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Revista latinoamericana de estudios educativos

versión On-line ISSN 2448-878Xversión impresa ISSN 0185-1284

Rev. latinoam. estud. educ. vol.54 no.1 Ciudad de México ene./abr. 2024  Epub 11-Mar-2024

https://doi.org/10.48102/rlee.2024.54.1.618 

Editorial

¿Educar para qué? Los propósitos de la educación para el mundo que viene

Why Educate? The Purposes of Education for the World that’s Coming

Santiago Rincón-Gallardo* 

*Liberating Learning, Canadá. rinconsa@gmail.com


Para el intelectual revolucionario italiano Antonio Gramsci, una crisis es una etapa en que el viejo orden ha muerto, pero el nuevo orden aún no puede nacer. ¡Qué adecuado concepto para describir los tiempos en que nos hallamos inmersos! Vivimos el tipo de crisis profunda y multidimensional -política, social, económica y ambiental- que caracteriza las etapas de colapso de las múltiples civilizaciones que han habitado la Tierra. Civilizaciones diversas en tiempo, geografía, cultura, pero que comparten en común ciclos de vida históricamente identificables y validables: nacimiento, desarrollo, expansión y colapso.

En tiempos de crisis como los actuales, en la oscura y caótica etapa de transición entre el viejo orden que ha muerto y el nuevo orden que todavía no nace, no hay nada que garantice que el orden que viene vaya a ser mejor que el que le antecedió. Y es mucho lo que está en juego. El colapso civilizatorio, el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial y el cambio climático están poniendo en jaque la sobrevivencia de la humanidad y el sostenimiento de la vida en el planeta. Sólo esperar lo mejor es ingenuo y potencialmente catastrófico. La humanidad enfrenta ahora su amenaza existencial más plausible. Y en este escenario, debemos preguntarnos, individual y colectivamente, qué debemos hacer -desde donde estemos, con lo que tengamos, y como podamos- para contribuir a que el orden que viene sea sustancialmente mejor que el que estamos dejando atrás, no necesariamente porque tengamos la certeza de que nuestros esfuerzos serán exitosos, sino simplemente porque hacerlo es lo correcto.

Es en esta encrucijada para la humanidad que proponemos una pregunta clave para quienes nos dedicamos a la educación: ¿Educar para qué? ¿Cuáles son y cuáles deben ser los propósitos de la educación? Creamos este número de la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos con la intención de abrir un foro para la reflexión y discusión alrededor de esta pregunta. Los trabajos que dan forma a este número articulan respuestas, diversas en perspectiva y énfasis, a la pregunta de para qué educar. Tomados en conjunto, los artículos cubren los ámbitos de la educación básica, la educación superior y la formación de maestros. En su mayoría, las reflexiones y propuestas se circunscriben a la escolarización, pero varias son igualmente aplicables al ámbito educativo más amplio -que incluye también la educación no escolarizada.

Los autores de los primeros tres artículos coinciden en identificar como propósitos de la educación la reconexión humana con uno mismo, con los demás, y con el entorno (comunitario, social, institucional, planetario) y argumentan la centralidad que estos propósitos tienen para hacer posible un proyecto humano y planetario mejor que el que está colapsando. Los otros seis artículos ofrecen un abanico diverso y potente de reflexiones sobre los valores y prácticas que debieran orientar la educación, todos ellos consistentes con los tres ámbitos de reconexión humana de los primeros tres, tales como la democracia, la emancipación, la justicia, la equidad, la interculturalidad, y el cuidado del ambiente. En la mayoría de estos artículos, los propósitos deseables de la educación se contraponen de manera explícita con los valores y prácticas del mercado (individualismo, competencia, ingeniería social) y de la modernidad (neutralidad ideológica, transmisión de contenidos, énfasis en lo técnico y práctico) que han caracterizado la visón y práctica hegemónicas de la política y los sistemas educativos de las tres décadas más recientes.

Para este número hemos invitado además a tres destacados pensadores de la educación para conformar un especial Recuento necesario, y hemos incluido una entrevista con una referente internacional del cambio social. Entre los primeros, Sylvia Schmelkes discute el rol doble y antagónico de la educación formal como fuerza conservadora y como fuerza transformadora, y esboza algunas propuestas para que las instituciones de educación superior, cargadas más hacia la primera, se inclinen de un modo más claro y comprometido hacia la segunda. Blanca Heredia revisa los “para qué” de la educación desde una revisión de la evolución reciente de la política educativa en México, poniendo especial énfasis en tres funciones sociales y socializadoras de la escuela: la protección y cuidado de la niñez y la juventud; la socialización, y el desarrollo de un núcleo básico de experiencias, valores, conocimientos y habilidades para forjar identidades en común -entre los que destacan el manejo fluido y diestro del lenguaje escrito, la capacidad para el pensamiento abstracto, el conocimiento y manejo de las emociones, y la imaginación y la creatividad-. El tercer invitado, Gabriel Cámara, elabora el argumento, forjado desde la experiencia de las redes de tutoría mexicanas, de que el diálogo cara a cara, en pie de igualdad entre quien se interesa en aprender y quien conoce y quiere compartir, reside la clave para dar concreción a las múltiples aspiraciones e idearios de la educación pública: el buen aprendizaje, la convivencia, el bienestar, la equidad, la democracia, y la justicia social.

En la entrevista especial para este número, Margaret Wheatley comparte sus reflexiones sobre los actuales tiempos de colapso, el vínculo entre aprendizaje y vida, y los roles que los educadores y líderes pueden jugar para crear “islas de cordura” en las que se protege y alimenta el espíritu humano y, más específicamente, la capacidad de asombro, creatividad y aprendizaje de niñas, niños y adultos.

Ante la crisis global, el ideal de educación que se persigue desde el Campo Estratégico y Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEA-MOPE) y el Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana subraya la urgencia de promover no sólo la excelencia académica, sino también la formación humana que impulse iniciativas de transformación. La educación debe trascender las fronteras académicas y abordar desafíos multidimensionales, desde la reconciliación y la justicia, contribuyendo a proyectos que impacten local, regional y globalmente. En la encrucijada actual, la reflexión sobre los propósitos de la educación se torna crucial, enfocándose en la búsqueda activa de una vida digna y plena, alineada con la responsabilidad hacia la humanidad y el planeta.

Quien lea este número notará que la gran mayoría de los artículos y sus autores son de México. Si bien se hubiera preferido un rango mucho más amplio de países latinoamericanos representados aquí, confiamos en que lectores de la región entera encontrarán resonancia, coincidencia e inspiración en esta colección. Sirva ésta como ocasión para activar conversación, reflexión y acción que se extiendan en tiempo y geografía, y que nos ayuden a pensar y actuar de modos que contribuyan a un nuevo orden humano y planetario sustancialmente mejor que el que estamos dejando atrás.

Liberating Learning, Canadá
Universidad Iberoamericana Ciudad de México, México

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