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vol.41 número2Godinas, Laurette, y Andrés Íñigo Silva, Urbi et orbi et ex nihilo: manual de latín básico, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Bibliográficas-Dirección General de Asuntos del Personal Académico, 2020, 344 págs., ISBN: 978-607-30-3706-8.Segura Jaubert, José Marco, Una mirada al pasado: cultos mistéricos y cristianismo en el mundo griego y romano, Heredia, EUNA, 2021, 232 págs., ISBN: 978-9977-65-639-7. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Nova tellus

versión impresa ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.41 no.2 Ciudad de México jul./dic. 2023  Epub 02-Oct-2023

https://doi.org/10.19130/iifl.nt.2023.2.41.2/00x38s011 

Reseñas y notas bibliográficas

Kaldellis, Anthony, Romanland: Ethnicity and Empire in Byzantium, Cambridge, The Belknap Press of Harvard University Press, 2019, 392 págs., ISBN: 9780674986510.

Amed Isaac Aguayo Hernándeza  *
http://orcid.org/0000-0002-3977-9387

aUniversidad Nacional Autónoma de México, Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia, México, amed753@outlook.com

Kaldellis, Anthony. Romanland: Ethnicity and Empire in Byzantium. Cambridge: The Belknap Press of Harvard University Press, 2019. 392p. ISBN: 9780674986510.


Palabras clave: Imperio Bizantino; etnicidad; alteridad

Keywords: Byzantine Empire; Ethnicity; Otherness

Romanlandes un libro que versa sobre el etnónimo que los habitantes del Imperio Bizantino usaban para sí mismos según está atestiguado en sus documentos escritos. El eje conductor de todo el texto es el hecho de que los bizantinos se llamaban a sí mismos romaioi y eso presupone una romanidad autoconsciente y legítima que ha sido denegada por distintos intereses políticos y prejuicios culturales a través del tiempo, incluso dentro del área de los estudios bizantinos. A partir de esto el autor también reinterpreta la manera en que es entendido políticamente el territorio en el que habitaban y controlaban los romanos de Oriente, y la noción de un imperio multicultural que usualmente se suele tener de él.

En el primer capítulo A HISTORY OF DENIAL (pp. 3-37), Kaldellis habla de cómo los mismos estudiosos se han esforzado por negar que los bizantinos eran romanos y cómo ello proviene de intereses hechizos rastreables, por lo menos, hasta los emperadores francos del siglo IX. Una virtud de esta sección es que muestra cómo un nombre puede ser utilizado con intenciones políticas para legitimar o deslegitimar el derecho de ciertos grupos humanos a controlar un territorio o reclamarlo como suyo. Otro acierto es que denuncia que las afirmaciones realizadas en textos científicos también están influidas por los prejuicios propios de la sociedad y la época en que son escritos. Kaldellis desarticula varias falsas concepciones a través de fuentes bizantinas originales, lo cual habla de un conocimiento bien cimentado de su objeto de estudio.

A lo largo del segundo capítulo ROMAN ETHNICITY (pp. 38-80), el autor argumenta que la mayoría de la población del Imperio Bizantino pertenecía a una sola identidad étnica y esta era la romana. Para él no hay ninguna duda de que los bizantinos eran romanos y de que así se les debería identificar en los textos académicos actuales. De nuevo presenta varias fuentes bizantinas para ello e incluso demuestra que la categoría ‘romano’ se aplicaba a distintos estratos sociales y no solo a la clase gobernante. Pero pese a ello, algunas ideas son problemáticas. El que los bizantinos se llamasen a sí mismos romaioi en las fuentes escritas es algo indiscutible, mas al tratar de reivindicar el término ‘romanos’ (o Romans, ya que escribe en inglés) para referirse a los bizantinos olvida o pretende olvidar que en prácticamente todas las lenguas modernas se usa tanto en contextos coloquiales como académicos para referirse a otro concepto. Lo más preocupante es que el autor llega a confundir la necesidad de que los investigadores no nieguen la autoidentificación de los bizantinos como romanos con las luchas por la reivindicación de los etnónimos de grupos humanos marginados en la actualidad (en concreto menciona el caso de los inuit).

El tercer capítulo ROMANLAND (pp. 81-120) presenta la evolución y consolidación del término Romanía para referirse al territorio de los bizantinos y de Romaika para nombrar su lengua. Constantemente parece que Kaldellis quiere presentar al Imperio Romano de Oriente como un estado-nación moderno, incluso con la peligrosa idea de un estado, un pueblo y una lengua. Pese a ello el capítulo está bien documentado y da un panorama cronológico de la noción de un estado como entidad abstracta.

Los capítulos 4 ETHNIC ASSIMILATION (pp. 123-154) y 5 THE ARMENIAN FALLACY (pp. 155-195) se enfocan en demostrar que la mayoría de los habitantes del imperio eran romanos y que, pese a que constantemente se asentaban individuos de otros pueblos en los territorios bizantinos, estos ter­minaban por asimilarse culturalmente como romanos. Kaldellis asegura, además, que para ser considerado romano hacía falta mucho más que ser cristiano ortodoxo, pues había que hablar griego (o romaico) y ajustarse a ciertos estándares culturales.

En los capítulos 6 WAS BYZANTIUM AN EMPIRE IN THE TENTH CENTURY? (pp. 196-233) y 7 THE APOGEE OF EMPIRE IN THE ELEVENTH CENTURY (pp. 233-268), Kaldellis cuestiona la noción de lo que es un imperio y argumenta que Bizancio durante varios períodos no fue realmente uno, porque no controlaba territorios con una multiplicidad de identidades étnicas, sino que prácticamente todos los habitantes eran romanos.

Muchas secciones y aseveraciones del libro son controversiales. No obstante, aun cuando el lector pueda no estar de acuerdo con las premisas o conclusiones del autor, recibirá de cualquier manera información valiosa para interpretar o reinterpretar al Imperio Bizantino y las interacciones sociales y culturales de sus habitantes. El texto mantiene un espíritu crítico sobre los discursos en el mundo académico y señala las motivaciones políticas que hay en algunos de ellos, y eso nunca puede menospreciarse. No obstante, en más de una ocasión se pasa por alto que lo que escribían los bizantinos también tenía motivaciones políticas que nada tenían que ver con la reivindicación de una identidad étnica. En suma pues, el libro afianza su argumentación en fuentes originales, invita al debate y no deja indiferente a quien lo lee.

Bibliografía

Kaldellis, Anthony, Romanland: Ethnicity and Empire in Byzantium, Cambridge, The Belknap Press of Harvard University Press, 2019, 392 págs., ISBN: 9780674986510. [ Links ]

Recibido: 25 de Octubre de 2022; Revisado: 21 de Noviembre de 2022; Aprobado: 20 de Junio de 2023

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Amed Isaac Aguayo Hernández es maestro en Textos de la Antigüedad Clásica y su Pervivencia por la Universidad de Salamanca (USAL). Trabaja como profesor de asignatura en la licenciatura en Literatura Intercultural en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde imparte materias relacionadas con la lengua latina. Su principal interés académico son los encuentros entre civilizaciones en la Antigüedad y los textos que los atestiguan. Su trabajo de investigación en el máster trató sobre la imagen del Imperio Sasánida en la obra de Amiano Marcelino.

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