Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Salud Pública de México
versión impresa ISSN 0036-3634
Salud pública Méx vol.53 no.2 Cuernavaca mar./abr. 2011
CARTAS AL EDITOR
Picadura de alacrán y su relación con la enfermedad renal crónica infantil
Israel Gutiérrez-Mendoza, MC,I; Francisco Javier Serna-Vela, MC,I; Javier Góngora-Ortega, MC,I; Carlos Pérez-Guzmán, MC,II,*; María Consolación Martínez-Saldaña, Dr,III; Iraida Luz Orozco Loza, Dr.IV
IInstituto de Salud del Estado de Aguascalientes. Aguascalientes, México
IIInstituto de Salud del Estado de Aguascalientes.Unidad de Medicina Ambulatoria Aguascalientes. Instituto Mexicano del Seguro Social. Aguascalientes, México
IIIGrupo de Investigación en Enfermedad Renal.Universidad Autónoma de Aguascalientes. Aguascalientes, México
IVGrupo de Investigación en Enfermedad Renal. Centenario Hospital Miguel Hidalgo
Señor editor: En el año 2008 se registraron en México 271440 picaduras de alacrán (PA); de ellas, 1933 fueron en Aguascalientes.1 El veneno de alacrán puede producir una respuesta inflamatoria sistémica con choque séptico, falla orgánica múltiple y muerte.2 Es conocida la asociación entre la PA y la insuficiencia renal aguda, sin embargo, hasta donde sabemos no se ha descrito su asociación a enfermedad renal crónica (ERC). En el municipio de Calvillo, Aguascalientes, México, existe una alta incidencia de alacranismo, y una elevada prevalencia de ERC en escolares (7580/millón de habitantes),3 por lo que decidimos determinar si la PA se asocia a la ERC en escolares.
Realizamos un estudio de casos y controles de enero de 2007 a febrero de 2008 en el municipio de Calvillo e incluimos al total de pacientes de 4 a 18 años de edad con ERC registrados en Aguascalientes, previo consentimiento informado. Aplicamos cuestionarios sobre hábitos, características de vivienda y escuela, antecedentes de PA y de factores de riesgo para ERC. Se determinó creatinina sérica, talla, examen general de orina y microalbuminuria, con cálculo de la fórmula de Schwartz y ultrasonido renal (UR). A aquellos con sospecha de glomerulopatías se les realizó además proteinuria de 24 h, determinación en sangre de C3, C4, IgA, IgG e IgM y biopsia renal; a aquellos con uropatía obstructiva, uretrocistograma, gamagrama renal funcional con MAG3; y a los portadores de hipoplasia renal congénita, uretrocistograma, y biopsia renal. Por cada caso de ERC incluimos a dos controles sanos.
El análisis se hizo mediante ji cuadrada, t de Student, y razón de momios con IC 95% mediante el programa Epi-Info v6.0 (CDC & OMS).
Estudiamos 239 niños, 71 casos y 168 controles (cuadro I); la relación masculino:femenino fue de 0.9:1. El antecedente de PA fue más frecuente en los casos que en los controles [40.8 vs 23.8%, respectivamente, RM 2.25 (1.24-4.07)].
Sabemos que la PA se asocia a la insuficiencia renal aguda (IRA) reversible, pero no a la ERC.4 En nuestro estudio el antecedente de PA sí se asoció a ERC. Así, se ha descrito que la lesión renal secundaria a PA puede progresar a daño renal severo.4 La falla renal se desarrolla días después de la picadura; Malhotra y colaboradores4 encontraron proliferación mesangial renal, cambios tubulares e inflamación intersticial después de la PA. También, Derakhshan y colaboradores5 observaron que de 1358 niños con nefropatía, en 99 (7.3%) hubo IRA, de los cuales seis casos tuvieron antecedente de PA, mientras aquellos con insuficiencia renal crónica (IRC) no lo tenían. El veneno de alacrán contiene hemolisinas, endotelisinas y neurotoxinas, capaces de producir el síndrome urémico hemolítico (SUH).4
El SUH se caracteriza por anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia y falla renal.6 Zambrano y colaboradores7 observaron que 12% de pacientes con SUH desarrollaron ERC. Por otro lado, Grimaldi y colaboradores8 encontraron que de 710 casos con IRC, la etiología en 14% fue el SUH. Lo anterior nos permite especular que la PA produce un SUH subdiagnosticado, y ésta, a su vez, puede desencadenar la ERC en nuestra población. Esta hipótesis requiere ser confirmada mediante más estudios.
Este trabajo ha sido totalmente financiado por fomix CONCYTEA y el Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (ISEA).
Declaración de conflicto de intereses: Los autores declararon no tener conflicto de intereses.
Referencias
1. Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Epidemiología. Sistema único de Información. México: Secretaría de Salud 2008. [Consultado 2009 octubre 20]. Disponible en: http://www.dgepi.salud.gob.mx/boletin/2009/sem1/pdf/cua11.4.pdf. [ Links ]
2. Scharf S. Scorpion stingthe inflammatory dimension. Crit Care Med 2002;30: 1669-1670. [ Links ]
3. Góngora-Ortega J, Serna-Vela FJ, Gutiérrez-Mendoza I, Pérez-Guzmán C, Hernandez-Garduño E, Ron-Torres O. Prevalence of chronic kidney disease in children from Aguascalientes, México. Salud Publica Mex 2008:50;2-3. [ Links ]
4. Malhotra KK, Mirdehghan CM, Tandon HD. Acute renal failure following scorpion sting. Am J Trop Med Hyg 1978;27: 23-626. [ Links ]
5. Derakhshan A, Al Hashemi GH, Fallahzadeh MH. Spectrum of In-patient Renal Diseases in Children "A Report from Southern part Islamic Republic of Iran".Saudi J Kidney Dis Transpl 2004;15:12-17. [ Links ]
6. Mocan H, Mocan MZ, Kaynar K. Haemolytic-uremic síndrome following a scorpion swing. Nephrol Dial transplant 1988;13:2639-2640. [ Links ]
7. Zambrano OP, Delucchi BA, Cavagnaro SF, Hevia JP, Rosati MMP, Lagos RE, et al. Hemolytic-uremic syndrome in Chile: clinical features, evolution and prognostic factor. Rev Med Chil 2008;136:1240-1246. [ Links ]
8. Grimoldi IA, Briones LM, Ferraris JR, Rodríguez-Rilo L, Sojo E, Turconi A, et al. Chronic renal failure, dialysis and transplant: multicentric study: 1996-2003. Arch Argent Pediatr 2008;106: 552-559. [ Links ]