La estructura de población que recoge la muestra se corresponde el relevamiento del último censo de población y viviendas (INDEC–2001). Al respecto, hay varios comentarios qué realizar. En primer lugar, las diferencias en la estructura porcentual de los grupos de menor edad. Como se puede observar, entre los menores de 14 años es más numerosa la presencia de varones que de mujeres, pero se modifica a partir de los 15 años de edad, cuando la proporción de hombres desciende. Es interesante advertir que este cambio de tendencia está significativamente asociado con una mayor tasa de mortalidad de los hombres jóvenes (1.2%) en relación con las mujeres en el mismo grupo de edad (0.5%). Asimismo, es importante señalar que 70.8% de las muertes de hombres jóvenes (entre 15 y 24 años de edad) están relacionadas con causas externas, mpredominantemente vinculadas con accidentes de tránsito, agresiones y suicidios (Ministerio de Salud de la Nación, 2007), las cuales podrían ser prevenidas a través de políticas integrales de juventud.

Un segundo comentario es el relativo a las diferencias que se presentan en los grupos de mayor edad. En este caso, a partir del grupo de 65 años y más la distancia entre hombres y mujeres es muy significativa y está asociada con la mayor expectativa de vida que experimenta la población femenina. El dato es de suma importancia en virtud de los niveles educativos de la población en análisis, sobre todo porque sería de suponer una correlación positiva entre nivel educativo, estrato o nivel socioeconómico y expectativa de vida en los hombres de ese grupo de edad. Por esta razón, en el análisis de las estadísticas educativas de dicho segmento etario se debe tener en cuenta que la estructura de la muestra refleja la situación de aquellos que aún viven y entran dentro de la cobertura (muestra) del relevamiento. Es decir, no reflejan lo ocurrido en esa cohorte de forma precisa, sino sólo el estado actual.