Apreciable Editor, miembros del Colegio Mexicano de Medicina Crítica, público en general.

Como cuestión previa a nuestro tema, de modo especial expreso mi deseo de que ustedes y sus familias se encuentren sanos y bien. El 2020 ha sido un año de prueba: prueba al compromiso con nuestra profesión, con la medicina crítica y lo que significa ejercer nuestra especialidad; prueba al valor de enfrentarse a lo desconocido y superarlo; prueba a la entereza tras ver o saber de un colega enfermo y aun así presentarse a tiempo a nuestro turno programado; en resumen, prueba a lo que significa ser intensivista. A opinión personal, no hay otra especialidad en este momento que conozca mejor lo que significa enfrentar una pandemia de este tipo.

El XLVII Congreso Anual del Colegio Mexicano de Medicina Crítica (COMMEC) sin duda ha generado historia en la medicina nacional. Orillada por la situación nacional y mundial actual, nuestra asociación evolucionó hacia el futuro unos cinco años en cuestión de pocos meses. Por primera vez fue necesario realizar el congreso en su totalidad en modalidad virtual.

El eslogan de la reunión fue: «sigamos manteniendo el impulso académico», nada más necesario y cierto. Los eventos académicos presenciales tuvieron que ser suspendidos durante todo el año; el programa se realizó con la idea de fomentar la integración nacional de los médicos especialistas en medicina crítica y especialidades afines a pesar de la distancia. Esto se presentó como un reto importante al tratar de involucrar a una audiencia que había sido bombardeada por webinars que surgieron efervescentemente durante todo el año, pero el congreso nacional estuvo a la altura de la situación y ofreció ventajas sobre la mayoría de reuniones virtuales.

Invariablemente las reseñas de los congresos previos (incluyendo la redactada por su servidor hace un año) recuerdan la fecha y lugar de realización del congreso, en este caso, del 10 al 14 de noviembre de 2020, lugar: a «nivel mundial». El uso de la comunicación digital permitió que el conocimiento pudiera proyectarse para todos. Así conocimos casos de médicos residentes escuchando ponencias dentro del área de enfermos respiratorios de varios hospitales con el equipo de protección personal puesto, intentando ver a través de los lentes empañados, hasta casos de enfermeros y médicos contagiados y en cuarentena obligatoria que pudieron presenciar los simposios aún con tratamiento médico en curso.

Otra ventaja indiscutible del congreso virtual es el alcance. Durante el Congreso XLVI de nuestra asociación en 2019, último realizado de manera presencial, se inscribieron un poco más de 1,000 asistentes; en aquel entonces, participaron 140 profesores nacionales y 31 extranjeros. Este año, alcanzamos a 4,479 participantes, con un total de 11,116 accesos a las ponencias y 771 visitas directas al área comercial. Además, 125 profesores internacionales y 170 profesores nacionales nos honraron con su participación.

La investigación de alta calidad metodológica, estadística y ética es el camino a la excelencia de nuestra asociación. Ahora, a pesar de la distancia, se recibieron maravillosos trabajos originales, de los cuales fue elegido como ganador al Premio «Mario Shapiro» el titulado «Índice de desregulación inmunológica como predictor de evolución hacia síndrome de insuficiencia respiratoria progresiva del adulto en pacientes con neumonía por SARS-CoV-2», del Dr. Cristhian Josué Gaytán García del Centro Médico ABC. En segundo lugar, el reporte titulado «Impacto del decúbito prono en el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda en pacientes con COVID-19 bajo ventilación mecánica invasiva», por el Dr. Carlos Alejandro González Ruiz del Hospital Español. Y en tercer lugar, el manuscrito «Terapia prono y supervivencia en SARS-CoV-2 en Cuidados Intensivos de un hospital de tercer nivel de atención en México», del Dr. Netzahualcóyotl González Pérez del Centro Médico ISSEMyM Toluca. Todos ellos estarán disponibles para su lectura en esta publicación.

Por segundo año consecutivo, el congreso y su programa académico fueron estimulados desde el eje central de la asociación, los capítulos, grupos de profesionales dedicados a la atención del enfermo en estado crítico que comparten interés en un área específica de la especialidad y que se organizan para trabajar conjuntamente en investigación, docencia y enseñanza.

La ceremonia de inauguración incluyó dos conferencias magistrales de muy elevado nivel académico; la primera impartida por el Dr. Uriel Chavarría, intensivista mexicano, quien nos relató sobre lo realizado por su equipo, pioneros en trasplante pulmonar en México en los últimos meses; y la segunda presentación impartida por el presidente electo de la Sociedad China de Medicina en Cuidados Críticos, el Dr. Chen Dechang. Siguiendo el programa inaugural, se realizó un reconocimiento a todo el personal de salud que ha combatido la pandemia desde el inicio. Concluyendo el evento, en esta ocasión tuvimos el honor de corresponder a los logros del Dr. Pedro Gutiérrez Lizardi, la reminiscencia de su vida fue presentada de manera muy emotiva por el Dr. Pedro Gutiérrez Jiménez, su hijo.

El programa académico incluyó el lunes 09 y martes 10 cursos precongreso. Todos ellos con temas de interés actual comparables en calidad con los de cualquier congreso de la especialidad de medicina crítica en el ámbito mundial. Los siguientes días la jornada iniciaba con la presentación de casos clínicos reales, realizada por médicos residentes de la especialidad. Nada se compara a la emoción previa a una presentación clínica con varios asistentes, en especial frente a nuestros profesores, es algo que no se olvida.

Cuatro días más de intensa actividad académica para médicos, enfermeras, técnicos y estudiantes; se realizaron cursos y simposios a distancia que abarcaron un programa muy ambicioso con temas de actualidad presentados por expertos y la posibilidad de interacción con los mismos. De los simposios, destacaron los que fueron dirigidos por las Dras. Mayra Martínez y Dulce D’ector sobre igualdad de género en medicina crítica. El COMMEC, generando lazos con otras sociedades, participó en la organización conjunta de simposios con la World Federation of Intensive and Critical Care (WFICC), la Federación Panamericana e Ibérica de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (FEPIMCTI), Consorcio Centroamericano y del Caribe de Terapia Intensiva (COCECATI), la Society of Critical Care Medicine (SCCM), y la Neurocritical Care Society.

La modalidad virtual representó un reto aun mayor para el comité organizador del tazón alveolo, concurso estilo Jeopardy realizado por sexta ocasión anual ininterrumpida, orgullo de nuestra sociedad y emulado en otros eventos. El jurado estuvo integrado nuevamente por profesores nacionales e internacionales de experiencia, quienes formularon preguntas en el formato ya conocido. A diferencia de los concursos que precedieron a éste, las semifinales fueron realizadas en días previos a la gran final. El trofeo se disputó entre la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71 de Torreón, Coahuila, y la sede campeona, el Hospital Civil de Guadalajara «Fray Antonio Alcalde» representada por los doctores Yessica García Salas, Beatriz Cruz Muñoz, Fabricio Ortiz Larios y José David Torres Adalid.

La clausura del 14 de noviembre incluyó un homenaje póstumo a compañeros de profesión que perdieron la batalla frente a COVID-19, nunca suficiente para corresponder a lo que hicieron por nuestra sociedad y la humanidad.

Es inevitable mencionar que no todo fue completamente satisfactorio. El ingreso al lobby virtual con la cabina de recepción simulada genera principalmente nostalgia. Se extrañó a los amigos, colegas, socios académicos y de investigación, estrechar su mano. Vendrán tiempos mejores, con la posibilidad de realizar una reunión híbrida, y obtener lo mejor de ambas opciones. Esperamos contar con su presencia en el próximo congreso que tendrá lugar en la ciudad de Mérida, Yucatán del 09 al 13 de noviembre de 2021, probablemente en ese formato.