Con el interés de contribuir al centenario del nacimiento de Octavio Paz, si bien sujetos al ritmo de entregas y dictaminación así como a la planeación anual de la revista, se reúnen en el presente número tres contribuciones originales sobre el poeta mexicano.
Agradecemos especialmente a Klaus Meyer-Minnemann la entrega del texto que leyó en una conferencia en el Instituto de Investigaciones Filológicas en noviembre de 2015, titulado "Octavio Paz y el Surrealismo". El profesor emérito de la Universidad de Hamburgo estudia en su artículo la relación de Paz con el movimiento surrealista desde el principio de la década de 1940 hasta el poemario Árbol adentro (1987).
Meyer-Minnemann concluye que hubo una "admiración persistente o fascinación" del poeta mexicano por el Surrealismo, sin dejar de señalar las vicisitudes de esta relación larga y compleja, moldeada por distintos contextos y circunstancias tanto personales como políticas. El artículo pone de relieve las bases del Surrealismo y sus aportaciones, así como las afinidades, críticas y reservas que el poeta mexicano expresó ante aquéllas en distintos momentos.
El punto de partida del artículo de Meyer-Minnemann es, curiosa y sospechamos que intencionadamente, la conferencia "El surrealismo" que Octavio Paz dio en el ciclo "Los grandes temas de nuestro tiempo" organizado por la UNAM en 1954, texto que después se publicó como ensayo en Las peras del olmo.
Con un conocimiento de largos años como latinoamericanista y mexicanista, Meyer-Minnemann hace un seguimiento de los primeros trabajos y versiones originales de Paz, su incorporación posterior en libros y después en las Obras completas, tarea que reconoce como no fácil, especialmente cuando es el propio autor quien se encarga de la revisión y el ordenamiento, como fue el caso de Octavio Paz.
Con el título "Conjunciones y disyunciones en Octavio Paz y José Revueltas", Evodio Escalante hace un recuento de vidas paralelas entre estos dos autores coetáneos y pone énfasis en ciertas influencias comunes, entre ellas la lectura de Marx, Hegel y otros textos filosóficos claves en sus años de formación. Rastreando en el contexto de la época cómo es que tuvieron acceso a obras entonces recién publicadas en México, Escalante concluye que la vocación filosófica en Revueltas y en Paz fue tan importante como la literaria.
La tercera contribución es un rescate; sigue el formato de la sección "Textos y documentos" de la revista y presenta la correspondencia hasta ahora inédita entre Octavio Paz y Joaquín Díez-Canedo, editor de la editorial Joaquín Mortiz, cuando se publicó el poemario Salamandra en México, en 1962.
Vistos en conjunto, los tres textos, muy diferentes en su concepción, enfoque y fuentes, tienen puntos de contacto y sin duda abrirán nuevas preguntas y contribuirán a atar algunos cabos, tanto en lo que respecta a la trayectoria y la vida de Octavio Paz, como en lo relativo a la realización concreta de cada uno de sus libros y de su obra en general, proyecto de vida que sigue vivo entre sus lectores, editores, estudiosos y críticos.