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La ventana. Revista de estudios de género

versión impresa ISSN 1405-9436

La ventana vol.3 no.21 Guadalajara jul. 2005

 

En la mira

La marcha masculina

Alfonso Hernández Rodríguez1 

1 Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional-Unidad Guadalajara. México. Correo electrónico: ruialfonso@hotmail.com


Ahora, con la inapreciable “ayuda” del sistema judicial, puedes darte el gustazo de hundir a tu ex, sacarle buen dinero, quitarle los hijos y hasta encarcelarle.

Seas hombre o mujer, si estás contra los atropellos “legales” contacta con nosotros: Oficina del defensor del hombre y sus hijos.1

La sociedad (norteamericana) lleva años haciendo la guerra al padre, pero la madre y el niño también están entre los perdedores. En relación con esa guerra, el gobierno estadounidense gasta en medidas para obligar a los padres a pagar las pensiones alimenticias una cifra 340 veces superior a la empleada en soluciones para impedir que las madres nieguen a los padres el contacto con sus hijos. Sin embargo sería mucho más rentable y barato favorecer ante todo ese contacto, ya que los padres que ven a sus hijos pagan sus pensiones.2

...Cuando en 1999, Melanie Phillips escribió The Sex Change Society, le advertí que nuestras protagonistas se negarían a salir a la superficie y responder a su bien documentada descripción de la “Gran Bretaña feminizada y del varón neutralizado”, según su acertada expresión.3

Yo asistí a la marcha, me da vergüenza que hombres no apoyemos a hombres, todos a los que pregunté de esta marcha estaban de acuerdo, hasta comentamos todo en grandes charlas y mesas de trabajo; pero qué pasó, les faltó o estaban tibios. Me repugnan los punks y lesbianas que trataron de violentar a los hombres que sí marcharon por sus ideales, ellos... los hombres en total calma, no respondieron a sus insultos irracionales, vi cómo trataron de voltear la camioneta que iba en primer lugar manejada por una mujer que nos defendía, ¿en qué mundo estamos?4

Ja, ja, ja... como era de esperarse. La gente ya tiene un poco más de sentido común y no hacen caso de estas pendejadas. En fin, si tener en tus filas a apenas una treintena de machos frustrados y ser detenidos media hora por una aplastante oposición es tener “un enorme éxito”, pues qué poco realistas son (y de hecho lo son porque de otra forma tendrían argumentos más serios y no sólo pre juicios y pendejadas).5

¿Qué tienen en común esos comentarios? Que se refieren a asuntos que tienen que ver con el tema de la masculinidad o, más propiamente dicho, con las masculinidades en plural, que han dado origen a diferentes y a veces encontradas posturas acerca de lo que es ser hombre; sin embargo, y a diferencia de las mujeres que consolidaron el movimiento feminista, los hombres no hemos logrado hacer un movimiento similar; por el contrario y aunque existen en el mundo una diversidad de grupos y redes, no hay un movimiento como tal. Esto a pesar de las consideraciones hechas por Michael Flood en su artículo “Four Streams”, publicado en la revista XY. Hombres, sexualidad y políticas (1996), en donde comenta que este conglomerado de organizaciones y grupos pudiera parecer algo armonioso, en donde se comparten objetivos y esperanzas comunes, pero lo que se da, sin embargo, son desacuerdos muy importantes, dadas las intenciones de cada uno de ellos.

Para comprender mejor este asunto, él propone un modelo con cuatro grandes (y todavía difusas) ramas:

  • 1. Los antisexistas y profeministas.

  • 2. Movimiento de liberación del hombre.

  • 3. Los espiritualistas.

  • 4. Grupos de defensa de los “derechos de los padres y de los hombres”.

Todo lo anteriormente dicho es con el fin de dar contexto a la Marcha Masculina, realizada en el Distrito Federal el día 20 de marzo pasado, en donde un grupo de hombres y mujeres invitaron a otros y otras a manifestarse por algunos “derechos” que para muestra, basta el siguiente: Por un movimiento de respeto y colaboración de las mujeres hacia el carácter macho de los hombres, y los valores que derivan del machismo impreso, intrínseco y milenario del hombre y punta humana de las civilizaciones.

¿Cuáles fueron los resultados de esa marcha? En realidad fue un rotundo fracaso; sólo se manifestaron a su favor alrededor de 100 personas entre hombres y mujeres, a pesar de una notable difusión hecha a través de los medios, especialmente por la radio en una estación de la ciudad de México; mientras que en contra se presentaron diferentes organizaciones, entre otras la del Colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias, Democracia y Sexualidad, el Comité de Reconciliación Lésbica, el Grupo Interdisciplinario de Sexología y hasta un grupo autodenominado “Narcopunks”, que con su postura de oposición llegó a provocar un enfrentamiento verbal que no tuvo consecuencias que lamentar, afortunadamente.

Pero más allá de los resultados y cantidad de asistentes a favor o en contra de esa marcha, es importante comentar que ésta se inscribe en la manifestación cada vez más notable y numerosa en las grandes ciudades del mundo, de agrupaciones que luchan por los derechos de los hombres y de los padres desde su muy particular perspectiva, que sostiene que las mujeres y las feministas especialmente, les han causado un gran daño a los hombres y además niegan que los hombres ostenten poder argumentando que en realidad los hombres son las víctimas.

Estos hombres se agrupan cada vez más y mejor con otros movimientos de corte fundamentalista en el Oriente y en Europa, así como en los Estados Unidos y, como ahora sucede, en los países de América Latina. Su postura es claramente antifeminista y algunos de sus activistas sostienen que en principio el feminismo era un movimiento de liberación de ambos sexos, pero que a la fecha sólo busca privilegiar a las mujeres; sin embargo unos llegan a hacer la distinción entre las mujeres feministas “igualitarias” (buenas) y las feministas “victimistas” o feministas “de género” (las malas).

En realidad, lo que busca este tipo de masculinismo es mantener a los hombres en los papeles o roles sociales tradicionales, y llegan a negar que realmente algunos hombres detenten el poder realmente en la sociedad. Asimismo, afirman que la violencia contra los hombres es endémica y que las feministas lo soslayan, como lo hacen en el caso de la discriminación de los hombres en los divorcios y en relación con la custodia de los hijos.

Los diversos grupos afines en la defensa de los derechos de los hombres tienen en común, además, el sentirse muy afectados y dolidos por sus experiencias en matrimonios mal avenidos con rupturas de pareja de forma violenta y con costosas y emotivas luchas legales por la custodia de los hijos.

Esto último es lo que los une con mayor fuerza, lo que les incita a establecer grupos bien organizados de apoyo a los hombres en trámites de custodia y a mostrarse en contra de la creación o manutención de instituciones y servicios dedicados a las mujeres, hacen lobbies (caso Provida) en los gobiernos federales y retan con frecuencia a los medios de comunicación que, según ellos, están dominados por las feministas.

Finalmente, ante este tipo de actitudes, los hombres antisexistas sostenemos que las formas actuales y hegemónicas de ser hombres oprimen a las mujeres y nos imponen restricciones que ahora resultan inadmisibles, como el modelo único de macho proveedor que fomenta las diferencias transformándolas en desigualdades, que nos obligan a prolongar los comportamientos y actitudes sexistas por medio de la asignación de los roles de género, en donde ambos resultamos diferencialmente oprimidos.

1 www.quieroestarconmishijos.tk Éstos son algunos comentarios que aparecen en esta página electrónica que dice luchar por los derechos de los hombres y de los papás en especial. Página patrocinada por la Oficina del Defensor del Hombre y sus Hijos, con sede en Madrid, España.

3Erin Pizzey, en un texto publicado como capítulo independiente de la obra colectiva “¿Quiénes son las víctimas, las mujeres o los hombres?”, traducido para el sitio web: http://adisospapa.org.es

4Asistente a la Marcha Masculina del 20 de marzo en la ciudad de México.

5Comentario hecho a través de internet el 26 de marzo de 2005.

* Alfonso Hernández Rodríguez. Licenciado en psicología. Investigador del Centro de Estudios de Género-UdeG. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional-Unidad Guadalajara. Correo electrónico: ruialfonso@hotmail.com

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