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Diánoia

versión impresa ISSN 0185-2450

Diánoia vol.67 no.89 Ciudad de México nov. 2022  Epub 05-Dic-2022

https://doi.org/10.22201/iifs.18704913e.2022.89.1945 

Reseñas bibliográficas

Winston Black, Medicine and Healing in the Premodern West. A History in Documents

Carmen Silva1 

1Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Filosofía y Letras carmensilva55@gmail.com

Black, Winston. Medicine and Healing in the Premodern West. A History in Documents. The Broadview Sources Series, Canadá: 2020. 272p.


El libro de Winston Black es una aportación muy original a un área joven de investigación filosófica: la historia de la medicina, de la que el autor afirma que tiene aproximadamente diez años de andadura en Canadá, los Estados Unidos y el Reino Unido. El título deja muy claro al lector que el periodo de la historia de la medicina que se examinará será el premoderno, el que, al igual que en la historia de la filosofía, corresponde a lo que conocemos como la medicina antigua (filosofía antigua) y la medieval. Black organiza una serie de documentos relevantes que representan contribuciones importantes para la medicina a lo largo de estos dos periodos históricos.

El libro inicia con los papiros egipcios, las tablillas babilónicas, la tradición griega, la del Imperio romano, el bizantino y cierra con la Edad media islámica, cristiana y judía -un recorrido que ofrece un contenido muy amplio y diverso-. Se trata de una selección de materiales relevantes traducidos al inglés para hacerlos accesibles al lector en general o a los estudiantes dentro y fuera de las universidades a fin de que los lean, estudien y formen su propia opinión -uno de los objetivos de la editorial The Broadview Sources Series-.

La obra consta de dos partes; la primera incluye un prefacio y unos agradecimientos, además de una introducción, y la segunda se compone de un conjunto de fragmentos originales que corresponden a las tradiciones médicas recién mencionadas. En cuanto a la introducción, cuenta con información muy importante porque es una especie de guía para leer el libro, pues contiene un conjunto de aclaraciones sobre las diferentes partes que lo conforman, así como un grupo de ideas muy interesantes. De entre ellas, menciono algunas que me parecen relevantes:

1. Se afirma que la idea de que la enfermedad es producto de un desequilibrio no es completamente original de Hipócrates, ya que había sido pensada antes por los egipcios y los babilonios.

2. De acuerdo con Black, la aportación de la escuela hipocrática consistió en sistematizar esta intuición y convertirla en una teoría, misma que evolucionó en el grupo de filósofos y médicos hipocráticos hasta incluir “el carácter de cada persona” relacionado con la teoría humoral. Ejemplos de ello son los tipos que existen según el fluido dominante en cada cuerpo o grupo de cuerpos que a su vez hablan del temperamento, con lo cual podemos afirmar que la teoría de los humores es psicofísica. La clasificación por tipos de humores que corresponden a los rasgos de la personalidad es la siguiente: i) sanguíneo: predispuestos a ser alegres y con energía; ii) flemático: relajado y flexible; iii) colérico: ambicioso y violento, y iv) melancólico: introvertido y propenso a la tristeza. El autor afirma además que esta “reliquia lingüística” (p. 3) tuvo una larga vida, pues continuó vigente hasta el siglo XX.

3. Winston Black señala que la medicina tradicional de China -la acupuntura- y la de la India -el ayurveda- también coinciden con Hipócrates al creer que la enfermedad es un desequilibrio, lo cual me parece sorprendente porque sugiere que esta perspectiva fue un fenómeno casi universal en la medicina antigua.

4. Otra cuestión interesante de las dos tradiciones médicas mencionadas es que continúan vigentes sin cambio alguno hasta nuestra época; incluso hoy es posible acudir en nuestras sociedades a médicos entrenados en cualquiera de ellas -con mayor o menor presencia en las ciudades, a ambas las consideramos generalmente “medicina alternativa”-. La cuestión anterior llama la atención porque se relaciona con el contenido de este libro en el sentido en que estudia la medicina premoderna pues, al concluir ésta, la Edad Media inicia su fragmentación, ruptura y revolución, de tal manera que la medicina actual, conocida como alopatía, es diferente a la egipcia, persa, grecorromana y a la cristiana, judía y musulmana medievales. Si bien lo anterior es cierto, no olvidemos que la descripción de tipos de temperamento que mencionamos persistió hasta el siglo XX.

5. Además de la diferencia entre la tradición médica de Hipócrates y la de sus antecesores y de la sistematización de los conocimientos escritos en diferentes tratados, encontramos también otro elemento muy relevante: el énfasis en buscar “la causa de las enfermedades”. Los médicos anteriores a Hipócrates creían que las causas de las enfermedades eran de origen divino o sobrenatural, como se menciona tanto en los papiros egipcios como en la Odisea de Homero. Hipócrates propone que la causa de las enfermedades es un desequilibrio de los humores que puede tener diferentes causas naturales, las cuales cada médico debe encontrar para ofrecer una alternativa de cura para el paciente. Contemporáneo de Sócrates, hipócrates critica la medicina “supersticiosa” y desea instaurar una medicina nueva que sea racional y natural. Esto es muy importante y novedoso, a tal grado que la terapéutica o cura hipocrática no consistirá en plegarias o en una ofrenda a un dios, sino, en primer lugar, en la investigación, por parte del médico, de la causa de la enfermedad; me parece que esta forma de proceder es lo más cercano a lo que ahora llamamos “diagnóstico clínico”: una vez que el doctor entrenado en la teoría y práctica médicas encuentra la causa del desequilibrio, ésta le va a indicar o sugerir la cura. Los remedios en este tipo de medicina son por lo general, entre otros, sangrías, ejercicio, dieta, descanso. El médico hipocrático indicará a pacientes y familiares cuáles son las pautas que deberán seguir para que el cuerpo del enfermo recupere su equilibrio. Esta misma ruta seguirá el médico-filósofo hipocrático cuando se enfrente no sólo con un enfermo, sino con una población entera -como un ejército o una aldea- en la que la mayoría de sus miembros estén enfermos, lo que conocemos como epidemia.

6. Para la medicina premoderna la noción de cuerpo humano era orgánica; esto significa -de acuerdo con Black- que el cuerpo se concebía como una especie de recipiente o contenedor en el que circulan, interactúan y se mueven de manera constante fluidos corporales. La perspectiva posterior será la mecánica, para la cual el cuerpo está conformado por válvulas, bombas y mangueras -una visión del cuerpo como una máquina de vapor, la máquina más común de esa época-. Esta concepción del cuerpo humano tiene su origen en el siglo xvii, periodo que en la filosofía corresponde a la filosofía moderna, la cual propone el marco teórico mecanicista para comprender la naturaleza.

Al final de su introducción, Black incluye también una cronología detallada que parte del primer médico egipcio (ca. 2650 a.e.c.) hasta la plaga o peste negra -la enfermedad más devastadora que azotó a Europa y Asia, desde la Antigüedad hasta el medioevo (y cuyo clímax fue entre 1346-1353)-. Asimismo, el autor añade un comentario sobre la imagen de la portada.

El contenido de la segunda parte del libro guarda correspondencia con el subtítulo de la obra: A History in Documents. De los textos que he leído en lengua inglesa sobre historia de la medicina, éste es único por lo anterior. La historia que leemos en él es un conjunto de fragmentos originales que corresponden a cada tradición médica de una época, lugar, lengua y cultura determinadas. El número de documentos en total es de 91. Entre el material que Black ofrece encontramos una concepción amplia de la medicina, pues no sólo recopila las explicaciones de médicos entrenados o educados en la disciplina, sino también incluye las prácticas sanadoras que hoy ya no se emplean. A cada grupo de textos lo acompaña una breve introducción del autor, además de notas en los márgenes laterales de los escritos a las que agrega aclaraciones que definen conceptos o ideas que corresponden a la tradición médica en cuestión -un trabajo de edición muy valioso-.

Otro elemento notable son las páginas en las que el autor elabora una cronología de cada uno de los nombres y tradiciones de las que ofrece fragmentos originales; además, Black añade un índice de los textos que ha organizado en partes que abarcan desde ca. el año 2000 a.e.c. al 1400 e.c.; el total de ellas es de diez, y cada texto tiene una introducción breve. Creo que este índice es muy útil para un lector interesado en lo que dijeron, por ejemplo, el primer médico egipcio, homero, hipócrates, Catón el Viejo, Celso, Plinio el Viejo, Galeno, Isidoro de Sevilla, Avicena y Trota de Salerno, por mencionar algunos nombres -unos más conocidos que otros- pertenecientes al fragmento temporal en el que este libro se enfoca.

Además de atender a los enfermos, la medicina hipocrática abarca también una cuestión interesante y actual: la medicina preventiva. Esto tiene lugar cuando el médico entrenado en esta tradición recomienda a la comunidad una serie de actividades -como ejercicio, dieta y dormir bien- que permitan mantener el equilibrio del cuerpo y la mente de cada una de las personas. Recordemos que para la tradición hipocrática la salud es sinónimo de equilibrio.

Es muy probable que el lector se pregunte por qué en esta reseña de un libro que maneja un abanico tan amplio, diverso y rico en tradiciones médicas propias de lenguas, credos, lugares y tiempos muy diferentes está tan presente la figura de Hipócrates. En mi opinión, esto se debe a que, en un momento de la Antigüedad, y principalmente en el helenismo tardío, se consolidó una tradición médica que fue la de Hipócrates y Galeno, que posteriormente se convirtió en la dominante hasta la Edad media, periodo en el que el libro cierra su investigación. Cabe mencionar aquí una propuesta interesante del autor: su concepción de la historia de la medicina, la cual es mucho más amplia y diversa que la que tenemos hoy en día porque incluye tradiciones, regiones y lugares que abarcan a África, Asia y Europa, y esto hace del libro una excelente introducción al tema.

Black cierra esta parte del libro con un conjunto de doce preguntas que me parecieron tan pertinentes que las comparto aquí:

  1. ¿Qué pruebas ofrece Hipócrates de la presencia de cuatro humores en el cuerpo humano?

  2. ¿Cuál es la relación entre el cuerpo humano y las sensaciones que genera el clima externo?

  3. ¿Qué síntomas considera Hipócrates adecuados para diagnosticar las enfermedades? ¿Cuáles son las causas de esos síntomas?

  4. ¿Con cuáles “sectas” médicas descritas en el documento 19 se considera más próximo Galeno? ¿Qué tan cercanas son sus teorías médicas con aquellas del Corpus Hippocraticum que podemos ver en los documentos 7-13?

  5. ¿De qué manera las epidemias y plagas desafían las ideas dominantes sobre las causas de las enfermedades y la relación del cuerpo humano con el ambiente?

  6. Al estudiar los elementos de Dioscórides en su De materia medica consignados en el documento 23, ¿en qué aspectos de las plantas o de sus capacidades curativas se enfoca en cada entrada? ¿Cómo se puede comparar esto con las descripciones de las plantas medicinales en los documentos 37-40 y 73-35?

  7. ¿Cuáles son las habilidades y expectativas de los dioses en relación con la sanación? Para ello, hay que comparar al dios Asclepio con el de los judíos, cristianos y musulmanes.

  8. ¿Qué tan factible es aplicar la idea de “complexión” a personas, plantas y alimentos? ¿Qué dice lo anterior sobre los médicos medievales y su comprensión de la naturaleza?

  9. ¿Qué aspectos de la medicina hipocrática-galénica rescataron los médicos islámicos y cuáles consideraron más atractivos los médicos europeos?

  10. ¿Fueron capaces los médicos medievales de dar explicaciones de enfermedades y condiciones específicas (documentos 58-59 y 66-68)? ¿Intentaron cambiar su teoría médica dominante desde dentro para hacerla compatible con la enfermedad?

  11. ¿Cómo se concebía a la mujer en la medicina medieval? ¿Se consideraba que era esencialmente diferente al hombre?

  12. ¿Cómo identifica un historiador moderno los elementos “mágicos” en la práctica médica medieval? ¿Por qué la astrología no era parte de la magia en ese momento?

Considero que el libro de Black es una aportación a la historia de la medicina porque el lector puede encontrar en él un conjunto de tradiciones médicas antiguas muy diversas, así como la lectura de diferentes autores importantes, se trate de médicos o no -por ejemplo, Tucídides, que era historiador, pero al que Black incluye por la precisa descripción que hace de la peste que azotó a Atenas en la guerra del Peloponeso-. otra contribución igualmente valiosa es el acceso que ofrece a los textos originales traducidos al inglés, lo cual será útil para el estudiante, para el que se inicia en esta área de reflexión filosófica o para quien, aunque se interese en el tema, no tiene o no había tenido acceso a una gama tan amplia de fragmentos originales.

Algunos textos pueden resultar difíciles de comprender para el lector, en gran medida por la distancia de siglos entre los autores y nosotros; otros lo llenarán de asombro, pues parece difícil de creer que escritos tan lejanos en el tiempo, el espacio, la cultura y la lengua resulten claros, relevantes e incluso actuales.

Considero que Medicine and Healing in the Premodern West. A History in Documents de Winston Black es un libro muy original, útil y muy generoso; es el resultado fructífero de un trabajo arduo de recopilación, selección, traducción y presentación de cada texto, además de la inclusión de notas aclaratorias. Da la impresión de que el autor desea que el lector se entere y asombre con el acceso a las diferentes tradiciones médicas que ofrece.

El libro cumple con creces sus objetivos. Uno de ellos es el de mostrar, desde la perspectiva de un historiador, cuáles son los antecedentes de la medicina occidental contemporánea, la cual, desde luego, no surgió de la nada. Black cree que, para entender el valor de la medicina contemporánea, es necesario conocer las tradiciones médicas que la precedieron, como la premoderna, tema de este libro, y la moderna, que inicia en el Renacimiento. Recomiendo ampliamente este libro a los interesados en la historia de la ciencia, la filosofía de la ciencia, la historia de la filosofía y la historia de la medicina, como también a profesores, alumnos, investigadores e incluso a médicos y a cualquier público con interés y curiosidad.

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