatura es una descripción de lo que pudo haber pasado pero no ocurrió, de lo que podrá pasar aunque no ocurra, o de lo que pudiera ocurrir pero no ocurre; todo esto con los habitantes del mundo real. Así, puede entenderse muy bien la novela histórica, la narrativa que tiene personajes del mundo actual. Lo que podemos imaginar que ocurrió u ocurrirá bien puede ser tema de la narrativa. Las posibilidades son muchas basándonos solamente en el mundo real y sus habitantes. Sin embargo, ocurre que la literatura está llena de personajes que no son habitantes del mundo actual, que son seres ficticios, que no existen, existieron o existirán, así que nuestro enfoque actualista tiene todavía algunas deficiencias.

Permítanme recurrir a una idea relacionada con todo esto, con los mundos posibles, pero esta vez desde un autor anterior a Escoto. Me refiero a San Agustín. Nos podrá ayudar a expandir nuestro esquema de tal manera que puedan caber algunos seres ficticios. San Agustín se preguntaba por las cosas que Dios pudo pero no quiso crear, pero esas "cosas" incluyen otra historia, otra creación alternativa a la nuestra, y presumiblemente con otros individuos6. Es algo diferente a muestra gráfica (G6), pues ahí tenemos el mundo real y sus variantes, pero hay muchísimas cosas que no existen en el mundo real, pero existen en otros mundos posibles "presentes" a la mente divina. En un pasaje complejo, tratando de entender lo que quiere decir "los siglos de los siglos", y contra aquellos que mantienen la eternidad del mundo, de la especie humana y del eterno retorno de las cosas, San Agustín dice, de manera más bien enigmática que 7:

No me atrevo a decidir si los llamados siglos de los siglos son los que se suceden en sucesión continua y corren en ordenado desorden (...) o si por los siglos de los siglos deben entenderse los siglos que se mantienen estables y fijos en la sabiduría de Dios, y son como causas eficientes de estos siglos que el tiempo roe con su diente.

Quizá no sea tan aventurado especular un poco: los siglos de los siglos "estables y fijos" pueden corresponder a todas las posibles creaciones divinas, algo que solo Dios conoce, siendo el mundo real "los siglos de los siglos" en sucesión continua. En todo caso tenemos una tercera opción para los mundos posibles: el realismo. "Existen" todos simultáneamente en la mente divina, aunque solo uno de ellos llega a actualizarse, Dios pudo y no quiso actualizar cualquiera de los otros. Así pues, en la mente divina "existen" todos los mundos posibles y nuestro mundo real es uno entre ellos, el único actualizado por la voluntad divina.

Hablando del conocimiento divino, Tomás de Aquino establece una distinción: conocimiento por visión y conocimiento por inteligencia simple. Dios conoce en su esencia las cosas: por visión conoce nuestro mundo real, pero por inteligencia simple conoce todos los mundos posibles que pudo haber creado aunque no lo hizo. Conoce, además, los habitantes de esos mundos, aquellos que no existen, existieron, ni existirán8. Tomás de Mercado, un lógico novohispano del siglo XVI, recordando la opinión tomista dice en una de sus obras lógicas: sólo Dios llama con sus propios nombres a las cosas que existen como a las que no existen, aludiendo al mundo real (las cosas que existen) y a mundos posibles (las que no existen)9.

Podemos ya abordar la literatura desde los mundos posibles y un escritor que muestra muy bien estas ideas, casi como si estuviera pensando en ellas, es precisamente el argentino Jorge Luis Borges.

Hemos dicho que la acción de fumar tiene dos posibilidades, cada una de ellas presenta a su vez otras alternativas. Por ejemplo: puedo fumar y puedo no fumar. Si de hecho fumo debo elegir la marca del cigarrillo y el lugar donde comprarlo y el lugar donde fumarlo y... Si no fumo, debo elegir comprar otra cosa, digamos un chicle y el lugar donde comprarlo y así sucesivamente. La idea es esta: cada posibilidad abre nuevas posibilidades, se bifurca por decirlo así. Cada posibilidad es también un "camino" que lleva, precisamente como en el nombre de un cuento de Borges, a senderos que se bifurcan. Pero también sus poemas tratan nuestro tema.

 

6 Borges y los mundos posibles

Uno de sus poemas es explícito: Things that might have been ("Las cosas que pudieron haber sido"), dice así10:

Pienso en las cosas que pudieron ser y no fueron.

El tratado de mitología sajona que Beda no escribió.

La obra inconcebible que a Dante le fue dado acaso entrever,

Ya corregido el último verso de la Comedia.

La historia sin la tarde de la Cruz y la tarde de la cicuta.

La historia sin el rostro de Helena.

El hombre sin los ojos, que nos ha deparado la luna.

En las tres jornadas de Gettysburg la victoria del Sur.

El amor que no compartimos.

El dilatado imperio que los vikingos no quisieron fundar.

El ave fabulosa de Irlanda, que está en dos lugares a un tiempo.

El hijo que no tuve.

En cada verso están presentes los mundos posibles y el primero, como el título en inglés (saltando de una lengua a otra), los anuncia: lo que pudo ser y no fue. Parece que Borges salta del mundo real a mundos posibles para luego regresar al mundo real, aunque algo en el tono del poema me sugiera que no regresa indemne; busca cosas que no hay aquí, pero vuelve al mundo real y nota cierta ausencia. Veamos.

Los primeros versos nos remiten a textos posibles pero no actuales; bien pueden ser aquellos textos a los cuales es más fácil reseñarlos que leerlos o escribirlos. En nuestro mundo no existen esos textos, pero sí ocurrieron los acontecimientos, tan caros a la cultura occidental, que menciona en el siguiente verso aludiendo a Jesús y a Sócrates; este mundo de Borges también podría ser el mundo sin la Última Cena ni el Banquete. El verso siguiente pinta un mundo con un individuo menos, Helena, o a Helena sin una propiedad —su belleza- necesaria para la historia, es decir, la Iliada; el siguiente puede aludir a una luna sin ese hombre11, o a ese hombre pero sin esa privación ("sin ojos"); en nuestro mundo es común querer ver el conejo en la luna. El verso siguiente pinta un evento que no ocurrió (la victoria del Sur) para volver a algo personal, el amor no compartido; le sigue el verso sobre otra cosa o situación, la fundación de un imperio inexistente al que le sigue una entidad imposible: el ave ubicua. Ésta no cuenta como algo que pudo haber sido, pues es un ser imposible, pero nos prepara para otro ser cuya ausencia tenga quizá cierto peso emotivo: alguien —un hijo- que pudo ser pero no fue, y que cierra el poema.

A primera vista parece que sus mundos son como el nuestro, aunque con menos eventos, quizá menos personas, más textos.. .pero no debemos pensar así. En efecto, sus mundos son complejos y no menos populosos que el nuestro, pues el que no hayan ocurrido ciertas cosas o no hayan existido ciertas personas en nada toca su complejidad, que no conocemos. El mismo Borges lo aclara en un cuento, como veremos.

Jorge Luis Borges cuenta cosas complejas en sus cuentos, y que tienen que ver con los mundos posibles. Hace "jugadas" interesantes, o tiene ciertas estrategias narrativas, por decirlo así. Una de ella es esta: saltar de un mundo posible a otro, lo que ocurre en un mundo posible Borges lo inserta en el mundo real. Lo hace en "El sur", donde el personaje Juan Dalhmann muere en un sanatorio debido a un golpe en la frente, pero en otro mundo posible muere en una pelea a cuchilladas. Un mundo sigue cierto curso de acción, pero de repente tenemos, en ese mundo, una acción que ocurre en otro mundo: la intrusión, la irrupción de lo posible en este mundo. En su cuento "El otro" la intrusión no es de una acción o evento, es el individuo mismo en otro mundo posible con una secuencia temporal distinta el que irrumpe en el mundo real atentando contra el principio de identidad: dos personas en lugares distintos —en lugares distintos del mismo banco frente al río- no pueden ser la misma persona. La misma aprehensión, la misma inquietud encontramos en el gran don Quijote de la Mancha, cuando pensando ir a Zaragoza, se rehúsa a hacerlo al enterarse que ahí estuvo "el otro" don Quijote, el de la Segunda Parte escrito por Avellaneda12.

En "La otra muerte" Borges narra la muerte de un individuo, Pedro Damián, en el mundo actual y otra muerte del mismo individuo en otro mundo posible; es decir, su muerte en distintos mundos, aunque "encajándolas", superponiéndolas en el mundo real de tal manera que para evitar el escándalo (violar por ejemplo el principio de no contradicción) recurre al olvido de los personajes que conocieron alguna de las muertes de Pedro Damián. Mezcla dos eventos distintos en el mismo mundo: "Así, en 1946, por obra de una larga pasión, Pedro Damián murió en la derrota de Masoller, que ocurrió entre el invierno y la primavera de 1904". Y añade: "Modificar el pasado no es modificar un solo hecho; es anular sus consecuencias, que tienden a ser infinitas. Dicho sea con otras palabras, es crear dos historias universales"13. Esas "historias universales" son nuestros mundos posibles o historias providenciales, como las llama San Agustín, los "siglos de los siglos" en la Sabiduría de Dios; algo de ellos nos recuerda el poema que citamos arriba. Es interesante la alusión a Pedro Damián, un teólogo que precisamente escribe sobre la omnipotencia divina14 y la lógica, y que parece al tanto de estos problemas; su idea es que la lógica no puede limitar a Dios, quien puede alterar incluso el pasado y hacer que no exista lo que existió. Pedro Damián había escrito que Dios puede restituir la virginidad perdida y revocar el pasado, que lo ocurrido no ocurriera, lo cual es escandaloso si pensamos en un solo y único mundo; es comprensible si pensamos en varios mundos simultáneos en donde en uno de ellos se funda Roma y en otro no; en uno de ellos la doncella es virgen, y en otro ya no lo es.

 

7 Borges y los senderos que se bifurcan

"El jardín de senderos que se bifurcan" es un cuento que nos ayuda a entender los mundos posibles y el manejo que Borges hace de ellos. Conviene resumir la trama.

Un espía chino al servicio de los alemanes decide asesinar a una persona cuyo nombre es el mismo nombre de la ciudad que deben bombardear. Será arrestado pero la noticia se publicará, con el nombre de la persona asesinada. Esa persona es un sinólogo y ha descubierto un viejo enigma respecto a un laberinto planeado por un ascendiente del espía chino, que fue asesinado por un forastero. El cuento narra ese encuentro, el diálogo entre ellos sobre lo que pudo haber pasado. El laberinto es el complejo de mundos posibles.

Las posibilidades se "bifurcan", como dice Borges: "En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Tsui Pên, opta —simultáneamente— por todas"15.

Es importante subrayar la palabra "simultáneamente", pues los mundos posibles no son sucesivos, la sucesión es típica del mundo actual, pero los mundos posibles son simultáneos. Y hay cierta simetría: en el pasado un forastero mata al antepasado de Yu Tsun, en el presente Yu Tsun es el forastero que mata al "bárbaro" Stephen Albert. El cuento mismo de Borges nos introduce de lleno en nuestro tema.

Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. En éste, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravesar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma.

Permítame el lector citar el mismo párrafo, pero sustituyendo la palabra "tiempos" (San Agustín usa "siglos de los siglos") por "mundos posibles" y veamos qué pasa

Creía en infinitas series de mundos posibles, en una red creciente y vertiginosa de mundos posibles divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de mundos posibles que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades. No existimos en la mayoría de esos mundos posibles (MN); en algunos existe usted y no yo (M3); en otros, yo, no usted (M2); en otros, los dos (MA). En éste, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravesar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma.

Nos atrevemos a afirmar que la lectura es "natural", que lo que Borges llama en su cuento "tiempos", son precisamente nuestros mundos posibles. Tomando a los dos individuos, Albert y Yu Tsun, podemos graficar los mundos posibles descritos en el párrafo anterior:

donde el lector familiarizado con la lógica podrá encontrar una aplicación de las tablas de verdad cuando tenemos dos proposiciones. Sabrá también que a mayor número de proposiciones las posibilidades de combinación se "bifurcan" de manera geométrica.

 

8 Conclusión

La teoría de los mundos posibles nos ofrece una herramienta para entender mejor a autores como Jorge Luis Borges, nos ofrece también una manera de entender la literatura, especialmente la narrativa, en algunos de sus aspectos más complejos.

Hemos tratado de mostrar una aplicación de la teoría de los mundos posibles a la comprensión de la literatura. Sin embargo, hemos partido de teólogos escolásticos, la mayoría medievales y todos ellos relacionados con la lógica, sobre todo la lógica de la posibilidad y de la necesidad. Hay, no obstante, una serie de problemas que no hemos tratado, comenzando por la relación entre los individuos actuales y sus "similares" en los otros mundos posibles. La relación y semejanza entre la creación divina y la creación humana —la literatura- también presenta problemas. Pues, en efecto, si la literatura es descripción de mundos posibles que ya están "contemplados" en la mente divina, la creatividad del autor puede quedar en entredicho. Esto no impide que la teoría de los mundos posibles pueda aplicarse también a estos problemas; mientras tanto, podemos concluir que los mundos posibles nos ofrecen una visión intuitiva y a la vez compleja de ese fenómeno que es la literatura, y del que hay que dar cuenta de alguna manera. Nuestra intención ha sido decir unas palabras al respecto.

 

Notas

* El presente artículo tuvo su origen en una conferencia pronunciada en el Instituto de Filología Polaca de la Universidad Adam Mickiewicz, Polonia, el 7 de septiembre de 2011. Agradezco a la Dra. Katarzyna Gan-Krzywoszyáska y a la Dra. Elzbieta Nowicka por su amable invitación.

1 Una descripción "simultánea" del mundo real, nuestro mundo, se encuentra en El aleph, de Jorge Luis Borges; no abarca el mundo futuro. Pero nos interesa mostrar, como veremos, los mundos posibles alternativos al mundo real.

2 Pero algunos otros piensan que no están determinadas, es decir, que la omnisciencia divina es compatible con el libre albedrío. Véase el estudio de Walter Redmond, El albedrío, cap. IV, "Libertad humana y omnisciencia divina", Pamplona, EUNSA, 2007.         [ Links ]

3 Non dico hic contingens, quodcumque non est necessarium nec sempiternum, sed cuius oppositum posset fieri quando istud fit. De primo principio capítulo. 4, parágrafo 93, edición de Pietro Scapin, Padua, 1973. Puede llamarse "sincrónica" a la intuición de Escoto, a su manera de entender la posibilidad y la contingencia.

4 Hay una ambigüedad casi ineludible en los términos "realidad", "existencia". En un sentido amplio "real" se aplica a todos los mundos, incluyendo al mundo actual; en un sentido restringido se aplica solamente al actual. Lo mismo pasa con "existencia". Por eso los actualistas enfatizan la realidad del mundo actual, el mundo real fundamental: si no existiera el mundo actual no habría mundos posibles. Cfr. M. Loux (ed.) The Possible and the Actual, Ithaca and London: Cornell University Press, 1979.         [ Links ]

5 Metafísica L. IX, caps. 8 y 9. Ockham, Summa logicae I.38, donde cita explícitamente a Aristóteles.

6 Remito al lector al libro de Simo Knuutila, Modalities in Medieval Philosophy, Londres-Nueva York: Routledge, 1993, pag. 69 ss.         [ Links ] Aquí encontrará muchos datos sobre la teología y el estudio de la modalidad.

7 San Agustín, Obras completas. Vol. 17. La ciudad de Dios, Libro xii, cap. 19, edición de la Biblioteca de Autores Cristianos.         [ Links ]

8 Summa contra gentiles I, c.66.4: Si igitur deus totaliter virtutem et perfec-tionem essentiae suae cognoscit, extendit se eius cognitio non solum ad ea quae sunt, sed etiam ad ea qua non sunt.

9 Deus enim solus est qui vocat ea, quae non sunt, nominibus propiis, tan-quam ea quae sunt. Cfr. Comentarii lucidissimi in textum Petri Hispani, L.II, c.9, Sevilla 1571.

10 Tomado de Jorge Luis Borges, Ficcionario. Una antología de sus textos, edición de Emir Rodríguez Monegal, México: Fondo de Cultura Económica, 1985, página 409.         [ Links ] El poema aparece enriquecido en otras ediciones con tres versos más. Prefiero esta versión por su economía, basta para nuestros fines; pues el ser imposible (el unicornio con dos cuernos), el pensamiento de alguien (John Done) y cosas inexistentes en algún mundo (la rueda y la rosa) ya están "contempladas" de alguna manera en esta versión.

11 El man in the moon de "La liebre lunar", en Manual de zoología fantástica, de Borges y Margarita Guerrero, México: FCE, Breviario 125, 1998, p. 96.         [ Links ]

12 Cap. LIX de la segunda parte de Don Quijote dela Mancha, en la edición del IV Centenario, México: Real Academia Española, 2004, p. 1003.         [ Links ] Por cierto, el mundo posible de Avellaneda y el de Cervantes casi se tocan en este episodio; por lo menos don Quijote escucha la lectura de sus "otras" hazañas.

13 Cfr. Ficcionario, p. 276.         [ Links ] Sobra decir que en cada mundo, en cada "historia universal" pueden crearse poemas que describan lo que sucede en otros mundos, incluyendo el nuestro, como un juego de espejos y sombras: cosas que pudieron haber ocurrido.

14 Es notable el título de una obra suya: De divina omnipotentiain reparatione corruptae, et factis infecti reddendis (La omnipotencia divina en relación con el restablecimiento de la virginidad perdida, y de la conversión de lo hecho en no hecho). Tomo el título y traducción de Cesar Raña, en su artículo "Clavis Aurea. Enseñanza y método en el Siglo XII", Revista Española de Filosofía Española, No. 14, 2007, Universidad de Zaragoza, p. 138.         [ Links ]

15 En "El jardín de senderos que se bifurcan", en Nueva antología personal, México: Siglo XXI, 2000, p. 107.         [ Links ] La cita siguiente en p. 109-110.

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